Una ola de frío polar barre América Latina

El Periódico
23/07/10

Ha habido nieve, en cantidades impensadas. Y cuerpos ateridos, exhalando un aliento glaciar. También ha habido víctimas en las calles, porque no encontraron refugio: al menos 235 personas, en su mayoría indigentes, han muerto como consecuencia de la ola de frío polar que se ha desatado la última semana en el Cono Sur. Las heladas han provocado además importantes pérdidas económicas en los sectores agrícola y ganadero. La falta de productos de temporada ha tenido su correspondiente efecto inflacionista.

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Hacía décadas que no se sentía un frío tan intenso en las grandes urbes de la región y en zonas alejadas. En los Andes peruanos, la temperatura ha llegado a descender por debajo de los 20 grados bajo cero. La situación excepcional ha llegado hasta la Amazonía, donde se han registrado cinco grados. Las playas bonaerenses han aparecido cubiertas de nieve, una escena propia de la ficción.

Los rigores del invierno han dejado su marca social: las víctimas vivían en las calles donde fueron aniquiladas por hipotermias o por inhalar monóxido de carbono de calefactores vetustos y defectuosos. El sistema sanitario de los países se ha puesto otra vez a prueba. En Perú han perdido la vida 104 personas por neumonías y dolencias respiratorias que no pudieron ser debidamente asistidas por los hospitales.

El frío ha sacado a la luz también otras paradojas políticas. Bolivia es uno de los grandes exportadores de gas de la región. Los hogares de Argentina y Brasil se calientan con las reservas de ese país, nacionalizadas hace cuatro años. Pero en Bolivia, el 90% de las viviendas no recibe el servicio o no pueden pagarlo a pesar de la reciente instalación de la red.

GUERRA DEL GAS / En El Alto, la ciudad que rodea La Paz, a 4.500 metros de altitud y donde en el 2003 se desató la llamada «guerra del gas», se han registrado 2 de los 25 decesos. La gente ha hecho frente al frío con estufas eléctricas, encendiendo leña o cobijándose bajo el sol durante el día.

Hay que remontarse a los años 70 para encontrar en Buenos Aires temperaturas similares a las de estos días. El azote de frío ha recorrido en realidad todo el territorio. Once personas han muerto por hipotermia. Desde que comenzó el invierno han fallecido otras 39 por intoxicación con monóxido de carbono. Las heladas han obligado a cancelar cientos de vuelos. Miles de personas se han visto obligadas a soportar el frío en los aeropuertos.

Del otro lado del Río de la Plata, en Uruguay, solo se ha informado de la muerte de un indigente. En Paraguay, donde el invierno suele ser de un efecto inocuo, se han reportado 12 muertes y cientos de damnificados. Los estados del sur brasileño –Paraná, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Río Grande do Sul– no han estado al margen de la ola polar: nueve mendigos perecieron en las calles mientras dormían.

El frío golpeó también a Chile. En Santiago, su capital, donde fallecieron dos personas, sus habitantes tiritaron como no lo hacían desde 1993. Los especialistas advierten que la situación se prolongará durante todo el mes de julio.