México: Acteal, una “venganza” contratada por $15 mil

milenio.com
24/12/07

Antonio Santiz López, señalado por la fiscalía de Chiapas como el cerebro de la matanza de Acteal y cuya aprehensión fue anunciada el sábado pasado, ofreció 15 mil pesos a los nueve integrantes de un grupo que él armó en Los Chorros para que atacaran a zapatistas en “venganza” por la muerte de un compañero, lo que derivó en el asesinato de 45 integrantes de Las Abejas el 22 de diciembre de 1997.

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Lo anterior consta en las declaraciones ministeriales de dos de los asesinos confesos, Roberto Méndez Gutiérrez y Lorenzo Pérez Vázquez, quienes desde el año 2000 declararon que Santiz López autorizó el ataque a Acteal por órdenes de Antonio Vázquez, padre del joven asesinado en su cafetal el 17 de diciembre de 1997.

De acuerdo con Méndez y Pérez, su jefe Antonio Santiz López era el jefe de la cuadrilla armada de la comunidad Los Chorros que se formó días después del deceso de Agustín Vázquez Secum para defenderse de los ataques zapatistas.

En su declaración ministerial (recogida por Héctor Aguilar Camín en su crónica Regreso a Acteal), Méndez y Pérez relataron que el día que asesinaron a Agustín Vázquez Secum, el 17 de diciembre de 1997, Felipe Luna Pérez llamó de Pantelhó a la caseta telefónica de Los Chorros para pedirle a Antonio Santiz López que enviara a un grupo de jóvenes a cuidar Quextic, y que por esa labor recibiría cada uno 15 mil pesos. Al final sólo les entregaron la mitad de lo prometido.

“A las seis de la mañana del siguiente día la cuadrilla salió rumbo a Acteal Alto, al otro lado de la montaña verde que escolta la comunidad de Los Chorros, con Roberto Méndez al frente y cinco más: Lorenzo Pérez Vázquez, José Mucio Vázquez Luna, Julio López Hernández, Agustín López Hernández y Agustín Santiz López. Antonio (Santiz López) puso en las manos de los cinco primeros unos cuernos de chivo con varios cargadores de reserva, y una Uzi en manos de Agustín, su pariente”.

Luego de caminar cuatro horas, la familia Luna Pérez informó a Roberto Méndez que no sólo querían protección para Quextic sino también atacar Acteal Centro en venganza por la muerte de Agustín Vázquez Secum, luego convencieron a Santiz López de autorizar la incursión y así lo hizo.

Los hermanos Alejandro, Manuel, José y Enrique Capote Ruiz se ofrecieron a guiar a la cuadrilla en el refugio de Las Abejas, organización a la que antes pertenecías. Sabían la ubicación de las trincheras.

Para entonces, Roberto Méndez ya había trazado un plan de ataque, mandó a comprar 20 litros de gasolina para quemar una casa en Quextic y lanzar disparos para distraer a los zapatistas que custodiaban el campamento de los desplazados de Las Abejas. El plan no funcionó del todo. Hubo previo enfrentamiento.

A las 8 de la mañana del 22 de diciembre los miembros de la cuadrilla que durmieron en casa de Vázquez Secum se colocaron un pañuelo blanco amarrado en la cabeza o brazo, para evitar confusión, en tanto que Felipe Vázquez se puso un uniforme color azul marino y una botas nuevas de 200 pesos. Salieron rumbo al campamento con sus rifles calibre .22.

La cuadrilla se dividió y luego de un fuerte enfrentamiento alrededor de la iglesia lograron replegar a los zapatistas, con lo que sostuvieron una larga batalla. Según los agresores inició a las 10:30 de la mañana y se prolongó hasta la una de la tarde.

Roberto Méndez señaló en su declaración que luego del tiroteo se encontró tiradas a siete personas tiradas “Escuché que gritaban algunos civiles, algunas mujeres, y me dio mucho coraje. Por coraje reconozco haberles disparado por lo menos a dos personas”.

Lorenzo Pérez insistió en que “nunca fuimos como se dice, a masacrar gente, niños y mujeres. Con quien nos enfrentamos fue con zapatistas encapuchados”. Además mencionó que hubo fuego cruzado, por lo que seguramente los zapatistas también asesinaros a unos cuantos.

A las 2 y media de la tarde regresaron a Quextic, dejando armas y cuerpos tirados. Los reportes, sin embargo, también indican que se siguieron oyendo disparos después de esa hora.

Nada mencionan de los indígenas muertos a machetazos. Los asesinos confesos niegan haber llevado machetes, que hayan apilados los cuerpos.

Agentes municipales llamados por el presidente municipal Jacinto Arias fueron acusados de haber sido ellos los que perpetraron el asesinato.

Santiz López fue detenido y luego liberado ante la falta de pruebas. Fue el hombre que por casi 10 años estuvo invisible para la ley hasta el pasado sábado, cuando se le detuvo por ser presuntamente el autor intelectual de la matanza de Acteal.

45 asesinados

En la cárcel hay cinco asesinos confesos: Roberto Méndez, indígena del barrio de Guayabal de Los Chorros y Lorenzo Pérez, también de Los Chorros; Alfredo Hernández de la comunidad La Esperanza; Felipe Luna y Mariano Luna, ambos cuñados del asesinado Vázquez Secum.

La primera cifra reportada fue de 22 muertos, en el curso de la madrugada subió a 35 hasta llegar a 45: 21 mujeres, 14 niñas, seis ancianos y cuatro niños. Una tzotzil que se salvó aseguró que fueron paramilitares.

El comandante de seguridad pública local, Felipe Vázquez Espinosa, acompañó a efectivos de Los Chorros a comprar tres cuernos de chivo y una caja de cartuchos en San Cristóbal, además de haber ayudado a pasar las armas.