Primera baja para la cumbre nuclear

Rupert Cornwell*
Página 12
10/04/10

El premier israelí no irá para eludir los cuestionamientos de los países musulmanes



Egipto y Turquía quieren discutir en la cumbre el arsenal no declarado de Israel, que los analistas calculan es de 200 cabezas de ojiva, mientras las potencias occidentales tratan de forzar a Irán a que detenga su programa nuclear.

Desde Washington

Turquía insiste en que presionará por el desarme nuclear de Israel como parte de un Medio Oriente libre de armas nucleares en la cumbre de la semana que viene en Washington, aunque el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, decidió no asistir a la reunión. La posición, confirmada ayer por la cancillería de Ankara, es una señal más de que el arsenal no declarado del Estado judío, que los analistas calculan es de 200 cabezas de ojiva, es improbable que desaparezca como tema mientras las potencias occidentales tratan de forzar a Irán a que detenga su programa de enriquecimiento, la parte clave de sospechado intento de Teherán de adquirir armas nucleares.

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Netanyahu anunció su decisión de no asistir en medio de informes que tanto Turquía como Egipto tenían la intención de usar la cumbre de seguridad de 47 naciones para poner a Israel en el centro de la escena. Será reemplazado por Dan Meridor, su vice, y el ministro de Israel a cargo de la inteligencia y la energía atómica. La pelea surgió porque Irán señaló su determinación para seguir adelante con un programa nuclear anunciando que había desarrollado centrifugadores más rápidos para el enriquecimiento de uranio.

“Recientemente supimos que algunos países iban a usar la conferencia como un medio para criticar a Israel”, dijo un funcionario en Jerusalén. Pero otras fuentes sostuvieron que el primer ministro también se quedaba lejos de Washington para evitar otra confrontación con Obama sobre su negativa a abandonar la construcción de los asentamientos en Jerusalén Este, una disputa que dejó a las relaciones entre Israel y su aliado más importante en su punto más bajo en los últimos años.

Egipto, en especial, hace tiempo que pide una declaración de la ONU en Medio Oriente como una región libre de armas nucleares. Sus esfuerzos han estado basados en la negativa de Israel y de Occidente de reconocer formalmente que Israel tiene tales armas, pero la crisis iraní está empujando el tema al frente de la escena nuevamente.

Oficialmente, la política de Jerusalén es una de “ambigüedad” unida con la seguridad de que no será el primero en introducir armas nucleares a la región. Wa-shington, por su parte, mantuvo un estricto silencio sobre el tema, aunque la mayoría de los expertos fuera del gobierno creen que Israel es una potencia nuclear.

Ayer, la Casa Blanca minimizó el giro de Netanyahu, cuya ausencia será más que compensada por la asistencia de Hu Jintao, el presidente de China. “Obviamente nos hubiera gustado tener al primer ministro, pero el viceprimer ministro estará liderando la delegación y será una robusta delegación israelí”, dijo a los periodistas el general James Jones, un consejero de seguridad nacional de Obama en el Air Force One, cuando el presidente Obama regresaba a Washington desde Praga donde había firmado una pacto de reducción de armas nucleares con el presidente ruso Dmitry Medvedev. Las relaciones entre Estados Unidos e Israel estaban “andando bien y en forma continuada”, insistió el general Jones.

La cumbre apunta a fortalecer la cooperación internacional para salvaguardar materiales nucleares y luchar contra el terrorismo nuclear. Pero los esfuerzos para frenar las ambiciones nucleares de Irán seguramente serán importantes.

La conferencia es la última de una serie de eventos este año que Obama espera que muestre su visión de un mundo libre de armas nucleares, que esbozó por primera vez en un discurso en la capital checa en abril de 2009. Esta semana la administración emitió una actualizada posición de la estrategia nuclear restringiendo las circunstancias en que Estados Unidos podían usar tales armas.

Dos días más tarde, Obama firmó el nuevo pacto nuclear con Moscú. El mes próximo va a la ONU para una conferencia para rever el Tratado Nuclear de No Proliferación (NPT) de 1970, armado con pruebas que demuestran que las potencias nucleares están reduciendo sus arsenales, cumpliendo su parte del NPT, firmado con estados no nucleares.

Pero la reunión seguramente verá más presión de los Estados árabes para obligar a Israel a ser franco con sus capacidades nucleares.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.

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