Washington Post incrementó editoriales con información falsa sobre Venezuela
ABN
25/03/08
El ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Andrés Izarra, envió este martes una carta al diario estadounidense The Washington Post, en la cual denuncia que el año pasado ese periódico incrementó la publicación de editoriales que difundían informaciones falsas o manipuladas sobre Venezuela.
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En la misiva, dirigida al editorialista Jackson Diehl, Izarra recuerda que en los últimos años el Washington Post ha hecho una cobertura hostil, distorsionada e imprecisa sobre Venezuela.
“Previamente le comunicamos nuestra alarma con respecto a la redacción y los reportes poco balanceados sobre Venezuela durante el período 2000-2006, los cuales evidenciaron análisis parcializados y falsos juicios en lo que respecta al gobierno del Presidente Chávez y los eventos que se desarrollan en el país. No obstante, desde entonces, esta tendencia del Post ha empeorado”, señaló Izarra.
Indicó además que, durante el año pasado, 98% de los editoriales de ese diario estadounidense sobre Venezuela fue negativo y agresivo, manejando informaciones falsas o manipuladas. “Por ello, nos vemos forzados a creer que el Washington Post está promoviendo una agenda en contra de Venezuela y en contra de su presidente electo democráticamente, Hugo Chávez”.
En un análisis detallado de la página editorial, el periodista venezolano resaltó que en el año 2007, en ocho ocasiones distintas, los editoriales del Washington Post utilizaron calificativos como “déspota” y “dictador” para referirse al Presidente Chávez, mientras que en siete oportunidades se caracterizó al gobierno venezolano como “dictadura”, “régimen represivo” o una forma de “autoritarismo”.
Alertó Izarra que estos juicios no son solamente falsos sino también extremadamente peligrosos, ya que “el gobierno de los Estados Unidos ha utilizado tales clasificaciones para justificar guerras, intervenciones militares, golpes de estado y otras técnicas de cambio de régimen, a lo largo de las últimas décadas”.
Luego de estas denuncia, Izarra agregó que, lejos de ser una dictadura, el gobierno venezolano tiene el índice más alto de popularidad en la historia contemporánea del país y el Presidente Chávez ha ganado tres elecciones presidenciales con victorias avasallantes, así como otros procesos electorales importantes, incluyendo el referendo revocatorio contra su mandato en agosto del año 2004, el cual ganó con una clara mayoría de 60 a 40.
En su carta al encargado de la página editorial, el ministro enumera algunos de los logros del gobierno del Presidente Hugo Chávez que no han sido reflejados por el Post, entre ellos la inclusión de la mayoría de la población pobre del país en la toma de decisiones claves, la creación de los consejos comunales que gobiernan de manera local y el incremento en la participación de votantes, que representan “signos claros de una democracia vibrante y abierta”.
En su análisis de los editoriales del diario estadounidense, Izarra subrayó que en más de ocho ocasiones los editoriales del Washington Post hicieron referencia errónea al proyecto de reforma constitucional presentado en diciembre, como si éste le permitiera al Presidente Chávez “gobernar indefinidamente” o convertirse en “un presidente de facto de por vida”, cuando la reforma constitucional no buscaba la supresión de las elecciones y, por el contrario, de haberse aprobado, “los venezolanos podían aún haber tenido el derecho y el deber de nominar candidatos y votar por ellos en un proceso electoral transparente”.
En este sentido, Izarra considera interesante que el Washington Post no haya hecho una acusación similar en contra del Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, cuando ejerció acciones para reformar la Constitución y permitir así la reelección para un segundo mandato en el 2004 y ahora nuevamente se busca una modificación para poder llevar a cabo un tercer período. “¿Dónde están las quejas del Washington Post por la dictadura y el gobierno de facto de por vida en Colombia?”, preguntó Izarra.
Una amenaza directa al pueblo venezolano
En la carta enviada a Diehl, el ministro Izarra denunció también que el Washington Post ha manipulado y censurado información sobre el crecimiento económico en Venezuela, describiendo las medidas económicas del gobierno como “excéntricas y desastrosas”, sin reflejar, por ejemplo, que la pobreza extrema ha disminuido a la cifra más baja de todos los tiempos: 9.4% (2007), en comparación con 42,5% en 1996.
Izarra observa que el periódico tampoco ha reflejado avances positivos como el incremento sustancial del salario mínimo -al punto de llegar a ser uno de los más altos en el mundo en vías de desarrollo-, la reducción significativa de la deuda pública y el incremento de la inversión en la industria de producción agrícola de la nación.
En cambio, “sus editoriales se han dedicado a acusar al Presidente Chávez de comprometerse en una “carrera armamentista” (en cuatro ocasiones), “violar los derechos humanos” (en tres ocasiones), “facilitar/refrendar el tráfico de drogas” (seis veces) y “promover una agenda anti-americana” (seis veces). Lo peor de todo es que, a pesar de las declaraciones de Chávez sobre lo contrario, el Washington Post continúa perpetuando el mito peligroso de que Chávez es un “antisemita”, “alineado con naciones o grupos terroristas” (nueve veces)”.
Por ello, Izarra recuerda a Diehl que los Estados Unidos están llevando a cabo actualmente una guerra internacional contra el terrorismo. “Dentro de ese marco, la administración Bush ha declarado de forma clara que aquellas naciones asociadas con -o amistosas con- Estados o grupos terroristas pueden ser objeto de una invasión preventiva o una intervención. ¿Ese es el fin que está buscando para Venezuela?”.
Para sustentar sus afirmaciones, Izarra cita el editorial de fecha 15 de febrero del 2008, titulado “Mr. Chavez Bluff”, el cual constituye una convocatoria a un boicot al petróleo venezolano, un acto que afectaría tanto al pueblo de Venezuela como al pueblo de los Estados Unidos. “A través de los aplausos del Washington Post a las tácticas mafiosas de una de las corporaciones más ricas del mundo, Exxon Mobile, es evidente que su lealtad descansa sobre las ganancias corporativas, por encima de los derechos del pueblo”.
Izarra también refiere que el editorial del 5 de marzo del 2008, que llevó por título “Allies of Terrorism” (Aliados del Terrorismo), más que una mera crítica a las políticas de Presidente Chávez, es una amenaza directa al pueblo de Venezuela.
Indica el ministro que al aceptar a priori, sin investigación o verificación, unos documentos que según se dice fueron encontrados en una computadora que habría pertenecido a Raúl Reyes de las FARC, el Washington Post imprudentemente condena a Venezuela y Ecuador como naciones que promueven y protegen el terrorismo y justifica la más violatoria, injuriosa y peligrosa doctrina de Bush de los tiempos modernos: la guerra preventiva.
“Al comparar la violación de Colombia a la soberanía de Ecuador con un ataque de los Estados Unidos a Al Qaeda, el Washington Post penosamente valida la más irracional de las guerras en la historia y hace un llamado a su expansión hacia Latinoamérica. Encontramos extremadamente preocupantes la defensa de la violación de la soberanía de Ecuador y la satisfacción que muestran hacia estas tácticas agresivas e ilegales, junto con la advertencia de que Venezuela está en “peligro”, escribe Izarra.
Finalmente, el periodista venezolano recuerda que pasaron los días en los que el Washington Post fue un bastión genuino del reportaje investigativo y la búsqueda de la verdad, pues ahora se ha convertido en “nada más que un tabloide que sirve a intereses especiales”.
La carta concluye señalando que los nobles principios que Eugene Meyer imaginó para el Washington Post en 1935, han sido violados por editores como Diehl, “quien ha escogido promover una agenda personal nociva en lugar de asegurar la grandeza de su periódico”.
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