Guerra abierta contra el pensamiento independiente

Tercera Información
12/03/10

La polémica suscitada por las declaraciones de Willy Toledo ha destapado las sucias triquiñuelas perpetradas por los medios representantes del neoliberalismo para eliminar cualquier evidencia de pensamiento independiente que salte al primer plano. El actor ha sido la víctima más sonada de esta estrategia destructiva que complementa a la devastadora maquinaria de la corriente dominante. Y es que no basta con tener todo el control de los medios de comunicación, elaborar la agenda a la medida de los intereses empresariales, ocultar noticias perjudiciales para el statu quo y manipular información para desarmar a los enemigos del sistema. No, también es necesario erradicar en la medida de lo posible todo discurso alternativo, herético y hacerlo públicamente para que la gente sepa qué es exactamente lo que no puede pensar.

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Estamos inmersos en medio de una auténtica guerra ideológica en la que los medios de comunicación están en plena ofensiva. Guillermo Toledo ha cometido el grave error de decir lo que piensa y la mala suerte de no pensar como quieren que pensemos. Sus ideas no valen en el Imperio de la Verdad Construida. Da igual que lo que dijo sea verdad, pues no es la verdad lo que interesa, sino construir un mundo verosímil que legitime las calculadas decisiones de la oligarquía capitalista. Inventarse una realidad ficticia que tienen que ver los vasallos para que no cuestionen unas políticas que a simple vista se evidencian injustas y abusivas. Por eso cualquier resquicio que permita ver el mundo tal como es debe ser rápida y contundentemente tapado.

Para esto el sistema tiene un mecanismo tan sencillo como eficaz. Construir este mundo cognitivo desde cero en plan Matrix es un proceso complicado y costoso, así que en lugar de eso se aprueban o se vetan ideas sueltas según van apareciendo en la actualidad diaria con el simple recurso de la “condena”. Este constructo tan poco útil como abstracto tiene un poder absoluto en la construcción del imaginario colectivo y la diferencia entre “condena” y “no condena” ha llegado a ser tan relevante que puede ser decisivo en la ilegalización de un partido político en una democracia libre. Hoy hay que “condenar” y “no condenar” todo. Cualquier idea o acción que se exprese o emprenda puede y deber ser “condenada” o “no condenada” automáticamente para que todo el mundo entienda qué está bien y qué está mal. Esto es como el carné de conducir. Uno se pasa semanas haciendo tests hasta que llega al examen en el que le ponen las mismas preguntas que ha estudiado y aprendido por ensayo y error. El proceso aquí es el mismo: nos van diciendo qué es lo que hay que “condenar” y “no condenar” para que poco a poco el espectador medio vaya “condenando” y “no condenando” según su (“su”, de ellos) criterio.

Cuando una idea o acción es suficientemente perjudicial para la cosmovisión construida, hay que salir rápidamente a la palestra para “condenarla”. Cuantos más entes políticos, sociales, económicos o de cualquier otra índole “condenen” una idea o acción, más claro tendrá el espectador que es algo que hay que evitar y por consiguiente quitárselo de la cabeza. Con Guillermo Toledo se han cebado. No entraremos aquí a defender que lo que dijo no es mentira, porque eso ya se ha hecho [1]. Veremos hasta dónde la oligarquía mediática es capaz llegar con tal de erradicar el pensamiento independiente y sustituirlo por un sistema de impulsos aprendidos a golpe de “condena” con la noticia enviada por nuestros lectores para su desmonte.

“La Asociación Saharaui condena las palabras de Willy Toledo sobre Zapata”, reza el titular. El subtítulo nos matiza: “Considera que el actor desprecia la vida humana”. Bien, por si no nos había quedado claro que Willy Toledo ha dicho una barbaridad, pese a que se ha dicho en todos los medios varias veces y aportando la “condena” de multitud de personalidades de todo signo político, vamos a seguir hundiendo al hombre hasta que no quede nadie que no le haya dicho ya lo equivocado que está. Este debe de ser el pensamiento del diario Público que publica la opinión de una asociación desconocida sólo para hacer más sangre. Lástima que esta vez han metido la pata.

No ya porque la argumentación principal que aporta a la noticia Ramdan Mesaud, presidente de la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos, sea falaz (le acusa de despreciar la vida humana obviando que el actor reconoció que la muerte de Zapata era un suceso trágico y que lo sentía por su familia). Sino porque el protagonista está muy mal elegido y si entendemos quién es veremos que sus palabras tienen poca o ninguna credibilidad.

Ramdan Mesaud no sólo es el presidente de la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos; también es miembro del Consejo Real Consultivo para Asuntos del Sáhara. Sí, efectivamente, trabaja para el gobierno de Marruecos y es conocido por ser un defensor de los intereses de la monarquía magrebí en el Sáhara Occidental y atacar sin descanso al Frente Polisario. Y da la casualidad de que el Frente Polisario es amigo del gobierno cubano. Esto aclara muchas cosas sobre la noticia, principalmente esa cita que dice las declaraciones de Toledo son "un gesto de apoyo al régimen cubano, hermano de Argelia y padrino del Frente Polisario". Con que eso es lo que le duele, porque no podemos tragarnos que la principal queja que tenga este señor es que el actor desprecie la vida humana (cosa que es mentira) y que por ello "malamente puede ser [un defensor de los derechos humanos] si desprecia el derecho a la vida".

Personalmente pienso que es Mesaud el que difícilmente me parecerá un buen defensor de los derechos humanos trabajando para el gobierno de un país que intentó conquistar el Sáhara cometiendo genocidio [2] y ocupándolo finalmente contra la voluntad del pueblo saharaui. Y diciendo aún más, si a Mesaud las palabras de Toledo le parecen "un gesto de apoyo al régimen cubano, hermano de Argelia y padrino del Frente Polisario", a mí las suyas me parecen un ataque al gobierno cubano, enemigo de Marruecos y de la oligarquía económica mundial, por parte de una Asociación a la que ni los saharauis dan crédito y con el altavoz de un medio que va de progresista pero no es sino otro más de los estiletes de este sistema. Y la ofensiva continúa…

Damián López, del Grupo Jaima, recién llegado del Sahara Occidental, aporta un punto de vista fresco respecto al papel que juegan las diferentes piezas en la guerra mediática contra el movimiento saharaui y cómo, organizaciones tan conocidas como HRW, funcionan como títeres ocultos bajo una máscara amable y una etiqueta, DDHH, que se coloca de manera sesgada negándolos a quienes más sufren porque se los violan todos los días, el pueblo saharaui. Espejo de HRW, de vez en cuando topamos con alguna organización defensora de los derechos humanos -de ciertas personas- que trabaja en otro país empleando las mismas jugadas que su hermana mayor. Es el caso de la “Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos”, y es en el sesgo de sus comunicados de denuncia donde más se evidencia para quién trabaja.

Habría que preguntarse también quién se encargó de encontrar la fuente del diario, o si ésta se buscó para ajustarse al mensaje dominante de la prensa. Quizás tocaba la de cal de Público [3].

Agradecemos, pues, la aportación de Damián al Laboratorio;

“La Asociación ASADEDH ha condenado las declaraciones del actor Willy Toledo en las que hablaba sobre el fallecido preso cubano Orlando Zapata. El presidente de esta organización Ramdame Messaoud Zarbi insta al actor a que deje de hablar en nombre del pueblo saharaui.

Sería interesante tener en cuenta ciertas consideraciones para conocer el contexto de esta organización y el porqué de sus críticas al actor.

En primer lugar, sobre las palabras de Willy Toledo y para comprender en nombre de quien las pronuncia podemos recurrir a un texto publicado por él en el mundo.es, donde literalmente dice: “…han de ser valoradas mis recientes palabras, como juicios subjetivos, como valoraciones personales…”

Recordemos que el Frente Polisario es el legítimo representante de todo el pueblo saharaui y así es reconocido por las Naciones Unidas en la Resolución 35/19 (ONU).

La organización ASASEDH sólo está reconocida por el régimen marroquí, quien la creó, la financia y la utiliza contra el pueblo y la causa saharaui. Esta asociación que hace llamarse “para la defensa de los Derechos Humanos” nunca ha denunciado las constantes violaciones de DDHH que el pueblo saharaui viene sufriendo por parte del invasor marroquí y todos sus aliados y cómplices. Esta organización para la defensa de los DDHH nunca ha presentado una sola denuncia contra las constantes violaciones de DDHH en los territorios ocupados del Sahara Occidental por Marruecos; ni sobre los más de quinientos saharauis desaparecidos, ni contra la tristemente conocida Cárcel Negra del Aiunn, ni contra las torturas y violaciones sufridas por saharauis a manos de las fuerzas del orden marroquí, ni una sola denuncia contra el procedimiento abierto contra siete saharauis que podrían ser condenados a muerte por Marruecos por el simple hecho de visitar los Campamentos de Refugiados Saharauis, ni una sola denuncia contra el Muro de la Vergüenza, una de las zonas con más minas antipersonal del mundo, y que con sus más de 2700 kms separa los Territorios Ocupados de los Territorios Liberados del Sahara Occidental; ni una sola denuncia, ni contra estas, ni contra un largo y cruel número de violaciones de DDHH cometidas por la monarquía dictatorial de Marruecos, conocidas y denunciadas por todo el mundo excepto por la Asociación para la Defensa de los Derechos Humanos.

Eso si, esta organización presentó una comunicación ante la 57 sesión de la Subcomisión de la Promoción y la Protección de los Derechos Humanos, denunciado su preocupación ante “la situación alarmante en materia de DDHH en los Campamentos de Refugiados Saharauis”. Lo que nos demuestra quién es esta asociación y para quién trabaja.

El presidente de esta asociación Ramdane Messaoud es miembro del Consejo Real para Asuntos del Sahara Occidental (CORCAS). El CORCAS es uno de los engranajes del sistema de manipulación mediática de la monarquía marroquí, cuya ficticia función es asistir al rey en los asuntos referentes a la integridad territorial y unidad nacional del reino, así como defender la falsa “marroquidad” del Sahara Occidental.

Este señor fue miembro del Frente Polisario, lucho por su pueblo durante años, pero la vida en el desierto y la falta de esperanza, en ocasiones hace que algunos sucumban a la tentación de la buena vida que ofrece el reino marroquí a aquellas personas que deciden apoyarlos. El único precio que pagan estos individuos es traicionar a su pueblo, a sus ideas y a su causa, y vender su dignidad por un sueldo que les permita olvidar las duras condiciones que padece el pueblo saharaui.

Por lo que para terminar, si antes recurrimos a las palabras de Willy Toledo, ahora recurriremos a las palabras del propio Ramdane Messaoud, quien declaró en la Gaceta de Canarias el 28 de junio de 1992: “Los ex polisarios no representan al pueblo saharaui, sino a Marruecos”.