Colombia: del eslogan a la realidad

Prensa Latina
20/01/10

Para muchos la denominada "encrucijada del alma" del gobernante colombiano, Álvaro Uribe, en torno a su eventual candidatura a las presidenciales de mayo próximo no pasa de ser una frase que intenta maquillar las reales intenciones del gobernante.

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"Ya no hay disculpas de encrucijadas en el alma, que solo sirven para exportar", precisó el precandidato por el Partido Conservador José Galat, tras conocerse que el gobierno nacional suspenderá desde el venidero sábado las trasmisiones de los consejos comunales, en los cuales Uribe es protagonista.

Suspensión que partió de una recomendación de la Procuraduría General de la Nación, a fin de equilibrar la carrera por la primera magistratura del país en consonancia con la ley de garantías electorales.

La decisión gubernamental generó una ola de reacciones en candidatos y precandidatos, dentro de una cumbre convocada por la Registraduría Nacional del Estado Civil y el Consejo Nacional Electoral sobre precisamente las garantías para los comicios presidenciales.

Y es que si bien Uribe no se ha pronunciado formalmente sobre si optará o no por otro período en la Casa de Nariño, dicha suspensión deja entrever cuales son sus intenciones, aunque su eventual candidatura depende de un fallo de la Corte Constitucional.

Ese alto tribunal examina la legalidad de una ley de referendo reeleccionista aprobada por el Congreso, pese a incontables irregularidades, y mediante la cual sus promotores buscan habilitar a Uribe a un tercer mandato consecutivo.

En tanto, para el precandidato del Partido Verde Luís Eduardo Garzón dicha suspensión confirma que el jefe de Estado si está en campaña, pero que se le acabó el cuento de la "encrucijada en el alma", frase convertida por Uribe en eslogan y a la que ha acudido en reiteradas ocasiones para evitar pronunciarse sobre sus reales aspiraciones en los comicios venideros.

A su vez, el también precandidato de esa colectividad Enrique Peñalosa señaló que todo no es más que una burla, pues el actual presidente cuenta con una serie de ventajas que hacen imposible una competencia equilibrada.

En ese orden de ideas, Antanas Mockus (Partido Verde) explicó que con la decisión Uribe simplemente está dando unas garantías mínimas pero para él mismo, no frente a los demás aspirantes.

De otra parte, el candidato por Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, fue más benévolo en sus comentarios y celebró el hecho el de que gobierno haya decidido la suspensión de los consejos comunales.

Asimismo, reconoció que ello evidencia el interés de Uribe por una segunda reelección.

Por el conservatismo, el precandidatos Andrés Felipe Arias respaldó integralmente al presidente, aunque Galat -en el otro extremo de las opiniones- exhortó incluso a Uribe a pedir una licencia, dejar el gobierno y otorgar verdaderas garantías.

Por otro lado, el primer mandatario desestimó el pasado lunes en una entrevista radial la posibilidad de modificar la fecha de las elecciones para ganar tiempo y poder aspirar eventualmente a una segunda reelección consecutiva.

"No ha pasado por mi cabeza", apuntó Uribe al ser consultado sobre si preveía aplazar los comicios presidenciales para dar un margen al citado aval de la Corte Constitucional respecto a la legalidad del referendoy a los organismos electorales convocar a las urnas para votar la iniciativa. Los colombianos elegirán el 14 de marzo próximo 102 senadores y 166 representantes a la Cámara, además de cinco miembros al Parlamento Andino.

El 30 de mayo volverán ante las urnas para elegir presidente y vicepresidente, pero si ninguno de los candidatos alcanza la mitad más uno de los votos válidos irán a segunda vuelta el 20 de junio.

Ese calendario también ha puesto sobre el tapete la incertidumbre que reina en torno a los tiempos que se manejan para sacar adelante la ley de referendo.

Al respecto la Registraduría advirtió la ausencia de tiempo para que se cumplan todos los trámites que permitan la realización del mismo.

El registrador nacional, Carlos Ariel Sánchez, sostuvo que aun si la Corte Constitucional llegara a declarar en lo inmediato exequible la iniciativa, no hay tiempo para celebrar el plebiscito antes de las presidenciales de mayo venidero.

Sánchez recordó que desde el pasado 12 de enero ese alto tribunal dispone de 30 días hábiles para que el magistrado Humberto Sierra presente su ponencia ante los miembros de la sala plena y ésta emita el fallo definitivo en torno a si la ley de referendo se ajusta o no a la Constitución colombiana.

Una vez conocido un eventual pronunciamiento positivo de la Corte, explicó, el jefe de Estado tendría que expedir un decreto para convocar la consulta popular antes del 20 de febrero, dentro de los 30 días hábiles después de esta firma, que serían en realidad 45 días corrientes, acotó.

De acuerdo con Sánchez ello se traduciría en que el ente comicial iniciaría los trámites correspondientes a la celebración del referendo en abril, en los que se demoraría al menos dos meses más.

"Hay unos términos logísticos y legales que por lo menos significan dos meses, eso sin contar con la demora del proceso de contratación que puede ser un mes o dos meses de ejecución de los contratos", manifestó el registrador.

"Ni aún en la hipótesis de un mes dan los días, esa es una hipótesis como tantas más", apostilló. Realidad que deberá sopesar Uribe en su decisión final, más de su "encrucijada en el alma".

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