Fotografían a un humanoide invisible en la laguna de Monte

Sebastian Aranguren
Popular Online
13/07/10


La única anomalía que detectó el testigo aquella tarde fue que previo a la toma de esa foto observó “un llamativo batido de agua” en la laguna, justo debajo de una gran nubosidad.

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La silueta de un humanoide casi perdida en el fondo de una imagen captada por una cámara digital, en una toma fortuita realizada en marzo pasado por un turista que pretendía retratar las travesuras de su hijo en una zona de recreo de la laguna de Monte, reflota la casuística en torno a extrañas entidades que irrumpen en la realidad terrícola.

El caso que sin duda se convierte en una primicia de excepción fue prolijamente estudiado por el equipo de investigadores de la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO), a quien el turista que tomó la fotografía acudió en mayo pasado aun conmocionado por el hallazgo que, sin proponérselo, había hecho.

El atribulado protagonista de esta historia, un comerciante que reside en Almirante Brown, en el sur del Gran Buenos Aires, y que antepuso como condición al tratamiento de su caso el mantener su privacidad, tomó contacto con el titular de la FAO, Luis Burgos, en procura de una respuesta lógica a la imagen inadvertida que registró sin saberlo en la orilla de la laguna.

Burgos convocó a los especialistas de la FAO que sometieron a la foto a una serie de análisis, pruebas y comparaciones que determinaron que se trata de una imagen “limpia” en la cual no hay evidencia alguna de que hubiese sido editada.

“Es algo inédito e inusual” señaló Burgos al ser consultado por Expedientes Secretos. “En el mundo -precisó el investigador- hay muy pocas fotos de entidades ET por lo que este caso tiene una enorme significación y se convierte así en un hecho sin dudas relevante para la ovnilogía nacional”.

Extraño ser

¿Pero qué muestra la foto en cuestión? La toma muestra en tercer plano, a la izquierda de la posición del fotógrafo, una figura singular que de ninguna manera tiene rasgos humanos y que no fue visualmente detectada por ninguno de los integrantes de un grupo familiar allí reunido.

El episodio tuvo lugar el 14 de marzo pasado cuando Iván - su nombre completo será mantenido en reserva por lo más arriba apuntado-, de 38 años, su esposa Vanina, los hijos de ambos de 8 y 2 años, respectivamente, y otros familiares acamparon cerca de la orilla en la Laguna de Monte, a 130 kilómetros de la Capital Federal, donde habían ido a pasar la Semana Santa.

Esa tarde, puntualmente entre las 14 y las 16, Iván tomó con su cámara digital una serie de fotografías del paisaje y de sus familiares. Lejos estaba en ese momento de la sorpresa que lo aguardaba cuando, una vez en su casa, se dispuso a bajar las fotos a la computadora.

Amplificada en la pantalla del monitor, la toma registrada a las 15.56 de ese 14 de marzo pone un intruso en escena. La imagen del hijo de Iván escapando de la cámara de su padre para ocultarse detrás de un árbol, no sólo muestra a otros familiares sentados en un segundo plano, sino algo extraño, anómalo e invisible, en aquel momento.

Al agudizar la mirada, Iván distinguió que en la orilla de la laguna, quizás sobre el agua, a una distancia regular de sus familiares dispuestos en una suerte de playa y a la izquierda y el fondo de la imagen, se observa una silueta extraña que nadie vio aquella tarde.

Profundamente conmovido, Iván aguzó una y otra vez la mirada para concluir que esa figura que allí aparecía nada tenía que ver con una persona común. Semejante aseveración tenía sus fundamentos: la silueta retratada y que aparecía en esa única foto del cúmulo que tomó Iván aquella tarde de domingo de Pascuas, no tenía apariencia humana.

Antropomorfo y alto

Los investigadores de la FAO, tras analizar la imagen, consideraron que la apariencia de la extraña silueta que se ve en el fondo de la foto presenta, a juzgar por la distancia de la toma, “una conformación antropomorfa y de aparente alta talla”.

En ese punto, los investigadores sostuvieron que “la extraña entidad no asociada responde a la tipología de los seres grises, de aspecto horrendo, cabeza triangular y con ojos prominentes”.

Esta descripción, detallada también en la página web de FAO www.ciencia-ovni.blogspot.com, destaca también que “una curiosa nubosidad rodea la parte superior de la cabeza o que quizás, el mismo ser despida. Es muy llamativa la ausencia visual del cuello -añade el análisis- casi despegado de su cabeza”. Los investigadores apuntaron que da la impresión que la figura lleva algo sujeto al cuerpo y que su vestimenta es “una especie de buzo enterizo que queda holgado a la altura de las rodillas”.

Pero si hay un detalle que angustia a Iván y al que hizo referencia la investigación de FAO es que ajustado al plano de la foto y la ubicación de Iván al momento de efectuar la toma, “el intruso estaría sobre el agua y al momento de la toma estaría observando al propio testigo” que inadvertidamente tomó la imagen.