Con tráfico humano se construye la nueva Embajada de EEUU en Irak

David Phinney
Redvoltaire.net
25/03/08

Después de haber arrasado ciudades enteras con la ocupación militar de Irak, después de haber saqueado los sitios arqueológicos y desarrollado un enorme tráfico comercial con objetos históricos pillados en los museos por las tropas US, piezas arqueológicas que representan la memoria de la cultura iraquí, los EEUU emprenden la construcción de una enorme embajada fortificada en Bagdad gracias a un tráfico humano de trabajadores clandestinos. Washington ha venido a Irak para quedarse hasta que no haya más petróleo que sirva. El cuento de traer la democracia y sacarse de encima un dictador ha sido el pretexto. Una investigación que hace parte de las 25 historias censuradas por la prensa comercial.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Las 25 historias top más ocultadas en la prensa de los EEUU en el 2007 y publicadas o dadas a conocer en 2008.

Ver las investigaciones del Proyecto Censurado 2006 y publicadas el año pasado.


El monumento que aplaude la liberación de EEUU y la democracia en Irak será la embajada más costosa y pesadamente fortificada del mundo y está construyéndose por un contratista de Kuwait repetidamente acusado de utilizar trabajo forzado traficado desde Asia del Sur bajo contratos con EEUU. La fortaleza, programada para inaugurarse en este septiembre de 2007, a un costo de 592 millones de dólares, ocupara 104 acres, equivalentes a unas 420 hectáreas, superficie similar a la ciudad del Vaticano.

Con un contrato altamente secreto concedido por el Departamento de Estado, la empresa contratista First Kuwaiti Trading & Contracting, incrustada en Irak en las filas de la Halliburton/KBR [del vicepresidente de EEUU, Dean Cheney], utiliza prácticas engañosas de reclutamiento de trabajadores llamadas “cebo y corte” (bait-and-switch). Haciendo trampas, la empresa recluta a millares de ciudadanos de países que tienen prohibido viajar o trabajar en Irak, pasándolos de contrabando a campos de trabajo brutales e inhumanos donde permanecen por meses, en el mismísimo centro de la “zona verde” controlada por EEUU, "derechamente debajo de la nariz del Departamento de Estado de EEUU”.

A través de Associated Press se reportó que los 5.500 estadounidenses e Iraquíes que trabajan en la embajada son lejos más numerosos que en cualquier otra misión de EEUU en todo el mundo”1, pero los grandes medios corporativos no hacen ninguna mención sobre los 3.000 trabajadores sur-asiáticos que trabajan para los contratistas viviendo y laborando en condiciones abismales y peligrosas.

Una de etas contratistas es la empresa First Kuwaiti Trading and Contracting, FKTC, que ha obtenido varios miles de millones de dólares en contratos de construcción de EEUU desde que comenzó la guerra en marzo de 2003. Muchos de estos trabajos son realizados por mano de obra barata contrabandeada desde Asia del Sur. Se estima que la compañía emplea actualmente a 7.500 trabajadores extranjeros en el teatro de guerra.

Empleados estadounidenses de FKTC divulgaron testimonios sobre la emisión de falsos pases de embarque en Dubai y alteración de los planes de viaje de los obreros sur-asiáticos reteniendo los pasaportes de los trabajadores, quienes en lugar de volar al destino prometido aterrizaron en el escenario de guerra de Bagdad. John Owen, ex gerente de FKTC para la construcción de la embajada de EEUU, describió al periodista David Phinney la terrible decepción que mostraban los trabajadores contrabandeados a Irak bajo engaño.

El 4 de abril de 2006, el Pentágono publicó los resultados de una investigación confirmando oficialmente que muchas empresas con negocios en Irak como subcontratistas de Halliburton/KBR, confiscaban ilegalmente los pasaportes de los trabajadores reclutados mediante cebos engañosos. Además, a estos obreros emigrantes sub-pagados les cargaban gastos inflados de su propio reclutamiento, manteniéndolos endeudados con sus patrones por muchos años.

La Sección 1. (U) de la investigación del Pentágono indica que “una inspección de las actividades de contratación en apoyo del DoD [Departamento de Defensa] en Irak reveló evidencia de incautación ilegal de los pasaportes de trabajadores (nacionales de terceros países) por contratistas/subcontratistas; enganche con prácticas engañosas cargando gastos de reclutamiento excesivos, sometimiento del trabajador a condiciones de vida inferiores al nivel normal en algunos sitios, contravención de los procedimientos Iraquíes de la inmigración por parte de contratistas/subcontratistas y carencia de entrenamiento obligatorio para conocimiento de las personas. Este FRAGO [orden fragmentaria] establece responsabilidades dentro de MNF-1 de combatir el tráfico de personas".

El 19 de abril de 2006 un memorándum del Comando Conjunto de Contrataciones en Bagdad dirigido a Todos los Contratistas acusó de nuevo: "La evidencia indica una práctica extensa de retención de los pasaportes de los empleados, entre otras cosas, para prevenir que los empleados se cambien a otros empleadores. Todos los contratistas que enganchan [trabajadores] en la práctica antes mencionada deberán cesar directamente y renunciar a esta práctica inmediatamente”. Sin embargo, el Pentágono todavía no anuncia ninguna penalidad contra estos contratistas por estar violando las leyes sobre tráfico de trabajo de EEUU o los requisitos de contrato.

En una carta de dimisión fechada en junio de de 2006, Owen dijo que la FKTC y los funcionarios del Departamento de Estado encargados del sitio de la embajada de EEUU golpean regularmente a los trabajadores emigrantes, mostrando poco interés por la seguridad del trabajador y las prácticas rutinarias de seguridad laboral. También se quejó de la pobreza sanitaria, de las precarias condiciones de vida y de la negligencia médica en los campos de trabajo donde viven varios miles de trabajadores emigrantes sub-pagados, reclutados en Filipinas, India y Paquistán. Esos trabajadores, escribió Owen, ganan tan poco como 10 a 30 dólares por un día laborable de doce horas.

Rory Mayberry, un médico subcontratado por FKTC para atender a los equipos de la construcción en la embajada, comparte quejas similares sobre el tratamiento de los trabajadores migratorios. En los informes puestos a disposición del Departamento de Estado, el Ejército de EEUU y FKTC, Mayberry llamó a cerrar la clínica médica del sitio de trabajo, enumerando docenas de serios peligros de seguridad, condiciones antihigiénicas, así como malas prácticas y negligencia rutinarias. Además, el médico pidió que se investiguen las muertes que él sospecha que fueron resultados de negligencia médica. En sus denuncias, Mayberry no citó alegatos de otras personas.

Owen dijo que los funcionarios del Departamento de Estado que supervisan el proyecto de la embajada de EEUU están enterados de los abusos, pero al parecer no hacen nada. Recordó una vez "cuando diecisiete trabajadores subieron la pared del emplazamiento de la obra para escaparse, un funcionario del Departamento de Estado ayudó a bajarlos y virtualmente a encadenarlos".

Phinney dilo que numerosos empleados de FKTC están empezando a denunciar que los testimonios de Owen y de Mayberry "comienzan solamente a rasguñar la superficie" de las condiciones forzadas que soportan los trabajadores de la construcción de este monumento a la liberación y a la democracia de EEUU en Irak.

Nota: 1) Associated Press, “New US Embassy in Irak Cloaked in Mystery”, MSNBC, April 14, 2006.
Actualización de David Phinney

La primera vez que oí que el Proyecto Censurado reconocería esta historia de los trabajadores migratorios de bajos salarios de Asia del Sur que construyen la embajada de EEUU en Bagdad, admito que sentí que la historia tenía una falla. Los alegatos de trabajo forzado, el trato miserable a los trabajadores y los maltratos a golpes me impulsaron a considerarlo como algo que debía levantarse al nivel de la tortura en Abu Ghraib.

Más allá de que la revisión del proyecto de la embajada decidida por el Inspector General del Departamento de Estado que exoneró al contratista aparezca como una la lechada de cal –aunque más de una docena de fuentes del sitio dijeron que las condiciones eran abismales– ahora encuentro alentador un esfuerzo reciente en el Departamento de Justicia de EEUU para investigar denuncias de tráfico de trabajadores y otras violaciones laborales.

Pero se ha comprobado que el problema del abuso laboral está extendido entre los contratistas del teatro de guerra de Irak. Desafortunadamente, ningún contratista ha sido penalizado por estos hechos; más bien muchos son recompensados con nuevos contratos financiados por nosotros [los contribuyentes de EEUU]. Esto es un crimen contra la humanidad que puede afectar a Estados Unidos en los años por venir.

Fuente

CorpWatch, October 17, 2007
Título: “A US Fortress Rises in Baghdad: Asian Workers Trafficked to Build World’s Largest Embassy”
Autor: David Phinney http://www.corpwatch.org/article.php?id=14173

Student Researcher: Kristen Kebler and Angela Purcaro.
Faculty Evaluator: Andrew Roth, Ph.D.

0 comentarios: