Correa critica posición política de Iglesia Católica contra proyecto constitucional

El Telégrafo/TeleSur
03/08/08

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, acusó a la cúpula de la Iglesia Católica de su país de haberse convertido en un actor político al promover el voto por el No a la nueva Constitución que será sometida a referendo el próximo mes de septiembre.

En su programa radial sabatino, Correa dijo sentirse apenado como creyente por el comportamiento de los jerarcas y opinó que la Conferencia Episcopal (CE) se está extralimitando en sus funciones.

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"Se está extralimitando (la directiva de la Iglesia) en su función y en general no puede hacer lo que está haciendo, porque no me vengan con cuentos, no es que esté catequizando, está haciendo campaña por el No", afirmó.

El gobernante dijo que los altos mandos de la Iglesia Católica se han convertido en actores políticos, pese a que esa no es su función. También criticó que la Iglesia se oponga al uso de anticonceptivos y apoye al método del ritmo. "Hay partes en que la Iglesia se quedó en el pasado, pero hay partes en que no", señaló.

No obstante, Correa advirtió que hay sacerdotes que apoyan la revolución ciudadana ecuatoriana pero que es la jefatura católica la que se opone a la aprobación del nuevo texto constitucional.

El mandatario condenó que en la época del llamado "salvataje bancario" en los años 90, a través del cual varios bancos del país quebraron y dejaron a miles de ecuatorianos sin su dinero "ninguna sotana salió a decir que era inmoral".

"Incompatibilidades con la fe"

Durante esta semana, la CE ha llamado a sus feligreses a rechazar en el referendo aprobatorio del 28 de septiembre venidero por considerar que tiene "incompatibilidades no negociables para nuestra fe", declaró el lunes pasado el monseñor Antonio Arregui, miembro de la alta esfera católica.

Entre las críticas del clero está que la nueva Carta Política del Estado, aprobada el 25 de julio pasado por la Asamblea Constituyente, promovería la unión entre homosexuales y el aborto, algo que Correa negó rotundamente.

"(Que) es una Constitución que promueve el aborto, falso, totalmente falso; que es una Constitución que permite la familia de homosexuales, falso, totalmente falso", enfatizó.

Correa, quien se describe como un católico de izquierda, aseguró sentirse dolido por la actitud de los obispos y leyó cada uno de los artículos referentes a esos temas para tratar de contrarrestar lo que calificó de mentiras de la jerarquía eclesiástica.

Reprochó igualmente a la Iglesia que "no haya denunciado que la vigente Constitución exacerbaba la competencia y el individualismo".

Trabajadores apoyan Constitución

Por otra parte, organizaciones de trabajadores también manifestaron su rechazo a la posición adoptada por la Iglesia Católica sobre la nueva Constitución. Para Nelson Erazo, presidente de la Unión Ecuatoriana de Trabajadores (UET), la Iglesia está usando como arma política a la religión con el fin de timar al pueblo ecuatoriano.

"Hoy están utilizando las mismas armas, los mismos instrumentos de la religión para engañar al pueblo ecuatoriano", denunció el líder sindical.

Agregó que "los trabajadores les decimos que no vamos a caer en eso y les decimos entonces que la Iglesia no debe tratar en estos momentos lo que ellos llaman el problema del aborto sino que se debatan los problemas profundos de cambio y transformación que son los que requerimos los ecuatorianos".

Para hacer frente a la campaña mediática e ideológica de desprestigio emprendida por los grupos de poder, los trabajadores organizarán seminarios en todo el país el 6 y 7 de agosto próximos, para socializar la nueva Constitución.

"Se enmarca en la nueva Constitución que abarca 444 artículos la sección trabajo con derechos, en donde significa desplazar la política neoliberal de sobre explotación de la clase obrera, donde han impedido tener el derecho a la seguridad social a la libertad de contratación colectiva, a la libertad de organización, tener un salario digno, tener el derecho a fondos de reserva y a la jubilación", explicó José Chucing, presidente de la Federación Unitaria de Organizaciones Sindicales.

Además la nueva Carta Política reconoce el derecho a la huelga, ampara a los obreros en el Código de Trabajo y garantiza el respeto a los derechos reproductivos, con la prohibición del despido de la mujer trabajadora y la concesión de licencia por paternidad.