Qué esconde la conspiración de Washington con el arsenal nuclear de Pakistán

IAR Noticias
19/05/09

Washington -así coinciden los expertos militares- necesita una argumentación sólida para desplegar sus tropas y bases militares en Pakistán y así completar su posicionamiento geopolítico militar en uno de los puntos estratégicos de la guerra por el control de los recursos energéticos (más del 70% de las reservas mundiales) ubicados dentro de la zona que define el eje Eurasia-Cáucaso-Medio Oriente. La operación de acción psicológica con el "terror talibán" amenazando llegar hasta Islamabad, parece insuficiente -y hasta absurda- como justificativo internacional para que el Pentágono lance una ocupación militar teniendo en cuenta que el gigante islámico cuenta con uno de los ejércitos más poderosos y mejor armados de Asia, capaz por sí solo de mantener a raya a las fuerzas talibanes. Esta realidad (y a pesar de la subordinación de las FFAA y del gobierno títere pakistaní) hace que los estrategas de la Junta de Jefes de Estado Mayor exploren alternativas más sólidas y creíbles para otorgarle más verosimilitud al argumento de un futuro despliegue militar en Pakistán. Esto explicaría porqué en las últimas horas en la prensa norteamericana comenzaron a circular rumores, recogidos luego por The New York Times (vocero de la administración Obama), que señalan que el arsenal nuclear de Pakistán está "fuera del control de EEUU". Las versiones -confirmadas oficialmente por el jefe de Estado Mayor de EEUU- afirman que Pakistán ha ampliado su programa nuclear sin la asistencia militar de EEUU, y en consecuencia no hay control sobre su producción de armas nucleares.

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La semana pasada, distintas fuentes, dentro y fuera de EEUU, perfilaron una escalada de "versiones" sobre el arsenal nuclear de Pakistán y la posibilidad de que éste caiga en manos de los talibanes que ya luchan contra el Ejército a pocos kilómetros de Islamabad.

Esta semana se desató otra operación "Danger" con la versión sobre que el programa nuclear pakistaní se encuentra "fuera de control" internacional y el destino y el uso de su arsenal permanecen inciertos.

"Las autoridades de Estados Unidos temen que los recursos enviados por Washington para combatir a la milicia islámica de los talibán en Pakistán puedan servir para el desarrollo de armas atómicas ya que Islamabad está reforzando su arsenal nuclear", publicó el lunes el diario The New York Times.

La advertencia, según el diario, se produjo en el marco de una reunión reservada de legisladores estadounidenses con el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el almirante Mike Mullen, mientras el Ejército paquistaní está llevando a cabo una ofensiva militar en gran escala contra la organización armada islámica a escasos 100 kilómetros al norte de la capital.

"Sí", dijo escuetamente Mullen -según el Times- cuando la semana pasada, en una reunión en el Senado de la que participó el secretario de Defensa, Robert Gates, respondió a la pregunta acerca de si Pakistán estaba reforzando su potencial nuclear.

De acuerdo con lo informado por The New York Times este lunes, el comportamiento de Pakistán provoca cada vez más "preocupación" en el gobierno que conduce el presidente Barack Obama, que busca la reducción de armas nucleares en el mundo.

Uno de sus consejeros, Bruce Riedel, dijo que Islamabad tiene "la mayor concentración mundial de terroristas por metro cuadrado, mientras su programa nuclear está creciendo a una velocidad que no tiene comparación en ninguna parte".

Ratificando la información del diario neoyorquino, el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Mike Mullen, afirmó el lunes que Pakistán no ha recurrido a la asistencia militar estadounidense para expandir su programa nuclear.

Curiosamente, el mismo Michael Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, había afirmado el lunes de la semana pasada que "El arsenal nuclear de Pakistán está en manos seguras", tratando de minimizar el riesgo de que alguna de las armas atómicas de Pakistán pudiese caer en manos de los talibanes que se enfrentan al Ejército paquistaní en la zona norte del país.

El alto jefe dijo (en un giro de 180 grados) que Washington trabaja junto a las autoridades paquistaníes en un plan para mejorar la seguridad de su arsenal nuclear y mostró su confianza en que el Ejército de Pakistán será capaz de hacerlo

Según señaló esta vez el jefe del Estado Mayor Conjunto, la única excepción corresponde a la parte de los fondos de Estados Unidos que en años anteriores se emplearon para garantizar la seguridad en la elaboración del armamento nuclear.

Durante una intervención en el Instituto de Brookings, Mullen confirmó que Pakistán estaba buscando reforzar su arsenal nuclear aunque "evitó" hacer comentarios al respecto. Sin embargo el senador Jim Webb le preguntó si él tenía pruebas que demuestren que Islamabad está desarrollando armamento nuclear y cabezas nucleares y éste asintió con la cabeza, según la CNN.

El demócrata Webb, que ha cuestionado en numerosas ocasiones las desorbitadas cifras que destina Washington en asistencia militar a Pakistán, precisó que los movimientos del país centroasiático son consecuencia de "una gran preocupación" y que estaba recibiendo menos atención pública que el programa nuclear iraní.

De esta manera, y con la Operación "Danger" centrada en el arsenal de Pakistán "fuera de control", Washington parece haber comenzado un segundo frente de acción psicológica orientada a justificar una despliegue militar en Pakistán.

Hace tres semanas, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, provocó una conmoción en el establishment de poder norteamericano cuando, el 22 de abril, en el Senado de EEUU, acusó al gobierno de Islamabad de "abdicar ante el Talibán y los extremistas”.

La jefa de la diplomacia USA dijo ante un comité del Senado que el incipiente gobierno del Partido Popular de Pakistán afrontaba una “amenaza existencial” de los combatientes islamistas que podrían apoderarse de su arsenal nuclear y convertirse en un "peligro mortal" para EEUU y otros países.

Los comentarios de Clinton coincidieron con los del asesor estratégico del Comando Central de las fuerzas de EEUU, David Kilcullen, quien afirmó al diario The Washington Post, en marzo, que Pakistán podría colapsar en menos de seis meses.

Consultado si consideraba a Pakistán como el “frente central” de la “guerra contra el terrorismo”, Kilcullen respondió que si Islamabad colapsaba, la red extremista Al Qaeda "podría tomar el control y adquirir armas atómicas". “Pakistán tiene 173 millones de habitantes, 100 armas nucleares, un ejército mayor que el de Estados Unidos y a las bases de Al Qaeda en dos tercios del territorio que el gobierno no controla”, señaló el asesor del Pentágono.

“Los militares, la policía y los servicios de inteligencia no siguen las órdenes del gobierno civil. Son esencialmente un estado hostil dentro del Estado. Ahora estamos alcanzando el punto en el que en uno o seis meses podríamos presenciar el colapso del Estado pakistaní, también por causa de la crisis financiera mundial, que exacerbó todos esos problemas”, añadió el consejero estratégico.

Actualmente hay ocho países que han detonado con éxito armas nucleares, entre ellos Pakistán. Cinco de ellos están considerados "estados nuclearmente armados", un status reconocido internacionalmente otorgado por el Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT por Non-Proliferation Treaty, en inglés).

En orden de posesión de armas nucleares, se posicionan cinco potencias: EEUU, Rusia (Federación Rusa), Reino Unido, Francia, y la República Popular de China.

Desde que se firmó el tratado, otros tres países no firmantes del mismo han realizado pruebas nucleares: India, Pakistán y Corea del Norte.

Pakistán no es un país miembro del Tratado de No Proliferación Nuclear, y desarrolló secretamente armas nucleares durante varias décadas, comenzando a finales de la década de 1970, y se estima que cuenta actualmente con 100 ojivas atómicas en sus arsenales.

No sería extraño que -y buscando excusa y consenso internacional para la invasión militar- Washington presentase el caso pakistaní en el Consejo de Seguridad de la ONU solicitando control internacional para su programa nuclear.

Un argumento verdaderamente fuerte para convencer a sus socios sionistas de la Unión Europea (que controlan el Consejo de Seguridad) para que voten a favor de una ampliación de la "guerra contraterrorista" en Pakistán con las tropas de EEUU y la OTAN ocupando el país.

Como ya quedó demostrado en las cumbre de Washington con Obama, el farsesco y dependiente "gobierno democrático" pakistaní sólo espera la orden para abrirles la puerta.

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