Las matanzas de sus enemigos (de EEUU) son llamadas genocidio, las realizadas por sus amigos no

Stephen Gowans
Rebelión
18/01/08

Cuando el analista de África Mahmoud Mandani observó las matanzas y el desplazamiento de civiles en Darfur, se dio cuenta de algo extraño. Las masacres masivas de civiles en Darfur han sido llamadas genocidio, pero las matanzas de civiles de similar magnitud en Irak o, incluso en una escala mayor, en Congo no han recibido dicho calificativo.

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Según el Programa Mundial de Alimentos, alrededor de 200.000 civiles han muerto en Darfur, un 80% de hambre y enfermedades, y un 20% de manera violenta. Cerca de 700.000 se han visto desplazados (1). Estos hechos son calificados por el gobierno de EEUU como genocidio.

Pero 600.000 irakies han muerto desde 2.003 como consecuencia de la violencia debida a la invasión anglo-americana de Irak (2), y 3.700.000 bien han huido a países vecinos o han sido desplazados dentro de su propio país (3).

“He leído acerca de toda clase de violencia contra los civiles,” ha dicho Mamdani, “y hay dos lugares sobre los que he leído – uno es Darfur... y me choca el hecho de que los mayores movimientos políticos contra la violencia de masas en las universidades norteamericanas sea sobre Darfur y no sobre Irak.”(4)

Si el caso de Darfur es modesto comparado con Irak, ambos son insignificantes comparados con el de Congo. Allí, alrededor de 4.000.000 de civiles han sido masacrados en los últimos años, en su mayoría como resultado de la intervención de los agentes de EEUU en la zona, Uganda y Ruanda.

En Somalia, 460.000 civiles han sido desplazados por las luchas desencadenadas por una invasión por parte de Etiopía, asistida y apoyada por EEUU (5). Esta invasión estaba dirigida a expulsar a la Unión de Tribunales Islámicos, que habían traído una cierta estabilidad a Somalia. “En los seis meses en los que los tribunales islámicos han gobernado Somalia, menos de 20 personas han perdido la vida en actos violentos. Ahora, esta cantidad muere cada 10 minutos,”comenta Hussein Adow, un hombre de negocios de Mogadiscio (6).

¿Por qué hay una Campaña para Salvar Darfur y no una Campaña para Salvar Congo o una Campaña para Salvar Somalia?

Mamdani dice que en Occidente no se reacciona a las matanzas en masa de civiles sino a las etiquetas que sus gobiernos y medios de comunicación les adjudican.

“El genocidio esté siendo instrumentalizado por... EEUU,” explica “está siendo instrumentalizado de una forma que las matanzas provocadas por sus enemigos son llamadas genocidio y aquellas realizadas por sus amigos o aliados no son llamadas de la misma forma.”

Mamdani llama a este comportamiento “la política del etiquetado.”

Dicha política no se limita a la cuestión de qué matanzas son llamadas genocidio y cuáles no. Se aplica también a qué regímenes son llamados dictatoriales, represivos y brutales (y, por lo tanto, deben ser cambiados) y cuáles no (y deben ser dejados en paz).

Tomemos el caso de Etiopía y Zimbawe. Toneladas de letra impresa han sido consumidas por los periódicos occidentales denunciando al presidente de Zimbawe, Robert Mugabe. De acuerdo a la versión occidental, se trata de un dictador que manipula las elecciones, ejerce represión sobre la oposición y hace rodar cabezas para permanecer en el poder.

Pero el gobierno de Mugabe, en vistas de los esfuerzos tanto desde el exterior como en su propio país, para derrocarlo, es marcadamente moderado. El arzobispo Picus Ncube, uno de los mayores críticos con el gobierno, recientemente pidió a la antigua metrópoli, Gran Bretaña, que se derrocara por medios militares el gobierno de Mugabe. “Deberíamos hacerlo nosotros mismos,”añadió, “pero hay demasiado miedo. Estoy preparado para liderar al pueblo, blandiendo sus armas, pero el pueblo no está preparado.”(7) (Imaginen a Noam Chomsky clamando por una coalición de Rusia, China, Venezuela, Irán y Corea del Norte para invadir EEUU para forzar a Washington a finalizar su invasión de Irak). “Estoy preparado para liderar al pueblo, blandiendo sus armas,”podría decir, “pero el pueblo no está preparado.”. ¿Cuánto tiempo pasaría antes de que Chomsky fuera enviado a la carcel?).

Ncube no es el primer opositor que amenaza con una campaña de violencia para desbancar a Mugabe. Y, todavía, Ncube y otros permanecen en libertad para pedir sanciones, intervenciones militares desde el exterior o insurrecciones internas para deponer el gobierno.

Etiopía, por otra parte, es sólo un número. Recibe poca atención por parte de los medios occidentales, e incluso menos atención, por parte de aquellos que, desde la izquierda, habitualmente critican a los gobiernos de Sudán y Zimbawe.

Esto es extraño, puesto que el gobierno de Etiopía tiene todos fallos que se dice que tiene el de Zimbawe, y que provocan tanta indignación moral.

Etiopía “encarcela a sus ciudadanos sin motivo ni juicio, torturando a muchos de ellos y, habitualmente, viola sus propias leyes.”

“El gobierno fue... duramente criticado por unas medidas tomadas en 2.005 que acabaron con cientos de opositores encarcelados y cerca de 200 personas asesinadas después de unas elecciones en las que la oposición había obtenido importantes victorias.”

“Los militares etíopes... han expulsado a muchos periodistas extranjeros así como a representantes de grupos de derechos humanos como AI o Human Rights Watch.”(9)

Manipulaciones electorales, medidas represivas sobre la oposición, expulsión de periodistas: se parece bastante al pliego de cargos contra Mugabe. ¿por qué no es Zenawi tan duramente criticado como Mugabe?.

Un informe del 9 de Julio pasado de la agencia Reuters dice “los jueces etíopes han pedido la pena de muerte para 38 oficiales opositores acusados de intentar derrocar el gobierno, traición e incitación a la violencia. Los oficiales fueron acusados el mes pasado de cargos relacionados con las violentas protestas que se produjeron por las reñidas elecciones de 2.005 y que la oposición mantiene que fueron amañadas. Cerca de 200 personas fueron asesinadas durante los enfrentamientos entre los opositores y las fuerzas de seguridad tras las votaciones. El primer ministro, Meles Zenawi, dijo que rechazaba la violencia post-electoral pero culpaba de la misma a los oportunistas amotinados y a una conspiración de la oposición para derrocarlo por la fuerza.”

Leí el artículo de Reuters a una amiga, pero cambié Etiopía por Zimbawe y a Zenawi por Mugabe. No le pareció nada fuera de lo habitual. E, incluso, es probable que la mayoría de los occidentales no hubiera detectado el engaño, esto encaja con la descripción de Occidente de Zimbawe. Si se leen las notas de prensa occidentales, se puede esperar que Mugabe acorrale a la oposición (cuyos líderes han amenazado largamente con un derrocamiento violento del gobierno), los acuse de traición, y pida su ejecución. Pero él no lo ha hecho.

De haber sido él, una tormenta de indignación hubiera sacudido el mundo occidental. Mientras Zenawi hace lo mismo, no hay llamamientos a una intervención militar occidental, ni se convoca una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. ¿tan solo un despacho de la agencia Reuters? ¿por qué?.

La respuesta es que Etiopía está completamente dentro de la órbita de Washington, actuando como un agente digno de confianza y reforzando los intereses geopolíticos de EEUU en el cuerno de África, rico en recursos naturales. Zimbawe, por el contrario, persigue un objetivo distinto, implementando políticas que buscan librarse de la dominación occidental y frustrar los designios imperiales de EEUU para el continente.

Zimbawe aplica políticas propias a su agricultura y economía, Etiopía interviene militarmente en Somalia a instancias de Washington, para restaurar un gobierno títere de EEUU.

Semanas antes de que Etiopía invadiera Somalia, el general John P. Abizaid, de los EEUU, voló a Adis Abeba para acordar con Zenawi la entrada de las tropas etíopes, entrenadas por EEUU, en Somalia. Washington fue incluso al extremo de proteger a Somalia, cuyos suministros y equipamiento provienen de Corea del Norte, de las posibles sanciones que la ONU tuviera intención de aplicar por la compra de armamento a dicho país. Etiopía necesitaría repuestos suministrados por Corea del Norte sí la invasión no se producía sin contratiempos. EEUU, que dirige las sanciones que se aplican, dijo “adelante.”

Un número ingente de personas están siendo manipuladas por los gobiernos y medios de comunicación occidentales, su indignación manipulada y dirigida para alcanzar objetivos geopolíticos, que no tienen nada que ver con derechos humanos o democracia, sino con el hecho de quién controla el grifo del petróleo, las concesiones mineras o vastas extensiones de tierras fértiles.

Mamdani llama ingenuos a aquellos captados en la campaña para salvar Darfur. Lo mismo podría decirse de los que lo han sido en la campaña de desprestigio contra Mugabe.

Notas

1. UN High Commissioner for Refugees’ estimate, cited in The Guardian, June 20, 2007.

2. Johns Hopkins study, published online by The Lancet, cited in The Guardian October 12, 2006.

3. UN High Commissioner for Refugees, cited in Workers World, February 15, 2007.

4. Interview with Mahmoud Mandani, Democracy Now! June 4, 2007.

5. According to the UN High Commission for Refugees (Guardian, June 20, 2007).

6. Quoted in the The London Times, cited in Party for Socialism and Liberation, July 3, 2007.

7. The Sunday Times, July 1, 2007.

8. The Globe and Mail, May 29, 2007.

9. The New York Times, April 8, 2007.

Notas (traducidas)

1. Estimacion del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU, citado en The Guardian, junio 20, 2007.

2. Estudio de la Universidad Johns Hopkins, publicado en The Lancet online, citado en The Guardian, octubre 12, 2006.

3. Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU, citado en Workers World, febrero 15, 2007.

4. Entrevista con Mahmoud Mandani en Democracy Now! junio 4, 2007.

5. De acuerdo con el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU (Guardian, junio 20, 2007).

6. Citado en The London Times, citado en Party for Socialism and Liberation, julio 3, 2007.

7. The Sunday Times, julio 1, 2007.

8. The Globe and Mail, mayo 29, 2007.

Articulo original: aquí

9. The New York Times, spril 8, 2007.

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