Mentiras y hechos en la Guerra mediática contra Cuba

07/04/10
Red Voltaire

La manera como la prensa comercial ha tratado e informado al mundo entero acerca de la muerte de Orlando Zapata y la manifestación de las Damas de Blanco en Cuba demuestra —como si tratara de un caso de estudio— los hechos siguientes: las imputaciones vehiculadas por los medios de comunicación dominantes son deliberadamente falsos. No se trata de una mentira divulgada por un diario en particular sino de una campaña masiva a la cual todos participan. Sin embargo ningún holding de prensa tiene un interés directo o nada que ganar de esta manipulación. Se trata entonces de la respuesta de un sistema político que se protege denigrando un modelo contestatario.

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La guerra mediática contra Cuba, que en estos días desarrolla otro de sus episodios habituales, se basa en cuatro mentiras fundamentales:
a) Los prisioneros en Cuba que son objeto de controversia, se encuentran encarcelados por sus ideas políticas [1].
b) El prisionero cubano Orlando Zapata Tomaya, que murió recientemente a causa de la huelga de hambre que él mismo se impuso, estaba en prisión por razones políticas [2].
c) Zapata Tomaya murió como resultado de despreocupación o incluso acción deliberada de los médicos y las autoridades políticas cubanas.
d) Las Damas de Blanco [3] fueron hostigadas físicamente por otros ciudadanos y luego detenidas violentamente por las autoridades cubanas en La Habana día 18 de marzo, 2010.

Muchos de los medios de difusión e información masiva controlados por las oligarquías en América del Norte y Europa, y la propia Unión Europea, se han abrogado el derecho de mentir sobre Cuba y otros países que no encajan dentro del paradigma norteño de “estados aceptables”. Y, peor aún, el monopolio mediático ni siquiera siente la necesidad de responder a esta grave acusación. Por eso la lucha por decir la verdad y oponerse a las mentiras divulgadas deliberadamente en los medios es algo que reclama recibir la máxima atención.

A continuación transcribimos parcialmente la entrevista realizada el 8 de Marzo de 2010 por Bill Maher en el canal HBO (EEUU), al actor y productor de cine estadounidense Sean Penn, en la que se manifiesta el tópico de las tergiversaciones y mentiras de los medios. Lo que en ella se refleja, es aplicable completamente a todos los temas que están siendo manipulados actualmente por los medios en sus sistemáticas mentiras:

— “MAHER: Su imagen [se refiere a Chávez] es exactamente la de un bufón. Usted ha estado allí. Usted lo conoce. Usted ha hablado con él. Eso es todo lo que yo conozco acerca de Hugo Chávez, es lo que yo he leído en los medios. Un dictador, se ha apoderado de muchas de las esferas del gobierno, pretendiendo ser Presidente vitalicio. ¿Qué Usted conoce que yo no conozca, y que pudiera hacer que yo no tuviera esta visión tan desagradable sobre este sujeto?
— PENN: Yo pienso que si Usted está más contento con el 20 por ciento de la población teniendo acceso a sus sueños, acceso al sentimiento de que ellos tienen una identidad y una voz. Si está bien que sea el veinte por ciento, frente al ochenta por ciento al que Chávez le ha dado esa posibilidad, entonces Usted puede criticar a Hugo Chávez. Usted sabe, hay una serie de cuestiones que simplemente se pierden de perspectiva en los análisis. A nosotros en los Estados Unidos nos es difícil ponernos en el lugar, en lo que ha sido la historia de Venezuela, la historia de América Latina y de muchos otros lugares. Nosotros somos muy mono culturales. Y además estamos hipnotizados por los medios. Por ejemplo, Hugo Chávez. ¿Quién Usted conoce aquí que se haya sometido a catorce procesos de elecciones de las más transparentes en el globo, y haya sido electo democráticamente como lo ha sido Hugo Chávez?.... La coyuntura de la colaboración en Haití [con Cuba y Venezuela], cuando Usted habla de Hugo Chávez, y algunas de las otras personas que han sido demonizadas.... Porque cada día, este líder electo, aquí es llamado dictador, ¡y nosotros simplemente lo aceptamos! Y lo aceptamos. Y esto son los medios principales, quienes deberían – de verdad, debería haber un límite que si se cruza, uno vaya a prisión por este tipo de mentiras.
— MAHER: Tengo que moverme a un panel.
— PENN: Lo siento,
— MAHER: No, algún día lo tendremos de nuevo a Usted por aquí para hablar de si Chávez es un dictador o no.”

Viendo este programa de televisión, fue obvio que Maher se molestó mucho por lo que Penn subrayaba. A veces una imagen es más rica que mil palabras. Pero en este caso las palabras son también muy importantes. Maher cambió de tema diciendo que tenía que ir a un panel con participantes del programa. Pero en realidad esto no era verdad. Maher simplemente cambió de tema, e hizo algunas bromas con Penn. Maher dijo que tendría de vuelta a Penn en la TV “para hablar de si Chávez es un dictador o no.” Pero este no era el tema planteado por Penn, quien rechazó la acusación contra Chávez simplemente planteando los hechos de acuerdo a idénticos criterios que los que los círculos gobernantes estadunidenses se aplican a sí mismos, los de las victorias electorales. El tema era y sigue siendo: ¿cómo es que no hay responsabilidad, que no existe necesidad de rendir cuenta de parte del monopolio de los medios? ¿Por qué pueden repetir mentiras y seguir adelante sin más, y no existen medidas en contra, que obliguen a estos que están hacienda lo que comúnmente se llama prensa amarilla? Los medios colaborando con los círculos gobernantes deliberadamente y diciendo mentiras es una actividad muy seria que incluso puede contribuir a las guerras y las agresiones. Los pueblos del mundo han aprendido esta cruel experiencia desde el tiempo de los Nazis hasta los hechos que condujeron al involucramiento de Bush en la guerra de Iraq.

En este contexto de autoproclamado derecho a mentir, examinemos los cuatro puntos señalados al inicio con respecto a Cuba.

En primer lugar, los prisioneros cubanos que son objeto de atención no fueron juzgados y posteriormente condenados por sostener criterios políticos contrarios al sistema político en ese país. Cuba, como la mayoría de los países del Norte, tiene una legislación que considera ilegal las acciones de los individuos que colaboran con una potencia extranjera en contra de su propio país. Tomemos el caso de los EEUU. Por ejemplo, la Oficina para el Control de Activos en el Extranjero (OFAC por sus siglas en inglés) es una agencia del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y deriva su autoridad (entre otras fuentes) del Acta de Comercio con el Enemigo. Cada año el Presidente de los EEUU firma un memorándum a favor de la continuación por un año más de la aplicación del Acta de Comercio con el Enemigo para el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, como hizo Obama el 11 de Septiembre de 2009. No solo técnicamente sino por sus acciones y propósitos, los Estados Unidos están llevando a cabo una guerra contra Cuba para cambiar su sistema político. De acuerdo al Código Penal de los EEUU, al amparo del Capítulo 115 titulado Traición, Sedición y Subversión, la Sección 2381 estipula que “… Ha cometido el delito de traición cualquiera que debiéndole fidelidad a los Estados Unidos, le hace la guerra o se asocia a sus enemigos, ayudándolos, dentro o fuera de los Estados Unidos.” Y estipula que la persona que incurre en ese comportamiento tipificado como delito de traición puede ser “sentenciada a muerte o encarcelada por no menos de cinco años, y multada por no menos de 10 mil dólares; y estaría inhabilitada para asumir cargo público alguno en los Estados Unidos”. En otras palabras, un ciudadano estadounidense que colabora con un país que los EEUU consideren en guerra con ellos, puede ser condenado a muerte, por ayudar a esta potencia extranjera.

Cuba, como muchos otros países tienen una legislación similar. En el año 2003 unos cubanos fueron juzgados, encontrados culpables y condenados a prisión, por trabajar estrechamente al servicio de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, que los financiaba y les brindaba recursos materiales para subvertir el orden constitucional en la isla. Estos datos han sido publicados y pueden ser corroborados por cualquiera.

En segundo lugar, Zapata no fue juzgado y condenado por hechos que se aproximen en lo más mínimo a hechos políticos. Los medios masivos precisamente repiten lo que quieren que se trague la opinión pública. De hecho Zapata desde 1988 ha estado envuelto en todo tipo de actividades delictivas, pero ninguna de ellas política. Había sido arrestado y condenado en varias ocasiones por perturbar el orden público, dos cargos de fraude, exhibicionismo, lesiones y posesión de armas, no armas de fuego. En el año 2000 le fracturó el cráneo a un ciudadano cubano, y una vez en prisión, acumuló un amplio expediente de violencia contra las autoridades de la prisión. Fue puesto en libertad bajo palabra en marzo del 2003, once días antes del arresto y enjuiciamiento que se llevó a cabo con los que los medios fuera de Cuba comenzaron a llamar disidentes políticos. Cometió otro delito el 20 de marzo, y fue de nuevo internado en prisión. Aunque este último suceso de Marzo del 2003 coincidió en el mes con los juicios de los llamados disidentes, su regreso tras las rejas no tuvo nada que ver con estos hechos, sino que fue una coincidencia que fue utilizada por los disidentes y los EEUU para presentar a Zapata después de los hechos como un prisionero político. Las muy pocas veces que los medios masivos han hecho incluso una vaga referencia a las quejas de Cuba respecto al verdadero expediente judicial de Zapata, ha sido invariablemente en términos que tratan de ridiculizar la credibilidad de la posición cubana, pero nunca brindando al público los hechos mencionados anteriormente, todos los cuales son perfectamente accesibles en la prensa cubana.

En tercer lugar, Zapata Tomaya no murió como resultado de la falta de atención o de acciones deliberadas de los médicos cubanos, ni de las autoridades de la prisión u otras instituciones. Un reportaje especial de la televisión cubana día 1 de marzo explicó los detalles que dieron por consecuencia su muerte, mostrándose en dicho reportaje un video que aún está disponible en Internet para los periodistas extranjeros interesados en la verdad. En el video podemos ver y oír a los doctores cubanos, especialistas en nutrición, y otros, testificando como hicieron todos los esfuerzos posibles por salvar su vida. Se explicó con mucho rigor científico, como se le mantuvo con vida mediante sueros y otras técnicas, pero al negarse la persona a ingerir alimentos comenzaron a deteriorarse órganos en un proceso irreversible que condujo a su muerte pese a todos los esfuerzos. Una sicóloga explicó como ella trato de convencer a Zapata a que abandonara su huelga de hambre y acudiera a otros métodos para presentar sus demandas y hacer que fueran atendidas. El video muestra también como la propia madre del recluso expresa que su hijo había recibido la atención de los mejores médicos cubanos, por lo cual ella estaba muy agradecida. Y, un detalle muy importante que se puede apreciar es que estas declaraciones de la madre fueron grabadas y filmadas en conversaciones totalmente espontáneas, sin que ella tuviera conocimiento de que eso se hacía, lo cual borra cualquier suspicacia de quien quiera afirmar que fueron declaraciones hechas bajo presión de las autoridades. El hecho de las declaraciones brindadas con posterioridad por la madre de Zapata, en las cuales culpó a las autoridades cubanas, es algo que refuerza aún más la afirmación de como el fallecido prisionero y su madre han sido manipulados por las fuerzas que, más que pretender condenar el tratamiento al prisionero, están persiguiendo objetivos puramente políticos en una campaña más de desinformación para incriminar a Cuba de supuestas conductas violatorias de los derechos humanos.

¿A quién creer? ¿Por qué no muestran el video cubano, y le dan al público la posibilidad de que saquen sus propias conclusiones sobre el caso, en lugar de seguir constantemente insistiendo en repetir la mentira al mejor estilo Goebbeliano? Observando repetidas veces y con mucha atención, el video original mostrado en la televisión cubana y disponible en Internet posteriormente, constatamos una vez más al oír las palabras, las explicaciones y el estilo de trabajo que se desprende de todo lo expuesto por los especialistas cubanos, que nos encontramos ante un modo de proceder que es manifestación de uno de los rasgos más relevantes de las sociedad cubana y su cultura política. Cualquier investigador o periodista no cubano que pase algún tiempo en la isla y se halle seriamente interesado en Cuba, conoce que la cubana es una sociedad profundamente humanitaria en la cual el ser humano y la vida en sí, son colocados en un muy alto pedestal. La humanidad es algo muy sagrado para los cubanos, algo intocable, y los valores que respaldan y fundamentan estas concepciones son aplicables a todos los seres humanos en la isla, independientemente de consideraciones de cualquier tipo. Y, si esto fuera poco, son valores que los cubanos han sabido extender con su sacrificio mucho más allá de sus fronteras geográficas. Los comentarios y la sinceridad exhibida por los especialistas cubanos son parte de la vida cotidiana de los cubanos, para los que estamos familiarizados con la vida de ese pueblo, el testimonio visto en la TV refleja un proceder que es algo perfectamente normal y natural, que es de esperar en Cuba siempre en cualquier circunstancia.

Es importante que los medios masivos del sistema capitalista traten de mantener esta imagen acerca de Cuba lejos del alcance de la opinión pública, para manipular las situaciones según su conveniencia en cada caso que lo requiera. Mientras que el planeta entero estaba concentrado en los sucesos de Haití después del terremoto del 12 de Enero, los medios de los EEUU que se encontraban en el aire con las últimas noticias sobre los acontecimientos las 24 horas durante varias semanas, siempre encontraron una forma de ocultar de la opinión pública que los trabajadores de la salud cubanos y otros especialistas habían estado en Haití trabajando esforzadamente durante once años y que el 12 de Enero no solo continuaron sino incrementaron su asistencia a este pueblo. Sean Penn tuvo el coraje de mencionarlo en la entrevista. Cuesta mucho trabajo imaginar cómo es posible que los periodistas estadounidenses, con toda la técnica más avanzada y su alta especialización, pudieran pasar todo el tiempo que pasaron en Haití, y nunca se cruzaran con un médico cubano o alguno de los trabajadores de la saludo que allí prestaban sus servicios, o con alguno de los miles de miles de haitianos que han sido tratados y en muchos casos salvados por las misiones médicas cubanas durante los últimos once años y en las semanas que siguieron al terremoto. Este bloqueo informativo es algo muy deliberadamente concebido y organizado, porque cuando la ocasión se presenta, como con el caso de la muerte de Zapata actualmente, ello hace mucho más fácil que la opinión pública pueda comprar mentiras como la de que las autoridades de salud cubanas y el sistema de salud cubano carece de corazón y sentimientos humanitarios en lo más mínimo. Esto sin ignorar que, por supuesto, situaciones como la de Zapata no se pueden comparar con situaciones como las de Haití. Pero cuando una sociedad entera y una profesión como la médica se basan en el respeto a la humanidad, en la preservación de la vida de los seres humanos, estos principios se aplican en todos los casos por encima de cualquier otra consideración.

Cuba es una sociedad entrenada durante más de cinco décadas en la paciencia y en la educación para tratar de corregir errores de cualquier tipo y resolver sus problemas. Puede ser al nivel de los CDR (Comités de Defensa de la Revolución), en las discusiones de las Asambleas Municipales y los Consejos Populares, órganos del gobierno más directa e inmediatamente vinculados a los ciudadanos en los barrios y centros de producción y servicios, en las reuniones de rendición de cuenta de los representantes electos a los órganos del Estado con sus electores, o en las discusiones y consultas durante los trabajos de las comisiones de la Asamblea Nacional, el parlamento cubano, o sus comisiones permanentes de trabajo, en los centros de trabajo. Pero en todo caso los problemas de la sociedad cubana son analizados sobre la base de la paciencia, la comprensión y la educación, como fundamento de la autocrítica del sistema sobre sí mismo. Bien sea que se trate de resolver algún de los problemas cotidianos, o incluso una violación de la ley simple o un delito de mayor gravedad, que involucre a individuos o a grupos de ellos, es destacable como se puede directamente dar fe de la paciencia con la cual se procede, siempre buscando procedimientos educativos como la vía principal para cambiar las conductas que afecten a la sociedad. Y en el caso que nos ocupa, se confirma como un hecho plausible pero completamente normal lo que observamos en el video, cuando los profesionales de la salud atestiguan como hicieron todo lo que estuvo a su alcance para tratar de salvar la vida de Zapata. Así es como se procede en Cuba.

No es una casualidad que en determinado momento la administración de Bush decidió finalizar abruptamente la mayoría de las visitas educacionales de ciudadanos norteamericanos a Cuba; los jóvenes que viajaban de visita a Cuba y sus profesores, en su inmensa mayoría veían a través de los medios mentiras con respecto a Cuba, y en sus viajes tuvieron la posibilidad de apreciar al menos un aspecto esencial: Cuba es una sociedad pacífica que se fundamenta en el valor de los seres humanos, y esto trasciende cualquier otra consideración posible; ello es aplicable en todas las circunstancias. Los estudiantes regresaban a los EEUU con una visión de la sociedad cubana completamente opuesta a la difundida por los medios masivos de ese país.

La cuarta mentira que se encuentra circulando tiene que ver con las Damas de Blanco, referente a que fueron amenazadas y agredidas físicamente por ciudadanos y luego violentamente reprimidas por las autoridades cubanas durante su reciente manifestación en La Habana. ¿Quiénes son las Damas de Blanco y cuál es su importancia? Desde 1960 el gobierno de los EEUU ha estado apoyando oficialmente la formación y desarrollo de “grupos de oposición” en Cuba, con estrechos vínculos con los EEUU. Más recientemente en Julio de 2006 un documento de los EEUU titulado Comisión para la Ayuda a una Cuba Libre (Commission for Assistance to a Free Cuba) [4], de nuevo establece específicamente que estos grupos necesitan “programas bien financiados concebidos para fortalecerlos” y destaca la necesidad de “construir un consenso internacional en apoyo a estos grupos” (página 16). Y en el documento hay varios grupos e individuos mencionados explícitamente: uno de ellos es el de las Damas de Blanco. Un individuo que también explícitamente recibió el sello de aprobación alrededor de cuatro años atrás es Guillermo Fariñas, quien según el documento de los EEUU en ese momento se encontraba “comprometido en una sostenida huelga de hambre” (página 19). Al momento de escribir estas líneas dicho individuo se encuentra aún en huelga de hambre, y está siendo manipulado en el mismo modo que ha sido y sigue aún siendo manipulado Zapata después de su muerte.

Los medios masivos incluyen videos de YouTube y reportes acerca de los recientes incidentes con las Damas de Blanco. Este YouTube es un reflejo de los reportes sesgados, basados en mentiras, consistentes en montajes de determinadas filmaciones, aún de fotógrafos que pueden o no haber tenido relación alguna con los eventos del día en cuestión, con descripciones verbales de los sucesos, todo editado de conjunto para dar una impresión de violencia. No obstante, uno puede mirar el video original complete sin editar que fue mostrado al mundo en televisión, ignorando la parte del audio que afirma varias veces que se usó violencia por parte de los pro cubanos contra las Damas de Blanco y que la policía las tomo violentamente bajo su custodia. Los hechos son que aunque los oponentes a las Damas de Blanco se veían muy molestos y constantemente expresaban su apoyo a la revolución, en momento alguno hicieron uso de la violencia. Del mismo modo, las policías femeninas que introdujeron a las Damas de Blanco a los autobuses de la ciudad, y las condujeron a sus casas, no usaron la violencia contra las Damas, las cuales no fueron arrestadas. Aún cuando las Damas son oficialmente reconocidas y promovidas por los EEUU como un grupo de oposición y sus vínculos con los EEUU son evidentes para cualquiera, no se usó la violencia contra ellas. Alegar lo contrario es una mentira, y repetirla con la esperanza de que haya personas que la vayan a aceptar es un hecho condenable y repudiable, es del tipo de mentiras que Sean Penn rechazaba cuando se refería a los medios masivos insistiendo en describir a Hugo Chávez como un dictador.

Los que fueron arrestados y condenados a prisión en Marzo de 2003, y sus defensores tales como las Damas de Blanco, no están en conflicto con el gobierno cubano y con el pueblo que en las calles invariablemente sale a oponerse a esos grupúsculos y a manifestarse en defensa de la revolución, por causa de sus puntos de vista y opiniones políticas. Su problema es que ellas están colaborando con una potencia extranjera (el gobierno de los Estados Unidos) contra su propio pueblo y contra su propio país. En Cuba, mucho más que nunca antes, se lleva a cabo una amplia y profunda discusión y se desarrollan debates en los medios, en las familias, en los barrios, en las organizaciones de masas y en los órganos del Poder Popular. Existen opiniones contrapuestas que son debatidas públicamente acerca de las medidas a tomar para perfeccionar el sistema socio-económico cubano, por ejemplo para brindar más fuerza y autoridad a los representantes electos como autoridades políticas en los órganos estatales y de gobierno, para enfrentar problemas tales como la corrupción – que en modo alguno puede ser comparada, ni en su magnitud ni en el tipo de hechos, con lo que se enfrenta como corrupción en cualquier país capitalista–, la producción y la distribución de materiales y alimentos necesarios a la población. Pero estas discusiones no tienen como objetivo cambiar el sistema socialista actual por un sistema capitalista, ni convertir a Cuba de nuevo en un satélite de los EEUU, regresarla a la situación imperante antes de la revolución. Los “grupos de oposición” se han descalificado a sí mismos voluntariamente con respecto a estos importantes debates, que no están dirigidos contra el sistema actual ni contra el orden constitucional establecido. Por el contrario, estas discusiones son incluso estimuladas por el liderazgo histórico de la revolución, debido a su sincero deseo de lograr un pueblo cada vez más involucrado en perfeccionar su propio sistema. Entonces el hecho de que la “oposición” o los así llamados “disidentes” se encuentran completamente apartados de las tendencias principales de la sociedad cubana actual no es un fallo del sistema cubano o una señal de alguno de sus rasgos que deben ser cambiados. Los “grupos de oposición” tienen que culparse solamente ellos mismos por su completo aislamiento. Si no fuera por la campaña mediática de la derecha internacional y el financiamiento y otras formas de apoyo brindadas por el gobierno de los EEUU, dedicar tiempo a escribir acerca de los “disidentes” sería una inútil pérdida de tiempo a causa de su total irrelevancia en la vida política cotidiana cubana a todos los niveles.

Los llamados disidentes en Cuba, completamente aislados, irrelevantes y marginales en la sociedad cubana y en su vida política, son traidores a la nación igual que sus contrapartes de Miami. Ellos solo siguen lo que les sirve a sus intereses, con sus métodos oportunistas de actuar y pensar. Ellos pueden trabajar pagados por cualquiera, así es como viven sus vidas. Los traidores por su propia naturaleza pueden vender sus almas. Ellos pueden hasta pelear entre sí por el financiamiento extranjero. Los pueblos de Europa y los EEUU, que tienen interés en mejorar sus relaciones con Cuba, tienen que pensar en que si Washington y Bruselas y los medios masivos de las oligarquías han creado un monstruo, éste está fuera de control. Estos individuos se ganan la vida basados solamente en el cumplimiento del objetivo de crear tensiones entre Cuba por un lado y por el otro Europa y los EEUU, conflictos que por su propia naturaleza inhiben la existencia de relaciones normales entre los Estados. El Presidente Obama tiene que tener la agudeza de ver a través de estas intenciones de la extrema derecha de sabotear su programa de mejorar las relaciones entre los dos países. En esta situación, ¿no debería cualquier periodista serio, parlamentario sincero y de mente abierta, figura política, líder sindical o intelectual, estar alerta para no caer en esta trampa?

¿Por qué Cuba es hoy la víctima de otra nueva campaña mediática y de presiones de Washington y Bruselas? Hay varias razones. Quizás una sea el hecho de que la reunión del 22- 23 de febrero de todos los Estados del hemisferio excepto EEUU y Canadá estuvieron de acuerdo en establecer una organización regional para promover la integración económica, política y cultural. Este es un evento histórico. No es un secreto para nadie que Cuba desde 1959 ha llevado el peso y se ha mantenido durante todo este tiempo bajo las más difíciles condiciones, como una base política y moral para la cooperación regional. Los EEUU y la vieja Europa nunca perdonaron a Cuba por dar este primer paso hace más de cincuenta años. Ellos nunca aceptaron que Cuba rehusó seguir el camino de la capitulación al occidente como ocurrió con la URSS y la Europa del Este. Defender a Cuba hoy y a su Revolución es defender a toda América Latina y el Caribe y su noble proyecto de integración. La muerte de Zapata ocurrió en el momento más oportuno, y su manipulación por la Unión Europea y los medios masivos allí y en Norteamérica sirven muy convenientemente a las intenciones de revertir la nueva tendencia en la región golpeando a su inspirador inicial y más prestigioso desde el pasado siglo: Cuba. En el mismo documento de los EEUU antes citado del 2006, los EEUU se mostraban preocupados acerca del eje Cuba- Venezuela de este modo: “Juntos, estos países están avanzando una agenda retrógrada y anti- Americana para el futuro del hemisferio y están encontrando cierta resonancia… en la región” (página 24). Es en este contexto que los EEUU revelan su programa de organizar, sostener y promover sus propios grupos e individuos de oposición en Cuba.

Pero Cuba no está sola. Por el contrario, a pesar de todas las intenciones de aislarla durante más de cincuenta años, Cuba nunca antes ha estado tan en el centro de la política regional y mundial como lo está ahora. La más reciente campaña mediática basada en mentiras y distorsiones solo sirve para hacer crecer la conciencia política de los pueblos del mundo acerca de como los medios masivos al servicio de la oligarquía trabajan solo con la mentira y las manipulaciones.

Arnold August

Autor/periodista/conferencista especializado en Cuba. Libro Democracy in Cuba and the 1997-98 Elections Capítulo titulado: “Socialism and Elections” en Cuban Socialism in a New Century: Adversity, Survival and Renewal (University Press of Florida 2004, editado por los profesores Max Azicri y Elsie Deal. Próximo libro Cuba: Democracia Participativa y Elecciones en el Siglo XXI (español, inglés, y francés en otoño 2010). Miembro de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA).

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