Netanyahu le recuerda a Obama quién 'lleva los pantalones'
Palestina Libre
17/03/10
Por segunda vez en menos de un año, el líder israelí Benjamin Netanyahu le recordó a Barack Obama quién “lleva los pantalones” en el largo maridaje entre Washington y el Estado laico de Israel, desde su creación en 1948.
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Un lapso durante el cual el establishment israelí se las ha ingeniado para lograr el apoyo casi incondicional de EU a sus políticas contra los palestinos; apalancado por dos entidades claves dentro de la Unión Americana: el American Israel Public Affairs Committee (AIPAC) y la Zionist Power Configuration (ZPC), el llamado “lobby judío” con apoyos en el Congreso y entre los militaristas civiles. Durante la pasada administración Bush, estas fuerzas estuvieron representadas en el vicepresidente Dick Cheney, la canciller Condoleezza Rice y el consejero de Seguridad Nacional para Oriente Medio, Elliot Abrams; junto a editorialistas relevantes en la gran prensa de EU.
Hace diez meses, en su primer encuentro en la Casa Blanca con el flamante primer ministro Netanyahu (Daños colaterales, “El ‘piadoso’ Obama no convenció a Netanyahu”, 20-05-09), el también novel Obama fracasó en los dos puntos de la agenda, por cierto la misma de hoy: 1) cómo destrabar la crisis israelí-palestina según el plan de Arabia Saudí, la “hoja de ruta”, aprobada en 2003 por el Cuarteto —EU, ONU, Europa y Rusia—, que contempla dos Estados, Israel y otro palestino en las cada vez más acotadas Gaza y Cisjordania; y 2) cómo evitar que Israel lance un ataque unilateral contra Irán, lo que arruinaría la estrategia de Obama en la región. En 2009, Obama ni siquiera logró de Netanyahu la declaración conjunta de rigor.
Entonces como ahora, el mando israelí sigue aplicando su vieja fórmula de “ganar tiempo mientras no se avanza”, a la vez que saca provecho del río revuelto derivado de sus provocaciones: 1) pese a que el agraviado fue el vicepresidente Joe Biden, de gira en Israel cuando el gobierno de Netanyahu anunció la construcción de más viviendas en el palestino Jerusalén Este, al cabo de una semana de presiones a Tel Aviv, la Casa Blanca debió reiterar ayer que nada va a romper “el lazo indestructible que tenemos con el gobierno israelí”. Ninguna “respuesta formal” de Netanyahu a Clinton, como ésta había exigido, nada de explicar “medidas concretas” a nadie… De paso, las negociaciones de paz siguen en su mismo punto muerto; tampoco habrá progresos en la próxima reunión del Cuarteto el viernes en Moscú y la justa ira de los palestinos, que ayer volvieron a salir a las calles, le facilitará a Israel la tarea de comenzar a levantar las nuevas construcciones, mientras el mundo se distrae exigiéndole de nueva cuenta que “cese la represión”.
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