Perú: Basta de doctores 'taladro'

Beatriz Jiménez
El Mundo
04/10/08

Lima.- En muchos de los hospitales públicos de Perú, ante la falta de instrumental médico, los cirujanos se ven obligados a operar con taladros, alicates y martillos.

El elocuente ministro de Salud lo justifica. "Queremos equipamiento diseñado para las operaciones, pero esto habla bien de los médicos peruanos porque se las ingenian", declaró Hernán Garrido Lecca, que además de ministro es economista y, curiosamente, guionista de películas de dibujos animados.

Tras recordar a un doctor de la región andina de Andahuaylas conocido como 'Doctor Taladro', felicitó a los médicos peruanos por adaptar estos utensilios a la medicina. Esa fue la primera de muchas meteduras de pata gracias a las cuales se ha ganado el apodo de 'Doctor Doolittle' —en referencia a la película de Eddy Murphy— y una huelga médica indefinida que desde hace casi tres semanas afecta al 80% de ciudadanos que carece de seguro sanitario.

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Perú padece una triste realidad. El país con más crecimiento América Latina, con una tasa del 8,8%, es uno de los que menos invierte en salud (tan sólo el 4% de su Producto Interior Bruto).

Guerra sucia

Frente a la huelga, el Gobierno ha intentado articular una campaña de desprestigio. Todo empezó con los madrugones del ministro de Salud. Se aparecía con cámaras de televisión a las cinco de la mañana en hospitales limeños para pillar 'in fraganti' a médicos dormidos durante sus guardias. Lo malo fue que el único médico que logró pillar, con cuya imagen medio Lima desayunó en los informativos, resulta que durante esa noche había hecho cuatro cesáreas y estaba descansando una horita antes de retomar sus labores.

Después de esta hazaña, la Federación Médica le declaró la guerra. No tardó en aparecer un audio en Internet en el que se reconoce claramente la voz del ministro que refiriéndose a un funcionario de salud dice: "A mí no me importa que su mamá o su esposa tenga cáncer, igual lo voy a 'botar'".

A los médicos les faltó tiempo para ponerlo de lema en sus pancartas: "A Garrido Lecca no le importa que tu mamá o tu esposa tenga cáncer... A los médicos peruanos, sí".

Mientras el Gobierno y la Federación Médica siguen en dimes y diretes combinados con largas negociaciones, los peruanos siguen persignándose varias veces cada vez que les toca ir al hospital.

Además de doctores operando con taladros, resulta difícil de imaginar un hospital infantil que carece de lejía y detergente para desinfectar su laboratorio o en el que por falta de camas los niños duermen en sillas de ruedas. O un hospital de emergencias sin tomógrafo y con los rayos X estropeados. O 19 niños contagiados de hepatitis B porque en el único hospital infantil del país, el Instituto Nacional de Salud del Niño, reutilizaron las agujas de los goteros por falta de presupuesto.

Todo esto y más es el pan de cada día para los peruanos que no tienen seguro médico. También las condiciones de trabajo que tienen hartos y han llevado a la huelga a la mayoría de los 20.000 médicos de los 7.000 centros de salud del país.