Colombia: la anexión

Aporrea.org
16/11/09

Estados Unidos concretó en poco tiempo una amarga venganza contra los pueblos de América del Sur que luchan por construir un destino soberano e independiente. Cuando el pueblo ecuatoriano los echó de Manta, buscaron cómo cobrarse con creces la afrenta y acomodar su plan de dominación política y militar, multiplicando su poder de fuego y movilidad en la región.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Washington desparramará en Colombia por lo menos 800 efectivos militares y alrededor de 600 contratistas de la guerra (suerte de mercenarios sin ley), en todos los puntos de la geografía neogranadina. Apuntando hacia el sur frente al Ecuador, al este hacia Venezuela, al norte contra el caribe y al sureste frente a la riqueza de la Amazonía.

La estrategia de Washington está copando, poco a poco, con su presencia militar a todo el continente, rodeando especialmente a Venezuela. Poseen instalaciones militares en Curazao, hacen ejercicios militares en Guyana, tienen acuerdos para mantener personal en Perú y recientemente anunciaron dos nuevas bases en Panamá. Por “coincidencia”, los puntos escogidos por Washington también rodean la Amazonía y las principales reservas naturales del continente. No olvidemos el papel que cumple la IV Flota de Guerra, reactivada por Washington y que tiene como misión vigilar las aguas del Atlántico Sur y el Pacífico Sur.

Según Bogotá y Washington, la profundización de sus acuerdos tiene como objetivo la lucha contra el narcotráfico y los grupos irregulares. La realidad es que desde hace más de 10 años se desarrolla en el vecino país el llamado “Plan Colombia”, con una inversión que ya supera los 8 mil millones de dólares, la mayor parte de ellos invertidos en equipos militares y los resultados sobre la producción de cocaína en la nación neogranadina han sido nulos. Entre 2000 y 2006, los cultivos de coca (en Colombia la coca no se usa con fines culturales ni medicinales) creció en 15 por ciento. Para 2008 la producción de cocaína promediaba las 600 toneladas métricas, cifra similar a las registradas en el año 2000. Estos números no son suministrados por alguna organización de izquierda: son estudios de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC).

Colombia sigue siendo el principal proveedor de cocaína en el mundo, con alrededor del 50% del mercado. Es evidente que si es la lucha contra las drogas lo que une al régimen colombiano con el estadounidense hay dos interpretaciones posibles: o son incapaces e ineficientes totalmente en esa materia, o sus reales intenciones son otras.

Documentos provenientes de organismos e instituciones estadounidenses demuestran, que la lucha antidrogas es sólo una fachada de los verdaderos intereses de Estados Unidos , citamos un párrafo de un documento de la Fuerza Aérea estadounidense sobre el uso que darán a la base aérea de Palanquero: "Estableciendo una Localidad de Cooperación en Seguridad (CSL) en Palanquero apoyará la Estrategia de Postura del Teatro del Comando Combatiente (COCOM) y demostrará nuestro compromiso con la relación con Colombia. El desarrollo de este CSL nos da una oportunidad única para las operaciones de espectro completo en una sub-región crítica en nuestro hemisferio, donde la seguridad y estabilidad están bajo amenaza constante de las insurgencias terroristas financiadas por el narcotráfico, los gobiernos anti-estadounidenses, la pobreza endémica y los frecuentes desastres naturales".

El documento de la Fuerza Aérea estadounidense fechado en mayo de 2009, también cita: "El acceso a Colombia profundizará la relación estratégica con los Estados Unidos. La fuerte relación de cooperación en seguridad también ofrece una oportunidad para conducir operaciones de espectro completo por toda Suramérica, incluyendo el apoyo para las capacidades de combatir el narcotráfico".

El convenio de las bases ha sido denunciado por un expresidente, de los mismos que ha quitado y ha puesto la oligarquía colombiana, Ernesto Samper. Él calificó el acuerdo como la más grave cesión de soberanía de Colombia desde la separación de Panamá. Las bases no son sólo una amenaza para sus vecinos, para la propia nación neogranadina representa un pesado fardo.

Los militares estadounidenses tendrán inmunidad en territorio colombiano, no podrán ser juzgados por tribunal colombiano alguno. Con la actual presencia militar yanqui ya se han presentado casos de funcionarios estadounidenses incursos en violación de menores de edad, que no pueden ser castigados por la justicia.

Colombia sigue siendo el país con mayor número de sindicalistas asesinados al año, la mayor cantidad de casos de amenazas contra organizaciones de derechos humanos, y la presencia yanqui, no será precisamente un factor de pacificación social. Amplios sectores de la sociedad colombiana han sido desplazados y excluidos, millones de personas obligadas a emigrar, una problemática social profunda que no se resuelve con ninguna base ni con ningún avión F16.

Para el actual gobierno estadounidense, el tema de las bases refleja la verdadera cara de un imperio, que cambia de máscara pero siempre es el mismo rostro. La administración de Obama ha reiterado que no firmará con Colombia un tratado de libre comercio ya que es un país donde se violan de forma sistemática los derechos humanos y los derechos laborales. No firma un TLC pero si firma la orden de siete puñales.

Las bases son una declaración de guerra para un continente que se estaba saliendo del corral diseñado en la Casa Blanca y el Pentágono. Ante la Unión Sudamericana de Naciones, siete bases, ante el Consejo Sudamericano de Defensa, la IV Flota. Estados Unidos tiene sus peones locales, paramilitares, grupos de poder de la derecha que no están dispuestos a perder ni uno sólo de sus privilegios, son la macabra comparsa de la estrategia.

No es extraño que en Venezuela, en Bolivia, en Paraguay se haya denunciado la presencia de bandas armas de la ultraderecha, que imitan el fenómeno creado por el estado colombiano para ejercer un sanguinaria guerra sucia contra su pueblo.

Golpe de estado en Honduras, ruido de sables en Paraguay, espionaje contra Venezuela, Ecuador y Cuba, acecho constante a la Amazonía, al Acuífero Guaraní. Los intereses del Imperio no tienen límites y plantea la guerra como su método para arrebatar cuando no puede quitar. Hay que prepararnos para lograr y mantener la paz.

0 comentarios: