La producción de alimentos en el mundo bajo la mira

Rebelión / Agroinformación
25/03/08

La cosecha de cereales está en crisis. El biocombustible hecho a partir de maíz ha incrementado el riesgo de escasez de los cereales para satisfacer la gran demanda de los países. El pan, la pasta y el arroz se convierten en valiosos productos difíciles de conseguir.

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La gráfica refleja la evolución de consumo de cereales en el mundo desde el año 2004 hasta los dos primeros meses del 2008. La línea verde indica un aumento del consumo de cereales en millones de toneladas (Mt) . La línea roja indica el nivel de producción, igualmente, en millones de toneladas (Mt) .

Las cifras reflejan que la producción de cereales se ha mantenido constante, entre 1600 y 1650 (Mt) aproximadamente, mientras que el consumo de estos rubros ha ido incrementándose. La distancia entre ambas líneas significa que la producción de cereales no es suficiente para satisfacer la demanda mundial de éstos.

La escasez amenaza constantemente al mercado mundial, a ésto debe sumarse la producción de "biocombustibles" producidos a partir del maíz, cuya política es promovida desde el gobierno del Presidente de Estados Unidos, George Bush. Las noticias sobre la producción de alimentos en el mundo despiertan una alerta:

El precio de los alimentos sigue subiendo

Nuevas estadísticas del gobierno español confirman lo que muchos propietarios de tiendas de comestibles ya sabían: el precio de los alimentos está subiendo vertiginosamente. En el último año el precio de la leche aumentó un 17%. El precio del arroz, la pasta y el pan se elevó más de un 12%, y el precio de los huevos subió un 25%. Esta es la mayor inflación en los alimentos desde principios de la década del 90.

Las provisiones de arroz podrían caer a sus peores niveles desde hace 25 años

Las provisiones mundiales del arroz alcanzan niveles peligrosamente bajos después de que las reservas del alimento básico de Asia del sur, cayeron a su nivel más bajo desde hace 25 años y los gobiernos combaten por estabilizar los mercados domésticos. El Ministerio de Agricultura estadounidense predice que las reservas de arroz globales caerán a aproximadamente 70 millones de toneladas este año, el nivel más bajo desde principios de los años 80's y aproximadamente la mitad del nivel en el año 2000.

Filipinas, a principios del mes de marzo, falló en un intento por comprar arroz e incrementar sus inventarios. Operadores de productos agrícolas ofrecieron vender al país sólo 325,000 toneladas cuando éste había querido comprar 550,000 toneladas. El precio promedio ofrecido, de casi 680 dólares por tonelada aumentó más del 40% desde enero.

Tendencias similares han surgido en otros grandes consumidores de arroz como China, donde las grandes cantidades de tierras cultivables han sido transformadas para usos industriales. Sin embargo, la mayor parte de las cosechas de arroz del mundo son consumidas por los países que los producen, lo que significa que el mercado global en el arroz es relativamente pequeño y propenso a violentos vaivenes.

Fuente: Times

La industria panificadora en alerta por las alzas en los precios de las materias primas

El 3% de las panaderías en México en el último año, cerraron debido a la escalada de precios, incluido el del pecio del petróleo, que recientemente alcanzó los 110 dólares por barril. México importa entre 60 y 70% del trigo que consume, del cual 80% se utiliza para elaborar pan y galletas, mientras que el resto para pastas.

Hace 10 años, en cuanto a la situación de las panaderías, era la segunda industria manufacturera del país, hoy por lo menos son 400,000 personas las que dependen indirecta y directamente en cerca de 33 mil panificadoras.

Este problemas no es exclusivo de México, panaderos estadounidenses e ingleses también se han quejado del alto precio de los insumos para hacer el pan. Y es que el problema de los granos y harinas es mundial pues incluso han habido manifestaciones de agricultores y consumidores en Europa y Estados Unidos por los incrementos ; como en Italia que se han manifestado por el aumento a las pastas y en España a la leche.

Fuente: El Economista

Ante la escasez, los países llenan sus despensas

Uno de cada cuatro países que pertenecen a la Organización Mundial del Comercio (OMC) aplica retenciones a las exportaciones. Los países que aplican retenciones en forma específica buscan estabilizar los precios internos de las materias primas, desarrollar determinados sectores o favorecer a una industria incipiente. Sin embargo, según algunos especialistas, existen instrumentos más eficientes que las retenciones para controlar los precios internos, como lograr mayor eficiencia en todas las cadenas de valor agropecuarias. En febrero de 2008, Rusia aplicó retenciones del 30% a la exportación de cebada y del 40% a las ventas externas de trigo. En los Estados Unidos, la Asociación de Panaderos pidió retenciones a las exportaciones de trigo, pero los productores del cereal se opusieron y lograron frenar la medida.

Fuente: La Nación

¿Pueden los Estados Unidos alimentar al mundo?

La subida del precio del grano ha producido una reacción inesperada. Si hasta ahora la mayoría de los estados adoptaban medidas fiscales para proteger al sector agrario de las importaciones a bajo precio, ahora la fiscalidad ha dado un giro radical, ahora, trata de impedir la salida de grano del país para evitar el riesgo de desabastecimiento y de subida de los precios de los alimentos en el mercado interno.

Estas medidas han sido adoptadas por muchos de los países exportadores, tales como Rusia, Argentina, Ucrania, Kazajstán y otros. También hemos visto como en países tradicionalmente exportadores, Australia y Estados Unidos, se están desatando los nervios de los consumidores industriales que quieren que se limiten las ventas al exterior para evitar que los precios crezcan sin parar.

Aunque es poco probable que en los Estados Unidos se adopte algún tipo de medida que ponga trabas al mercado exterior, cabe preguntarse, si los Estados Unidos serán capaces de abastecer la demanda de quienes se ven obligados a acudir al mercado americano, por las limitaciones a la exportación que han puesto muchos de los países exportadores.