Mientras Bush habla de "victoria estratégica", Cheney de "éxito" y Aznar de "situación muy buena" cada vez más soldados de USA se suicidan en Irak
Agencias/aporrea.org
19/03/08
Mientas, Bush habla de "victoria estratégica", Cheney de "éxito" y Aznar de "situación muy buena" el número de suicidios de soldados norteamericanos crece de forma constante desde que Estados Unidos invadió Irak en 2003. Justo cuando se cumple el quinto aniversario de la intervención militar en la zona se han hecho públicos los datos, los más altos de las últimas décadas.
Concretamente, durante 2007 se suicidaron 121 soldados, la mayor parte de ellos en Irak y Afganistán. La cifra ha superado la marca histórica de 1991, durante la Guerra del Golfo, cuando se quitaron la vida 102 soldados.
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Esta cifra de suicidios, por la que los altos mandos militares de EE UU ya han mostrado su preocupación en repetidas ocasiones, no ha dejado de crecer desde 2003, cuando se invadió Irak. En aquel año se quitaron la vida 61 soldados, casi la mitad de los que se suicidaron durante 2007.
Ansiedad, depresiones y estrés
Detrás de cada muerte se esconden los mismos factores: ansiedad, depresiones y estrés. La presión a la que se somete a los soldados, la tensión de estar en zona de guerra y los horrores de la guerra vencen la voluntad de muchos soldados, según los informes del departamento médico del Ejército.
"La pérdida de cualquier miembro del Ejército es una tragedia, y la prevención del suicidio es una prioridad absoluta para nosotros", comentaba el coronel Dennis W. Dingle a mediados del año pasado.
Más autolesiones e intentos de suicidio
"Estamos al corriente de lo que sucede y ya se están tomando medidas decididas para mitigar las causas que llevan a las conductas suicidas: nuestros esfuerzos para prevenirlos ayudan a los soldados y sus familias a afrontar los retos a los que se enfrentan cada día", concluyó.
Las cifras, no obstante, reflejan otra realidad. En 2004 fueron 67 los soldados que se quitaron la vida, un incremento poco importante y similar a la cifra de 2002, cuando se suicidaron 68. El salto en las estadísticas vino en 2005, cuando fueron 87 los miembros del Ejército que se quitaron la vida, para llegar hasta los 99 en 2006.
Del mismo modo, un informe interno del departamento de psiquiatría del Ejército estadounidense revela que también ha crecido el número de intentos de suicidio y las autolesiones. Estados Unidos podría volver a enfrentarse a un rebrote del 'síndrome de Vietnam'.
2 comentarios:
Todavía quedan personas decentes en este mundo. Son los que se suicidan porque los enviaron a matar "terroristas" y se ven a sí mismos matando niños. Debe ser duro verse convertido en semejante parodia de ser humano.
Respecto al trío Bush, Cheney, Aznar, no hay palabras. Bueno sí, psicópatas.Mienten, y mienten y mienten, y aunque se les descubran las mentiras, siguen pensando que con repetir la mentira se les va a creer.
Cita de El Crepúsculo de los Psicópatas:
http://senalesdelostiempos.blogspot.com/2008/01/el-crepsculo-de-los-psicpatas.html
"En su libro On Killing, el Teniente Coronel David Grossman ha reescrito la historia militar para subrayar lo que otras historias ocultan: el hecho de que la ciencia militar se trata menos de estrategia y tecnología que de superar la resistencia humana instintiva de matar miembros de nuestra propia especie. La verdadera “Revolución en Asuntos Militares” no fue el paso a alta tecnología de Donald Rumsfeld en el 2001, sino el descubrimiento del General Brigadier S.L.A. Marshall en los años 40s de que sólo entre 15 y el 20% de los soldados de la Segunda Guerra Mundial sobre la línea de fuego disparó sus armas: “Aquéllos (80-85%) que no dispararon no corrieron ni se escondieron (en muchos casos estuvieron dispuestos a arriesgarse a enormes peligros para rescatar camaradas, tomar municiones o enviar mensajes), pero simplemente no le dispararon al enemigo, incluso al ser enfrentados con repetidas olas de cargas banzai” (Grossman, p. 4).
El descubrimiento de Marshall y la investigación subsecuente probó que en todas las guerras previas una pequeña minoría de soldados – el 5% que son psicópatas de nacimiento, y quizá unos pocos imitadores temporalmente dementes – hicieron casi toda la matanza. Los hombres normales sólo siguieron con la rutina y, de ser posible, se rehusaron a tomar la vida de un soldado enemigo, incluso si eso significaba renunciar a la suya propia. La implicación: Las guerras son asesinatos masivos ritualizados de psicópatas por no psicópatas. (¡Esto no puede ser bueno para el legado genético de la humanidad!)
El trabajo de Marshall provocó una revolución copernicana en la ciencia militar. En el pasado, todo mundo creía que el soldado dispuesto a matar por su país era la norma (heroica), mientras que uno que se rehusaba a pelear era una aberración (cobarde). La verdad resultó ser que el soldado normativo era representado por el cinco por ciento psicopático. La mayoría cuerda prefería morir que pelear.
La implicación, demasiado atemorizante para ser digerida por completo incluso por quienes son como Marshall y Grossman, era que las normas para el comportamiento de los soldados en batalla fue impuesta por psicópatas. Eso quería decir que psicópatas estaban en control del ejército como institución. Peor aún, quería decir que los psicópatas estaban en control de la percepción de la sociedad de asuntos militares. Evidentemente los psicópatas ejercieron una enorme cantidad de poder en la sociedad aparentemente sana y normal."
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