Se suicida teniente que ordenó descarga boricua

Miguel Cruz Tejada
Diario libre
06/10/08

Nueva York - Un teniente de la policía de Nueva York que ordenó la semana pasada a sus subalternos usar sus pistolas eléctricas Taser y que descargaran 5 mil voltios contra el mentalmente perturbado boricua Inman Morales que al acusar el impacto se precipitó desde una azotea donde se había encaramado desnudo y con una lámpara fluorescente en la mano, muriendo instantáneamente en el pavimento, se suicidó ayer.

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¿Cargo de conciencia o escape de la justicia?

El oficial fue identificado por el comisionado policial Raymond Kelly como Michael W. Piggot quien tenía 21 años sirviendo en la fuerza. Era casado y tenía hijos y se dijo que posiblemente sería acusado de homicidio en segundo grado.

El suicidio de Piggot que se mató en una academia de entrenamiento de la policía lo llevó a cabo usando la pistola de un compañero de uniforme y dejó una nota en la que habla de que no quería enfrentar la justicia.

Pero también se liquidó así mismo el mismo día (ayer) en que se daba sepultura a los restos de la víctima. El comisionado expresó en un comunicado sus condolencias con la familia del teniente suicida lo que no hizo con los parientes del puertorriqueño.

“En nombre de todos los miembros del departamento, extiendo mi más profundas condolencias a la familia y amigos del teniente Michael W. Piggot quien sirvió con dedicación a la institución durante 20 años”, expresó el comisionado Kelly.

El teniente había entregado su placa y su arma después de incidente el pasado 24 de septiembre. La muerte de Morales se produjo cuando agentes policiales respondieron a una llamada al 911 reportando la conducta desordenada y “peligrosas” del perturbado mental que salió de su casa desnudo, arrancó la lámpara del frente de una empresa cercana y trepó al techo vociferando “¡Fuego, fuego, auxilio, fuego!”, pero allí no había ningún incendio lo que indicaba su grado de esquizofrenia. El latino que rehusó bajarse cuando los policías se lo pidieron fue impactado por la fuerte descarga que según la autopsia lo mató antes de que cayera al pavimento, aunque allí se dio un contundente golpe en la sien, pero la altura – dos pisos (10 pies) – no era factor para que se matara a esa distancia.

Después de la muerte de Morales el comisionado Kelly ordenó nuevos entrenamientos a la poliía que enseñarlos a tratar con personas que sufren de perturbaciones mentales o no están en sus cabales, además de una investigación junto a la fiscalía de Brooklyn.

Una esquela suicida dejada a su familia por el teniente dice que él no estaba en condiciones de enfrentarse a los tribunales y por ello decidió quitarse la vida, pero muchos creen que pesó más en su macabra decisión el remordimiento de conciencia que los eventuales cargos judiciales en su contra.