La hipocresía del gobierno británico: ¿y por qué no Gaza?

Ibrahim Turner
Palestine Think Tank
Traducción de Ana Sastre
20/05/08

Hoy, en el turno de preguntas del Parlamento, Gordon Brown, Primer Ministro británico, respondió a preguntas sobre la crisis de Myanmar provocada por el ciclón que castigó la región hace una semana. Entre las medidas que demandaba se encontraba una reunión de urgencia de las Naciones Unidas para pedir a la Junta Militar de Myanmar que permita le entrada de trabajadores humanitarios en el país para entregar alimentos, agua, medicinas y otras ayudas a la población desposeída y hambrienta de las zonas afectadas. Todos los medios de comunicación relatan historias y muestran imágenes de cadáveres hinchados flotando en los ríos y en las orillas.

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Vaya por delante, no soy simpatizante de la Junta… de hecho sé relativamente poco sobre el país y su funcionamiento, sólo he visto a esa mujer de la oposición terriblemente delgada que lleva muchos años bajo arresto domiciliario y cuya imagen aparece de vez en cuando sin que se ofrezca información pormenorizadas sobre la situación; la imagen que se proyecta es Junta mala – Oposición buena.

Me encontré en esa misma tesitura cuando vivía en Estambul en 2001 y conocí a una familia palestina que estaba tratando de llegar a Occidente. Él me contó que los israelíes le habían incluido en la lista de “terroristas” y se había tenido que ir. Por aquel entonces yo no sabía nada sobre la cuestión de los palestinos israelíes y me sorprendió ver el odio en sus ojos cada vez que hablaba de “ellos”. Lo cierto es que el conocimiento de las personas que confían en los medios de comunicación para informarse se limita a lo que los periódicos y las televisiones quieren contarnos.

Como digo, no sé nada sobre la política de la Junta en Myanmar, pero sospecho que todo este revuelo indica una agenda oculta… a saber, un cambio de régimen.

Dime un país, un régimen, que aparezca en los medios bajo una luz negativa en la prensa occidental… seguro que ese régimen está asentado sobre valiosos recursos o está situado en un lugar estratégico del mundo que refleja la agenda de "dominio completo" de los Likudniks internacionales.

Y yo pienso… ¿por qué Myanmar, un régimen tan malo y opresivo, es merecidamente condenado por todos y otros regímenes no reciben condena alguna? ¿Qué pasa con esas imágenes de camionetas de reparto llenas de “soldados” blandiendo pistolas a su paso por ciudades y pueblos miserables en cualquier país de África y que no reciben ninguna condena por parte de la “comunidad internacional”? Comunidad internacional… ¡vaya un oxímoron! Ni es una comunidad ni es internacional, no representa más que la doble moralidad occidental; George Orwell estaría orgulloso.

Así que enviamos corresponsales extranjeros a remontar el río en botes para captar las imágenes de cadáveres en Myanmar y vemos fotografías tomadas por ONG de refugiados negros que se han visto obligados a caminar kilómetros y kilómetros, lejos de su hogar, huyendo de la guerra y la hambruna hacia campamentos asentados en mitad de la nada, tratando de mantenerse con vida, pero en raras ocasiones vemos imágenes de la situación vivida en Mogadiscio, fotografías reales de la situación de Darfur y absolutamente nada acerca de la situación de Gaza y Cisjordania.

No existe catástrofe natural a la que culpar por las muertes y el sufrimiento que castiga la región de Gaza. Son muerte y sufrimiento de raíz racista y política causados por el hombre. ¿Cuándo veremos a Gordon Brown pidiendo a las Naciones Unidas que contemplen la posibilidad de lanzar desde el aire alimentos y agua sobre Gaza en contra de los deseos de la Junta que controla el área? Eso es lo que hizo hoy con Myanmar, excepto que después ordenó que no se lanzara agua sobre los refugiados porque podría hacer más mal que bien y herir a la población. Las bombas de agua están prohibidas, pero los proyectiles de uranio empobrecido de la artillería de guerra y los barcos llenos de armas ni siquiera merecen mención.

Esta es la gran hipocresía. Lo que es bueno para unos debería ser bueno para los otros. ¿Por qué se demoniza a la Junta Militar de Myanmar (quizá con toda la razón) y por qué se demoniza a los chinos por la depravada destrucción y la severa represión de las autoridades chinas sobre la población del Tíbet? Dicho sea de paso, algunas de esas imágenes que aparecieron en los medios no fueron tomadas en el Tíbet, sino en la India, como puede deducirse del color de los uniformes de policía que son marrones, mientras que los uniformes de la policía china son verdes. Búscalo en Google.

Así que la Junta de Tel Aviv recibe carta blanca; puede clausurar orfanatos en Cisjordania por tratar de sobrevivir cosiendo y confeccionando ropa con la ayuda de una organización benéfica y derribar casas, arrestar a políticos y líderes, bombardear a familias completas en las playas y los campos de refugiados y asesinar indiscriminadamente a familias en su propia cama. Pero no escuchamos el clamor de la “comunidad internacional”, sólo el de Jimmy Carter, y mira lo que le ha ocurrido. Puede que no se mereciera el Premio Nóbel de la Paz por propiciar la paz entre Egipto e Israel, pero seguro que sí se lo ha ganado en los últimos años.

De modo que Gordon Brown es un hipócrita, pero no es el único. El partido de la oposición en Gran Bretaña es tan cómplice y está tan sometido como cualquier otro gobierno de la Europa occidental. No vemos a los miles de personas que se manifiestan en contra de la incorporación de Ucrania a la OTAN y a la Unión Europea. No vemos a los miles de personas que se manifiestan en contra de los misiles de defensa estadounidenses y los radares en Checoslovaquia y Polonia. No vemos las penalidades provocadas por el fomento de la independencia de Kosovo de Serbia. Lo que vemos son estrellas cinematográficas llamando a la lucha en Darfur, un genocidio sin testimonios de matanzas generalizadas, sin números oficiales… pero estos mismos ciudadanos “preocupados” nunca mencionan el genocidio que ya dura sesenta años en los territorios palestinos ocupados

En Estados Unidos es muy fácil constatar el control absoluto de unas pocas grandes empresas sobre los medios de comunicación. La psique estadounidense permite a George Bush admitir mentiras sin que pase nada. En Europa es diferente, los políticos no son tan descarados como para decir lo que dijo Cheney cuando se le pidió que hiciera algún comentario sobre las personas que no estaban de acuerdo con su amenaza de bombardear Irán. “¿Y?”… esa fue su respuesta. Es imposible imaginar una indiferencia más flagrante por la opinión pública. Ningún político europeo diría tal cosa porque saben que las reacciones serían furibundas. No obstante, la OTAN y los políticos de la Europa occidental siguen al pie de la letra la agenda estadounidense. La única discrepancia que ha surgido últimamente es la negativa de los ministros de la Unión Europea a obligar a Ucrania y Bielorrusia a unirse a la OTAN y a la UE, debido, sin duda alguna, a que Rusia y Putin no consentirían que Europa secuestrara sus recursos energéticos, como ya se hizo patente hace dos años.

No sé adónde quiero llegar con esto, ni siquiera sé si se publicará; de lo que sí estoy seguro es de que será atacado por voces enfurecidas que lo calificarán de propaganda antisemita o algo peor. Pero me uno humilde y gustosamente a aquellos que, como Jimmy Carter, intentan decir la verdad, a pesar de la falta de información real, información que, desgraciadamente, nunca verás en los ineficaces medios hegemónicos, así como nunca verás a los políticos británicos decir la verdad ni oirás ningún debate que pudiera alterar el estatus quo en Gaza y Cisjordania.

La agenda oculta es precisamente eso… oculta. Pero existen indicios de que la crisis hipotecaria de los Estados Unidos y sus ramificaciones en todo el mundo (disturbios provocados por el hambre en muchos países, todos ellos sometidos a las crueles normas y reglamentos capitalistas del Banco Mundial y del FMI culpables en primera instancia de sus problemas) está empezando a mostrar las grietas del idílico panorama que se nos presenta de lo que pasa en el mundo. Cada vez son más las personas que recurren a Internet en busca de información y todos los que hemos tenido la desventurada suerte de despertar abruptamente a la realidad estamos empezando a conocer a nuestro enemigo.

No me hagas hablar de Irak y de la desinformación acerca de la satanización de Irán y de Mahmoud Ahmadinejad, Líbano y Siria, Pakistán, Afganistán y de los billetes de 100 dólares supuestamente falsificados y puestos en circulación por el gobierno de Corea del Norte, pero que, en algunos aspectos eran incluso de mejor calidad que los dólares “de verdad”. ¿Cómo puede ser posible esto?

Ana Sastre es miembro de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala , la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.

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