Proteínas modificadas, más activas y resistentes

El Porvenir
16/07/10

De los numerosos métodos disponibles para remover metales pesados del agua contaminada por efluentes industriales, la adsorción es el más versátil y el más usado.

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Por medio de este método, átomos, iones o moléculas son atrapados o retenidos en la superficie de un material, en contraposición a la absorción, que es un fenómeno de volumen.

El carbono activado es el adsorbente más requerido, pero es muy caro. Es por esta razón que existe un gran interés en adsorbentes de bajo costo, que en general son desechos del agro o de distintas industrias.

“El uso de plantas acuáticas muertas como un material bioadsorbente tiene diferentes ventajas: alta eficiencia para remover metales pesados de efluentes diluidos; mínimo volumen de desechos que deberán ser tratados; nulo requerimiento de nutrientes; bajo costo de conservación, transporte y manejo; posibilidad de recuperar los metales pesados, regenerando la biomasa con soluciones ácidas o alcalinas”, comenta Patricia Miretzky, del Centro de Geociencias de la UNAM.

Las plantas macrófitas pueden representar una plaga cuando cubren la superficie de lagos, pues impiden el libre intercambio con el oxígeno atmosférico, fenómeno que ocasiona la mortandad de organismos que habitan en esos ecosistemas.

“De manera que aprovechar las macrófitas flotantes de un lago o río para remover metales pesados de efluentes contaminados tiene un beneficio adicional: al ser retiradas de ese lago o río, mejora su oxigenación y su biodiversidad”, añade la experta.

Resultados satisfactorios

Miretzky y sus colaboradores han realizado diversos estudios con las macrófitas no vivas Eichornia crassiseps (lirio acuático) y Eleocharis acicularis (junco de espiga), y han obtenido varios resultados satisfactorios.

En todos los casos se estudió el efecto de los distintos parámetros experimentales en la adsorción de metales pesados, como el pH, la fuerza iónica del medio, la concentración inicial del metal que sería adsorbido, la dosis de adsorbente, la temperatura, etcétera.

Activación del material adsorbente

Los investigadores han buscado la manera de incrementar la capacidad de adsorción de esas plantas, ya sea aumentando la superficie de adsorción o modificando los grupos activos.

La activación puede ser hecha por métodos físicos o químicos. “Estamos trabajando en la activación por calor (400-800° C) de juncos acuáticos y ya hemos activado tierras de diatomeas (otro material biológico de bajo costo) por medio de hidróxido de sodio”, indica Miretzky.

Otra línea de su investigación con plantas macrófitas tiene que ver con el hecho de adherirles otro metal para aumentar su capacidad de adsorción.

Si se les adhiriera calcio, por ejemplo, podrían adsorber flúor, que abunda en aguas subterráneas del centro del país y que en grandes cantidades resulta tóxico.

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