Objetivos estratégicos encubiertos - Genocidio en masa en Sri Lanka: ¿Qué buscan EEUU y las potencias?

IAR Noticias
11/05/09

El exterminio en masa de civiles en Sri Lanka no está determinado por una guerra contra el "terrorismo tamil" como se quiere hacer creer sino por intereses geoeconómicos y geopolíticos militares estratégicos que tienen que ver con el control del Océano Índico y de las rutas del petróleo. Tampoco se trata de un genocidio por cuestiones de origen "racial" sino de una matanza sistemática que se encuadra en el escenario de la llamada "guerra energética" que disputa el eje sionista USA-UE con el bloque Rusia-China-Irán por la supervivencia futura.

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Más de 100 niños figuraban entre centenares de civiles tamiles que murieron en una matanza ejecutada por el Gobierno (apoyado por EEUU y las potencias europeas) durante el fin de semana en Sri Lanka, afirmó el portavoz de la ONU en Colombo, Gordon Weiss.

Naciones Unidas describió este lunes la situación en el norte de Sri Lanka como un "baño de sangre" tras los informes de numerosas muertes de civiles por los bombardeos del Gobierno contra posiciones de los rebeldes Tigres Tamiles en el norte del país.

El portavoz recordó que Naciones Unidas ya había advertido que se produciría una catástrofe debido a que decenas de miles de civiles se encontraban atrapados en la estrecha franja de territorio costero donde combaten los rebeldes tamiles para repeler la gran ofensiva de la artillería oficial del Ejército de Sri Lanka, entrenado por EEUU e Israel.

Se trata de un genocidio a gran escala, cuyo desarrollo e intereses en juego, vienen siendo sistemáticamente ocultados o deformados por la prensa "occidental" que lo presenta como un conflicto "racial" o "religioso".

"La muerte de civiles a gran escala, incluida la muerte de más de 100 niños, durante el fin de semana muestra que el baño de sangre contra el que se advirtió se ha hecho realidad", declaró el portavoz de la ONU a la agencia AFP.

Por su parte, los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) afirmaron el domingo que "más de 2.000 civiles inocentes murieron en las últimas 24 horas" debido a los bombardeos del Ejército gubernamental, según un comunicado divulgado en la página web Tamilnet.com, favorable a la guerrilla.

Según estimaciones de Naciones Unidas, 6.500 civiles han muerto y 14.000 resultaron heridos entre finales de enero y mediados de abril, durante la ofensiva final del ejército contra la insurrección separatista.

En cuatro meses, la ONU cree que cerca de 200.000 personas huyeron de los combates y se encuentran en campos en el norte del país insular, a los que se limita al máximo el acceso de la prensa. Tras 37 años de guerra, el Gobierno de Sri Lanka está convencido de haber derrotado a la rebelión más temida y mejor organizada del mundo, que controlaba hasta 2006-2007 un tercio de los 65.000 km2 de la antigua Ceilán, país de 20 millones de habitantes.

Un médico que trabaja en la región habló con el corresponsal de la BBC en la capital Colombo para decir que casi 400 personas han muerto en las últimas 24 horas.

Añadió que más de mil están siendo tratados por heridas y que hay más cadáveres en las carreteras y en la playa.

Con anterioridad, otros funcionarios dijeron que las áreas bajo ataque quedaban dentro de lo que el Gobierno ha denominado la "nueva zona de seguridad", a donde el ejército tiene sitiados a unas 200.000 personas que permanecen bajo el rótulo de "terroristas" o de colaboradores con los mismos.

Por su parte, el Gobierno de Sri Lanka (terrorismo de Estado sostenido principalmente por EEUU y Gran Bretaña) bombardea indiscriminadamente los campamentos y oculta la masacre con la complicidad de la prensa local, mientras que la prensa internacional está excluida de la zona de "guerra" (léase de genocidio).

El corresponsal de la BBC Charles Haviland informó que medios estatales como el Daily News on Monday no mencionan incidentes. Según explicó, el Gobierno sigue rechazando los llamados internacionales de alto el fuego.

Naciones Unidas estima que unos 50.000 civiles se encuentran atrapados en el centro de la masacre militar.

Para los analistas de la prensa occidental, el genocidio imperial de Sri Lanka es una "guerra" entre el Gobierno y los Tigres Tamiles, un movimiento "terrorista" (así lo califican la UE y EEUU) que busca la secesión del país.

Basándose en el principio de que "todo tamil es un terrorista", zonas civiles, hospitales y refugios están siendo bombardeados y convertidos en zona de "guerra contraterrorista" arrasada por las columnas de tanques y aviones de combate que han iniciado lo que el gobierno denomina "operación final" contra el "terrorismo".

Los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (Liberation Tigers of Tamil Eelam, LTTE en inglés, y தமிழீழ விடுதலைப் புலிகள் en tamil), también conocidos como Tigres Tamiles, es un movimiento político-armado tamil fundado en 1976 en la isla-país de Sri Lanka (antigua Ceilán) por Velupillai Prabhakaran.

El conflicto recrudeció en 2005, cuando la idea de autonomía para los tamiles fue descartada y se empezó a reforzar la ofensiva contra los rebeldes. En enero, las fuerzas gubernamentales tomaron el control de la capital de facto de los Tigres Tamiles, Kilinochchi. En febrero cayó Mullaitivu, otra victoria simbólica sobre los rebeldes, que ahora están relegados a una estrecha franja en el noreste.

En el momento de lanzarse la operación (masacre) en gran escala contra los tamiles, el diario Sunday Times de Sri Lanka reportó que una fuerza expedicionaria de los Marines de EEUU podría ser enviada a Sri Lanka bajo el argumento de "ayudar a evacuar a refugiados" atrapados por la guerra civil en ese país.

En la realidad, se trataría de una intervención directa de EEUU en las operaciones de “limpieza” del Ejército de Sri Lanka contra las guerrillas nacionalistas tamiles que se enfrentan al gobierno y que se hallan arrinconadas en la parte norte de la isla.

Objetivos estratégicos encubiertos

Como ya es de uso, EEUU y las potencias involucradas de distintas maneras en el exterminio para controlar Sri Lanka argumentan una "guerra contra el terrorismo", pero el objetivo, como siempre ocurre, es otro.

El Gobierno de EEUU considera a los tamiles como terroristas, pero esa no es la principal preocupación de EEUU y la India sino la creciente presencia económica y militar de China, que vendió armamentos al ejército de Sri Lanka, incluso aviones de combate.

China también ayuda a construir un puerto moderno en Hambantota, en el sur de Sri Lanka, cerca de una de las rutas marítimas de transporte de petróleo más importante del mundo.

Lo cierto, lo real, lo que no se publica o analiza, determina que el exterminio de la rebelión está motivado por el control total de Sri Lanka por intereses geoeconómicos y geopolíticos militares estratégicos que tienen que ver con el control del Índico y de las rutas del petróleo.

Según la mayoría de los expertos, el futuro de la ruta de tránsito petrolero es el Oceáno Índico, por eso es tan importante para la supervivencia de EEUU y de las potencias occidentales.

Todos los envíos de petróleo hacia el sur y el este de Asia provenientes del Medio Oriente, van a ser cargados en los puertos del Mar Rojo, o del Golfo Pérsico.

La ruta marítima conduce de allí al mar árabe, pasa por el Golfo de Mannar y rodea la costa oeste, sur y este de Sri Lanka. Después sigue al noreste a través del Golfo de Bengala hacia el estrecho de Malaca. Se estima que en un futuro cercano el 80% de los envíos de petróleo japoneses y chinos van a ser transportados por esa ruta.

Además, aproximadamente la mitad del transporte mundial de contenedores, pasa por los cuellos de botella de esta ruta y sus ramificaciones en el Océano Índico.

Esto explica porqué China, India, Japón, las potencias europeas y EEUU están muy interesados en conservar su posición de poder en el Océano Índico, donde Sri Lanka ocupa una posición estratégica.

China, adelantándose a EEUU y al resto, desarrolló en los últimos años vinculaciones con el gobierno de Colombo con miras a desarrollar la industria petrolera.

Por su parte, y como emergente de su situación geográfica, India predomina de por sí en el Océano Índico, y hace todo lo posible para conservar su hegemonía, mientras China (su rival asiático) trabaja sistemáticamente para conservar su posición en el Océano Índico para asegurarse puntos estratégicos a lo largo de la ruta petrolera.

Y como ya sucede allí donde existan intereses estratégicos para las potencias imperiales, el exterminio en masa de rebeldes tamiles está determinado por el control geopolítico militar de Sri Lanka y por el predominio en las rutas del petróleo, incluidas las reservas naturales que se encuentran en la isla.

El puerto de Trincomalee en la parte este de Sri Lanka, con un diámetro de 8 km., está en capacidad de alojar naves de guerra, incluso submarinos con armas nucleares. Cuenta con 110 tanques de petróleo, que se abastecen en ese puerto, y cada tanque contiene casi 10 000 toneladas de petróleo que lo convierte en un objetivo de alto valor estratégico para las potencias.

En ese escenario, sobresalen nítidamente las operaciones de EEUU en el adiestramiento y financiación del Ejército oficial mediante sus acuerdos con el gobierno de Sri Lanka comprometido con los objetivos regionales del eje USA-UE.

EEUU tiene una base militar de importancia estratégica clave en la isla Diego García. Esa isla está situada en el Océano Índico, a unos 1600 km, al sur de la costa sur de la India, cerca de Sri Lanka y Maldivas.

La base militar en Diego García pertenece a EEUU y a Gran Bretaña. Es una estación de carga de combustible y apoyo para la Marina, y base del Maritime Prepositioning Ship Squadron que se encarga de proporcionar los barcos al Military Sealift Command Propositioning Program (unidad norteamericana de la Marina, responsable del refuerzo y de los barcos militares de transporte de la Navy).

Después del 11 de septiembre de 2001, cuando EEUU lanza la "guerra contraterrorista", los bombarderos B-52, B-1-B y B-2 de la Fuerza Aérea norteamericana, así como diversos aviones para el abastecimiento de combustible en el aire, fueron trasladados a Diego García, como base de despegue de acciones militares en la estratégica ruta del Índico.

Diego García fue utilizada para apoyar las operaciones de invasión militar en Afganistán (Operation Enduring Freedom), y en 2003 sirvió de apoyo para la invasión en Irak. Antes de la invasión en Irak en 2003, se construyeron en la isla refugios aéreos portables de alta tecnología, para apoyo de los bombarderos B-2.

La base es también parte de la red norteamericana de control del planeta, con un Three telescope GEODSS-Station (Ground-based Electro-Optical Deep Space Surveillance System = sistema de telescopios con telescopios de espejo combinados), y un campo de aterrizaje forzoso para naves espaciales de la NASA.

El acuerdo entre Gran Bretaña y EEUU para el uso de la isla como base militar, convenido en 1966, termina recién en 2036. Organizaciones de derechos humanos y la población autóctona de la isla, presionan a los gobiernos norteamericano y británico, para que abandonen la isla.

Esta situación motiva el interés estratégico de EEUU en Sri Lanka, cuyos puertos y territorio son de vital importancia para las futuras operaciones militares de control de las rutas petroleras, y eventuales operaciones militares contra Irán en Medio Oriente o en el sudeste asiático.

EEUU ya tiene una base en Sri Lanka desde 1951, la Voice of America, VOA, en un área de unos 3,25 km cuadrados en Nathanbia, una zona con altas murallas y alambre de púa de acceso cerrado que funciona como un territorio norteamericano.

Se dice que han instalados equipos de emisión de gran capacidad con bajas frecuencias, con las cuales incluso pueden comunicarse con los submarinos provistos de armas nucleares que están estacionados en el Océano Índico.

EEUU firmó también con el gobierno de Sri Lanka, el 6 de marzo de 2007, el llamado Acquisition and Cross-Servicing Agreement (ACSA), un acuerdo por medio del cual barcos norteamericanos pueden, en todo momento, ingresar en los puertos de Sri Lanka, especialmente en el puerto de Trincomalee.

La importancia geopolítica militar estratégica de Sri Lanka para la supervivencia energética futura de EEUU, Japón y la Unión Europea, emparenta a las potencias en una acción común para exterminar la rebelión nacionalista de los Tigres Tamiles que, en caso de salir victoriosos, podrían trazar una alianza estratégica con el eje Rusia-China-Irán, el otro actor en la disputa por el control de las fuentes y las rutas petroleras.

Esto explica porqué hasta el momento, la prensa y las organizaciones internacionales (controladas por la dupla sionista USA-UE) mantienen en silencio los campos de concentración donde se encierran y torturan a decenas de miles de personas, mientras otras 200.000 se enfrentan a la hambruna, y el Ejercito (con apoyo de EEUU) lanza un genocidio sin precedentes contra los combatientes y civiles rebeldes.

Es la historia imperialista genocida de siempre, que hoy, con el gobierno de Obama, sigue funcionando con una teoría de manual: La "guerra contra el terrorismo".

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