Justicia estadounidense acusa a dos ex empleados de Blackwater de asesinatos en Afganistán

TeleSUR
07/01/10

El Departamento de Justicia de Estados Unidos (EE.UU.) indicó este jueves, a través de un comunicado, que dos ex empleados de la empresa de mercenarios Blackwater fueron acusados de asesinato en segundo grado de dos civiles afganos en Kabul el año pasado.

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Justin Cannon, de 27 años, oriundo de Corpus Christi, Texas (sur), y Christopher Drotleff, de 29, de Virginia Beach, Virginia (este), han sido acusados de 13 cargos, incluido asesinato en segundo grado tras la muerte de dos afganos y de intento de asesinato luego que una tercera persona resultara herida en un incidente ocurrido en Kabul el 5 de mayo de 2009, cuando ambos trabajaban como mercenarios para el Departamento de Defensa de EE.UU. en Afganistán.

Cannon y Drotleff, que habían entrenado al ejército afgano en el uso y mantenimiento de sistemas de armas, fueron arrestados el jueves y corren el riesgo de ser condenados a la pena de muerte, añadió el comunicado.

La extinta compañía privada de seguridad Blackwater, ahora llamada Xe, es responsable de varios ataques a civiles iraquíes y sus mercenarios se encuentran respaldados por la inmunidad que les otorga su trabajo en otros países.

Uno de los casos más controvertidos es la matanza de17 civiles perpetrada por un convoy de mercenarios de la Blackwater, cuando custodiaban una caravana que transportaba personal diplomático estadounidense.

El incidente, ocurrido a mediados de septiembre de 2007, resaltó el creciente uso por parte del Pentágono de fuerzas privadas en zonas de guerra, y para los iraquíes, simboliza lo que consideran como desprecio por sus vidas por parte de las fuerzas extranjeras en el país.

Durante años, la extinta Blackwater, ahora Xe, contrató y suministró personal paramilitar para labores de seguridad a convoyes, edificios, instalaciones militares y funcionarios de diversos gobiernos, en áreas consideradas peligrosas porque las tropas estadounidenses estaban en guerra.

En su acusación a la empresa, el Departamento de Justicia de EE.UU. había detallado que los paramilitares de Blackwater se trasladaban en un convoy cuando atacaron sin razón alguna a civiles iraquíes que se encontraban en la Plaza Nisoor, cerca del centro de la capital iraquí.

Blackwater siempre se defendió alegando legítima defensa.

El gobierno retiró enseguida la licencia de explotación a Blackwater, la mayor empresa de seguridad privada de las utilizadas por Estados Unidos en Irak y cuyos contratos ascendían a millones de dólares cada año.