Obama y el "síndrome Irak": El mito del retiro y la tesis del golpe institucional

Manuel Freytas
IAR Noticias
31/08/10

Para el establishment de poder USA, y según muestran los medios y analistas líderes, el retiro militar de Irak es poco menos que una utopía. Un festival electoral, que no cierra ni con los números empresariales ni con las necesidades estratégicas del control geopolítico y militar. En consecuencia, ya detonó un proceso interno de difícil pronóstico donde el destino de Obama pasa a depender de sus suerte electoral en noviembre.

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Y el gerente negro del Imperio se enfrenta a una rara ecuación opcional: Gobernar sin poder, o se derrocado por un golpe institucional ya manejado como hipótesis por las usinas ultra conservadoras.

Por ahora, el retiro militar de las fuerzas USA de ocupación es solo un discurso político de Obama orientado a no cargar con el "síndrome Irak" en las elecciones parlamentarias del 3 de noviembre donde su partido corre el riesgo de perder la mayoría en el Congreso.

Técnicamente, las tropas yanquis (que quedaron) siguen empantanadas en Irak. Sus propios generales lo confirman, argumentando que la "guerra contra el terrorismo" no está terminada. Como siempre, las visiones de la Casa Blanca y el Pentágono, difieren.

Y las ópticas no coinciden por una razón precisa: Obama, en caída libre en las encuestas, necesita ganar elecciones, y los militares, las armamentistas, las petroleras y los bancos que sacan rentabilidad comercial de la ocupación, necesitan que la ocupación militar continúe.

Y como el discurso electoralista del gerente de turno del imperio es irreal, la realidad del poder estadounidense está marcada por la necesidad fáctica de mantener el dispositivo militar en Irak.

Las razones son varias, pero sobresalen cuatro:

A) El control sobre el petróleo iraquí (la tercera reserva mundial).

B) El control geopolítico estratégico proyectado hacia Medio Oriente y el Golfo Pérsico (lugar de tránsito del 40% del petróleo mundial).

C) La importancia estratégica de Irak para un potencial (y planificado) ataque militar a Irán.

D) La influencia de Teherán sobre el poder y la mayoría chií que, ante un eventual retiro total de las fuerzas estadounidenses, podrían convertir a Irak en otro gigante islámico en caos enclavado en la ruta del petróleo.

Estas demandas estratégicas, convierten el discurso del "retiro" de Obama en una pieza del marketing político sin ninguna aplicación en la realidad concreta.

Es lo que vienen advirtiendo la CIA y los generales en terreno. De los informes de inteligencia militar se desprende la tesis central:

Si EEUU abandona el control militar de Irak, se desequilibra el tablero estratégico de la "guerra energética" a favor del eje Rusia-China-Irán, y se potencia la capacidad de la nación islámica de convertirse en "potencia nuclear" y arrastrar consigo al mundo musulmán.

Para los halcones israelíes y estadounidenses, un Irak debilitado militarmente es una invitación a la jerarquía de Irán a que acelere su llegada a la ojiva nuclear sin palos en la rueda.

En este escenario, el lobby sionista bancario y el lobby sionista militar hacen causa común frente a la "irresponsabilidad electoralista de Obama".

Y las señales ya se proyectan en el propio gabinete de Obama, donde sionistas halcones como Rahm Emanuel, según el Washington Post, ya le vienen advirtiendo de la inconveniencia de sus coqueteos "dialoguistas" con el mundo islámico que ya le está costando su calificación como "musulmán".

Un título que en la primera potencia imperial siempre lleva adosado el valor agregado de "terrorista".

En este escenario, el retiro militar de Irak (esgrimido más como un discurso que una realidad) ya detonó una guerra interna y el resurgimiento movilizado (y movilizante) de la ultraderecha judeo-cristiana que maneja las riendas de la industria de guerra centralizada en el complejo militar industrial.

En ese tablero, Obama es "un incapaz que pone en riesgo la seguridad nacional de EEUU negociando con sus enemigos". Concepto estrictamente compartido por la plana mayor del poder israelí.

Y hay una praxis común entre los pastores de la guerra y los pastores bancarios de Wall Street: El retiro militar de Irak no cierra en ningún inventario de los bancos y empresas trasnacionales que cotizan en los puestos top del índice Dow Jones, y que están en primera línea de aprovechamiento comercial de la ocupación.

Para el establishment de poder USA, y según muestran los medios y analistas líderes, el retiro militar de Irak es poco menos que una utopía. Un festival electoral, que no cierra ni con los números empresariales ni con las necesidades estratégicas del control geopolítico y militar.

En consecuencia, ya detonó un proceso interno de difícil pronóstico donde el destino de Obama pasa a depender de sus suerte electoral en noviembre.

Y las encuestas marcan un descenso en su caudal electoral que podría llevarle, desde perder la mayoría en el Congreso, hasta la inmovilización de todas sus decisiones presidenciales por parte de los republicanos que buscan una "vía rápida" para volver a controlar la Casa Blanca.

Y el gerente negro del Imperio se enfrenta a una rara ecuación opcional: Gobernar sin poder, o se derrocado por un golpe institucional ya manejado como hipótesis por las usinas ultra conservadoras.

En resumen, las teorías conspirativas (de toda dimensión y alcance) cruzan el escenario imperial y se convierten en centro de especulación en la prensa ultra conservadora.

El destino de Obama derrotado y sin control parlamentario tiene varias lecturas (especulativas) posibles en el terreno de la conspiración.

Pero hay uno que sobresale nítidamente: Un golpe institucional contra su gestión. Lo que ya predijo Cheney: Un juicio político por "incapacidad" en el manejo de la política exterior.

Con otro eslogan complementario: La gestión de Obama es incompatible con la seguridad nacional de EEUU.

Una tesis que ya lanzaron entrelíneas los medios y usinas ultra conservadores atendiendo a un escenario de mayoría parlamentaria controlada por los republicanos después de noviembre.

Todas las señales (especulaciones entrelíneas de los medios y analistas estadounidenses) indican por estas horas que los halcones ultra conservadores ya iniciaron la cacería del "Obama musulmán".

(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

LO ÚNICO QUE CAMBIÓ ("CHANGE") FUE LA CARA DE OBAMA

http://sisifocansado.blogspot.com/2010/08/la-cara-de-hoy-en-dia-del-change-de.html