Actualización: Las palabras del "Chacal" de Austria o un viaje a lo peor del ser humano
infobae.com
08/05/08
Las autoridades dejaron trascender más palabras de Josef Fritzl, la bestia que mantuvo 24 años a su hija secuestrada y con quien tuvo seis hijos producto de reiteradas violaciones. Sus palabras desafían el entendimiento humano y muestran que se trata de un psicópata.
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El chacal de Austria, Josef Fritzl, culpó a los nazis por su retorcida moral. Informa The Telegraph que la Alemania nazi de Hitler le inculcó "un alto respeto por la decencia y la rectitud".
Alega que "rescató" a Elisabeth, cuando tenía 18, la niña que hoy se conoció deseaba irse de su casa en aquellos años, "para que no saliera a bares sórdidos" donde "fumara o bebiera".
Afirmó que nunca tuvo la intención de violarla -porque "no era un hombre para abusar de niños"- pero sintió un "abrumador" deseo de "probar lo prohibido". Añadió que, durante los actos incestuosos, él pensaba en su propia "solitaria" infancia. Expresó también que quiso más niños para "tener siempre alguien con quién jugar".
Josep Fritzl sabía que su hija, a quien describió como "una espléndida madre y ama de casa", sufría mientras la violaba, pero que no podía frenar. Admitió sentimientos incestuosos para con su madre, que describió como "la mejor mujer de todo el mundo".
En unas notas escritas desde su celda, conocidas a través de su abogado, escribió: "Siempre tuve alta estima por la decencia y la rectitud. Crecí en tiempos nazis, cuando la disciplina dura era algo muy importante. Pertenezco a una vieja escuela de pensamiento que ya no existe hoy. Crecí en tiempos nazis y eso significaba que era preciso el control y el respeto a la autoridad. Supongo que tomé algo de esos valores en mi vida posterior, subconcientemente, por supuesto".
Sobre el rapto de Elisabeth, explicó que "cuando llegó a la pubertad dejó de obedecer todas las reglas, iba a bares sórdidos y pasaba todas las noches allí bebiendo y fumando".
Entonces afirmó: "Sólo traté de rescatarla de esa vida. Incluso había huído dos veces de casa y se la asociaba a mala gente que no era buena para ella. La traía a casa cada vez que se iba, pero volvía a escapar. Traté de rescatarla del pantano y le organicé empleos como mesera, pero a veces no iba a trabajar".
El chacal de Austria confesó haber estado "forzado a actuar y a hacer algo al respecto". Agregó: "Tuve que crear un lugar donde mantener a Elisabeth separada del mundo, y estaba listo para usar la fuerza".
En la cárcel, se conoció, los presos llaman a Fritzl "Satán". Hoy admitió haber mentido a trabajadores sociales que por años pasaban por su casa para ver si todo estaba bien. Mencionó haber viajado kilómetros para comprar remedios, ropa y cosas de almacén para Elisabeth y los hijos encerrados. "Quería tener hijos con ella. Sé que ella no quería que le hiciera las cosas que le hice, yo sabía que ella sufría, pero la urgencia por probar lo prohibido me superó. Era una obsesión".
Fritzl encerró a Elisabeth en 1984 ý fue liberada hace semanas. "La pulsión por tener sexo con Elisabeth sólo crecía y crecía. No había salida, ni para Elisabeth ni tampoco para mí". Dijo también que por miedo a que lo arrestaran no liberó a su hija, que el crimen expondría a su familia ante todo el mundo. Sobre su estricta madre, que lo crió sola, afirmó que él era como el esposo que no tuvo. "No hubo nada entre nosotros, pude mantener mis deseos bajo control".
Mañana Fritzl irá a la corte donde un juez considerará si mantiene su detención, ya que expiran los 14 días de custodia investigativa.
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