España: Aragón registra efectos adversos leves en la vacuna del papiloma

María Eugenia Carrey
El Periódico de Aragón
06/04/09

Hay efectos adversos tras la aplicación de la vacuna contra el virus del papiloma, pero leves. La Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón ha admitido la existencia de algunos síntomas posteriores a la vacunación, como fiebre o incluso desmayos o síncopes, pero considera que se trata de los "normales" en cualquier vacuna. Asimismo, reconoce que se han disparado tanto el registro de efectos secundarios como las consultas de los padres en los centros de salud a raíz del ingreso en la uci de dos niñas de Valencia que acababan de ponerse la inyección.

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El caso de estas jóvenes ha hecho resurgir el debate en cuanto a este tratamiento, cuya inclusión en el calendario de vacunas no fue del agrado de todos. La vacuna contra el virus del papiloma fue incluida primero por la Comunidad de Madrid y, posteriormente, aprobada por el Consejo Interterritorial de Salud, que marca las pautas que deben seguir todas las comunidades, que tienen competencia para definir sus propios calendarios.

"Aragón mantiene la política de seguir lo que marca el consejo", explica el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo. Eso a pesar de que la Asociación Española de Pediatría recomienda desde hace varios años la inclusión de dos vacunas en el calendario infantil: la del rotavirus --un virus que causa gran parte de los procesos diarreicos de los niños-- y la del neumococo, que causa infecciones graves como la meningitis y la neumonía. "No tenemos previsto incluirlas. No basta que una vacuna aparezca sea efectiva y segura. Hay que ver si compensa su coste con el beneficio", asegura Falo.

Sin embargo, esta filosofía de la dirección general contrasta con las prescripciones de los pediatras que, por lo general, suelen recetar de forma sistemática la vacuna del neumococo cuando los niños acuden a guarderías o escuelas antes de los dos años. Como no entra en el sistema público los padres deben afrontar el pago del tratamiento. El precio, 80 euros de media por dosis. Y se suelen poner tres inyecciones.

El concepto coste-beneficio que defienden desde Salud Pública es también uno de los principales argumentos para que la Sociedad de Medicina de Familia y Comunitaria (Samfyc en Aragón) haya abanderado la oposición a que la vacuna del papiloma se financie con fondos públicos. "La eficacia a largo plazo está sin demostrar. Y, sobre todo, no es un problema de salud pública tan importante como otros. A la hora de priorizar hay otras vacunas más eficaces, como la del neumococo. Y otros problemas de salud pública más importantes, como la financiación de los tratamientos antitabaco o del cribado contra el cáncer de colon", explica Javier Perfecto, portavoz de la Samfyc.

La realidad es que el cáncer de cuello de útero es una patología con poca incidencia. Se calcula que unas 50 aragonesas padecen esta enfermedad cada año y, según los últimos datos de la Encuesta Nacional de Salud, fueron 12 las mujeres que murieron por esta causa en el 2006. El tratamiento para su prevención cuesta 1,5 millones de euros.