Bélgica suspende la democracia y los derechos civiles ante la "pandemia" de la "gripe porcina" A (H1N1).

SECIOISE / RTL / SoTT.net
24/09/09

El parlamento Belga votó ayer (martes 22 de setiembre) para dar al gobierno poderes de emergencia dictatoriales bajo el pretexto de tratarse de una emergecia pandémica.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Bélgica es el primer país en Europa en suspender formalmente la democracia y los derechos civiles para cambiar a un régimen militar bajo la autoridad de un "Comité Especial para Crisis" que responde en última instancia delante de la OMS y la ONU.

La OMS declaró el nivel 6 de emergencia pandémica en Junio ante la pandemia de la "gripe porcina", permitiendo a los gobiernos activar las "medidas de emergencia" necesarias para suspender la operación normal del gobierno y la justicia.

A principios de este verano, el Ministro de Salud belga Laurette Onkelinx aprobó un decreto que permite que la policía participe en las "emergencias médicas" para la vacunación masiva y la cuarentena de la población.

RTL:

El martes pasado, la Comisión de Salud Pública de la Cámara (menos la alstención de Vlaams Belang) votaron por unanimidad un proyecto de ley que le da una concesión de poderes especiales al gobierno en caso de epidemia o pandemia de la gripe A (H1N1). En caso de epidemia, sería "urgente contar con un marco jurídico adecuado", explicó el ministro de Salud Laurette Onkelinx. En dihos casos excepcionales, el proceso parlamentario sería demasiado largo. Entonces, el Consejo de Ministros votaría por un decreto y después sería aprobado por el Gobierno, y publicado en el Moniteur, desoués de consultarlo el Consejo de Estado. El Consejo de Estado ha reaccionado positivamente a la propuesta que ofrece la oportunidad de que el Gobierno utilice poderes especiales, una técnica rara vez usada, y que en otras circunstancias, ha tomado partido en la controversia.

Al Quds - Jerusalén: limpieza étnica

Mireille Court y Chis den Hond
Youtube / Aporrea.org
25/09/09

Al Quds, Jerusalén es el objetivo principal de la limpieza étnica: familias palestinas expulsadas, demolición de viviendas, barrios árabes rodeados por colonias judías, construcción del tranvía del Aparheid, excavaciones bajo la mezquita Al Aqsa.

Al descubierto cooperación del gobierno de Alan García con golpistas.

Aporrea.org
25/09/09

Exigen explicación inmediata del ministro del Interior, Octavio Salazar.

Las fuerzas policiales y militares que reprimen con saña a los manifestantes antigolpistas de apoyo al presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, utilizan bombas lacrimógenas de la Policía Nacional del Perú, suministro del que es responsable el gobierno y que pone en situación vergonzosa al Perú, al violar el embargo impuesto por la Organización de Estados Americanos (OEA) y contradecir flagrantemente la proclamada condena de la administración de Alan García a la ruptura del orden democrático en la nación centroamericana.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Un video filmado por el Gremio de Cineastas de Honduras y difundido mediante la red Youtube de Internet, bajo la denominación “Barrios y Colonias de Tegucigalpa se rebelan contra toque de queda en Honduras”, muestra la brutalidad con la que están siendo atacadas las zonas populares de la capital de ese país, con bombas lacrimógenas, vomitivas e irritantes, sin consideración alguna por la presencia de niños, ancianos o mujeres. En un momento de la filmación, aparece en pantalla las manos de un poblador mostrando una bomba ya explotada, y se escuchan sus palabras: “Este es el tipo de bomba que usa la policía para reprimirnos. Lo mandan los Estados Unidos a la policía del Perú, y la policía del Perú la manda a Honduras. ¿Cómo es eso?, ¿qué explicación pueden darle a esto?”.

La bomba arrojada por los represores hondureños lleva un cintillo que acredita que es propiedad de la Policía Nacional del Perú. El blog “The Field” de Estados Unidos comenta sobre el punto: “También podemos ver en ese video que las bombas de gas lacrimógenas disparadas por la Policía Nacional ayer, fueron selladas como propiedad del gobierno del Perú, lo que sugiere fuertemente que el presidente peruano Alan García participa en el contrabando de armas al régimen de golpe de Estado de Honduras. Algo que ahora tendrá que responder ante la Organización de Estados Americanos, en general, y su vecino Brasil, en particular”.

El hecho es muy grave, tanto por realizarse de espaldas al Perú, que no está enterado de estas relaciones clandestinas entre un gobierno que se jacta cotidianamente de democrático y los golpistas condenados por el mundo. Se agrava la situación además porque un país de la importancia de Brasil ha tomado un protagonismo decisivo en la actual fase de la crisis hondureña, impulsando decididamente al retorno del presidente Zelaya, y el Perú aparece en el campo opuesto facilitando las armas para salvar a Micheletti.

Detalle

Reporteros de LA PRIMERA intentaron obtener la versión del ministro Salazar sobre este grave caso, pero tenía apagado el celular. Tampoco el director de la PNP estuvo localizable ni obtuvimos respuesta a nuestras inquietudes en el departamento de prensa del Ministerio del Interior, pese a lo delicado del hecho que bombas lacrimógenas de la PNP hayan sido enviadas a Honduras para apuntalar a un régimen repudiado por la comunidad internacional.


Honduras: Policía mata a muchacho que les gritó “golpistas”

Aporrea.org
25/09/09

El adolescente murió ayer en la tarde luego que gritara “golpistas”

Un adolescente murió ayer en la tarde luego que gritara “golpistas” a un grupo de policías que se transportaban en la patrulla 4-10, informaron familiares y vecinos que presenciaron el crimen.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


La víctima fue identificada como Elvis Jacobo Euceda Perdomo, de 18 años, quien murió en la colonia Las Colinas, de la aldea del Carmen de dos disparos de fusil.

El joven, que se dedicaba a halar leña de un cerro cercano a la colonia para agenciarse algún dinero, en el momento del percance iba montado en una bicicleta color rojo. El se dirigía a jugar al campo de fútbol.

El personal que hizo el levantamiento encontró este casquillo de Galil, el arma oficial de la policía.

Según testigos, el crimen sucedió cuando el adolescente pasó cerca de la patrulla y gritó “golpistas”. En ese momento uno de los policías (que no fue identificado por su apellido) se bajó del vehículo y disparó el fusil que portaba contra la humanidad del muchacho, que iba a unos 70 metros de distancia.

Los disparos impactaron en la cabeza y espalda. Por mientras llegaban las autoridades a hacer el reconocimiento del cadáver, los familiares taparon a su pariente con una sábana color blanco.

Con información del Diario El Tiempo de Honduras

Militares lanzan gases dentro de embajada de Brasil en Honduras

Aporrea.org
25/09/09

Los fuerzas militares hondureñas comenzaron este viernes una nueva arremetida de presión contra la embajada de Brasil en Tegucigalpa lazando bombas de gas y bloqueando la entrada de insumos a la sede diplomática donde se mantiene resguardado el presidente legítimo Manuel Zelaya desde el lunes.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


De acuerdo con el reporte de la corresponsal de teleSUR, Adriana Sívori, varias de las personas que se encuentran dentro de la embajada empezaron a sangrar por la nariz y al orinar. Mientras uno de los médicos que se encuentra en la sede se encarga de atenderlos.

La sede diplomática hasta este viernes se encuentra rodeada con efectivos militares y policías y el gobierno de facto de Roberto Micheletti no se presta para el diálogo con Zelaya.

Este jueves ingresaron representantes de la iglesia católica para conversar con el presidente constitucional sobre todas las irregularidades que está sufriendo este país.

Luego se reunió con cuatro candidatos a las elecciones que está programada para el próximo 29 de noviembre, éstos apoyaron el golpe de Estado del 28 de junio. Elvin Santos (de su mismo Partido Liberal), Porfirio Lobo (Partido Nacional), Felícito Avila (Democracia Cristiana) y Bernard Martínez (Partido Integración y Unidad).

En el encuentro, que se efectuó durante unas dos horas, con los candidatos, se conversó acerca de la búsqueda de una pronta solución pacífica a la crisis desatada en la nación centroamericana pero no se habló de la restitución al cargo de Zelaya.

Sivori aseguró que aún se mantiene el toque de queda en en país. El gobierno de facto no ha dado señales de avalar el diálogo, por el contrario continúa emitiendo comunicados reiterando el toque de queda que inició este lunes.

El presidente Zelaya hizo un llamado a "la Resistencia a mantener la batalla hasta que juntos, pueblo y presidente, logren las reformas constitucionales y la caída de los usurpadores".

En un comunicado, aseguró que el problema de la crisis política en la nación no está resuelto y agradeció a la comunidad internacional por haberse pronunciado con respecto al tema del golpe de Estado y al restablecimiento del orden constitucional.

Esta situación, según Sívori, ha causado mucha expectativa dentro de las personas que se encuentran dentro de la embajada, pues tanto en la Asamblea General de Naciones Unidas, como en las otras reuniones, podrían salir posibles soluciones que le pongan fin a este conflicto.

Afirma ejército de Irán que derribó un ovni

akronoticias.com
25/09/09

La agencia de noticias iraní PressTV informó que el martes pasado, la Guardia Revolucionaria habría disparado y derribado un objeto no identificado después de ser avistado sobre las aguas del Golfo Pérsico.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Tres brillantes aeronaves fueron detectadas por los radares cuando sobrevolaban las aguas de la región iraní sobre las islas Khark y Khargou. El grupo de defensa áerea de la Guardia Revolucionaria disparó sobre uno de los objetos, alcanzándole, lo cual provocó su caída y posterior hundimiento en las aguas del golfo.

El general Ali Razmjou, ha informó que aún no se han hallado los restos, ni tampoco se conoce con exactitud la localización ni la hora del misterioso acontecimiento.

Una combinación de tratamientos consigue que ratas parapléjicas vuelvan a caminar

Yaiza Martínez
Tendencias 21
25/09/09

Científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) han descubierto que una combinación de medicamentos, estimulación eléctrica y ejercicio físico regular puede hacer que ratas paralizadas caminen e incluso vuelvan a correr.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Los medicamentos administrados actuaron en un neurotransmisor llamado serotonina y, al mismo tiempo, a los animales se les aplicaron niveles bajos de corrientes eléctricas directamente en la médula espinal, debajo del punto lesionado. A esta combinación se añadió el entrenamiento diario en una rueda de molino durante varias semanas, lo que propició que las ratas pudieran volver a moverse como antes.

El resultado sugiere que la regeneración de fibras nerviosas dañadas no sería necesaria para que las ratas parapléjicas aprendan a andar de nuevo, y tendría implicaciones para la rehabilitación humana de pacientes con lesiones en la médula espinal.

Para ello, los lesionados deberían llevar dispositivos neuroprotésicos que activaran el circuito de la médula espinal, explican los investigadores.

Chávez en la ONU: Nada podrá detener la Revolución en América Latina

Cuba Debate
25/09/09

"Presidente Obama, ¿qué espera para ordenar el cese del salvaje y asesino bloqueo a Cuba?"

Resumen de los temas tratados por el mandatario

Ciudadanos del mundo que se congregan aquí, en esta reunión de tanta importancia para el mundo. Me da gusto volver a Nueva York y a las Naciones Unidas después de varios años. Agradezco la cooperación y la manera en que han recibido a nuestra delegación.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Anoche vimos una película hecha por Oliver Stone este año, una película cuyo título mueve a pensar, se llama Al sur de la frontera. En ella podrán ver al presidente Evo Morales masticando coca junto a Stone y como dice el presidente Morales, la coca no es cocaína; también podrán ver a la presidenta Cristina y el carro del General Perón; podrán ver a Lula inspeccionando núcleos productivos en la Guajira colombiana; podrán ver al presidente Fernando Lugo, obispo, viviendo en la misma residencia que ocupó Strossner, ¿cómo llegó un obispo a presidente?; podrán ver al presidente Correa en La habana, junto al presidente Raúl Castro, a Fidel, e incluso a Obama en Trinidad, conversando con un grupo de nosotros, con la mano extendida y la sonrisa abierta. Es una interesante película, ya había hecho dos, Looking for Fidel y Comandante. En esta película (Al sur de la frontera) hay muchos códigos que pueden ayudarnos a descifrar los enigmas del tiempo que vivimos.

Anoche nos quedamos un rato conversado con un grupo de personas de Estados Unidos y otras partes del mundo; fue aleccionador ese contacto, y muy sintomático de la importancia que tiene lo que llama Fidel Castro La Batalla de las Ideas. Una señora se me acercó y me dijo: estoy muy feliz; era muy blanca, medio hablaba el español. ¿Por qué?, le pregunté. Ahora me doy cuenta, pensé que usted era malo, muy malo, dijo. Esa persona es víctima del bombardeo mediático e ideológico que cae sobre este país, Estados Unidos y el mundo, tratando de tergiversar la realidad y poner el mundo al revés.

Al sur de la frontera, me valgo de esa ocasión y ese título para decir que allá, al sur de la frontera, hay una revolución, hay una revolución en Sudamérica, en América Latina, en el Caribe, y es necesario que el mundo lo vea, lo asuma y lo acepte porque es una realidad que no va a cambiar. Además, es una revolución que trasciende lo ideológico; es geográfica, geopolítica; es una revolución de los tiempos, una revolución moral; es una revolución necesaria. Es grande esa revolución y va a seguir creciendo a medida que pasen los días y los meses. Es grande por el tiempo de carga por dentro, es grande por el espacio que barca.

¡Viva África! No voy a hablar más que Gaddafi. Gaddafi habló por todos (Aplausos). Ese aplauso es para Gaddafi, tampoco voy a hablar menos que Obama, ni que Lula.

Esa revolución es grande por el tiempo acumulado. Son siglos acumulados de batallas y esperanza, de sufrimiento de millones de seres humanos de América Latina y el Caribe; es grande en el espacio que va a ocupando, es grande por las masas de pueblo que se suman a ella. Que nadie pretenda frenarla. Nadie podrá frenarla. Ayer lo dijo el presidente Morales aquí, ese gran líder y compañero indígena, Evo Morales, y lo dice también en la película. Me ha dicho Stone que estaban presionando para que no la viera el pueblo de Estados unidos. Vaya, la libertad de expresión por dónde anda. Pero la película va a las comunicaciones.

Lo dice Evo en la película hablando con Oliver y recordando la frase de un líder aymara, que fue asesinado por la invasión española, portuguesa, inglesa, europea. Cuando llegaron los barcos europeos había cerca de 90 millones de aborígenes, 200 años de después quedaban 4 millones, uno de los más grandes genocidios que en la historia han ocurrido. Evo repite la frase de aquel líder aymara que fue descuartizado atado a cuatro caballos por las diferentes extremidades y el indio moría y lanzó una profecía. Hoy muero, dijo Túpac Katari, pero algún día regresaré convertido en millones. Ha regresado y somos millones, y nada ni nadie podrá retener la gran revolución sudamericana, latina y caribeña. El mundo debería apoyarnos, Estados Unidos debería apoyarnos, Europa debería apoyarnos porque esa revolución es el inicio del camino de la salvación de este planeta amenazado por el capitalismo, el imperialismo, la guerra y el hambre. El Nuevo Mundo nos llamaron hace siglos, el mundo nuevo podríamos llamarlo hoy, intercambiando los factores.

Hace años, recordábamos ayer, me invitó a una conversación un grupo de líderes sindicalistas estadounidenses. Por ahí están quejándose los trabajadores de una fábrica de galletas que no les pagan y me dijo uno de ellos ¿por qué no compra la fábrica? Vamos a ver si la volvemos socialista, si Obama lo permite y ellos hacen las galletas y no los siguen explotando los capitalistas. Eso es el socialismo, la salvación al planeta.

Ayer me preguntaba un periodista después de la película, ¿por qué usted defiende el socialismo si fracasó la URSS? La respuesta es muy simple, la Unión Soviética se desvió desde temprano y nunca hubo socialismo de verdad en la Unión Soviética. Este siglo XXI será el siglo del socialismo, de la especie humana. Einstein convenció a aquel presidente norteamericano de que fabricara la bomba atómica y después se arrepintió cuando Hiroshima, pero años antes concluyó por qué el socialismo. Concluyó que el único camino para que la especie humana pueda vivir en este planeta es el socialismo, nosotros como especie apenas tenemos 150 millones de años, Fidel tiene la cifra muy clara, pero cuando la vida nació aquí fue hace más de 30.000 millones de años… ni siquiera el 0,1% del tiempo en que ha habido la vida en el planeta. ¿Ahora qué? ¿Hemos llegado aquí a acabar con este planeta?

Ayer oíamos a Obama, a Lula, Gaddafi, Cristina, clamando por un camino. ¿Cuál es? En el capitalismo no hay cambio posible, no nos digamos mentiras. Sólo con el socialismo hay cambio. Es un socialismo indoamericano, martiano, bolivariano, es un socialismo nuevo, no es copia de nada, no hay catálogo para hacer el socialismo; hay que inventarlo, es creación heroica.

Ayer recordábamos que un presidente estadounidense, poco antes de que lo asesinaran, había dicho ante el Congreso de Estados Unidos, Kennedy dijo: “en el Sur hay una revolución y la causa principal es el hambre”, y a los pocos días lo asesinaron. No era John Kennedy un revolucionario pero era inteligente como creo que es inteligente el presidente Obama. Dios pueda, Dios lo libre de las balas que mataron a Kennedy. Ojalá pueda Obama virar, virar de verdad, lograr un viraje. Ayer habló aquí. Ya no huele a azufre aquí, huele más bien a otra cosa, a esperanza. Hay que abrir el corazón a la esperanza.

Nosotros no podemos acabar con este planeta, hermanos, de nuestros hijos y futuras generaciones. Asumamos el reto. Decía Lula que no hay voluntad política, un latigazo. Conozco su voluntad, conozco a Lula, es mi hermano. No diría que no hay voluntad política, diría que falta voluntad política porque Lula la tiene, nosotros la tenemos, pero debe seguir creciendo en los líderes, las sociedades, los pueblos, la juventud, los trabajadores.

Kennedy también agregó que los que le cierran el camino a las revoluciones pacíficas al mismo tiempo abren el camino a las revoluciones violentas. Podrán conseguirlo en Internet. Los que le cierran, o pretenden cerrar, el camino.

Saludamos al presidente Correa, allá va la Revolución Ecuatoriana, un pueblo noble y grande; en Bolivia, en toda esa tierra pretenden algunos cerrarle el paso a nuestra pacífica revolución.

Allá viene otra mujer valiente, Patricia Rodas, canciller de Honduras, mujer centroamericana, del pueblo de Morazán. ¡Viva Honduras! ¡Viva la dignidad de los pueblos! A la 1 de la tarde estaba preparando estas notas. Me falta poco, no vaya alguien a lanzarme un zapatazo aquí. El canciller cubano se quitó un zapato para lanzarlo. Hablé con Manuel Zelaya a la 1 en punto, terminamos a las 3:00 p.m. Allá está, mientras estamos aquí compañeros; allá está un presidente firme, digno, que logró burlar, con un pequeño grupo de mártires, la vigilancia de los golpistas, la represión que tiene tomada todas las carreteras, tiene un ejército completo. Es como si invadiera Honduras su propio Ejército. ¡Qué indignidad! Hago un llamado a los soldados de Honduras para que no sigan reprimiendo a ese pueblo inocente. Está en la embajada de Brasil que le ha dado refugio, está rodeada por más de 200 soldados que desalojaron a plomo, de la manera más brutal, es la era de las cavernas que pretende volver. No volverá, esos golpistas serán barridos por la nueva era, no volverán las fuerzas retrógradas, ni en Honduras ni el mundo. Hay un pueblo que lleva 90 días en las calles, resistiendo y resistiendo. Está aquel presidente con un grupo de combatientes, su esposa, no les dejan pasar comida, les cortan el agua a cada rato.

Esta madrugada consiguieron en el techo de una casa vecina equipos de intercepción telefónica de marca israelí. Israel reconoció a ese gobierno golpista, creo que es el único que lo ha reconocido. Tiene equipos de perturbación dirigidos a la mente para causar pánico a las personas que están en la embajada y amenazan con entrar. ¿Se dan cuenta del carácter cavernícola que quiere volver? Esa era quiere volver, pero no volverá, hay un pueblo en la calle reprimido. ¿Quiénes son los golpistas? La burguesía hondureña, el estado golpista, el Estado tomado por la burguesía, por los ricos. Cuatro o cinco familias son los dueños del Estado. Habría que leer de Lenin El estado y la Revolución; controlan todo: el Congreso Nacional, el Poder Judicial, las fuerzas militares, hay un pueblo en la calle masacrado. Ayer me dijo el presidente que al menos 3 muertos en las inmediaciones de la embajada de Brasil y él llamando al diálogo para retomar el camino de la democracia. Desde aquí nuestra solidaridad con el pueblo de Honduras y que se cumplan las resoluciones de la ONU y de la OEA.

Ahora el gobierno de Estados Unidos no ha reconocido que hubo un golpe de Estado militar en Honduras. Esto me lo explicó el presidente Zelaya. Hay una pugna entre el Departamento de Estado y el Pentágono. Ayer venía leyendo un libro de Juan Bosch que se llama El pentagonismo, allí está la cueva imperial. El Pentágono no quiere a Obama, no quiere cambios; quiere dominar al mundo con sus bases militares. Está detrás del golpe de Hondura. A Zelaya lo sacaron de su casa, de su cama y lo llevaron en un avión soldados hondureños comandados desde la base de Palmerola, donde aterrizó el avión. Ahí lo tuvieron un tiempo y de ahí decidieron llevarlo a Costa Rica. Los militares de allí apoyan a los militares de Honduras. Ahí las contradicciones de Obama y más allá de Obama. A veces decimos si hay dos Obamas o hay un Obama. Ojalá se imponga el que ayer vimos y oímos aquí, el mundo lo necesita, clama por eso.

¿Cuál es el fondo del golpe en Honduras? Es la revolución del sur que ya no es aquella de las columnas guerrilleras heroicas de la Sierra Maestra, heroicas de allá en la montaña de Bolivia donde andaba Ernesto Guevara, el Ché. No, ya no es ese tipo de revolución, esta es otra, ahora brota de las ciudades, de las masas; es una revolución de masas pacífica, y quiere seguir siendo pacífica; es democrática, profundamente democrática, no le tengan miedo a la democracia.

(…)

El libro de Chomsky, El miedo a la democracia, las élites le tienen miedo a los pueblos, a la verdadera democracia. Abraham definió a la democracia como gobierno del pueblo, gobierno por el pueblo y gobierno para el pueblo. No es el gobierno de la burguesía y cuando surge el pueblo sueltan los gorilas, y eso es lo que pasa en Honduras y lo que pasó en Venezuela en 2002.

No nos permitieron en el siglo XX construir nuestro camino, pero este siglo es nuestro. Construiremos nuestro propio camino y nadie podrá evitarlo. El imperialismo tiene que acabarse. Uno se pregunta, el preguntaba a Lula qué sería de América hoy, la latina, si Estados Unidos, los gobiernos de Estados Unidos, no hubiesen mentido sus garras en nuestra América para imponer un modelo cercenado la esperanza de muchos pueblos.

Yo nací en 1954, Fidel estaba preso ya, y en Guatemala estaban cayendo bombas, había guerra en Guatemala y también en Bahía de Cochinos, solo que allá se estrellaron, y allí está Cuba revolucionaria y bloqueada. Obama, levanta el bloqueo a Cuba, ¿qué vas a esperar? Sé consecuente con lo que dices, ¿o es que hay dos Obamas? Obama dijo ayer que no se le puede imponer a ningún pueblo sistema político alguno, que hay que respetar a cada pueblo. Entonces, ¿qué espera usted para ordenar el cese al bloqueo salvaje y asesino a Cuba? ¿Alguien duda de eso? ¿Qué es algo figurativo? Hay una persecución contra empresas que hasta le suministran alimentos a Cuba y ahora también a Venezuela. Fidel, en sus reflexiones, se refiere a una empresa que fabrica equipamiento médico y que ha incumplido compromisos asumidos con los gobiernos de Cuba y Venezuela. No envían los repuestos para cientos de equipos médicos que han adquirido los dos gobiernos… Están ubicados en los barrios pobres de Caracas. Allá tenemos 30.000 médicos cubanos. La empresa Philips, habíamos estado callados tratando de buscar soluciones, pero se ha negado a enviar los repuestos por presiones del gobierno de Estados Unidos. Obama, ¿eres tú u otro Obama? Quiero creer en el de ayer que vi aquí, pero esto sigue pasando y afecta la vida de millones. ¿En nombre de qué? ¿A título de qué? ¿Por qué Estados Unidos sigue haciendo esto? Es ese miedo a la democracia, al ALBA que surge como mecanismo de integración nuevo, novedoso, solidario… No lo van a lograr, el MERCOSUR, UNASUR, todo nace, es parte de la gran Revolución Latinoamericana.

En ese mismo orden están las 7 bases militares que Estados Unidos va instalar en Colombia. Obama habló de cuatro pilares. Bueno, vamos a cumplir eso. Le tomamos la palabra. No proliferación nuclear, de acuerdo. Comiencen ustedes destruyendo todas las armas nucleares que tienen. El segundo pilar de Obama es promover la paz, bueno presidente Obama, busquemos la paz en Colombia donde hay una guerra civil, que no quieran reconocerlo es otra cosa. Naciones Unidas debe reconocerlo, mirarlo y tender las manos para ayudar a salir de la tragedia que vive ese pueblo. Se lo comenté en Trinidad, busquemos la paz en Colombia. Si se logró la paz en Centroamérica, Guatemala, era guerra lo que había, ahí está Daniel Ortega otra vez en el gobierno, lo ha traído el pueblo sandinista; lo que es del cura va para la Iglesia. Ahí está Farabundo Martí y el pueblo de El Salvador que llevaron al presidente Funes a la presidencia, si se logró la paz en Centroamérica por qué no se puede lograr la paz en Colombia. Es una de las cosas que más anhelo, porque soy venezolano pero me siento colombiano. Entonces, presidente Obama, ¿será que piensa buscar la paz con 7 bases militares en Colombia? Son una amenaza, no solo para la paz en Colombia, sino para la paz en Sudamérica. Razones tenemos para haber expresado nuestra gran preocupación por la instalación de esas 7 bases gringas, lo denuncio y señalo, y le digo a Obama que reflexione…

Hay gente que cree que es una metafísica pero estamos acabando con el planeta, con esta nave espacial donde viajamos y estamos acabando con ella. Fidel dice en su reflexión del 21 de septiembre: Una especie en peligro de extinción:

“En la Conferencia Internacional sobre el Medio Ambiente convocada por la ONU en Río de Janeiro, afirmé como jefe entonces del Estado cubano: “Una especie está en peligro de extinción: el hombre”. Cuando pronuncié y fundamenté aquellas palabras, recibidas y aplaudidas por los jefes de Estado allí presentes -incluido el Presidente de Estados Unidos, un Bush menos tenebroso que su hijo George W.-, éstos creían disponer todavía de varios siglos para enfrentar el problema. Yo mismo no lo veía en fecha tan cercana como 60 u 80 años.

Hoy se trata de un peligro realmente inminente y sus efectos son ya visibles. Me limitaré solo a unos pocos detalles, que serán ampliamente abordados en Nueva York por nuestro Ministro de Relaciones Exteriores que allí intervendrá en nombre de Cuba.

La temperatura promedio ha crecido 0,8 grados centígrados desde 1980, según el Instituto de Estudios Espaciales de la NASA. Las últimas dos décadas del siglo XX fueron las más calurosas en cientos de años. Las temperaturas en Alaska, el Oeste canadiense y el Este de Rusia han subido a un ritmo que duplica el promedio mundial. El hielo del Ártico está desapareciendo rápidamente y la región puede experimentar su primer verano completamente libre de hielo tan pronto como en el año 2040. Los efectos son visibles en las masas de hielo de más de dos kilómetros de altura que se derriten en Groenlandia, los glaciares de Suramérica, desde Ecuador hasta el Cabo de Hornos, fuentes fundamentales de agua, y la gigantesca capa de hielo que cubre la extensa zona Antártida.

Las actuales concentraciones de dióxido de carbono han alcanzado el equivalente a 380 partes por millón, cifra que supera el rango natural de los últimos 650 mil años. El calentamiento está afectando ya los sistemas naturales de todo el mundo. Si esto ocurriera sería devastador para todos los pueblos.

Estamos acabando con el planeta, démonos cuenta, tomemos conciencia y actuemos como reclamaba Lula. Decía que no hay voluntad, Obama dijo que sí, que Estados Unidos va a tomar decisiones. Hazlo presidente, pasa de las palabras a los hechos. Ojalá de la próxima Cumbre salgan decisiones contundentes. Venezuela está a la orden para sumarse a esas decisiones. Ahora, ¿cuál es la causa de la contaminación? El hiperconsumo, estamos consumiendo los recursos de petróleo y gas que se acumularon en miles de años, los consumimos en menos de un siglo. Pues bien, esto tiene que ver con la economía. Ayer oíamos al presidente de Francia, gracias a él existe este informe de Stiglitz que tiene 12 recomendaciones. Evaluémosla porque apuntan al fondo de la cuestión. Busquemos soluciones de consenso para la coyuntura y luego para el mediano y largo plazo… mientras se pierde tiempo valioso en el tráfico, el PIB sube porque se consume más gasolina. Mire como el mundo capitalista diseñó instrumentos medidores de la economía que son destructivos. Hablando de economía, este informe aparece en buena hora. Tomémoslo y sobre todo los gobiernos de países más desarrollados. Creo que están en Pittsburgh reunidos, no los piratas, sino los países del G-20. Mañana le preguntaré a Cristina cómo quedó la Cumbre.

Decimos socialismo, pero discutamos los indicadores, los modos, las maneras de discusión. Obama dijo ayer que necesitamos economía al servicio del ser humano eso se llama socialismo. Obama vente para el socialismo, te invitamos al eje del mal. En el capitalismo es imposible, destroza el ambiente, la vida. Finalmente. presidente, ayer Lula dijo que no hay voluntad política, ya lo comenté, agregaría, porque lo conozco, llama a todos a que incrementemos la voluntad política. Nosotros, a diferencia de otros espacios de gobierno que dudan si quieren cambios, nosotros, en el sur de América, tenemos una gran voluntad política. Hablo por Venezuela y creo que también por América Latina, una gran voluntad política para el cambio.

Recomiendo el libro Más allá del capital, uno de los más grandes escritos del siglo XX, una renovación de la teoría socialista. Dice en unas de sus páginas una frase tomada de Carlos Marx, el Einstein de la política; ¡ah!, lo satanizaron, pero cuánta razón tiene y en cuántas cosas: “Las crisis son entonces la combinación general que apunta más allá de la presuposición y el apremio que conduce hacia la adopción de una forma histórica nueva”. Necesitamos eso, lo que tenemos es el viejo orden moribundo, necesitamos que nazca el nuevo orden, una forma política nueva, una norma mundial nueva, una nueva economía, una nueva sociedad, pero verdaderamente nueva, un mundo nuevo, pues.

Dijo Lula también que tenemos que ser los parteros de la historia, de acuerdo, y agregaría, Lula, el parto ya comenzó, no es un parto futuro está presente, seamos, como dijo Lula, parteros y parteras de la nueva historia. Por encima de los sepultureros pujemos en este planeta para que nazca esa nueva historia, ese mundo pluripolar, libre y nuevo; ese mundo de paz pues. Yo, cristiano al fin, Cristo dijo mi reino es de este mundo, será del mundo futuro donde realmente vivamos como hermanos y hermanas.

El domingo pasado hubo en La Habana, en la Plaza de la Revolución, un gran concierto, el concierto por la paz donde estaban Miguel Bosé, Juanes, Olga Tañón y otros cantores cubanos y estaba Silvio Rodríguez, el gran Silvio, le cantaron al mundo. Algunos se volvieron locos y destrozaron los discos solo por el hecho que fue a cantar, hasta donde llega la locura…! Seguro que Silvio lo cantó, la era está pariendo un corazón y también su “Cita con ángeles” donde dice: “seamos un tilín mejores y un poco menos egoístas”. Saludos. Muchas gracias, presidentes.

Destruyendo el regreso a casa de Manuel Zelaya

Mark Weisbrot
Guardian.co.uk
Traducido para Rebelión por Marwan Pérez

¿Cuánta represión apoyará Hillary Clinton en Honduras?

Estados Unidos no debería permanecer impasible mientras el gobierno golpista de Honduras ataca brutalmente a los partidarios de Manuel Zelaya.

Ahora que el Presidente Zelaya ha regresado a Honduras, el gobierno golpista -después de negar que estuviera allí- ha desatado una ola de represión para evitar que la gente muestre su apoyo a su presidente legítimo. Así es como la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, describió la primera fase de esta nueva represión de anoche en una conferencia de prensa:

"Creo que el gobierno impuso un toque de queda, para que la gente no esté en las calles y que no ocurran sucesos imprevistos”.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Sin embargo, los sucesos que esta dictadura está tratando de reprimir son muy previsibles. Una multitud completamente pacífica rodea la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde Zelaya se ha refugiado, para saludar a su presidente. Los militares utilizaron el toque de queda como una excusa para lanzar gas lacrimógeno, golpear y detener a la multitud hasta no dejar nada. Hay informes de decenas de heridos y tres muertos. La dictadura ha cortado la electricidad y el agua a la embajada y ha dejado sin luz a los pocos medios de comunicación independientes que quedan, así como a algunos barrios vecinos. Esta es la forma en que la dictadura está operando. Utilizan una estrategia muy brutal y muy simple.

La estrategia es la siguiente: controlan los medios de comunicación nacionales, que se han desplegado para convencer a casi el 30 ó 40 por ciento de la población de que el presidente que eligieron es un agente de un gobierno extranjero y pretende convertir el país en una prisión socialista. Sin embargo, la mayoría ha logrado encontrar el acceso a otra información.

La estrategia utilizada ha sido quitarles el poder por medio de miles de detenciones, palizas, e incluso algunos asesinatos selectivos. Esto ha sido documentado, informado y denunciado por las principales organizaciones de derechos humanos en todo el mundo: Amnistía Internacional, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, Human Rights Watch, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otros.

Un actor importante, el único país importante para mantener un embajador en Honduras durante la dictadura, ha mantenido un silencio atronador sobre la represión: el gobierno de Estados Unidos. La administración de Obama no ha pronunciado una palabra sobre las violaciones masivas de los derechos en Honduras. Este silencio, por sí mismo, dice todo lo que hay que saber sobre lo que esta administración ha estado realmente tratando de lograr en los 87 días desde que la democracia de Honduras fue aplastada militarmente. El equipo de Obama entiende exactamente cómo el gobierno del golpe de Estado mantiene su control sobre el poder, mediante la violencia y la represión. Y el presidente Obama, junto con su secretaria de Estado, no ha mostrado ninguna intención de socavar esta estrategia.

De hecho, el presidente Zelaya ha estado en Washington en seis ocasiones desde que fue derrocado, pero ni una sola vez consiguió una reunión con el presidente Obama. ¿Por qué ocurre esto? Lo más probable es que Obama no desee enviar una señal “errónea” a la dictadura, es decir, que el servicio pagado por la restauración de Zelaya debería tomarse en serio.

Estas señales son importantes porque la dictadura de Honduras está cavando en sus talones la apuesta de no tener ningún tipo de presión seria desde Washington. Ellos tienen miles de millones de dólares de activos en Estados Unidos que podrían ser congelados o incautados. Pero la dictadura, por ahora, confía en que el equipo de Obama no va a hacer nada que dañe a sus aliados.

Luz Patricia Mejía, jefa de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tiene una visión diferente de la de Hillary Clinton con respecto al toque de queda de la dictadura. Mejía lo calificó como "una clara violación de los derechos humanos y las normas jurídicas", y dijo que quienes ordenaron estas medidas deben ser acusados en virtud de la legislación penal internacional.

¿Qué excusa pueden tener los militares para romper este apoyo pacífico, o la señora Clinton para apoyar la violencia del ejército? No había manera de justificar que la gente fuese una amenaza para la embajada de Brasil –todo lo contrario-, si algo hacían era proteger embajada. Esta es una razón para que los militares atacasen a la multitud.

El 11 de agosto, dieciséis miembros del Congreso de EEUU enviaron una carta al Presidente Obama instándole a "denunciar públicamente el uso de la violencia y la represión de manifestantes pacíficos, el asesinato de pacíficos organizadores políticos y todas las formas de censura e intimidación contra los medios de comunicación”.

Todavía están esperando una respuesta.

Algunos pueden recordar lo que sucedió con el presidente Bill Clinton cuando su gobierno envió señales mixtas a la dictadura de Haití en 1994. El residente Clinton había pedido al dictador Raúl Cedrás que dimitiese, por lo que el presidente elegido democráticamente, Jean-Bertrand Aristide, podría ser restaurado. Pero Cedrás estaba convencido -en parte debido a las declaraciones contradictorias de funcionarios de la administración como Brian Latell, de la CIA- de que Clinton no era un problema grave. Incluso después de que Jimmy Carter, Colin Powell, y el entonces senador Sam Nunn fueran enviados a Haití para tratar de persuadir a Cedrás de que saliera antes de la invasión de EEUU, el dictador juraba que aún no se lo creía. En septiembre de 1994, el presidente Clinton envió 20.000 soldados para derrocar la dictadura y restaurar al presidente legítimo (que, irónicamente, fue derrocado de nuevo en 2004, por un golpe de Estado instigado por Estados Unidos).

Por ahora, el gobierno golpista de Honduras tiene menos razones que la dictadura haitiana de 1994 para creer que el equipo de Obama hará algo serio para quitarle el poder.

Qué horrible mensaje el que la administración de Obama está enviando a las democracias de América Latina, y a todas las personas que aspiran a la democracia en todas partes.

Mark Weisbrot es codirector del Centro para la Investigación Económica y Política en Washington, DC. Obtuvo su doctorado en Economía en la Universidad de Michigan. Es coautor, con Dean Baker, de: Social Security: The Phony Crisis (University of Chicago Press, 2000), y ha escrito numerosos trabajos de investigación sobre política económica. También es presidente de Just Foreign Policy.

La realidad del ejército afgano - ¿Existe sólo en la imaginación de EE.UU.?

Ann Jones
Tom Dispatch
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
25/09/09

Introducción del editor de Tom Dispatch

En Washington, aumentan los llamados, especialmente entre ansiosos demócratas, para que el presidente se comprometa a entrenar cada vez más soldados y policías afganos en lugar de enviar más tropas estadounidenses. En el Congreso y en los medios ahora manejan inmensas cifras sobre imaginarias futuras fuerzas policiales y militares afganas – aunque nadie se detiene a preguntarse cómo sería Afganistán, el cuarto país más pobre del planeta, con una fuerza de seguridad combinada de 400.000. No sería una “democracia,” a eso puedes apostar tu último dólar. Y con un producto nacional bruto de sólo 23.000 millones de dólares (un porcentaje impresionante proviene del narcotráfico) y un presupuesto gubernamental de sólo unos 600 millones, tampoco es un país que pueda remotamente mantener una fuerza semejante. Para decirlo sin rodeos, si los funcionarios de EE.UU. fueran capaces de crear una fuerza semejante, entraría en juego una versión de la regla de Pottery Barn de Colin Powell [si lo rompes, lo pagas, N. del T.] y nosotros, los contribuyentes estadounidenses, seríamos sus dueños para siempre.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...

Por otra parte, no hay que preocuparse. Como Ann Jones aclara en su revelador artículo a continuación, la probabilidad de que algún día se cree una semejante fuerza afgana debe ser casi nula. No es probable que un programa semejante sea más exitoso que lo que ha sido el inmensamente costoso programa de ayuda y reconstrucción afgana. De hecho, a pesar de todo lo que se habla sobre el tema, es notable lo poco que sabemos realmente sobre el increíblemente caro esfuerzo de EE.UU. y la OTAN por entrenar al ejército y a la policía afganos. Detengámonos y pensemos por un instante. ¿Cuándo leísteis por última vez en algún periódico de EE.UU. un impresionante informe, o aunque sea un informe cualquiera, en el cual un periodista se haya molestado por observar el proceso de entrenamiento en acción? Pensad lo útil que podría haber sido en el actual debate en Washington.

Por suerte, TomDispath puede ofrecer un remedio. La colaboradora regular del sitio, Ann Jones, quien fue por primera vez a Afganistán en 2002 y que ha descrito sus años de trabajo con mujeres afganas en una elegante memoria Kabul in Winter, ocupó su tiempo en julio visitando programas de entrenamiento estadounidense para el ejército y la policía afganos. Nos presenta una mirada reveladora, en el terreno, a ciertas realidades que ponen cabeza abajo el “debate” en Washington. Tom

La realidad del ejército afgano

¿Existe sólo en la imaginación de EE.UU.?

Ann Jones

El gran debate sobre Afganistán en Washington no tiene que ver con si se necesitan más soldados, sino sólo con quiénes son necesitados: estadounidenses o afganos – Nosotros o Ellos. Después de haber pasado un buen tiempo en Afganistán viendo cómo van las cosas, yo no apostaría por Ellos.

Francamente, tampoco apostaría a Nosotros. En ocho años, los soldados estadounidenses han abusado de la hospitalidad de los afganos. Su presencia misma incita ahora oposición, pero esa es otra historia. Quiero hablar de Ellos – los afganos.

Los afganos son afganos. Tienen su propia historia, su propia cultura, sus propios modos habituales de pensar y comportarse, todos complicados por una experiencia moderna de décadas de guerra, desplazamiento, pobreza abyecta e incesante interferencia de gobiernos extranjeros cercanos y lejanos – de los cuales EE.UU. ha sido el más poderoso y persistente. Los afganos no piensan o actúan como estadounidenses. Y sin embargo los estadounidenses en el poder se niegan a captar ese punto inconveniente.

En el calor de este verano, salí a los campos de entrenamiento cerca de Kabul donde son puestos a prueba los reclutas del ejército afgano, y rápidamente quedó en evidencia lo que se pierde en la traducción. Nuestros entrenadores, soldados de la Guardia Nacional de Illinois, eran magistrales. Profesionales y altamente calificados, estaban dedicados a realizar su misión – y a hacer bien su trabajo. También eran hombres estadounidenses grandes, fuertes, sobredimensionados, camuflados, con botas de combates, con cuerpos hinchados por chalecos antibalas y cubiertos de cuchillos, pistolas, y dios sabe qué más. Cualquier estadounidense se sentiría orgulloso por su compromiso con su duro deber.

En comparación los afganos eran enclenques: Cientos de pequeños Davides ante los atiborrados Goliates estadounidenses que los entrenaban. Hay que recordar que los reclutas afganos vienen de un mundo de desesperada pobreza. Son casi uniformemente desnutridos y de peso más bajo que el normal. Muchos no son más grandes que yo (1,65 m y delgada) – y muchos probablemente no mucho más fuertes. Como yo, muchos se hunden bajo el peso de un chaleco antibalas normal.

Sus entrenadores estadounidenses hablaban de “deficiencia de fuerza corporal superior” y prescribían flexiones de brazos porque los reclutas se tuercen bajo las mochilas llenas de 25 kilos de equipamiento y munición que se espera que lleven. Todo ese material debe parecer absurdo a hombres cuyos padres y hermanos, llevando sólo las viejas camisas de algodón y pantalones abolsados de todos los días y portando destartalados rifles rusos

Kalashnikov, derrotaron al Ejército Rojo hace dos décadas. Los entrenadores estadounidenses se maravillan de que, libres de equipamiento y uniformes pesados, los soldados afganos puedan correr todo el día por las montañas - como lo hacen realmente los guerrilleros talibanes con grandes resultados – pero el ejército de EE.UU. está determinado a entrenarlos para otro estilo de guerra.

No obstante, los nuevos reclutas salen a entrenarse en el abrasador calor de este rocalloso paisaje desértico llevando, bajo sus pesados uniformes, los elegantes atuendos rojos, verdes y negros para ejercicios de calentamiento que deben alentarlos a hacer ejercicios en su tiempo libre. Los entrenadores estadounidenses se dan cuenta de que los reclutas se ponen regularmente todo su equipo por temor a que alguien les robe algo si lo dejan en el cuartel, pero interpretan esa desproporción como señal de su amor por el ejército. Mi propia lectura, basada en mis observaciones de la vida afgana durante los años que he pasado en ese país, es: Es una señal de la poca confianza que se tienen entre ellos, o en los estadounidenses que les dieron esos vistosos trajes. Pienso que también indica lo obvio: que esos hombres empobrecidos en un país sin trabajo se han unido al Ejército Nacional Afgano por lo que puedan conseguir (y guardar o vender) – y eso no incluye ni democracia ni gloria.

En el actual debate político sobre la Guerra Afgana en Washington, el presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, Carl Levin, quiere que los afganos defiendan su país. El senador John McCain, el republicano más importante en el Comité, está de acuerdo pero dice que necesitan aún más ayuda de aún más estadounidenses. La base común – el territorio sagrado que busca el presidente Obama – es que, pase lo que pase, EE.UU. debe acelerar el entrenamiento de las “fuerzas afganas de seguridad.”

Los planificadores militares y responsables políticos estadounidenses ya actúan como si, con suficiente entrenamiento, los afganos pudieran ser convertidos en modelos a escala a cuerda de marines estadounidenses. Eso no sucederá. No ahora. Nunca. No importa cuántos de nuestros dirigentes estén de acuerdo en que debe ocurrir – y cada vez más rápido.

“Entrenamiento básico de guerrero”

¿Quiénes son entonces esas fuerzas de seguridad? Incluyen al Ejército Nacional Afgano (ANA) y a la Policía Nacional Afgana (ANP). Fuerzas internacionales y contratistas privados han estado entrenando reclutas afganos para ambas entidades desde el año 2001. En los hechos, la determinación de los planificadores militares occidentales de crear un ejército y una fuerza policial nacional ha sido tan grande que algunos parecen haber ocultado durante años los informes de soldados canadienses que presenciaron cómo miembros de las fuerzas de seguridad afganas participaban en un pasatiempo bastante común: sodomizar a jóvenes muchachos.

EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Canadá, Rumania, Polonia, Mongolia, Nueva Zelanda y Australia se ocupan actualmente del entrenamiento y la instrucción, así como los contratistas con fines de lucro MPRI, KBR (antes una división de Halliburton), Pulau, Paravant, y RONCO.

Casi ocho años después, y contando desde que comenzó el proceso de “instrucción”, oficiales en el Centro de Entrenamiento Militar de Kabul informan que el ejército tiene ahora entre 88.000 y 92.000 soldados, depende de con quien se hable; y el curso básico de entrenamiento financiado y dirigido por estadounidenses, llamado “Entrenamiento básico de guerrero” produce cada año 28.000 nuevos soldados, según una “hoja de datos” de ese centro. La “fuerza final” extrapolada para el ANA, a ser alcanzada en diciembre de 2011 es de 134.000 hombres; pero oficiales afganos me dijeron que están planificando una fuerza de 200.000, mientras la prensa occidental cita a menudo 240.000 como la cifra final.

400.000 es la cantidad mencionada a menudo como la cuota de fuerza final para las fuerzas de seguridad combinadas – un ejército de 240.000 soldados y una fuerza policial de 160.000 hombres. Pero funcionarios de la Policía Nacional Afgana también hablan de una cifra mucho más inflada, 250.000, y afirman que 149.000 hombres ya han sido entrenados. El entrenamiento de la policía siempre ha resultado problemático, sin embargo porque, desde el comienzo, los aliados europeos estuvieron fundamentalmente en desacuerdo con el gobierno de Bush sobre el rol de la policía afgana. Alemania inició el entrenamiento de lo que consideraba como una fuerza sin armas que dirigiría el tránsito, impediría el crimen, y mantendría el orden cívico a favor de la población civil. EE.UU. se hizo cargo en 2003, entregó la tarea a un contratista privado con fines de lucro, DynCorp, y procedió a producir una fuerza paramilitar fuertemente armada, indisciplinada, y enteramente venal, despreciada por los kabulis y temida por los civiles afganos en el campo.

En contradicción con ese punto de vista público generalizado, un comandante afgano de la ANP me aseguró que actualmente la policía es entrenada como policía, no como un auxiliar paramilitar del ANA. “Pero el trabajo de la policía es diferente en Afganistán,” dijo, porque la policía opera en zonas de guerra activa.

Washington envía mensajes contradictorios al respecto. Encarga la responsabilidad por la ANP a un contratista privado que contrata como instructores a agentes en retiro del mantenimiento del orden de EE.UU. – un agente de policía de Kentucky, un representante de la ley comarcal de Texas, un policía de Carolina del Norte, etc. Sin embargo, los políticos en Washington siguen combinando a la policía con el ejército como “fuerzas de seguridad afganas” – el rango más básico en la policía es “soldado” – en una fusión que debe influenciar lo que Dyncorp coloca en su manual de entrenamiento. En el campo de entrenamiento de la ANP en las afueras de Kabul, vi a un escuadrón de reclutas aprendiendo (a disgusto) cómo reaccionar ante una emboscada propiamente tal. Aunque estaban armados sólo de Kalashnikovs de goma roja, el ejercicio me pareció muy parecido a las maniobras militares que había presenciado en el campo de entrenamiento del ejército.

Como el entrenamiento del ejército, el entrenamiento de la policía también fue acelerado hace meses para garantizar la “seguridad” durante los preparativos para la elección presidencial. Con ese objetivo, los instructores de Dyncorp redujeron el curso básico de entrenamiento policial de ocho a tres semanas, después de lo cual los policías fueron enviados a aldeas en todo el país, incluidas áreas controladas por los talibanes. Después de la elección, los “soldados” policiales supervivientes del curso abreviado debían ser devueltos a Kabul para el resto del programa básico de entrenamiento. Todavía no se sabe cuántos volvieron.

Habrá que cuestionar la cordura de poner en acción ese producto a medio terminar. ¿Cómo os sentiríais si dieran rienda suelta a la policía en vuestra comunidad, con armamento pesado, después de tres semanas de entrenamiento? ¿Y cómo os sentiríais si os dieran un curso de entrenamiento de tres semanas con un fusil de goma y luego os enviaran, con uno de verdad, a defender a vuestro país?

El entrenamiento de fuerzas de seguridad no es barato. Hasta ahora, el coste estimado del entrenamiento y la instrucción de la policía desde el año 2001 es de por lo menos 10.000 millones de dólares. Cualquier cifra fiable sobre el coste de entrenamiento e instrucción del ejército afgano desde 2001 es tan invisible como el propio ejército. Pero EE.UU. gasta actualmente unos 4.000 millones de dólares por mes en operaciones militares en Afganistán.

Los hombres invisibles

¿Qué se ha logrado con todo ese costoso entrenamiento? Aunque es posible que en Washington hablen de los 90.000 soldados en el Ejército Nacional Afgano, nadie ha dicho realmente que haya visto a ese ejército en algún sitio en Afganistán. Cuando enviaron a 4.000 marines a la provincia Helmand en julio para enfrentar a los talibanes en lo que se considera como uno de sus bastiones, iban acompañados por sólo unos 600 miembros de las fuerzas de seguridad afganas, algunos de ellos policías. ¿Por qué, preguntaréis, no se ocupó el ANA, de 90.000 hombres después de ocho años de entrenamiento e instrucción, de Helmand? No se ha dado ninguna explicación. Los oficiales estadounidenses y de la OTAN se quejan a menudo de que las unidades del ejército afgano simplemente no están listas para “operar independientemente,” pero nadie responde a una simple pregunta: ¿Dónde están?

Mi conclusión lógica es que un tal ejército simplemente no existe. Puede que sea verdad que hombres afganos han pasado por alguna versión de “Entrenamiento básico de guerrero” 90.000 veces o más. Cuando yo estuve enseñando en Afganistán de 2002 a 2006, conocí a hombres que habían pasado repetidamente por entrenamiento en el ANA para obtener el prometido Kalashnikov y la paga. Luego se fueron a casa por un tiempo y a menudo volvieron algunas semanas después para volver a alistarse bajo un nombre diferente.

En un país en el que un 40% de los hombres carecen de empleo, unirse al ANA por 10 semanas es lo mejor que se puede hacer. Alivia la pobreza de muchas familias cada vez que el hombre de la familia vuelve al entrenamiento básico, pero es una manera innecesariamente complicada de entregar involuntariamente una ayuda humanitaria tan mínima. Algunos de esos soldados circulantes son envejecidos ex muyahidín – los fundamentalistas islamistas que EE.UU. otrora pagó para combatir a los soviéticos – y muchos son indudablemente talibanes.

Instructores estadounidenses han tomado debida nota del hecho de que, cuando soldados del ANA obtenían permiso de ausencia después del entrenamiento básico para volver a casa con su paga, generalmente no volvían. Para frustrar estafas con los talones del sueldo y disminuir las crecientes tasas de deserción, recientemente introdujeron un sistema de transferencia de dinero que permite que los soldados envíen su paga a casa sin tener que abandonar la base. Suena como una buena idea, pero como muchas de las costosas soluciones estadounidenses para los problemas afganos, no han entendido de qué se trata. El soldado no sólo quiere transferir el dinero a casa, quiere transferirse él mismo.

A comienzos de este año, el programa de entrenamiento estadounidense se hizo un poco más convincente con el uso de un arma hecha en EE.UU., el rifle M-16, que fue introducido paulatinamente en cuatro meses como reemplazo para el venerable Kalashnikov. Incluso entrenadores estadounidenses admiten que, en Afganistán, el Kalashnikov es el arma superior. Ligero y preciso, no requiere limpieza incluso en el polvo del desierto en las alturas, y todo hombre y muchacho ya lo conoce bien. El extraño y delicado M-16, por otra parte, podrá ser más exacto a distancias ligeramente superiores, pero sólo si un soldado puede mantenerlo limpio mientras logra ajustar y reajustar su mira notoriamente delicada. Puede que los soldados en dificultades del ANA no se destaquen en esa prueba, pero ahora que el ejército de EE.UU. ya ha traspasado sus M-16 viejos a los afganos, puede comprar nuevos a costa del contribuyente, una perspectiva que seguramente reconfortará el corazón de cualquier fabricante de armas. (A propósito, hay que agradecer a la Guardia Nacional de Illinois por arriesgar sus vidas para posibilitar esos generosos beneficios corporativos.)

En cuanto a la policía, el entrenamiento financiado por EE.UU. presenta una puerta giratoria parecida. En Afganistán, sin embargo, es muchísimo más peligroso ser policía que soldado. Mientras los soldados en patrulla pueden escabullirse, los policías fijos en sus puestos son muertos todos los días. Asignados en pequeñas cantidades para dotar de personal a comisarías en pequeñas localidades o puntos de control en las carreteras, son blancos ideales para los combatientes talibanes. Como representantes del ahora totalmente desacreditado gobierno del presidente Hamid Karzai, los desventurados policías sirven de cómodos objetivos simbólicos. Los comandantes británicos en la provincia Helmand calculan que un 60% de los policías afganos toman drogas – y no es de extrañar que así sea.

En las provincias pastunes del sur de Afganistán, donde los talibanes son fuertes, el reclutamiento de hombres para la Policía Nacional Afgana es un “problema,” como me dijo un comandante de la ANP. Consiguientemente, reclutas no-pastunes de la policía de origen azari, tayiko, uzbeco y otros son despachados para mantener el orden en territorio pastún. Es como si pintaran objetivos en sus frentes. Dicen que los policías que acompañaron a los marines estadounidenses a la provincia Helmand se negaron a dejar a sus fuertemente armados instructores para ocuparse de puestos suicidas en aldeas de provincia. Algunos soldados de la policía y del ejército, al ser interrogados por periodistas, afirmaron que “visitaban” la provincia Helmand sólo de “vacaciones”.

Día de entrenamiento

En muchos distritos, la policía recientemente complementó sus bajos ingresos y manifestó su lealtad a los señores de la guerra locales atiborrando urnas electorales para el presidente Karzai en la elección presidencial. Hay que considerarlo como sólo una indicación más – como la defección de esos grandes aliados muyahidín islamistas fundamentalistas que EE.UU. patrocinó en el yihad antisoviético de los años ochenta y que ahora combaten junto a los talibanes – de que no importa cuánto entrenamiento, instrucción o dinero estadounidense determinará por quién o por qué combatirán los afganos, o ciertamente si combatirán en absoluto.

Los afganos son combatientes de fama mundial, en parte porque tienden a gravitar hacia el lado vencedor, y están listos para cambiar de lado con presteza hasta tener éxito. Conscientes de que los afganos apoyan a un vencedor, los estrategas militares de EE.UU. se basan ahora en una estrategia de contrainsurgencia que trata de “despejar, retener y construir” - es decir, quedarse el tiempo suficiente para ganarse a los afganos. Pero ahora es demasiado tarde para que algo semejante tenga éxito. Actualmente, las tropas de EE.UU. que se quedan se parecen cada vez más a un ejército de ocupación extranjero y, a los talibanes, como objetivos.

Karen DeYoung señaló recientemente en Washington Post que los talibanes ahora utilizan regularmente técnicas militares muy sofisticadas – “como si los insurgentes hubieran asistido a algo parecido a la escuela de los Ranger del ejército de EE.UU., que enseña a los soldados a combatir en pequeños grupos en entornos austeros.” Por cierto, algunos de ellos han asistido a sesiones de entrenamiento que les enseñan a combatir en “entornos austeros,” probablemente una y otra vez. Si uno fuera talibán, ¿no exploraría el entrenamiento ofrecido a los afganos al otro lado? ¿Y no lo haría más de una vez si a uno le pagaran bien cada vez?

Un entrenamiento semejante puede ser útil – como lo puede haber sido para el policía talibán quien, sólo la semana pasada, asesinó a sus ocho compañeros en su puesto de policía en la provincia Kunduz en el norte de Afganistán y lo entregó a los talibanes. Por otra parte, un entrenamiento semejante puede ser letal para los entrenadores estadounidenses. Como en el caso del instructor estadounidense que fue herido a tiros por uno de sus reclutas. Dicen que una disputa surgió porque el instructor estaba bebiendo agua “frente a la gente del lugar” mientras los reclutas ayunaban para el mes sagrado musulmán de Ramadán.

Existe, a propósito, mucha evidencia de que los combatientes talibanes se las arreglan perfectamente, combatiendo encarnizadamente y bien sin el entrenamiento prodigado al ANA y a la ANP. ¿Por qué sucede que los combatientes talibanes afganos parecen ser tan atrevidos y efectivos, mientras la ANP es tan atrozmente corrupta y el ANP es un fracaso total?

Cuando visité bases y campos de entrenamiento en julio, escuché a algunos instructores estadounidenses que describían a sus reclutas afganos con los mismos términos racistas otrora aplicados a esclavos africanos en EE.UU.: flojos, irresponsables, estúpidos, infantiles, etc. Es como ojos estadounidenses ven la resistencia, la evasión y el sabotaje afganos. Los talibanes luchan por algo en lo que creen – que su país debiera ser libre de ocupación extranjeros. “Nuestros” afganos tratan de arreglárselas.

Pero algo sorprendente sucede a los reclutas del ANA que aguantan todas las 10 semanas de entrenamiento básico. Sus cuerpos ligeros comienzan a rellenarse un poco. Ganan más energía y comienzan a animarse – todo porque por primera vez en sus vidas han recibido suficiente alimento nutritivo.

A pesar de la mejor nutrición – senador Levin, senador McCain – “nuestros” afganos nunca van a combatir por una causa estadounidense, con o sin tropas estadounidenses, tal como imaginamos que debieran hacerlo. Nunca van a combatir con la energía de los talibanes por un gobierno nacional que impusimos contra sus deseos afganos, que luego, más recientemente, se dedicó a robar una elección más, y que ahora aparentemente será ratificado en su puesto a pesar de la evidencia incontrovertible de fraude flagrante. ¿Por qué iban a hacerlo? Incluso si EE.UU. pudiera ganar sus mentes, sus corazones no participan.

Una pequeña advertencia: No hay que tomar la inseguridad de las fuerzas de seguridad afganas como argumento para enviar aún más tropas estadounidenses a Afganistán. Estadounidenses agresivos (que ahora son unos 68.000) serán probablemente aún menos exitosos que fuerzas afganas renuentes. Los afganos quieren paz, pero los soldados kharaji [extranjeros] (100.000 si se incluye a los aliados de EE.UU. en la OTAN) llevan la muerte y la destrucción dondequiera van. En su lugar, pensad en lo que se podría haber ganado – y todavía se podría ganar – si se hubieran gastado esos miles de millones de dólares militares en alimentos. O tal vez en la agricultura. O en la atención sanitaria. O en un cuerpo de trabajo civil. ¿Ya es demasiado tarde para eso?

……

Ann Jones es autora de “Kabul in Winter: Life Without Peace in Afghanistan” (Metropolitan Books, 2006). Está en Kabul este verano, trabajando con organizaciones de mujeres, como lo ha hecho intermitentemente desde 2002.


Copyright 2009 Ann Jones

ABC y El País, dos maneras de apoyar el golpe en Honduras

Javier Adler
Rebelión
25/09/09

La prensa española y la crisis de Honduras

Habitualmente se etiqueta al diario ABC de conservador y a El País de progresista. En la forma esto supone unas diferencias sensibles, pero el fondo, sobre todo en política internacional, es esencialmente el mismo. El caso de Honduras ilustra a la perfección esta coincidencia de intereses.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Antes de comparar los últimos editoriales que ambos periódicos han publicado sobre el tema (23/09/09), conviene dejar claro un principio sobre lo que significa apoyar un golpe de estado. Esto no es únicamente la declaración explícita de tal apoyo, cosa muy rara en nuestros “democráticos” medios de comunicación, sino fundamentalmente la renuncia a revertir el golpe por algún medio factible. De este modo, cualquier pseudoiniciativa para devolver el poder al gobierno legítimo que pase por una “hoja de ruta” imposible supone, a todos los efectos, el apoyo al gobierno golpista. En este punto es donde encontraremos las mayores diferencias, insisto en que sólo de estilo, entre ABC y El País.

Sobre la llamada “solución dialogada” en Honduras lo primero que debe decirse es que es absurda, y por tanto no puede ser solución. En efecto, si las diferencias entre las dos partes podían resolverse con un diálogo libre y sin coacciones, no se habría recurrido a una medida de fuerza como el golpe de estado. Y si el diálogo sólo funciona tras amenazas y presiones entonces no es una solución dialogada sino una capitulación. El problema es que las presiones de los países más poderosos, en especial Estados Unidos, han sido tan calculadamente tibias que el gobierno golpista se ha sentido suficientemente fuerte como para aguantar hasta la farsa electoral de noviembre.

En el editorial del ABC estos hechos se interpretan diciendo que “cualquier solución dialogada al conflicto interno es una quimera”, así que “la cita electoral convocada el 29 de noviembre” es la “única salida airosa y pragmática”.

En cambio, El País declara que “ha llegado el momento de volver a una versión revisada del plan del presidente de Costa Rica”, que “contemplaba en julio que el jefe de Estado depuesto regresara a la presidencia con poderes reducidos”. Finalmente añade El País que “unas elecciones presidenciales adelantadas sentenciarían la situación.”

Por tanto, la única diferencia real es que El País apoya una pantomima en la que Zelaya volvería formalmente al poder pero sin poder hacer nada, esperando unas semanas hasta la “sentencia” electoral. En ambos casos se apoya el objetivo principal del golpe, que era impedir la consulta popular para cambiar la Constitución, algo que un presidente con “poderes reducidos” no podría hacer.

A partir de aquí, el apoyo descarado de ABC a los golpistas debe legitimarse más fuertemente con su propio discurso. Lo primero es no reconocer que hubo un golpe de estado, presentando a Micheletti como “acusado de impulsar un golpe de Estado”, como si fuera un tema controvertido. Lo segundo es dotar a los golpistas de legitimidad, señalando que Micheletti está “respaldado de las instituciones”. Además,

“Ninguna institución democrática del país -las mismas que Zelaya había utilizado para preparar el terreno y perpetuarse en el poder importando a Honduras los abusos cometidos en Venezuela, Bolivia o Nicaragua- se rebeló contra su expulsión y ninguna ha exigido su retorno”.

Siguiendo la habitual propaganda sobre este tema, se defiende a unas instituciones “democráticas” que expulsaron violentamente a Zelaya del país para supuestamente evitar que se convirtiera en un dictador. Es una inversión total de la realidad que sólo puede tener sentido para quien acepte acríticamente las informaciones falsas que difunden estos medios (1)

La táctica de El País es algo distinta, presentando la situación reciente en Honduras como de una plácida vuelta a la “normalidad” al calor del gobierno golpista, que ahora Zelaya ha complicado,

“La inesperada reaparición en Tegucigalpa del depuesto presidente de Honduras, tras casi tres meses de exilio, ha sacado bruscamente de su adormecimiento la crisis política del país centroamericano.”

“Crisis adormecida” es una contradicción en sus términos, pues una crisis política implica tensión; si hay adormecimiento, no hay crisis sino la aceptación resignada de los hechos consumados. Lo que realmente ocurre es que sí ha habido adormecimiento, pero sólo mediático y para los adormecidos lectores de El País, porque la resistencia hondureña no ha dejado de actuar a lo largo de los casi tres meses transcurridos desde el golpe de estado (2). Ahora, con su cinismo habitual, El País asegura que “nada hay más importante ahora en Honduras que evitar el derramamiento de sangre”, como si los golpistas fueran unos angelitos de la caridad y no hubieran matado, torturado, reprimido y detenido a mansalva. (3)

Este falso discurso pacifista, tan hipócrita y selectivo, revela además el ideario antidemocrático de esta prensa,

“Si el golpe de Estado de junio fue absolutamente condenable, igualmente lo sería intentar darle la vuelta mediante la violencia. La dividida Honduras no tiene en estos momentos otra salida mejor que una mediación cualificada, preferentemente regional.”

Resumiendo, para El País el pueblo hondureño no tiene derecho a decidir cómo encarar su situación, no está “cualificado” para hacerlo. Por supuesto que no es cuestión de promover, desde fuera de Honduras, una acción violenta para echar a los golpistas, pero sí de reconocer la legitimidad de los hondureños para combatir la dictadura como crean conveniente. Porque los medios ignoran la violencia que implica el mantenimiento de la actual dictadura e ignoran la violencia que perpetúa un sistema donde la mayoría de la población está condenada a vivir en la miseria. Y lo que se ignora no se puede condenar.

Notas:

(1) http://www.rebelion.org/docs/89802.pdf
(2) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=91786
(3) http://observatorio-lacrisismundial.org/images/stories/utpba3/pdfs/DossierHonduras.pdf
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=92033

¿Dónde están ahora las mujeres iraquíes?

Zainab Salbi
The Huffington Post
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
25/09/09

Me encuentro en Bagdad, sentada a la orilla del Río Tigris, en medio de una calurosa tarde del mes de julio. El viento desfila parsimonioso, el polvo se ha asentado y la llamada a los fieles para la oración reverbera sobre las aguas del río donde se reflejan las luces de unos restaurantes relativamente nuevos. Ayer visité la tumba de mi madre y me enteré que hace dos años que su lápida quedó destruida por un misil lanzado en uno de tantos enfrentamientos mantenidos entre las milicias y las tropas estadounidenses. “Ni siquiera los muertos se libran de las bombas en Iraq”, pensé para mí. Pero al menos mi madre no ha tenido que presenciar el dolor que tantas mujeres iraquíes están soportando tratando de encontrar un espacio para ellas en el “nuevo Iraq”.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Muy pocas de las mujeres de la generación de mi madre –una generación de mujeres muy preparadas que trabajaron en todos los diferentes sectores del país- siguen aún en activo. Y son muy pocas porque muchas profesionales que eran doctoras, profesoras y periodistas han sido asesinadas en el transcurso de los últimos siete años como parte de lo que yo creo que era y es el objetivo estratégico principal de las milicias extremistas: “limpiar” la sociedad iraquí de su elite intelectual y profesional. Aquellas que sobrevivieron a las matanzas y a la tentación de escapar del país en busca de un lugar más seguro donde vivir, se han retirado al interior de sus hogares o aprovechan las cuotas que han abierto oportunidades para que las mujeres se conviertan en miembros del parlamento iraquí.

En el Iraq actual, las mujeres no tienen una realidad unificada. A la vez que algunas de ellas pueden incrementar su participación en el sector político –se exige que el Parlamento iraquí y los consejos locales tengan un 25% de representación femenina-, miles y miles de ellas sufren una dureza brutal y una pobreza extrema. Nunca como ahora ha habido tantas mujeres destituidas, estimándose que la cifra de viudas de guerra oscila entre uno y tres millones. Ellas, y otras mujeres económica y socialmente marginalizadas, son muy vulnerables al riesgo de acabar sometidas al tráfico de mujeres, a la prostitución forzosa organizada, a la poligamia, a la violencia doméstica y a ser también reclutadas como suicidas-bomba, un hecho que la sociedad sigue intentando aún encajar y comprender. En un único día de viaje alrededor de Bagdad, pueden observarse todas estas diversas y conflictivas realidades de las mujeres iraquíes, como me ha ocurrido hoy a mí.

Pasé una hora atrapada en un terrible atasco de tráfico, un fenómeno nuevo que tiene su origen en la construcción de la internacional “Zona Verde”, dotada de inmensas medidas de seguridad (y que ocupa ya la cuarta parte de la ciudad), y la imposición, por parte de la Autoridad Provisional de la Coalición, de un impuesto de un 5% sobre todos los productos importados, lo que ha provocado la importación de un aluvión de coches que no pasan inspección ni control algunos. En esa hora inútil, estuve leyendo un artículo sobre mujeres y niñas encarceladas y cómo la mayoría de ellas son víctimas de traficantes que han colocado anuncios ofreciendo la perspectiva de matrimonios concertados en Siria. Las mujeres dejan el país con las bendiciones de sus padres, quienes piensan que están librando así a sus hijas de la violencia que campa por doquier. Cuando las hijas se dan cuenta de que el mismo marido con el que se han casado es su captor y traficante es demasiado tarde. Están atrapadas, sin dinero, sin posibilidad de comunicarse y sin documentación. Cuando la enfermedad o algún otro trastorno incapacitan a las víctimas, los traficantes las devuelven a Iraq, donde son arrestadas por poseer documentación falsa o por prostitución. En ambos casos, los castigos suponen al menos seis años de cárcel. Mientras tanto, los traficantes siguen libres fuera del país y forzando a más mujeres a prostituirse, sobre todo en los países del Golfo, en el mismo Iraq o en sus prisiones.

Cuando llego a la oficina de Women for Women International, veo a una mujer de unos cincuenta años que está esperándome para que le haga una entrevista para un puesto de trabajo en la organización. Ha sido trabajadora social durante veinticinco años, ha trabajado en Ciudad Sadr durante la mayor parte de su carrera profesional y habla con pasión y amor de la gente de la Ciudad Sadr, sin plantearse jamás que es una mujer “sunní” que trabajaba en una barriada “chií”. Me dice: “Aquello era el viejo Iraq. Trabajábamos, conducíamos, viajábamos, íbamos a la universidad, hacíamos fiestas, nadie nos cuestionaba. Hoy en día resulta muy duro recuperar aquel espíritu. He tenido que ver demasiados cadáveres y demasiado sufrimiento. Nuestra propia guerra civil es peor que la guerra con Irán, peor que la Primera Guerra del Golfo, peor incluso que última Guerra del Golfo. A partir de ese momento fue cuando dejé de salir de casa. Ya no sé cómo volver encontrar sentido a las cosas”, explica suspirando.

Salí de la entrevista con el corazón en un puño y le pregunté a mi colega cómo se estaba sintiendo con todo lo que sucedía en el país. “Están tratando de debilitarnos”, dijo. “Con tantas bombas desde que las tropas estadounidenses se retiraron de las ciudades, lo que tratan es de conseguir es que perdamos la esperanza, pero no les permitiremos que se salgan con la suya. Mantendremos la esperanza contra viento y marea, Zainab”. Al responderme, me contó su frustración por las acciones de las diversas milicias, que son quienes están detrás del aumento en la colocación de bombas por todo el país. Me emociona ver su capacidad para mantener la esperanza. Pero no todo el mundo puede conseguirlo.

Al dejar la oficina, me reuní con una amiga para comer. Es una activista por la que siento un profundo respeto; nunca ha dejado Iraq, ha sobrevivido y perseverado haciendo frente a todos los desafíos. Continúa con su activismo y su trabajo para mantener y apoyar las voces de las mujeres, pero hoy la he visto deprimida. “No son sólo las bombas”, explica. “No es sólo la falta de electricidad, de todas las cosas que solíamos tener. Tiene más que ver con la corrupción que ves en el país, con la falta de visión, de liderazgo, de algo que nos mantenga unidos. Estoy viendo un país al que la corrupción está devorando vivo y se permite que las milicias lo destruyan aún más. Creo que he llegado a mi límite”. Puedo sentir la derrota en su voz; tan pocas de las antiguas y educadas mujeres de clase media están pudiendo aguantar sin venirse abajo, que siento el más profundo de los respetos por la integridad y la dedicación de las que lo consiguen.

Las hijas de mi amiga estaban escuchando nuestra conversación mientras comíamos. Son chicas universitarias de las pocas que no llevan velo en su universidad, la actual popularidad del pañuelo o velo entre las mujeres jóvenes es algo totalmente nuevo para mí y para los recuerdos de cuando crecí en Iraq. Aprovechan una pausa en la conversación para preguntarme por la vida que llevé en el Iraq de hace veinte años.

Ansiosamente, me inundan de preguntas que intentan confirmar las historias de su madre sobre una época menos conservadora en la que las mujeres se movían libremente en la esfera pública. “¿De verdad ibais conduciendo a la universidad? ¿Es verdad que la mayoría de las mujeres no llevaban pañuelo? ¿Es verdad que la mayor parte de las chicas no se casaban hasta que se habían licenciado en la universidad? ¿Es verdad que la mayor parte de las mujeres trabajaban?”.

Se me rompió el corazón al escuchar sus preguntas porque comprendí que hay ya toda una generación de mujeres y hombres que ni siquiera recuerdan que esa época de libertad y estabilidad existió una vez. Las hijas de mi amiga forman parte de las clases privilegiadas. Van a la universidad y no se cuestionan su derecho a hacerlo. Pero hay muchas chicas de su edad de diferentes sectores de la sociedad que ni siquiera van al colegio y que por tanto está creciendo analfabetas. Muchas se están casando aún adolescentes y dejando la escuela, a diferencia de lo que hacían sus madres. Muchas no recuerdan que sus madres viajaban, trabajaban, bailaban y cantaban en los años cincuenta, en los sesenta y en los setenta.

Acabé de comer para ir a visitar a una de las participantes en el programa de Women for Women International, una de las millones de viudas de Iraq. Su marido fue asesinado una tarde de un viernes mientras ella preparaba la comida en la cocina.

Estaba jugando con sus hijos. Oyeron una explosión fuera. Cuando corrieron para ver qué había sucedido, un misil le cayó encima, matándole instantáneamente e hiriendo a sus cuatro hijos. “Mi vida dio un vuelco en cuestión de un segundo convirtiéndome de una mujer felizmente casada en una viuda, una mujer pobre, sin apoyo de nadie”, explica. Le pregunté si aparte de Women for Women International había alguien más que la ayudara y me sorprendió su respuesta: “La pobreza ha cambiado muchos aspectos de nuestra cultura”, dice. “Mi familia política me dijo que eran demasiado pobres como para poder ayudarme a mí y a mis cuatro hijos. Mis propios padres me dijeron lo mismo. Por eso no tuve más remedio que arreglármelas sola. Aprendí técnicas básicas de enfermería para ahorrar dinero a la hora de atender las necesidades médicas de mis hijos después de cada intervención quirúrgica que tuvieron que sufrir para poder reparar los daños causados por la explosión. Vendí todo lo que tenía para abrir una pequeña tienda frente a mi casa donde mis hijos y yo trabajamos para poder ganar algún sustento. Con la ayuda de Women for Women tengo ahora un trabajo fabricando velas”.

Cuando le pregunté qué pensaba ella acerca de lo que necesitan las viudas iraquíes, me susurra despacito que no le gusta cuando la gente se refiere a ella como viuda. “Hace que me sienta como una víctima y no quiero sentirme así. Lucho cada día por no perder la sonrisa ante mis hijos. No quiero que la sociedad me victimice porque rechazo sentirme así. Todo lo que necesito son oportunidades para salir adelante y enviar a mis hijos al colegio y que puedan acabar sus estudios universitarios”. Me volví hacia su hijo de once años y vi cómo sus ojos estaban llenos de lágrimas. Recuerda el día en que asesinaron a su padre y cómo ha cambiado su vida, cómo su madre está luchando todo lo que puede por ellos. Me preguntó si quería leer uno de los poemas que ha escrito para su madre y todas las viudas de Iraq. Quizá sólo podamos confiar en los jóvenes para arañar la esperanza de un futuro mejor para Iraq, pensé para mí.

Al final decidí volver a casa. En cada ruta hay decenas de controles donde los soldados utilizan unos detectores para comprobar si el coche lleva o no una bomba. A menudo preguntan al conductor si lleva en el coche cualquier tipo de arma. Siempre pienso que es una pregunta extraña, ya que me sorprendería mucho que alguien admitiera que tiene armas que no están registradas. Casi todo el mundo tiene actualmente armas.

También se supone que no puedes utilizar el teléfono móvil cuando pasas por el control, una norma que olvidé y que los soldados se apresuraron a recordarme. Me pidieron que saliera del coche y me dirigiera al control de mujeres para que me registraran. Caminé con calma hacia una caseta al borde de la carretera donde había una mujer sentada en espera de registrar a las mujeres. Traté de comenzar una conversación banal con ella: “¿Por qué molestarse en registrar a las mujeres? Son los hombres de este país los que crean todos los problemas”. Dije esto con un tono superficial y me quedé sorprendida cuando me informó acerca de otra realidad de las mujeres iraquíes: “No, hermana”, me dijo con cara de tristeza. “Hay muchas mujeres estos días que se convierten en suicidas-bomba. Precisamente el otro día, dos mujeres se hicieron explotar delante de la mezquita, en dos sucesos diferentes. Yo misma vi los cadáveres en uno de los casos. Ví cómo volaban zapatos y chanclas de los niños que habían explotado, cuerpos despedazados… No pude comer durante días y todavía no consigo entender a esas mujeres”, me dice. Ni yo. Dejo el control con los ojos empañados de pena por el país y por lo que están teniendo que presenciar sus hombres y mujeres.

Hace muchos años, me encontraba con la mujer de mi primo, una mujer profundamente destrozada por la pérdida de su hijo en la guerra. Un helicóptero Black Hawk estaba sobrevolándonos mientras estábamos sentadas en su patio trasero sorbiendo unas tazas de té. Miró hacia el helicóptero y dijo: “Mátame. Mátame y líbrame de toda esta pena”. Nunca olvidaré aquel momento tan duro de tener que ser testigo de todo el desgarro de una madre doliente. Me veo recordándolo especialmente en días como el de hoy, un día en el que no sólo he oído a una madre doliente sino las voces de muchas mujeres dolientes, voces de corazones destrozados que expresan su lamento por ellas mismas, por sus familias, por su futuro y por su país.

Otra tormenta de arena más va envolviendo a la ciudad. Puedo verla en la distancia, apoderándose de las zonas, en otra época verdes, que rodeaban la ciudad, de sus árboles, de sus flores. Otro tipo de tormenta de arena parece que haberse adueñado de los apenados corazones de las mujeres iraquíes, impidiendo por todo el país la caricia del sol. Mejor me voy adentro, quizá mañana sea un buen día. Quizá las mujeres tengan la fuerza necesaria para levantarse de nuevo para luchar por ellas mismas, por sus familias y su nación. Necesitan fervientemente de una nueva realidad. El mundo debe apoyarlas. Debemos permanecer junto a nuestras hermanas iraquíes con todas nuestras fuerzas.

Separatismo y políticas de clase en América latina

James Petras
Rebelión
Traducido para rebelión por Andrés Prado
25/09/09

Introducción

En todo el mundo hay un aumento de movimientos regionales, “subnacionales”, cuyas exigencias van desde una mayor “autonomía” a la completa independencia. Muchos analistas han debatido sobre la aparente paradoja que hay entre la creciente integración global de las economías y la creciente fragmentación de las naciones-estados. Una mirada más atenta a las dinámicas internas de los conflictos regionales y a las estrategias externas imperiales desenreda la “paradoja” al revelar la interrelación entre estrategias competitivas de construcción imperial y fragmentación nacional y conflictos regionales.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...

Varios puntos de referencia iluminan la velada dinámica de las políticas regionales y globales.

1. Algunas regiones dentro de estados-nación existentes se “integran” más en “mercados globales”, especialmente en viejos y nuevos centros imperiales, de lo que lo hacen en su propia tierra, marginalizando así regiones domésticas mientras sirven de cinturones de transmisión para la transferencia de recursos, beneficios e ingresos a los “socios” imperiales.

2. Regiones que sirven como puertos imperiales inducen una conciencia “globalista” entre sus mandatarios (basada en su preferencia imperial) y provocan “separatismo” entre sus regiones explotadas y marginales.

3. Regiones económicamente avanzadas sujetas a un gobierno nacional dominado por economías menos avanzadas exigen frecuentemente más autonomía, incluyendo la de retener mayor porcentaje de los ingresos por impuestos, así como el derecho a establecer sus propias políticas de comercio exterior y conexiones con el mercado mundial independientemente de cómo esta mayor “apertura” al mercado mundial afecte a las empresas menos competitivas del resto del país.

4. Regiones y líderes políticos y empresariales que se asocian con centros imperiales y promueven el “libre comercio” reciven apoyo político y económico de instituciones financieras imperiales, lo que profundiza en la “desconexión” con la economía doméstica y hace crecer las desigualdades regionales y de clase.

5. Aparece el “desarrollo desigual” como un “asunto regional” aunque en esencia es una cuestión étnica y de clase basada en la división entre, por un lado, las grandes élites internacionales comerciales, fabricantes, tecnológicas y financieras y, por el otro, los campesinos, granjeros, fabricantes, artesanos y trabajadores encerrados en el mercado local.

6. En el grado en que las políticas giren en torno a divisiones político-económicas, las exigencias políticas de autonomía, independencia y autodeterminación se convierten en asuntos centrales del conflicto. El criterio de política imperial que durante mucho tiempo viene sirviendo para evaluar la legitimidad política de estas exigencias gira en torno al carácter de clase y conexiones externas de los regímenes y movimientos en cuestión.

Con una consistencia apabullante, los países imperiales secundan exigencias de “autonomía” e independencia efectuadas por las clases dominantes conectadas a los mercados globales y que apoyan las políticas imperiales- incluso la implantación de bases militares. En contraste, y confrontados por ellos, se oponen consistentemente a movimientos regionales apoyados por las clases populares y contrarios a la penetración imperial.

Contrastando con el criterio imperial, los “progresistas” convencionales afirman que la “autodeterminación” es un derecho universal independientemente del carácter de clase, las conexiones con intereses imperiales y las consecuencias para otros principios fundamentales. De ahí el reciente espectáculo de los progresistas occidentales apoyando el bombardeo de la OTAN y las invasiones de Yugoslavia en defensa del movimiento separatista kosovar de extrema derecha.

Para considerar la legitimidad de la “autodeterminación” debemos hacernos primero uns serie de preguntas. Por ejemplo: ¿cuáles son las clases líderes que constituyen ese “auto”? ¿Por qué políticas e intereses, aparte separación, abogan y cómo afectan estas posiciones a la masa de la población? De la misma forma el término “determinación” requiere un análisis de las fuerzas políticas “internas y externas” que promueven la separación. Abundan los ejemplos, históricos y contemporáneos, de movimientos separatistas financiados por Occidente, incluida la financiación occidental e israelí de separatistas kurdos y árabes en Irán.

Tiene primordial importancia la pregunta de separatismo para qué. En años recientes, en el periodo post-soviético, en toda la Europa báltica y del Este y los estados de los balcanes, las élites proclamaban su “independencia” del comunismo mientras sometían sus países a las bases militares de la OTAN, vendían en su totalidad empresas estratégicas del sector público al capital imperial, se endeudaban enormemente con bancos occidentales y se sometían a los dictados del FMI.

En otras palabras: ¿hasta qué grado son la autodeterminación y las exigencias de “independencia” un pretexto para cambiar un jefe externo opresivo por otro amo? Claramente los asuntos relativos a la soberanía popular, la propiedad de los recursos nacionales y naturales, exclusión territorial de las bases militares imperiales... forman ideas esenciales que constituyen cualquier definición de autodeterminación. Dicho de otra manera: la “autodeterminación” como demanda legítima existe en una matriz junto a otras preocupaciones básicas de la mayoría de la población.

Procedimiento y método

Antes de discutir acerca de los movimientos separatistas en Latinoamérica, resumiremos brevemente el resultado en los antiguos países comunistas en la Europa del Este para arrojar luz sobre los costes de los movimientos separatistas liderados por la derecha.

Procederemos entonces a definir la preparación para diferentes contextos y casos de “separatismo regional” en tres países latinoamericanos: Bolivia,Venezuela y Ecuador. Examinaremos las políticas, la base clasista y los apoyos externos de los separatistas regionales.

Un examen sumarial de las consecuencias de la separación, basado en las recientes experiencias en los países excomunistas de Europa del Este y los estados bálticos, revela una pérdida mayor de soberanía económica que la que existía antes de la separación, un grado equivalente de subordinación a los poderes imperiales hegemónicos, como evidencia la pertenencia a alianzas militares, el establecimiento de bases militares y la asistencia ultramar para las conquistas imperiales. Además, los regímenes ahora “independientes” están sujetos a un grado de endeudamiento financiero sin precedentes y a una pérdida del control sobre su sistema bancario. Finalmente, mientras el capital imperial extranjero ha invadido y capturado las alturas que comandan el sistema económico, las regiones han experimentado una masiva “fuga de cerebros”, una pérdida sin precedentes de trabajadores cualificados y profesionales en favor de Occidente, pagados y subsidiados por los contribuyentes locales.

Cuando el régimen soviético mantenía el control militar en estas regiones a través de líderes cliente del Partido Comunista local, ello no impedía que el total conjunto de empresas, instituciones económicas y culturales, estuvieran bajo el control y fueran propiedad nacional. Hoy, la totalidad de la esfera cultural- incluyendo pases de películas, programación de televisión, periódicos, revistas, etc...- es propiedad del capital imperial occidental y está saturada con sus bienes de consumo culturales y prejuicios políticos. Las consecuencias sociales del separatismo son desfavorables también para el discurso separatista: las desigualdades en los ingresos, la propiedad y el poder económico han crecido geométricamente. El desempleo ha crecido desde el triple (en la República checa) hasta diez veces (en Letonia, Estonia y Lituania). El pillaje a gran escala y durante largo tiempo de los recursos públicos- en la forma de transferencias de lucrativas empresas públicas a la oligarquía privada y a las corporaciones multinacionales extranjeras- excede al de cualquier conquistador anterior. Mientras que antes de la separación los regímenes experimentaron una ralentización y una tendencia al estancamiento, nunca experimentaron un crecimiento negativo con doble dígito como ocurrió tanto en el periodo justo después del cambio de jefes hegemónicos (”independencia”) como durante la presente crisis en la última parte de esta década.

Lo que estas experiencias empíricas y observables sugieren es que la separación puede tener un resultado socio económico altamente costoso sin los beneficios políticos de la “independencia”. Parece que el separatismo de régimen que tiene lugar en países de desarrollo tardío, liderado por élites pro occidentales contra regímenes colectivistas burocráticos (“socialistas”), puede llevar a formaciones sociales históricamente regresivas, sujetas a condiciones desestabilizantes causadas por su creciente exposición a la volatilidad del mercado mundial.

Políticas regionales y desarrollo desigual

Las desigualdades en la riqueza, ingresos y poder entre regiones se ven reforzadas por las desigualdades dentro de las regiones, debido a las conexiones existentes entre las clases dominantes tanto en la forma de entidades geográficas como en la de los “maletines diversificados” que caracterizan a las “clases dominantes”. Terratenientes de regiones “pobres” invierten en bancos en las regiones ricas así como fabricantes de las últimas, invierten en propiedades en regiones menos desarrolladas, de agricultura menor.

El desarrollo desigual no es simplemente un producto de las “fuerzas del mercado” o incluso de los “recursos disponibles” sino que, en gran medida, es resultado de políticas estatales que subsidian y financian a las élites dominantes en una región dedicada a la banca, comercio y procesamiento mientras recaudan impuestos y extraen recursos a bajo coste en otra, concentrando así la riqueza y ejecutando una clase de mecanismo colonial interno para la acumulación de capital. Los mecanismos y sistemas de transferencia interna de riqueza defienden y perpetúan las diferencias de casta, raza, clase y etnia pre existentes- creando las bases políticas para conflictos regionales enraizados en la politización de las diferencias y desigualdades sociales.

Politización de las diferencias etnoreligiosas

Donde los movimientos basados en la clase social han sido severamente reprimidos o donde se han autodestruido mediante guerras recíprocas o donde sus líderes han sido reconducidos, el descontento popular se ha canalizado a través de movimientos etnoreligiosos (MER). En muchos casos los MER son promovidos por las clases gobernantes en las regiones dominantes para marginalizar movimientos de clase seculares. Sin embargo, en algunos casos a lo largo del tiempo, los MER toman una posición política de resistencia a imposiciones extra regionales como resultado de la presión desde abajo.

Aun así, en experiencias en numerosos países, la politización de las diferencias etnoreligiosas es una táctica usada por una variedad de élites para dividir y debilitar organizaciones populares mayoritarias que se componen de diversos grupos. Dos prácticas igualmente detestables desafían a los movimientos populares de liberación. Por un lado las élites nacionales e internacionales, en nombre de la “unidad” o “integración” nacional (o más tarde a las órdenes de la “globalización”), oprimen y explotan poblaciones etnoreligiosas regionalmente asentadas. Por otro lado, potentados locales, jerarcas tribales y religiosos y/o profesores y abogados de clase media-baja, provincialmente movibles, abogan por un “poder regional” y una “autonomía” para mantener el control sobre la población local.

En nombre de la diversidad etnoreligiosa, las élites religiosas se oponen frecuentemente a la separación iglesia-estado y a una educación pública científica. Debería estar totalmente claro que “diversidad” no significa “igualdad” tal y como hemos presenciado en tantos casos de líderes reaccionarios de orígen “nativo”, “femenino” y “minoritario” que simplemente sirven demasiado bien a sus clases dominantes imperiales y locales con un altamente demagógico despliegue de “dialectos locales” cuando conviene.

El problema no estriba en “reconciliar diferencias” entre las diversas clases gobernantes etnoreligiosas y regionalmente establecidas sino en eliminar o reducir drásticamente las desigualdades en los estándares de vida, minar las manifestaciones culturalmente hegemónicas del poder de la clase dominante y luchar por la igualdad de condiciones independientemente de la lengua o la identidad etnoreligiosa.

Las identidades diversas son una fuente de conflictos político-sociales debido a desigualdades socio-económicas, pérdida de poder, imperialismo interno y externo y la apropiación y transferencia de la riqueza de una región a la clase dominante de otra.

Hasta en el grado en el que la clase gobernante dominante disfraza sus relaciones de explotación con la supremacía religiosa de sus propias creencias para asegurarse el apoyo de las clases bajas, se hace inevitable que uno de los componentes del movimiento de resistencia tenga también una connotación religiosa. El asunto clave que define el movimiento de liberación es determinar cuál de los múltiples componentes de su maquillaje (étnico, religioso, nacionalista-regionalista y de clase) es “hegemónico” ya que éste determinará la subsecuente configuración de la sociedad “liberada”. Dependiendo de esta configuración, una lucha por la liberación que tenga éxito puede llevar a una nueva versión de sociedad jerárquicamente ordenada en base a la clase, la etnia o la religión o a un estado secular igualitario con libertades etnoreligiosas. De nuevo volvemos a la pregunta fundamental: ¿separatismo o regionalismo para quién? ¿Cuál será el maquillaje de clase para el nuevo estado?

Una pregunta igualmente importante es si el “separatismo” conduce a un estado nuevo. Abundan los casos en los que grandes potencias vecinas fomentan movimientos separatistas irredentos en sus fronteras para justo después anexionarse esas regiones, frecuentemente mediante la financiación y la dotación armamentística a los separatistas de la “liberación”.

Dos observaciones relacionadas vienen al caso. El separatismo frecuentemente tiene vagas definiciones sobre sus parámetros de acción. Dentro de cada región hay minorías y subminorías que conducen a una regresión infinita a menos que haya límites definidos para la autodeterminación (¿o es cosa de una fuerte mayoría que eventualmente pone fin a la “autodeterminación” mediante decretazo?).

La segunda observación en relación al caso es que la “independencia”, más probablemente que no, supone cambiar el poder imperial dominante (de europeo a estadounidense a asiático) más que un medio para maximizar el control nacional-popular de los recursos y para limitar la dependencia imperial. Frecuentemente, en un mundo de poderes imperiales hegemónicos en competición, las élites locales, atadas a diferentes clases dominantes externas, se enrolan en un antiimperialismo selectivo, atacando a sus élites oponentes y disfrazando sus propias lealtades divididas con justificaciones benignas de su dominador imperial hegemónico.

Éstas y anteriores observaciones nos llevan a la conclusión básica de relativizar la autodeterminación en función de otros principios, incluyendo pricipios de intereses de clase, oposición a avances e intrusiones imperiales y acuerdos neocoloniales, bilaterales y multilaterales.

Estudio de casos de políticas regionales: Latinoamérica

Usando las herramientas del análisis de clase y antiimperialista discutiremos varios casos complejos de movimientos separatistas (MS) en tres países de Latinoamérica: Venezuela, Ecuador y Bolivia. En los tres casos existen MS competidores: movimientos desde “abajo” de minorías indígenas oprimidas y movimientos desde “arriba”. En cada caso los gobiernos nacionales que resulta que son de “izquierda” o “centroizquierda” han desarrollado relaciones contradictorias, hablando favorablemente a aquellos desde abajo mientras se oponen formalmente a aquellos desde “arriba”. “Paradójicamente” los regímenes de “centroizquierda” vierten mayores recursos estatales en las regiones separatistas lucrativas que se oponen a ellos mientras otorgan solamente un reconocimiento simbólico a aquellos de “abajo”.

El gobierno venezolano del izquierdista Hugo Chávez se enfrenta a un movimiento separatista liderado por notables derechistas y el gobernador del rico estado petrolero de Zulia, en la frontera occidental con Colombia. Su gobierno ha enfrentado también demandas de las comunidades indígenas y afro venezolanas para un mayor grado de “autonomía”. El gobierno nacional ha respondido al movimiento separatista de derechas interviniendo en políticas provinciales y centralizando el control sobre una serie de suministros y gastos. Las justificaciones fueron acusaciones de ayuda e inducción a la subversión, incluyendo apoyo para un cierre patronal corporativo de la compañía petrolera. El presidente Chávez ha justificado la centralización del poder por la entrada de fuerzas paramilitares colombianas y los problemas generales como resultado de la decisión del régimen derechista colombiano de aumentar el número de unidades de fuerzas terrestres y aéreas estadounidenses en el país, en un momento de intensificación de la hostilidad estadounidense. Algunos críticos con los movimientos centralizadores de Chávez afirman que es una medida clientelista-electoralista para poner a sus propios seguidores en posiciones que fortalezcan las expectativas electorales en próximos combates políticos.

En relación a las demandas de autonomía desde abajo, hechas por movimientos indígenas y de afro venezolanos, el presidente Chávez ha aumentado sustancialmente la financiación de programas sociales, especialmente en sanidad y educación, ha subsidiado tiendas de comida y ha reconocido y dado legitimidad a sus exigencias a la vez que ha otorgado una autonomía limitada para decidir sobre asuntos locales, excluyendo las decisiones sobre minería y explotación de la energía.

El movimiento separatista del estado de Zulia estaba estrictamente basado en razones económicas e ideológicas: no hay diferencias culturales o étnico religiosas con el resto del país. Los separatistas buscan hacerse con el monopolio de la riqueza petrolera y arrimarse más al gobierno estadounidense y sus multinacionales petroleras y quizás facilitar un paso para una intervención militar colombiana. El “movimiento separatista” está basado en la repartición geográficamente desigual de la riqueza mineral y la polarización política entre un régimen provincial oligárquico derechista y un gobierno nacional izquierdista-populista.

La respuesta favorable del gobierno a la autonomía para los indígenas refleja su estatus de clase baja y su apoyo político al gobierno de Chávez: criterios socio-políticos proveen las bases para respuestas diferentes a demandas similares de “autonomía”. Un conjunto de demandas creó un peligro para la seguridad nacional, el otro encaja con el alineamiento social del gobierno. Una reivindicación por la autonomía era racista, la otra “pluriracial”. Una prestó apoyo a un poder imperial, la otra se opuso a la explotación imperial- incluyendo sus recursos minerales.

Ecuador: separatismo y los movimientos costeros y de las tierras altas

El gobierno de centro izquierda del presidente Rafael Correa enfrenta dos tipos de movimientos separatistas: uno costero centrado en la ciudad portuaria de Guyaquil, respaldado por la burguesía agro exportadora, banquera y comercial; el segundo anclado en las comunidades indígenas de las tierras altas andinas comandado por CONAIE.

Los separatistas costeros rechazan la superioridad de una burguesía relativamente nueva con base en Quito que respalda al presidente Correa y recive financiación, contratos y subsidios estatales a su favor. La CONAIE es hostil al presidente Correa debido a sus concesiones a multinacionales extranjeras del petróleo y la minería que han desvalijado y minado la forma de vida de pescadores y granjeros locales y contaminado el aire, la tierra y el agua potable.

En contraste con las dudosas y adquisitivas reivindicaciones costeras por una mayor autonomía basada en una engañosa identidad cultural, CONAIE acumula siglos de crítica contra la explotación y pillajes de la élite mestizo europea, demandas legales acerca del control territorial y la práctica de una política de autogobierno. Los profesionales de clase media, empleados públicos y pequeños empresarios que hablan de políticas urbanas progresistas se benefician ampliamente de los dividendos y los impuestos recaudados por el régimen de Correa, en la forma de aumentos salariales, contratos, consultorías y nombramientos políticos y, por ello, ofrecen muy poco apoyo a las reivindicaciones de CONAIE.

Durante la primera parte de esta década, CONAIE y su brazo político Pachacuti fueron capaces de forjar diversas alianzas con fuerzas urbanas para derribar regímenes electorales de derechas, ocupando brevemente el palacio presidencial y más tarde manteniendo puestos ministeriales bajo el pseudo populista presidente de derechas Lucio Gutierrez. Obligada a dejar el gobierno y fragmentada por ONG´s estadounidenses y europeas, la CONAIE se debilitó severamente. Enfrentándose ahora a un régimen de centro izquierda “progresista” no ha podido reconstruir una alianza urbano rural capaz de elaborar sus reivindicaciones por un estado plurinacional.

Bolivia: un presidente que habla a los indígenas y trabaja para las multinacionales

Evo Morales, el “presidente indígena” de centro izquierda con estilo propio, fue elegido presidente por la diferencia étnica politizadora habida entre la mayoría indígena explotada de las tierras altas y los ricos oligarcas mestizo europeos de las fértiles tierras bajas. Identificando abiertamente el asunto como el de dar voz y voto a las exigencias legales, culturales y “autonomistas” de las comunidades indígenas, acabó dando menos importancia a las que fueron en su día demandas pragmáticas y prominentes por una transformación socilista debido a la cual su partido se puso el nombre de “Movimiento al Socialismo”. Su camino hacia la victoria electoral fue encauzado por dos grandes insurrecciones urbano rurales que derribaron a presidentes neoliberales. Ya al tomar la presidencia Morales dejó claro que su “revolución” era más cultural que social: el reconocimiento estatal de la lengua, comunidad, estructuras, costumbres y tradiciones de los indígenas. Mediante una manipulación lingüística demagógica afirmó que “nacionalización” no significaba expropiación para justificar sus aventuras comunes con alrededor de cincuenta de las más grandes multinacionales del crudo, el petróleo y los minerales de los cinco continentes, incluyendo la del mayor y más lucrativo acuerdo con la multinacional india Jindal.

Una vez que la oligarquía comercial, minera y banquera local se recuperó de la ofensiva popular masiva, se organizaron en las cinco provincias más ricas, donde gobernaban, y persiguieron agresivamente el ideal de un movimiento separatista llamado la alianza de la Media Luna- por el arco geográfico que forman las provincias involucradas. Ayudados e instigados por el embajador estadounidense Goldberg, buscaron desestabilizar al régimen por medio de violentos ataques a los movimientos locales de campesinos y de tácticas parlamentarias obstruccionistas.

La estrategia económica de Morales pendía de un hilo porque estaba totalmente enfocada hacia la promoción del crecimiento precisamente a través de la promoción de las élites económicas que rechazaban políticamente un “gobierno capitalista indígena” enraizado en los movimientos de masas.

Durante los primeros cuatro años de mandato, el régimen de Morales, con un gran despliegue étnico teatral y muestras de folclore tradicional, diseñó una política que garantizaba a las comunidades indígenas el control local de sus pueblos empobrecidos mientras se restringía de poner en marcha cualquier política de redistribución de las tierras fértiles de las cien familias y empresas agrícolas que controlan el 80% de las tierras fértiles, las mayores empresas comerciales de venta al por mayor y al por menor, los bancos y los mass media.

Mientras Morales hablaba a las masas rurales indígenas en su propia lengua y reconocía sus derechos a gobernar en sus empobrecidos pueblos, actuaba en favor de su anterior enemigo, la oligarquía “europea”, garantizándoles cientos de millones de dólares en financiación para el cultivo y la promoción de la exportación.

Mientras adoptaba un estilo radical de retórica al condenar el imperialismo y apoyaba a Fidel Castro y a Hugo Chávez, la política exterior económica de Morales era una invitación abierta al capital extranjero para unirse en la explotación de los recursos del país.

Las políticas “etno regionales” fueron un trampolín para “líderes sociales” de clase media-baja que querían obtener poder político y unirse a la élite, especialmente la élite extranjera, en la partición de la riqueza. Las políticas étnico culturales se usaron para apartar las políticas de clase y satisfacer a la masa de base con una gratificación simbólica- “un presidente indígena” que insulta a los ricos mientras los recompensa con dinero público.

No cabe duda que, bajo Morales, el estatus y los derechos legales de los indígenas han mejorado- pero no sus condiciones económicas: las desigualdades en la propiedad de la tierra, los ingresos, la educación y la salud son más visibles que nunca. La celebración de ritos y fiestas indígenas tradicionales por parte del régimen de Morales sirve de manera exitosa para ofuscar la continuidad socio económica. La fragorosa hostilidad racista de la oligarquía a todo lo”indígena” proporciona un útil florete al gobierno que le permite presentarse a sí mismo como campeón de los indígenas de las tierras altas y como enemigo de la atrincherada clase dominante europea. El beneficio es para la nueva burguesía burócrata que dirige la parte gubernamental de las aventuras económicas y proporciona contratos y puestos inferiores a líderes sociales leales que pueden captar el voto indígena el día de las elecciones. Habiendo tomado el gobierno nacional, el anteriormente presidente étnico y regionalista atiende de boquilla las reclamaciones regionales de los pobres mientras eleva las disparidades de clase y regionales entre las tierras altas y las planicies al profundizar en la internacionalización (penetración imperial) de la economía, especialmente de sus enclaves minerales y energéticos. Mientras se opone al separatismo de la élite y a la independencia de las regiones lucrativas, Morales ahonda en su riqueza para que su gobierno siga a flote. Su régimen denuncia el separatismo de la élite para compartir la riqueza entre los racistas capitalistas y los burócratas “progresistas”.

Conclusión

Promover la diversidad étnica y el regionalismo no es lo mismo que terminar con la desigualdad de clase y con la injusticia. En muchos casos, las políticas de identidad étnica han sido un vehículo para oponerse a regímenes nacionales opresivos, en nombre de un “pueblo” no diferenciado, y para construir un poder local de base y negociar cuotas de poder nacional.

Los movimientos de base rural etno regional han dado un giro “hacia dentro” al reivindicar sus tradiciones y una hegemonía lingüística pero han sido desviados frecuentemente de retar las estructuras nacionales de poder de clase.

Un rol significativo juegan las ONG financiadas por el imperialismo que llaman al “respeto” de la “autonomía cultural” a nivel local y fragmentan y dividen a los movimientos basados en las diferencias de clase como en el caso de algunas regiones en Ecuador.

Por otra parte, la tradicional solidaridad lingüística, la religión familiar y la comunidad han desempeñado un papel importante en el derrocamiento de regímenes reaccionarios y en el establecimiento de una agenda progresista cuando ésta se combina con un análisis antiimperialista y de la clase moderna.

Desenmarañar la confusa y aparentemente contradictoria respuesta de la izquierda al asunto de la autodeterminación, y por ello de los movimientos separatistas, gira en torno al hecho de reconocer que otros principios básicos tienen mayor importancia. Si revitalizamos la noción de autodeterminación y la localizamos en el contexto de la lucha de clases y antiimperialista, podemos empezar a aproximarnos a la respuesta de cuándo, dónde y con quién tomamos partido en la lucha por la liberación social y nacional.