Asesinan a mujer porque la música de la fiesta estaba alta
05/04/10
El Universal
La explosión del escopetazo apagó las voces que intercambiaban insultos y reclamos. Un grito desgarrado rompió aquellos segundos de confusión: "¡Dariiiilyyyys!".
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El plomo que escupió la escopeta se dividió en tres. Todos alcanzaron a Darilys Coromoto Sarmiento Lascarro: dos en el pecho y el tercero en la parte baja del mentón.
El hombre que cargaba el arma era vecino de la casa donde ella estaba de visita, en la calle La Cabrera del sector Gavilán de El Hatillo. Junto con su mujer, el asesino salió a reclamarle a los dueños de la casa (amigos del esposo de Darilys) que la música estaba muy alta y ya era muy tarde: 12:30 de la noche de jueves para viernes.
Mientras la mujer reclamaba a gritos, su marido -Reinaldo Sánchez Parra- disparaba la escopeta. Así lo relató el esposo de Darilys, Alfredo Segundo Ramírez Carrasquero. "Ese hombre está fugado, pero la policía ya tiene todos los datos", aseguró el viudo.
Aunque Darilys se desmayó de inmediato y ya no recobró la conciencia, lo dispusieron todo para llevarla hasta un centro asistencial. El hermano del asesino, recordó Alfredo, fue el que más colaboró. "Él nos llevó hasta el CDI de Baruta. Pero mi mujer ya estaba muerta", recordó con la voz cortada.
En el módulo aceptaron el cuerpo. Los funcionarios de la morgue de Bello Monte llegaron pasadas las 4 de la tarde del viernes a buscar el cuerpo de la muchacha de 20 años.
Darilys tenía un año casada y vivía con su marido por Las Minas de Baruta desde entonces. Aún no tenían hijos. Ella no trabajaba, él sí: "Soy oficial de seguridad de Plan Suárez".
Él y todos los deudos solo quieren justicia: "¿Cómo es posible que esto pase? Ese hombre debió estar drogado. ¡Cómo va a salir disparando para reclamar que la música está muy alta!", dijeron.
La mataron frente a su hijo
"El hombre entró sin hacer ruido. Alcanzó a Eukerín, que estaba sentada en el sofá de la casa, en la sala, viendo televisión con su hijo de un año. La apuntó y le disparó una sola vez directamente a la cabeza. Luego huyó. Yo me escondí y después salí. Cuando la vi tirada, la cargué y la saqué de la casa, pero no pude. La dejé en las escaleras de afuera".
Esa es la versión que dio el esposo de una joven de 17 años -que fue asesinada dentro de su casa en el barrio El Ciprés, sector La Acequia, de Macarao- a la familia de la muchacha.
Ellos llegaban el viernes a las 9:16 pm de visitar a una tía del del esposo de la chica. A la casa entraron la muchacha, el bebé de un año, el esposo de la joven y el hermano de él. Al poco rato pasó todo.
"Por eso que pasó el esposo de mi muchacha está preso. Yo ni sé cómo se llama. Yo nunca quise que ella se fuera a vivir con él... Pero ella ya estaba decidida a dejarlo y se lo había dicho... ahora viene y me le pasa esto", dice entre lágrimas Sandra Ponza, tía de la joven asesinada. La chica no trabajaba y hacía año y medio había abandonado el liceo. "Ella era sana. Él: no sé. A lo mejor algo tuvo que ver. Por algo está preso", agregó la entristecida mujer.
Darilys y la adolescente se sumaron a la cifra de mujeres asesinadas durante Semana Santa. Hasta este sábado eran cinco las que murieron en Caracas. Pero ellas además fueron de los 89 cuerpos que, desde el Viernes de Concilio hasta el Sábado de Gloria, entraron a la morgue de Bello Monte por distintas causas violentas, así lo informaron fuentes del Cicpc.
iiglesias@eluniversal.com
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