América Latina tiembla ante el temor del tsunami de la crisis

Diariocrítico de la Economía
07/10/08

La crisis comienza a notarse cada vez más en América latina. Cierto es que los países del centro de América están esperando que la crisis financiera mundial sirva de impulso para el ‘renacer’ de sus economías, aunque de momento es sólo el tiempo el que puede hacer de esta idea algo tangible y evidente. Hasta ahora, lo único tangible es que en los últimos dieciocho meses ha aumentado el número de personas que rozan el umbral de la pobreza, para ser exactos, un millón más de individuos sufren carencias alimentarias y de desarrollo en el continente.

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La Secretaría General Iberoamericana consciente de las necesidades latinas y de la falta de apoyos a sus economías, ha organizado en Madrid el II Encuentro Centroamérica- Unión Europea donde se pone a debate las tres crisis que viven en el continente, la alimentaria, la energética y la ambiental. A pesar de los buenos presagios que se han puesto de manifiesto en este encuentro, es bastante probable que la crisis financiera mundial afecte fuertemente a las economías latinas, sobre todo después de la importante caída que sufrieron sus mercados este lunes arrastrados por el pesimismo de Wall Streat.

Para que estas crisis no terminen por ‘comerse’ a las economías latinas, los expertos y altos cargos de las diferentes regiones se reúnen para llegar a un acuerdo real y cercano entre Europa y Centro América. Lo que se pretende es que este acuerdo entre regiones haga más fuerte las economías latinas para que estas puedan hacer frente al monstruo de la crisis, aunque si analizamos el panorama en el que nos encontramos parece difícil llegar a esa situación.

Las remesas bajan

La desaceleración económica que está viviendo en estos momentos España, así como en el resto de países que conforman la Unión Europea y que abarcan un importante número de migrantes, afecta a la estabilidad monetaria de Iberoamérica. Tanto es así que se está produciendo una importante la caída de las remesas, ingresos que de momento son necesarios, más bien indispensables para los latinos, y que ha provocado el ‘temblor’ y el miedo en las economías de los países que se beneficiaban de estas entradas de dinero.

Existe miedo, mucho, a que esta bajada de dinero aumente y se corte el grifo de los ingresos. Son demasiadas las familias que viven de estas entradas de dinero y que ven peligrar su futuro, ya que son concientes del riesgo que corren al enfrentarse a un casi un seguro retorno del familiar que se encuentra en el extranjero enviando parte de su salario para contribuir a las economías domésticas de sus países.

Desde la Secretaría General Iberoamericana se está haciendo una importante labor para el fortalecimiento de las economías de toda América latina, aunque cada vez se hace más necesario contar con un apoyo real de Europa. Desde la Copán, la SEGIB y PAIRCA se pide que de una vez los veintisiete se ‘fijen’ en las posibilidades del sur del continente americano, e inviertan en sus regiones para ayudar no sólo al fortalecimiento de sus economías, sino a la formación de sus habitantes, al desarrollo de sus infraestructuras y al fortalecimiento de sus democracias.