La familia de Rachel Corrie sienta a Israel en el banquillo

05/04/10
Tercera Información

La familia de Rachel Corrie sienta a Israel en el banquillo: El tribunal escucha cómo la excavadora del ejército israelí mató a la activista por la paz

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Siete años después de que Rachel Corrie, activista por la paz estadounidense, fuera asesinada por una excavadora del ejército israelí en Gaza, está previsto que su familia ponga hoy en el banquillo al gobierno de Israel.

Un juez de la ciudad septentrional israelí de Haifa va a recibir las pruebas de que Corrie, de 23 años, fue asesinada cuando se interpuso en el camino de la excavadora para evitar que derribara viviendas palestinas en Rafah.

Los padres de Corrie, Craig y Cindy, que llegaron a Israel el sábado, dijeron que confian en que su acción civil arroje nueva luz sobre el asesinato de su hija y conduzca finalmente a declarar a Israel responsable de su muerte. Además, reclaman daños y perjuicios que podrían ascender a millones de dólares si el tribunal sentencia a su favor.

Una investigación interna del ejército israelí se cerró poco después de la muerte de Corrie exonerando tanto al conductor de la excavadora como al comandante que dirigió la operación.

Se espera que tres británicos y un ciudadano estadounidense que se hallaban al lado de Corrie cuando ésta fue asesinada desmonten la versión de Israel alegando que el conductor de la excavadora sabía que Corrie estaba allí cuando la aplastó.

El gobierno israelí había tratado de impedir la entrada a Israel de los activistas testigos del juicio, pero finalmente cedió hace tres semanas respondiendo a las fuertes presiones de Gran Bretaña y los EE.UU.

Los cuatro, igual que Corrie, pertenecían al Movimiento de Solidaridad Internacional (ISM), que lleva a Israel a activistas dispuestos a resistir a la ocupación por medios no violentos al lado de los palestinos.

Cindy Corrie, de Olympia, Washington, dijo: "Mi familia y yo todavía buscamos justicia. La brutal muerte de mi hija nunca debería haber ocurrido. Creemos que el ejército israelí debe ser considerado responsable de su asesinato".

Para muchos observadores la muerte de Rachel Corrie en marzo del 2003 se convirtió rápidamente en símbolo de las injusticias de la ocupación israelí. Extractos de los diarios de Corrie, muchos de ellos escritos cuando vivía con familias palestinas, se han rescatado para escribir una obra de teatro que se ha representado en todo el mundo.

Sin embargo, como señaló un comentarista israelí en el diario liberal Haaretz con ocasión del primer aniversario de su muerte, "En Israel, su nombre se ha olvidado casi por completo".

La familia de Corrie confía en que el juicio permita corregir esa situación.

Rachel, una película estrenada el año pasado sobre la vida de Rachel Corrie y los sucesos de Rafah, se proyectará en Tel Aviv el 16 de marzo coincidiendo con el séptimo aniversario de la muerte de la activista estadounidense y con la celebración del juicio.

Hasta la celebración de este juicio en Haifa la familia Corrie se había estrellado contra una serie de muros administrativos y jurídicos tratando de conseguir que se abra una investigación independiente sobre la muerte de su hija y que los responsables de ella rindan cuentas.

Ariel Sharon, el primer ministro israelí en el momento de la muerte de Corrie, prometió que se llevaría a cabo una "investigación exhaustiva, veraz y transparente".

Sin embargo, una investigación militar israelí interna que exoneraba a los dos soldados que manejaban la excavadora fue ampliamente criticada, incluso por funcionarios estadounidenses. Human Rights Watch dijo que [la investigación israelí] "quedaba muy lejos de la transparencia, imparcialidad y rigor requeridos por la ley internacional".

El informe del ejército israelí afirmaba que Corrie había quedado "oculta" detrás de un montículo de tierra y que la excavadora nunca entró en contacto con ella. Concluía diciendo que "Corrie fue golpeada por escombros y por un bloque de hormigón" cuando la tierra se deslizó sobre ella.

Se ha aconsejado a los cuatro antiguos activistas del ISM, cuya comparecencia ante el tribunal está fijada para esta semana, que no hagan manifestaciones antes de declarar ante el juez.

Sin embargo, las declaraciones de los testigos anteriores, respaldadas por pruebas fotográficas, han puesto en entredicho la versión del ejército israelí. Las fotografías muestran a Corrie vestida con un chaleco fluorescente naranja y sosteniendo un megáfono, enfrentándose a la excavadora durante varias horas. También muestran las marcas de las orugas de la excavadora sobre el cuerpo de Corrie momentos después de que la muchacha fuera aplastada.

Tom Dale, un activista británico que estaba junto a Corrie cuando la mataron, escribió dos días después que Rachel había trepado a la cima de un montículo de tierra mientras activistas situados alrededor gritaban al conductor de la excavadora que se detuviera.

La excavadora, escribió, "empujó a Rachel primero debajo de la pala y luego debajo de la hoja, luego continuó hasta que su cuerpo quedó debajo de la cabina. [Los soldados israelíes de la excavadora] Permanecieron unos segundos sobre ella antes de dar marcha atrás. Dieron marcha atrás con la pala presionada contra el terreno, de modo que aplastaron el cuerpo de Corrie por segunda vez".

En 2007 un tribunal de EE.UU. negó a la familia Corrie el derecho a demandar a la compañía Caterpillar, que suministra al ejército israelí las excavadoras especiales D-9 que mataron a su hija y que Israel utiliza regularmente para derribar viviendas palestinas.

La audiencia de esta semana es el resultado de una demanda privada presentada por los Corrie en marzo de 2005 a propuesta del Departamento de Estado de EE.UU.

La señora Corrie dijo: "Esperamos que este juicio ayude también a ilustrar sobre la necesidad de rendir cuentas por miles de vidas perdidas o heridas de forma irreversible a causa de la ocupación israelí y para llamar la atención sobre el ataque [israelí] contra defensores de los derechos humanos practicantes de la no violencia".

El señor Corrie añadió que la familia había tenido que soportar "mentiras y falsedades" acerca de las circunstancias de la muerte de su hija. La familia también acusó a Israel de recurrir a dilaciones de procedimiento para eternizar el caso.

Aunque Israel ha permitido la entrada a Israel de los cuatro testigos del ISM, ha denegado permiso para que Ahmed Abu Nakira, un médico en Gaza que trató a Corrie, asista al juicio o sea interrogado por videoconferencia.

La demanda acusa al gobierno israelí de ser responsable bien de la muerte dolosa de Corrie o bien del comportamiento negligente de sus soldados con respecto a manifestantes desarmados.

Israel afirma que no se hace responsable de lo sucedido porque las acciones de su ejército fueron "actos de guerra" y porque Corrie se puso en peligro a sí misma de forma temeraria.

Por la época en la que Corrie fue asesinada, los soldados israelíes dispararon fatalmente contra tres británicos: Iain Hook, Tom Hurndall y James Millar. Sólo en el caso de Hurndall, otro voluntario de ISM, que fue tiroteado en Rafah un mes después de Corrie, la subsiguiente investigación produjo la condena y encarcelamiento de un soldado israelí.

Abu Hussein, el abogado de la familia de Corrie, dijo que reclamaban 324.000 dólares de compensación por los gastos específicos relacionados con la muerte de Corrie, incluyendo funeral, gastos legales y vuelos. Además la familia reclamará una compensación general por su sufrimiento y por la pérdida de ingresos de Rachel, así como indemnizaciones penales al Estado.

En las últimas semanas el ejército israelí ha allanado varias veces la oficina del ISM en Cisjordania, llevándose ordenadores y documentos.

El señor Abu Hussein dijo que argumentaría ante el tribunal que el manual del D-9 indica específicamente que no debe utilizarse la excavadora si hay civiles cerca y que el Estado israelí ignoró una decisión judicial para que un representante de la embajada de EE.UU. asistiera a la autopsia de Corrie.

Jonathan Cook es un escritor y periodista que vive en Nazaret. Sus últimos libros son "Israel y el choque de civilizaciones: Iraq, Irán y el plan para rehacer el Oriente Medio" (Pluto Press) y "Palestina desaparece: Experimentos de Israel en la desesperación humana" (Zed Books). Su página web es www.jkcook.neto.

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