Alemania rebaja a 25.000 las víctimas del bombardeo aliado en Dresde
Rafael Poch
La Vanguardia/Rebelión
20/03/10
El bombardeo sufrido por Dresde entre las noches del 13 y el 14 de febrero de 1945 causó, como máximo, 25.000 muertos. Esa es la conclusión de una comisión de historiadores divulgada ayer en la capital sajona, que antes de aquella destrucción pasaba por ser una de las ciudades monumentales más bellas de Europa.
El informe zanja el baile de cifras de víctimas que frecuentemente ha rodeado a aquel drama. Por diversos motivos, entre ellos la propia propaganda nazi que jugó a aumentar el número de víctimas para demostrar la crueldad del enemigo, se llegó a hablar de números de seis cifras.
...Siga leyendo, haciendo click en el título...
La comisión ha trabajado durante seis años, investigando en registros, cementerios y archivos, y ha consultado a 1.600 testigos directos. Dresde tenía unos 650.000 habitantes, pero el grueso de la población había huido. Eso no impidió que un informe de la Cruz Roja hablara de 300.000 muertos en 1946 y que algunos historiadores situaran la cifra por encima de los 100.000.
El nuevo informe, de 90 páginas, "no contiene ninguna sorpresa", ha dicho el director del grupo de investigadores, Rolf Dieter Müller, porque la cifra barajada desde hace años si situaba en torno a los 30.000 muertos. El trabajo ha sido encargado por el alcalde de Dresde, Ingolf Rossberg.
El bombardeo angloamericano de la ciudad con bombas incendiarias y de fragmentación ha pasado a la historia como uno de los episodios más polémicos de la acción aliada en la II Guerra Mundial. Muchos consideran un crimen de guerra el bombardeo, planificado y sistemático, que la aviación dirigió contra la población alemana. El de Dresde fue uno de los últimos de la guerra, destruyó por completo el centro histórico, una joya barroca y renacentista, y no tenía una justificación industrial- militar convincente. El argumento que más se mencionó fue la condición de Dresde como nudo de comunicaciones ferroviario y la inminencia del traslado de un gran contingente militar alemán hacia el frente del este.
El bombardeo de ciudades tuvo notables adversarios en Inglaterra, entre ellos el eminente teólogo anglicano y ecumenista George Bell, obispo de Chichester y miembro de la Cámara de los Lores. En 1943 Bell criticó a Churchill y apeló a la Cámara a condenar los bombardeos indiscriminados, como contrarios a toda humanidad y a los valores en nombre de los cuales, decía, Inglaterra había entrado en guerra.
En Alemania, la culpa y manifiesta responsabilidad del nazismo –y de la nación por apoyarlo con tal unanimidad– en el desencadenamiento de la guerra convirtió el sufrimiento de la población en un tema secundario, un tabú. Actualmente hay condiciones para un debate en el que la responsabilidad nazi y nacional no impida la compasión con las víctimas civiles, pero no es fácil.
La escena neonazi se infiltró hace años en las nuevas brechas abiertas y cada febrero conmemora el holocausto de Dresde. El pasado febrero los nazis intentaron reunir en Dresde a 6.000 manifestantes, pero fueron superados por la movilización antifascista de más de 10.000 ciudadanos.
0 comentarios:
Publicar un comentario