Preparación de terreno: EEUU profundiza la movida nuclear contra Irán

Manuel Freytas
IAR Noticias
16/09/10

Washington y Tel Aviv trazan sintonía fina: La hora señalada del ataque a Irán se ajusta y determina por el nivel de desarrollo de su proyecto nuclear y por su capacidad para fabricar una ojiva con carga atómica. La hipótesis con Irán "peligro nuclear" es un objetivo de máxima en los planes militares de los halcones USA-Israelíes. Y, consecuentemente, la presión internacional sionista contra el programa nuclear iraní se profundiza. Y cada movida es un eslabón para apresurar el desenlace militar. Donde la "opción nuclear" ya forma parte indivisible del tablero.

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EEUU afirmó el martes que el régimen de Irán parece "empeñado" en fabricar armas nucleares, tras ignorar a las presiones internacionales para que detenga el enriquecimiento de uranio e incremente la cooperación con los inspectores internacionales.

"Irán rechaza abordar nuestras preocupaciones relativas a la proliferación y parece empeñado en adquirir la capacidad de fabricar armas nucleares", señaló la embajadora de EEUU ante la ONU, Susan Rice, en una reunión del Consejo de Seguridad sobre las sanciones impuestas a la República Islámica.

Para la diplomática, el informe más reciente del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) demuestra la negativa de Teherán a aceptar las sanciones y las disposiciones adoptadas por las potencias en la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

Según el informe de la OIEA del pasado 6 de septiembre, el programa nuclear iraní ha producido hasta ahora unos 2.800 kilos de uranio poco enriquecido -mil kilos más que en noviembre pasado-, cantidad que los expertos consideran suficiente para fabricar entre dos y tres bombas nucleares.

Además, el director general del OIEA, Yukiya Amano, acusó el lunes a Irán de obstaculizar la investigación de su programa nuclear mediante el veto consecutivo del ingreso inspectores de ese organismo a sus plantas nucleares.

Rice recordó en su intervención que la cooperación iraní con ese organismo de Naciones Unidas es una de las obligaciones establecidas en las diferentes resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y "un punto de referencia fundamental sobre las intenciones pacíficas" de Teherán.

Y como siempre las operaciones del eje sionista USA-UE-Israel funcionan sincronizadas, los representantes de Francia y Reino Unido se unieron a las advertencias expresadas por Washington sobre las "intenciones iraníes" y expresaron la preocupación de sus países ante la falta de cooperación por parte del Gobierno del presidente Mahmud Ahmadineyad.

Por su parte, el embajador francés, Gérard Araud, resaltó que el régimen iraní también vulnera las disposiciones del Consejo de Seguridad al seguir exportando armas y continuar con su programa de misiles balísticos.

El representante británico, Mark Lyall Grant, por su lado instó a que un mayor número de países ajusten sus legislaciones y adopten las medidas necesarias para implementar las cuatro rondas de sanciones impuestas a Teherán.

EE.UU. y sus aliados occidentales acusan a Irán de estar desarrollando un programa nuclear militar clandestino como argumento justificatorio del ataque.

Los expertos USA-israelíes saben que antes de las acciones militares contra Irán tienen que reforzar la estrategia de "preparación de terreno" con el "peligro nuclear iraní" que demuestre a que grados puede llegar Irán en posesión de la bomba.

Los ejercicios militares de Irán, Siria e Israel, y la preparación de nuevas acciones contra Gaza y Libano, son simultáneos a los movimientos y las "señales" militares en el Golfo -registradas por la prensa norteamericanaa- y son indicativos de que el eje Washington-Israel se apresta a dar un "desenlace militar" al dilatado conflicto con Irán, una pieza central en el plan del sionismo militar.

Las operaciones contra Hamás y Hezbolá, en Gaza y Líbano, son simultáneas y convergentes con el "frente diplomático" y el "frente antiterrorista" contra Irán y Siria, y van a tener un desenlace en el "frente militar" una vez que la imposición de bloqueos y sanciones fracasen en todas sus líneas como está previsto en el Consejo de Seguridad de la ONU.

En este escenario, también hay que leer la operación lanzada con la quema del Corán en EEUU.

Una nueva "furia musulmana" desatada en el mundo, galvanizaría (y reactualizaría) el apoyo a un ataque a Irán y a nuevas operaciones militares contra Gaza y Líbano, en EEUU y Europa.

La OIEA, un organismo títere del bloque sionista, investiga desde hace siete años las actividades nucleares de Irán, al que acusa de "no cooperar lo suficiente" para la comprensión de su programa nuclear.

Paradojalmente, las potencias que se sienten "alarmadas" por los avances de programa nuclear iraní y la negativa de Corea del Norte a revelar su armamento nuclear, han realizado como mínimo 2000 detonaciones nucleares, en la superficie o subterráneas, con el silencio y la complicidad de la ONU.

EEUU, el mayor impulsor de las sanciones a Irán y a Corea del Norte por sus programas nucleares, cuenta con con más de 5.000 ojivas nucleares tácticas, e invierte US$ 40.000 millones al año en su arsenal nuclear y en el desarrollo de nuevos sistemas de destrucción masiva, que van a las arcas de las multinacionales de la guerra nucleadas en el Complejo Militar Industrial norteamericano.

Entre Rusia y EEUU (cuyas economías dependen en grado superlativo del armamentismo) suman el 95 por ciento del arsenal nuclear mundial que, si estallara, no sólo destruiría centenares de veces el planeta Tierra sino que también terminaría con parte del Universo.

En el selecto "club de destrucción nuclear", China sigue a Rusia y a EEUU, con 400 ojivas nucleares, Francia con 350, Israel con 200, Gran Bretaña con 185, India con al menos 60 y Pakistán con hasta 48, según el Centro para la Información de Defensa con sede en Washington.

Exceptuando Rusia, EEUU matemáticamente supera por 9 a 1 en poder nuclear a todas la potencias capitalistas juntas del planeta y su capacidad de despliegue de tropas y de armamento convencional rozan los mismos porcentajes.

La hipótesis nuclear

En abril de 2006, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, y respondiendo a un periodista que había preguntado si las opciones con Irán incluían la posibilidad de realizar un ataque nuclear, el presidente de EEUU, George W. Bush, afirmó que todas las opciones, incluso el uso de la fuerza atómica, "están sobre la mesa" para impedir que Irán desarrolle armas nucleares.

Era la primera que Bush, ante la pregunta de si EEUU barajaba la posibilidad de un ataque nuclear contra Irán, respondía afirmativamente incluyéndolo tácitamente como parte del "uso de la fuerza".

Cuatro años después, en la cumbre nuclear celebrada este año en Washington, Obama y su administración recogieron el legado de Bush y pusieron al "terrorismo nuclear" en el centro de la amenaza contra EEUUU y Occidente.

Desde hace cuatro años, la movida "anti-Irán nuclear" en el Congreso estadounidense coincide, con los informes periódicos de las 16 agencias de inteligencia USA que señalan que la red terrorista de Al Qaeda está en capacidad de usar armas "químicas, biológicas y nucleares" en un hipotético ataque contra EEUU.

Los informes de la inteligencia estadounidense se complementan con los realizados por los servicios británicos, que advierten continuamente que Al Qaeda y algunas variantes del "terrorismo islámico" ya cuentan -o están en proceso de contar- con armas nucleares capaces de activar explosiones limitadas, pero de efecto devastador, en ciudades claves de Europa o de EEUU.

En estas hipótesis también coinciden el resto de los servicios de inteligencia de las potencias europeas embarcadas en planes comunes y en programas de intercambio para la "guerra contra el terrorismo", también ya han adoptado la tesis del "terrorismo nuclear iraní" como nueva hipótesis de conflicto.

Pero, lo más sugestivo, es que todas las hipótesis coinciden en situar una presunta relación Irán-Al Qaeda como la base de despegue internacional del "terrorismo nuclear" a escala internacional.

En la presentación por parte del Pentágono de Revisión de la Postura Nuclear, en abril pasado, el "terrorismo nuclear", Irán y Corea del Norte conforman la mayor preocupación de EEUU.

En caso de que se diera un ataque con armas biológicas o químicas, Washington respondería con una fuerza "militar convencional devastadora", aunque advierte que la política puede ser revisada ante los "rápidos avances" de esas tecnologías.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario de Defensa, Robert Gates, presentaron el documento de 77 páginas en el que se define la estrategia nuclear para los próxima década.

Hillary Clinton aclaró que en el documento hay "una estrecha gama de circunstancias en las que las armas nucleares pueden jugar un papel", lo que deja la puerta abierta para revaluaciones de la nueva política.

"Si no van a cumplir con las reglas y van a convertirse en proliferadores nucleares, entonces todas las opciones están sobre la mesa", dijo el secretario Gates, refiriéndose al tratamiento que recibirían países como Corea del Norte o Irán, que Washington considera que no respetan el TNP.

La doctrina nuclear de EEUU de hecho no excluye la posibilidad de asestar un golpe contra Irán y Corea del Norte, declaró el jefe del Pentágono, Robert Gates, al presentar el documento.

"La doctrina nuclear contiene un serio llamamiento dirigido a Irán y Corea del Norte. Estamos haciendo una excepción a los países como Irán y Corea del Norte, que no acatan los principios del Tratado de No Proliferación", precisó el jefe del Pentágono..

Pese a los cambios de redacción en la nueva estrategia nuclear, el documento especifica que "EEUU no está preparado en los actuales momentos a adoptar una política universal en la que los ataques nucleares disuasivos sean el sólo propósito de las armas nucleares".

En el documento en que que el llamado "paraguas nuclear" seguirá desplegado para tranquilidad de los aliados, particularmente los de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

La postura de la Casa Blanca gerenciada por Obama coincide con diferentes proyectos presentados en el Congreso de EEUU por demócratas y republicanos, situando al "terrorismo nuclear" como nueva hipótesis de conflicto.

La nueva doctrina nuclear de EEUU no sólo niega los devastadores impactos de las armas nucleares, sino que no deja lugar a dudas, que las armas nucleares son “seguras” y que su uso en el campo de batalla asegurará un "mínimo daño colateral y reducirá la probabilidad de escalada".

En este escenario, nadie puede garantizar que las "mini-bombas" nucleares de bajo rendimiento, que han sido aprobadas para su “uso en el campo de batalla”, no estén en planes de ser utilizadas en operaciones futuras de exterminio de bases "terroristas" situadas en países comprendidos dentro del "eje del mal", como es el caso de Irán.

(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.

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