Estudio revela las zonas cerebrales relacionadas con la sabiduría humana

Andrea Buccioni
La Tercera
09/04/09

Todos los sentimientos y emociones tienen un origen en el cerebro. Incluso conceptos tan antiguos y aparentemente abstractos como la sabiduría también son controlados desde dicho órgano. Así lo determinó un equipo de investigadores de EEUU en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Archives of General Psychiatry.

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Dado que no se había estudiado una explicación neurológica de la sabiduría, los siquiatras de la Universidad de California en San Diego se propusieron averiguar este rasgo a través de una revisión bibliográfica de investigaciones que habían analizado partes del cerebro relacionadas con este concepto.

Para esto, definieron la sabiduría desglosándola en seis rasgos que, históricamente, han sido asociadas con ella: empatía, compasión, altruismo, estabilidad emocional, autoconocimiento y actitudes sociales. Mediante estudios de imagenología ubicaron estos rasgos en la zona cerebral.

Así verificaron que el evaluar una situación mediante el altruismo activa la corteza prefrontal media, mientras que las decisiones morales estimulan la corteza prefrontal dorsolateral, la cual juega un rol importante en la atención y memoria. En tanto, las habilidades socioemocionales como el altruismo y la empatía y la detección de conflictos o problemas se relacionan con la corteza singular anterior.

La zona donde se localizó uno de los componentes de la sabiduría, la corteza prefrontal, es un área del cerebro que se relaciona con la regulación de los actos en función de las consecuencias. "Éstas áreas son importantes para la regulación de la conducta en función de los propios objetivos, pero también dependiendo de la opinión de los demás", explica Archibaldo Donoso, neurólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.

La sabiduría se trataría de una evolucionada técnica de supervivencia, relata Donoso. "Uno respeta al resto para ser respetado", dice.

Implicancias clínicas

Aunque, según los especialistas, no se puede adjudicar la sabiduría a unas pocas partes del cerebro, se ha comprobado que la zona de la corteza prefrontal tiene una función primordial. "Personas que tienen lesiones en esta zona se vuelven impulsivos, apáticos, pueden perder la cortesía y despreocuparse por lo que los demás sientan", afirma Archibaldo Donoso. En esta línea el neurofisiólogo de la Universidad de Chile, Pedro Maldonado, explica: "Somos lo que es nuestro cerebro. Por eso, hay veces que al tener un tumor o sufrir Alzheimer nunca más somos los mismos".

Por esto, el estudio puede tener importantes implancias clínicas, como el hallazgo de terapias para tratar conductas inadecuadas. "Conocer estas estructuras es el primer paso para iniciar una terapia, cuando hay patologías o lesiones", afirma Maldonado. Mediante fármacos, estimulación eléctrica o cirugía "es posible corregir comportamientos anómalos en el cerebro", afirma Donoso.

Neuronas bajo escaner

Los trabajos en que se basaron los científicos son los llamados estudios de imagenología o monitoreo a través de una pantalla de la actividad neuronal.

Al someter a una persona a determinada situación se puede ver cuáles son las áreas de su cerebro que se "encienden". Esto sucede porque los aparatos usados son capaces de detectar los cambios en el flujo sanguíneo de esas zonas. Si las neuronas están más activas eléctricamente, necesitan más sangre para funcionar.

Sin embargo, las áreas involucradas nunca se encienden por separado. "Cuando uno piensa en un hijo se prenden unos 30 ó 40 pedazos", explica Pedro Maldonado. Incluso, en acciones complejas es primordial, además de que unas se enciendan, que otras se apaguen, explica.