México: sobre responsabilidad del Ejecutivo

Gilberto Brito Mejía
La Jornada
18/9/08

Naomi Klein dice que mediante el shock se reduce a los adultos a un estado infantil; con técnicas de shock se produce una regresión de la personalidad, las cuales también se aplican en sociedades. Un trauma colectivo, una guerra, un golpe de Estado, un desastre natural, un atentado terrorista, nos hacen entrar en estado de shock. Y, como el prisionero en la sala de interrogatorios, también nos volvemos más infantiles, propensos a seguir a líderes que afirman protegernos.

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Ayer, en una estación de radio, Jorge Castañeda, ex secretario del foxismo, consideraba conveniente prohibir las concentraciones, promulgar toques de queda, otorgar fierros al CISEN y todo aquello que sea necesario, aunque resulte desagradable. Felipe Calderón inició una guerra inútil y perdida desde el principio de su gestión contra el narcotráfico, cuando realmente la prioridad de las políticas públicas nacionales era, y es, el desarrollo de una economía incluyente, justa y humana para millones de mexicanos. Felipe Calderón hoy, como jefe de Estado, es el principal responsable político de los miles de muertos de esta guerra, tanto de las policías como de los delincuentes que hay en el país. No quiero ver en mi país hechos tan deleznables como el ataque y asesinato a civiles indefensos ocurrido el 15 de septiembre en Morelia. Por ello, creo que es tiempo de que la sociedad mexicana, con fundamento en el artículo 39 constitucional, revise de manera seria la permanencia de Felipe Calderón al frente del Ejecutivo Federal.