La "pandemia desinformativa" - ¿Quién los controla?: La manipulación mediática con la psicosis de la "gripe porcina"

Manuel Freytas
IAR Noticias
01/05/09

La psicosis mundial instalada mediáticamente con la pandemia de "gripe porcina" revela una vez más el poder y los alcances de los grandes consorcios informativos como manipuladores y generadores de conducta masiva a escala global. La información científica que relativiza y minimiza el carácter "pandémico" de la epidemia pierde relevancia y es puesta como un elemento de segunda importancia frente a informes superficiales y "catastróficos" lanzados por la corporación mediática en su afán de lucro y de rating.

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Las grandes cadenas mediáticas internacionales así como los monopolios locales de la información (a nivel países), no obstante ser empresas comerciales que funcionan sujetas a la ley de rentabilidad capitalista, carecen de una normativa reguladora de sus actividades como la que tiene cualquier empresa de mercado.

En cualquier lugar del planeta (tanto en los países centrales como periféricos) el proceso de fabricación y distribución de la información, no está motivado por la necesidad de "informar" sino por la necesidad capitalista de vender noticias (el producto).

Para ello los medios de comunicación (al igual que cualquier empresa capitalista) generan necesidades masivas de consumo en la sociedad (el mercado), y trazan estrategias informativas destinadas a favorecer su crecimiento empresarial y posicionarse para competir con éxito en el mercado (la búsqueda de ganancia).

No obstante esta realidad, la actividad de los medios de comunicación (uno de los rubros más rentables de la economía capitalista), integrantes privilegiados del establishment económico, está rodeada de una aureola de "misión social" que los exime de cualquier crítica o investigación sobre sus métodos para recabar (fuente), interpretar (procesamiento) y difundir información (comunicación pública).

Ningún gobierno, partido político u organización social del sistema (que se valen de los medios para conseguir legitimidad social) se atreven a enfrentar el poder omnímodo de la corporación periodística por temor a ser lapidados o convertidos en "leprosos sociales" a través de la manipulación informativa.

Y hay otra situación que convierte en "intocables" a los medios de comunicación: Su altísimo potencial formador y orientador de conducta social a escala masiva (conseguido a través de la manipulación informativa) los convierte en la columna vertebral de las estrategias de dominio del sistema capitalista a escala global.

Esta es la razón principal por la cual en ningún país del mundo (y consecuentemente a nivel internacional) no existen normas reguladoras ni tribunales de juzgamiento para el funcionamiento de las empresas periodísticas mitificadas como medios al "servicio del bien social".

De manera tal que las grandes empresas periodísticas que hegemonizan el rol de "formadores de opinión publica" son las únicas que gozan de "libre mercado ilimitado", y sus informaciones y formas de "informar" también gozan de impunidad ilimitada.

Esto explica porqué las grandes cadenas "informativas" internacionales (y los medios locales) han creado con total impunidad una psicosis mundial con el contagio del virus de "gripe porcina", que -hasta ahora- ninguna autoridad u organización internacional ha definido con claridad de qué se trata en realidad.

Hasta el momento, ni los gobiernos ni las organizaciones internacionales de la salud han logrado describir ni probar con precisión el origen, la veracidad de que los casos detectados sean efectivamente de "gripe porcina", ni el grado de gravedad y alcance internacional que puede tener la epidemia.

No obstante, la maquinaria mediática internacional ya creó una psicosis mundial y el aislamiento de países y sociedades enteras (como es el caso de México) sembrando el terror con grandes titulares e imágenes sobre el "avance indetenible" del virus a escala global.

Manipulación y realidad

Contradiciendo más de una semana de bombardeo mediático con la "pandemia porcina", el jueves la Organización Mundial para la Alimentación y Agricultura (FAO) reveló que hasta el momento no hay pruebas que demuestren que el cerdo sea el agente responsable del brote de gripe porcina que ha causado la muerte de personas en México, y centenares de hospitalizados en Estados Unidos y otros países.

"Actualmente, no existen ningún tipo de pruebas que demuestren que el virus de la gripe AH1N1 que se tramite de persona a persona esté relacionada por el contagio de cerdos en México o en otros países del mundo", subrayó un comunicado de la FAO a la prensa.

De acuerdo con el informe, a partir de las investigaciones y las conclusiones formuladas por científicos, el consumo de carne de cerdo o derivados no son elementos de riesgo para contraer el virus.

La información de la FAO se agrega al dato de que en Latinoamérica no se ha confirmado ningún caso de la enfermedad fuera de México, en donde de las176 víctimas fatales causadas por la epidemia, sólo nueve -según las autoridades sanitarias- fueron causadas por la llamada "fiebre porcina".

Por otra parte, la OMS informó el jueves que ha dejado de utilizar el término "influenza porcina" para evitar la confusión en torno al peligro de contagio que podrían tener los cerdos. En vez de ello, sugiere que se deber referir al virus por su nombre científico "Influenza A H1N1".

Además, el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Gregory Hartl, reconoció el martes que este organismo todavía no sabe por qué la gripe porcina está siendo más grave en México que en otros países donde se ha detectado, al tiempo que precisó que la agencia de la ONU no es partidaria de que se impongan restricciones de viaje o se cierren fronteras.

Un reputado científico argentino, el doctor Daniel Stamboulian, miembro fundador y presidente de la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos (Funcei), dijo a Reuters que "La aparición de casos de un nuevo tipo de gripe puede continuar en todo el mundo, pero eso no debería generar pánico debido a que fuera de México el virus está evolucionando como una gripe clásica".

"Lo que tenemos que tener presente es que esta gripe porcina se está comportando, salvo en México, como una gripe estacional y no como una gripe virulenta como es la gripe aviar", señaló el experto epidemiólogo.

No obstante la impresionante cantidad de especialistas que (a nivel local e internacional) se plantean dudas sobre el origen y los verdaderos alcances de la epidemia, y los números oficiales de los infectados (la mayoría de los cuales son "sospechados" de portar el virus) que desautorizan la calificación de "pandemia", los consorcios mediáticos continúan sembrando el pánico mundial en sus pantallas y titulares.

Es más, las información científica pierde relevancia y es puesta como un elemento de segunda importancia frente a la búsqueda del rating con informes superficiales y "catastróficos" que son avalados por la complicidad de muchos gobiernos que buscan situarse del lado del "consenso social" y no ser deslegitimados por la corporación mediática.

De esta manera, y sin datos científicos objetivos que lo justifiquen, las grandes cadenas internacionales y los medios locales crean paradojalmente una sensación de "catástrofe sanitaria" y desatan un riesgo de "ingobernabilidad mundial" del sistema por medio del cierre de fronteras y de aeropuertos que "aísla" y paraliza económicamente a los países, como es el caso de México.

La paradoja "desestabilizadora"

Más allá de sus orígenes y posibles estrategias de aprovechamiento (comercial o militar), la conmoción causada por una posible contaminación global del virus amenaza con un impacto mortal sobre las economías en crisis del sistema capitalista.

En el mundo de los macroeconomistas del sistema ya no importan demasiado las teorías sobre el origen de la pandemia: La principal preocupación reside hoy en su duración, la cantidad de países y de continentes que pueda afectar, y el impacto que tendrá finalmente sobre una economía global en recesión, principalmente en EEUU, estrechamente ligado a la economía mexicana que hoy afronta el mayor riesgo de desaceleración impulsada por la emergencia y el aislamiento mundial.

A su vez, la psicosis mundial instalada mediáticamente con la pandemia de "gripe porcina" revela una vez más el poder y los alcances de los grandes consorcios de comunicación como manipuladores y generadores de conducta colectiva a escala global.

Curiosamente, esta vez los consorcios mediáticos, por afán de lucro y de rating, rompieron con la lógica de preservación de la "gobernabilidad del sistema" (del cual forman parte como corporación económica) y están poniendo en riesgo los pilares del "orden" y la "estabilidad" económica del capitalismo, con su manipulación acentuada de "terrorismo bacteriológico" para generar rating.

No deja de ser una tendencia suicida: la gran tajada de rentabilidad de los conglomerados mediáticos es aportada por los grandes consorcios bancarios, industriales o de servicios (en crisis), que conforman la porción mayoritaria de la "torta" publicitaria pautada comercialmente en los monopolios de la información.

Una extensa y generalizada epidemia de influenza porcina podría afectar la recuperación de la economía global, e incluso prolongar y acentuar la recesión mundial, es la opinión que predomina entre los principales analistas económicos.

De manera tal que, esta vez, el brote psicótico mundial inducido y manipulado con el contagio de la gripe porcina, conspira contra la propia supervivencia económica de los conglomerados mediáticos que extraen sus rentabilidad capitalista de las grandes empresas y bancos en crisis.

¿Se suicidan por afán de lucro y de rating los gendarmes del control social a escala global?

¿Quién controla a los grandes controladoradores impunes de conducta masiva?, es una pregunta que se formulan los que conservan algún resto de raciocinio y de reflexión frente a la alienación mediática.

Por ahora hay un dato: Como consecuencia de la psicosis con la gripe porcina, no son pocos los legisladores republicanos y demócratas USA que están reclamando una mayor regulación y control de la información periodística en aquellos aspectos que toquen ámbitos específicos de la "seguridad nacional".

Según The Washington Post, ya hay borradores de proyectos de ley, sobre todo en las áreas de las pandemias y de las catástrofes naturales.

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(*) Manuel Freytas es periodista, investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.

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