"¿Desde cuando la industria difunde las cosas que pueden afectar a la salud humana?”

Salvador López Arnal
El Viejo Topo/Rebelión
08/08/10

Una conversación con Eduard Rodríguez Farré sobre bombillas de bajo consumo, mercurio, rayos ultravioleta (III)

Miembro fundador del Comité Antinuclear de Catalunya (CANC) en 1977, Eduard Rodríguez Farré es médico especializado en toxicología y farmacología en Barcelona, en radiobiología en París y en neurobiología en Estocolmo. Ha dirigido durante muchos años el Departamento de Farmacología y Toxicología del CSIC en Barcelona. Como experto en toxicología ha asesorado al gobierno cubano en la epidemia de la neuropatía óptica, a la OMS en el síndrome del aceite tóxico y a la Unión Europea sobre la investigación en programas de salud pública y sobre la Encefalopatía Espongiforme Bovina. Actualmente es miembro del Comité Científico de la UE sobre Nuevos Riesgos para la Salud. Socio fundador de la asociación Científicos por el Medio Ambiente (CiMA), Eduard Rodríguez Farré es coautor (autor principal para ser más preciso), junto este entrevistador, de Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente, El Viejo Topo, Barcelona, 2008 (con prólogo, presentación, epílogo y notas finales de Enric Tello, Joaquim Sempere, Joan Pallisé, Jorge Riechmann y Santiago Alba Rico).

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Estábamos de nuevo en el tema de las bombillas.

Durante todos estos años se ha ido restringiendo el uso de mercurio en muchos procesos industriales. Recientemente la Unión europea prohibió el uso de mercurio en los termómetros clínicos. Aquel termómetro, con el que jugábamos con las bolitas, cuando éramos chicos, se prohibió. La última recomendación son los esfigmomanómetros, los aparatos de medida de la presión arterial que van con mercurio. Muchas gentes los preferimos porque son mucho más precisos que los otros y sirven para calibrar los electrónicos, etc Es un aparato muy fiable. Pues bien, también se ha elaborado una nueva normativa por la que en poco tiempo hay que eliminarlos.

Lo paradójico es que se ha eliminado el uso del mercurio en las pilas, en las baterías, en muchos procedimientos industriales… auque se sigue utilizando desde luego. En la planta electroquímica de Flix, por ejemplo, se sigue utilizando mercurio. Pero se ha ido procurando restringir el uso del mercurio sobre todo en las papeleras. Aquí se ha eliminado fundamentalmente. De ahí venía que las grades papeleras españolas y finesas se instalaban en el río Uruguay (en Fray Bentos), en la frontera entre Argentina y Uruguay. O sea, a 15.000 km de aquí se montaban las papeleras. Uruguay lo ha aceptado. Los que se manifestaban en Argentina, no (aunque la cuestión es más compleja que la contaminación). La empresa española se ha retirado pero la finesa no. El mar Báltico está hecho una porquería y las restricciones escandinavas son enormes. Pero, claro, en este caso estamos en el Uruguay y allí se las apañen.

La tendencia, pues, de estos últimos años ha sido la prohibición o la disminución del uso del mercurio.

Esta ha sido la tendencia. Lo paradójico en el caso de las bombillas es que mientras que se está restringiendo el uso del mercurio elemental en aparatos de presión, en termómetros, en baterías, etc se permite, mejor se favorece o se obliga, se nos está obligando porque ya no se van a vender las otras en poco tiempo, al uso de unas bombillas de bajo consumo. Ciertamente, de mayor duración, pero mucho más caras, que contiene 5 miligramos de mercurio, de vapor de mercurio cada una.

Aquí tenemos dos problemas desde un punto de vista toxicológico: toda bombilla en algún momento se pueda romper al usuario. A quién no se le roto alguna vez una bombilla. Si se te rompe a bombilla vas a inhalar el mercurio. Este es mercurio elemental, inorgánico. Estamos en el caso clásico. Esta cantidad, si se rompe una bombilla, es evidente que no va a matar a nadie. Pero no deja de ser una exposición a un producto tóxico que puede producir determinados efectos.

En todo caso, el mayor problema desde el punto de vista de salud pública es qué se va a hacer con estas bombillas cuando dejen de funcionar.


Exacto. Es evidente que en cinco, en cuatro años, a lo largo del tiempo, estas bombillas se van a hacer viejas y van a tener que desecharse (en realidad su duración depende mucho del tipo de uso y de la frecuencia de encendido y apagado). Esto es lo que se ha advertido a la dirección de Industria, que está favoreciendo todo esto y está legislando en este sentido porque nos obligan a usar estas bombillas, quieras o no, vas a tener que usarla, aunque yo por ejemplo estoy acumulando bombillas antiguas. La dirección del Medio Ambiente de la UE ha advertido que todos los países tendrían que tener un plan de desechos en los cuales quedara claro qué hacer con estas bombillas cuando se agoten y cómo gestionarlas como residuos con mercurio.

Hemos de tener en cuenta que todo esto no es un asunto marginal. Son miles y miles de bombillas, millones las que tendrán que desecharse. Solo en España nos están regalando dos bombillas por barba. En Europa son centenares de millones de bombillas

No, no lo sabía. Lo he sabido cuando tú me lo has comentado.


La gente lo ignora, lo ignoramos en general. Pero yo que estoy trabajando en este tema me enteré de ello hace unos meses, cuando me lo contó un colega que trabaja en estas cuestiones. Después recibí un documento de la UE, de la dirección del Medio Ambiente, varios documentos para ser más precisos, por los que me puede enterar que estas bombillas llevan vapor de mercurio, advirtiendo que tenía que haber planes de gestión de los residuos de estas bombillas. Se trata de un residuo muy importante. Miles de millones. Cada bombilla tiene 5 miligramos de mercurio. Se intenta ahora, es una recomendación que no se ha hecho pública, para que se intenten fabricar, para que los industriales intenten rebajar la cuantía a 2,5 o 2 miligramos. Pero por ahora tienen 5.

Si sumamos los millones y millones de bombillas, no sólo de Europa, sino de Norteamérica, todo el mundo de hecho parece que acabará utilizando estas bombillas, el problema no es ninguna tontería.

No desde luego. El cambio global, el calentamiento global, bajar el consumo de energía, evitar el consumo energético para rebajar el cambio global, todo esto está muy bien. Pero esto está haciendo, como comentaba un colega mío británico, Sir James Bridges, un gran toxicólogo histórico, que aquí, con la excusa de parar el cambio climático, se está atentando directamente contra la salud ambiental. Lo decía con mucha ironía en inglés.

Es evidente. Vamos reducir el problema que tenemos con el cambio climático. Pero estos residuos que van a permanecer a lo largo de los años pueden afectar al sistema nervioso central de todos nosotros.



Pero imagínate que yo aconsejo al ministro de Industria, y le digo todo lo que acabas de apuntar, y que es necesario que en determinadas zonas del país haya grandes naves destinadas a guardar en condiciones adecuadas estas bombillas estropeadas. ¿No se estaría solucionado el problema?.

Nadie ha previsto esto. La recomendación que había que haber hecho, que es lo que pedía la dirección de Medio Ambiente. Pero, espera, una cosa que es necesario decir y que es políticamente incorrecta.: las direcciones de Medio Ambiente en Europa y en otros lugares son meros floreros. La gran potencia que hay en la Unión Europea es la dirección de Industria.


En España ocurre lo mismo seguramente.

En el gobierno español pasa lo mismo. Yo estoy en el Comité de Salud Pública y Nuevos Riesgos para la salud. Cuando tratamos un tema importante que afecta a asuntos industriales, nos aparecen… nosotros somos quince y podemos tener allí diez señores de la dirección general de industria para oír qué estamos diciendo y nuestros informes son opiniones. Nuestras informaciones no dejan de ser opiniones y desde el punto de vista legal de la Unión Europea se diferencia mucho entre lo que es una opinión, lo que es una recomendación, lo que pasa a normativas, lo que pasa a directivas, etc. En el año 2000, por ejemplo, hicimos una opinión sobre unos compuestos químicos que se llaman ftalatos, que son un problema al actuar como hormonas ambientales (xenoestrógenos), que lleva diez años allí. Se han hecho ya tres revisiones. Lo que se hace en este caso cuando se quiere demorar, cuando no interesa la cuestión, la dirección de Industria pide una nueva opinión., que se revise en función de nuevos resultados de nuevo. Se entrega una nueva opinión y se vuelve a pedir otra.

Y aquí en este caso, ¿no hay ninguna opinión todavía?

No. Pero lo que hemos planteado es que se nos prohíban los termómetros de mercurio, que representan cantidades insignificantes, y se nos implanten miles y miles… Porque, perdona que yo mismo me interrumpa, fíjate bien, ¿cuántas bombillas hay en una casa, en las empresas, en los sitios de trabajo, en las fábricas, en los hospitales? Estamos hablando de España, por ejemplo, donde vivimos 44 o 45 millones de personas. ¿Cuántas bombillas van a ser usadas? Si miramos la cantidad de bombillas por persona en la casa, en el trabajo, en el comercio, en los almacenes,…


Hablamos de 200 o 300 millones tal vez.

Probablemente más. Mira en este despacho por ejemplo. ¿cuántas bombillas tengo aquí? Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho. El problema, insisto, en qué se va a hacer con todo este inmenso volumen que van a se residuos de bombillas. El problema accidental que se te rompa una bombilla es un problema puntual; el problema general, gordo, es la gestión en pocos años, en cinco años.. Si esto se implanta ahora, en cinco años por más que duren se fundirán muchas de ellas..

Entonces, desde tu punta de vista, lo razonable ¿qué sería? ¿No haber impulsado este cambio? ¿Dejarlo para más adelante hasta que estuviéramos en condiciones de gestionar los residuos que señalas?

Exacto. Aquí hay grupos, no lo olvidemos, que también hacen beneficios. Es evidente. Estas bombillas son más caras y está abriendo un nuevo desarrollo industrial al implantar estas bombillas. Supongo que el industrial de la bombilla clásica, si no ha tomado medidas, se va a arruinar, si no es capaz de adaptarse a la nueva producción. Estas bombillas son más caras, presuponen una nueva tecnología. (En cierta modo me recuerda la obligación de implantar la TV digital –la TDT-, lo tomas o lo denas; esto ha representado, según cálculos de los economistas, entre 2000 y 10000 millones de euros, según lo que se considere: adaptadores, nuevas teles planas, antenas, etc..Cualquier curioso impertinente puede ver lo poco que ha afectado la “crisis” a este sector industrial). ¿Cuánto va a representar el negocio de las lámparas “modernas” (aunque el concepto es antiguo)?

Intentemos un resumen si te parece.

La ruptura de una bombilla es un hecho puntual. No es ése el problema central. El problema son los residuos de las bombillas usadas que se presentarán inevitablemente en el futuro y la inexistencia de un plan para gestionar estos residuos y estos residuos son una cantidad inmensa de mercurio elemental, de vapor de mercurio, que va a quedar ahí, y que en un vertedero o en un lugar similar se van a romper, y ese mercurio va a movilizarse, pasará al ambiente y al medio marino y puede acabar transformándose en metilmercurio o, es igual, como vapor de mercurio también tiene una toxicidad que es distinta de la metilmercurio pero hay también una toxicidad.

Lo razonable entonces, ¿qué hubiera sido?

Es una cuestión de opciones. Como todo el mundo está en la moda del cambio climático, es lo mismo que lo de las centrales nucleares. Hay cambio climático, que yo no dudo en absoluto de su existencia pero que a mi personalmente no me da mucho miedo sin negar su existencia e importancia. Son estas cosas del pensamiento único, que olvida estos temas. Hoy el santo grial del pensamiento único es el cambio climático y el ahorro de energía. Claro que hay que ahorrar energía pero esto implica otras cuestiones. Estamos hablando aquí de un problema de vamos a ahorrar energía por el cambio climático y vamos a inundar todo de mercurio y obligarte a utilizar estas nuevas bombillas sin haber previsto nada.(O vamos a construir muchas centrales nucleares...) Este es el planteamiento que hay actualmente. ¿Quien lo impulsa? Los departamentos de Industria, al servicio de los industriales. Hay muchas cauciones por parte de departamentos de Medio Ambiente, el mismo de la Unión Europea, que es el que advirtió del tema. Yo recibí esto hace unos cuatro meses. No hay ningún plan de gestión de los residuos importantísimos de mercurio que va a generar este cambio mientras que otro lado se están prohibiendo los manómetros de tomar la presión arterial porque llevan mercurio.

Parece una fuerte contradicción.

Es una contradicción clarísima. Por otro lado, hay las advertencias de los medios, de los pocos medios de salud pública que trabajan en estas cuestiones pero quien manda son los departamentos de industria, que son los que promocionan esto. ¿Has ido hablar alguna vez a algún representante del departamento de industria hablando de este problema? En mi comité de Salud Pública sí que hemos hablado de este tema, pero los representantes de Industria no dicen nada o bien intentan ocultar el problema.

Pero admitiendo lo que dices, admitiendo que quien marca la pauta son los departamentos de Industria, socialmente apenas se habla. No hay consciencia del problema. Nadie habla del tema. Todo el mundo dice que el cambio de bombillas es bueno, que es razonable.

Sí, sí, que consumiremos menos, pero nadie habla de esto y de un segundo problema que ahora te comento. La cuestión es que en todos los lugares de Europa está pasando lo mismo. A mi sorprendió mucho que estoy hablando de un documento muy claro de la dirección general del Medio Ambiente de la UE pero somos floreros, los de salud somos floreros que venimos fastidiar cosas tan bonitas como eso de que usted tiene ahí dos bombillas de bajo consumo que son gratis si bien en el futuro van a costar más.

Luego hay otra cuestión que es la luminosidad. Pero es una cuestión personal. Desde el punto de vista de la luminosidad yo prefiero estas bombillas, las actuales, las incandescentes, que no las nuevas. Yo prefiero las incandescentes pero esto es una preferencia personal.

Hablabas de un segundo problema.

El problema que también recientemente y esto no se ha difundido todavía es que las bombillas nuevas, las que llevan mercurio, están emitiendo radiación ultravioleta hasta una distancia de 30 centímetros a una longitud de onda que es cancerígena.

Esto afecta al uso

Esto afecta al uso. Ha salido muy recientemente, lo están intentando reformar, pero a una distancia de 20-30 centímetros, quizá un poco más, están emitiendo radiación ultravioleta, unos 280 nanómetros, a una longitud de onda en la que se considera que produce alteraciones en la piel y puede inducir la producción de melanoma. Es lo mismo que cuando se aconseja a la gente que se proteja de la radiación ultravioleta solar con cremas.

Se afirma a veces: pero nadie está a una distancia de 30 centímetros de la bombilla. Yo trabajo a esa distancia de mi lámpara de estudio. Del mismo modo, cuando estás leyendo un libro estás a una distancia cercana. Por ejemplo, yo leo aquí en mi despacho con esta lámpara. Siesta bombilla fuera de estas nuevas que tienen mercurio a esta distancia yo estoy recibiendo radiación ultravioleta

¿Están intentando hacer algo?

Están intentando poner filtros. Pero ponerlos implica que se encarece más la bombilla y que tiene menos luminosidad. Por ahora, no han encontrado el sistema, y no olvidemos que estas bombillas nuevas ya tienen una luminosidad menor que las incandescentes. Con un tubo fluorescentes se lee mal y la luminosidad de este tipo de bombillas es de este tipo porque, al fin y al cabo, el principio es el mismo. Los tubos fluorescentes también llevan mercurio normalmente pero, la diferencia es importante, su uso no es universal. El problema no es el mismo. En tu casa, por ejemplo, tú no usas fluorescentes o acaso alguno en la cocina. Para leer, aunque reconozco que esto es muy subjetivo, yo leo mejor con las antiguas que con las bombillas nuevas.

Insisto: la radiación ultravioleta que se recibe puede ser importante. Este es el otro problema del que apenas se ha hablado hasta ahora.

¿Y por qué no se ha informado sobre ello?

Es fácil de imaginar: todo lo que puede provocar reacciones con la industria, no se difunde, se guarda en carpetas archivadas hasta mejor ocasión. ¿Desde cuando la industria difunde las cosas que pueden afectar a la salud humana?

Pero esto que acabas de señalar es muy importante. Lo otro también, desde luego, pero sería más bien un problema a medio plazo. Este es inmediato.

Sí, sí. Problema inmediato, en su uso cotidiano, es que se te rompa la bombilla. Doy un golpe, rompo una bombilla e inhalo valor de mercurio. Otro segundo problema es que las personas que leen con la lámpara cerca, o para escribir o estudiar, están expuestas a radiación ultravioleta. Más o menos grave, lo admito, pero no se tiene que estar recibiendo una radiación que puede provocar problemas en determinadas personas. Hay gentes muy sensibles y personas que lo son menos. Hay una gran variabilidad humana frente a la radiación ultravioleta pero, en todo caso, siempre puede alterar la piel y causar afecciones.

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