Los peligros del WI FI

Por Paul Benkimoun
La Nación / Le Monde/The New York Times Syndicate

Estudios sugieren que ondas son dañinas para la salud

París ya estudia prohibirlo en sus bibliotecas. El personal se ha quejado de dolores de cabeza, vértigos y dolores musculares. Después de la telefonía móvil, es el turno del Internet inalámbrico de estar en banquillo. ¿Qué se sabe de los riesgos relacionados con las tecnologías que emplean las ondas de radiofrecuencia?

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La principal dificultad para determinar los potenciales peligros del Wi Fi proviene del hecho de que esas tecnologías se han propagado en forma rápida y masiva y que evolucionan mucho más rápido que las investigaciones sobre su inocuidad. "Sabemos poco sobre Wi Fi, las frecuencias empleadas en la actualidad y las de mañana. No hemos tenido tiempo de estudiarlas", concede Paolo Vecchia, del Departamento de Tecnología y Salud del Instituto Nacional de la Salud en Roma.

Presidenta de la asociación para una reglamentación de las implantaciones de antenas-relevos de telefonía móvil (Priartém), Janine Le Calvez cita estudios in vitro que evidencian "efectos genotóxicos" de las ondas de radiofrecuencia. "El informe Reflex indica que las radiofrecuencias de 2.450 MHz -aquellas que son empleadas para la Wi Fi, poseen efectos sobre el ADN, afirma Le Calvez. Esos resultados concuerdan con los estudios epidemiológicos sobre la telefonía móvil que muestran un aumento de los riesgos de tumores".

La doctora Elisabeth Cardis, del Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer de Francia (CIRC), coordina el estudio epidemiológico internacional Interphone llevado a cabo en trece países sobre los vínculos eventuales entre telefonía móvil y tumores de la cabeza. "Ciertamente no se puede decir que no hay nada en los grandes usuarios de telefonía móvil", reconoce. Incluso si no se pueden excluir sesgos, los resultados del estudio olvidados hasta ahora muestran en efecto un aumento del riesgo relativo, a veces hasta dos veces más, de varios tumores de la cabeza (gliomas, meningiomas, neuromas de la acústica y tumores de la glándula parótida).

Responsable del capítulo francés de Interphone, Martine Hours (Universidad Claude-Bernard de Lyon) insiste sobre el interés de medir las exposiciones a las ondas de radiofrecuencia. Con Elisabeth Cardis, participó, junto a Jean-François Viel, en mediciones de la exposición a las radiofrecuencias en la población general ante 440 personas, en Lyon y en Besançon (al Este de Francia). Presentados durante una reunión de la Fundación Salud y Radiofrecuencia, los resultados muestran que "la gran mayoría de las exposiciones a las radiofrecuencias se debe a tres factores: el teléfono móvil, el teléfono inalámbrico de la casa y el horno de microondas. Las antenas-relevos, de televisión y radio FM, contribuyen muy poco".

Pocos datos

Pocos datos científicos existen sobre eventuales problemas sanitarios vinculados con la Wi Fi. "Uno se puede preguntar si es posible y realista emprender estudios epidemiológicos difíciles, costosos y muy largos para cada tecnología o si no será mejor extrapolar a partir de los resultados obtenidos con la telefonía móvil", sugiere Paolo Vecchia.

Wi Fi podría plantear menos problemas que el teléfono móvil, que emplea una frecuencia más baja. "La energía electromagnética penetra menos profundamente a medida que la frecuencia aumenta", argumenta Vecchia. "Mientras más elevada es ésta, más localizada es la absorción de las ondas en las capas superficiales del organismo", indica por su parte Olivier Merckel, de la agencia francesa de seguridad sanitaria del medio ambiente y del trabajo (Afsset). Además, contrariamente a lo que sucede con el teléfono móvil, pegado a la cabeza, las personas siempre están a al menos uno o dos metros de las estaciones de base de Wi Fi".

Los ministerios de la Salud y de la ecología de Francia le pidieron recientemente a la Afsset un informe sobre la radiación no ionizante, especialmente respecto de la Wi Fi y el empleo de los teléfonos móviles para los niños. Debería ser entregado a fines de 2008.

Mientras tanto, se recomiendan precaucione simples: emplear un dispositivo manos libres con el teléfono móvil y no colocar su computador portátil contra el cuerpo sino más bien sobre una mesa. En fin, existe un consenso para incitar a no dejar que los niños usen teléfonos móviles.