Óleos pacifistas y grafitis en el muro israelí para solidarizarse con Belén en Navidad

Antonio Pita, EFE. Vía El Mundo
22-12-2007

Un soldado que pide la documentación a un burro, o un ratón con un tirachinas decoran estas Navidades el muro israelí en Cisjordania en el marco de una iniciativa artística que mezcla denuncia e ironía.

El proyecto, de nombre 'Santa's Ghetto' (El gueto de Santa Claus), ha reunido a decenas de artistas locales e internacionales que, gratuitamente, han cedido sus obras a una galería o plasmado su grafiti en esta polémica barrera de verjas y hormigón de hasta ocho metros de altura que rodea Belén en tres direcciones.
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"Queremos llamar la atención de mucha gente que está celebrando la Navidad en todo el mundo sobre el hecho de que Belén está rodeada por un muro que impide a su gente desplazarse, trabajar o hacer su vida libremente", explica Tristán Manco, portavoz de la galería donde se exponen algunas de las piezas.

Las paredes y rincones de esta antigua pollería, situada en la misma Plaza del Pesebre de Belén, a pocos metros de la basílica de la Natividad que sitúa el nacimiento de Jesús, están repletas de cuadros y esculturas pacifistas y anticlericales.

Algunas hacen alusión al conflicto palestino-israelí, como un contenedor de basura con un letrero del bloque de asentamientos judíos en Cisjordania Maale Adumim o una maqueta de la ciudad vieja de Jerusalén jalonada de torres militares de control.
Un sangrante globo terráqueo

Otras cargan contra el presidente estadounidense, George W. Bush, quien aparece en un óleo con el ex primer ministro británico, Tony Blair, dejando atrás un sangrante globo terráqueo con una enorme, pero inútil, tirita.

La otra parte de la iniciativa, los grafiti en paredes de Belén y el muro de Cisjordania, son más bien alegorías pacifistas llenas de ironía, como una paloma de la paz con chaleco antibalas, o una pierna que atraviesa la barrera de hormigón, obra del artista español conocido como '3D'.

Cinco composiciones corresponden al famoso y enigmático 'grafitero' británico Banksy, cuyas bromas visuales de fuerte contenido político se venden en las galerías de arte por cifras con muchos ceros desde que se difundió que Brad Pitt y Angelina Jolie habían comprado algunas.

Banksy, quien conserva en absoluto secreto su verdadera identidad, tuvo que huir en Belén para preservar su anonimato cuando una multitud se le acercó mientras dibujaba la citada paloma sobre una pared donde cuarenta personas murieron en la Primera Intifada, según se explica en la página web del proyecto, que revela que un grupo de niños palestinos acabó la ilustración.

Mientras que los grafiti seguirán ahí tras la Navidad, la galería de arte cerrará sus puertas el próximo día 24, tras haber subastado las obras a beneficio de proyectos infantiles de caridad en la zona. Hay quien ya ha pagado hasta 125.000 dólares (87.000 euros) por una pieza de Banksy.
Nueva forma de peregrinaje

"Vamos a ofrecer una Navidad alternativa, como hacíamos en Oxford Street", dice Manco, en alusión a la comercial calle londinense donde la gente hacía sus compras navideñas mientras el Santa's Ghetto original criticaba el consumismo.

En realidad, Santa's Ghetto existe desde hace cinco años en la capital inglesa con el mismo nombre, un juego de palabras con el 'Santa's Grotto', la famosa cueva de Santa Claus.

El proyecto, que ha dividido a la población local entre el entusiasmo y la extrañeza, ha atraído a Belén una nueva forma de peregrinaje, como al joven londinense Daniel, quien visita Oriente Medio por primera vez para ver el proyecto con sus propios ojos.

"Nunca había querido venir aquí por los problemas en la zona y porque no soy muy religioso" y "he descubierto que Londres es más peligroso que Belén", bromea.

De momento y hasta que haga las maletas para dar paso a la Misa del Gallo, 'Santa's Ghetto' seguirá denunciando con irreverencia la situación de los betlemitas.

O como resumen con humor en su página web: "Obviamente, no es el trabajo de una colección inconexa de estúpidos garabateadores decirte lo que está bien o mal sobre esta situación", sino "tender una amistosa mano manchada de tinta a gente normal en una situación extraordinaria".