Alerta máxima en Israel: Hamás ataca y boicotea operación USA-israelí de "paz"
IAR Noticias
02/09/10
La paz es el negocio del dominador. Sobre ese axioma de máxima, Israel y EEUU retoman periódicamente las "negociaciones de paz" con los palestinos en una mesa donde sólo se sienta a "dialogar" Mahmud Abbas, la pieza del plan judeo-estadounidense en la región. La estrategia tiene avances y retrocesos. Combina negociaciones de "paz" con ataques militares y masacres de civiles, que hasta ahora han terminado en fracasos políticos. El objetivo central de destruir el aparato político militar de Hamás y reinstalar a Abbas en el control de de la Franja, tuvo dos fracasos ostensibles con la invasión de 2006 y el bombardeo de 22 días a Gaza de enero de 2009. En las dos situaciones, el eje USA-Israel fracasó en su intento de terminar con Hamás e instalar un gobierno pro-sionista controlado por Abbas.
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La historia es vieja, y se repite cíclicamente, tanto como se reiteran las sangrientas operaciones militares para terminar con Hamás y la resistencia palestina, incluso al costo de la masacre de mujeres y niños. Esta fase de la historia arranca cuando Hamás, en Enero de 2006, gana en elecciones libres la presidencia de Palestina. Inmediatamente su gobierno fue sometido a un bloqueo por la alianza EEUU-UE-Israel. Simultáneamente la CIA y el Mossad lanzaron un plan de "guerra civil" para enfrentar a Hamás con Al Fatah, que se abortó con la huida de Abbas a Cisjordania, y con el triunfo militar de Hamás que lo consolidó en el control de la Franja. Esta semana, la alianza Washington-Tel Aviv volvió a montar el repetido escenario de las "negociaciones de paz" con Abbas, y Hamás respondió con un atentado que terminó con la vida de cuatro israelíes. La región ingresó en una nueva escalada de tensión, mientras el primer ministro, Benjamín Netanyahu, desarrolla una agenda en Washington y las fuerzas militares israelíes se declaran en estado de "alerta máxima". Los expertos no dejan de recordar que las operaciones militares en alta escala de Israel siempre llegaron tras la muerte o secuestro de israelíes por parte de las organizaciones palestinas. Una modalidad repetitiva, que cambia las "negociaciones de paz" por el exterminio militar punitivo indiscriminado. Y hay una frase a tener en cuenta: "No vamos a dejar que la sangre de civiles israelíes quede impune. Encontraremos a los asesinos, y los castigaremos", dijo el primer ministro Netayahu antes de abordar el avión hacia Washington.
Las tropas israelíes en Cisjordania se encontraban este miércoles en "estado de alerta máxima" tras un atentado que costó la vida a cuatro colonos israelíes, en vísperas del inicio de nuevas negociaciones directas de paz israelo-palestinas en Washington.
"Nuestras fuerzas fueron declaradas en estado de alerta máxima por temor de nuevos atentados", dijo a AFP un portavoz militar, precisando que estas medidas extremas de vigilancia "no necesitaron el despliegue de refuerzos o la instalación de retenes suplementarios".
Los cuatro israelíes, dos hombres y dos mujeres residentes de la colonia de Beit Hagai, murieron el martes en la noche cuando su automóvil fue acribillado a balazos cerca la colonia de Kiryat Arba, en las inmediaciones de Hebrón.
Este ataque, el más grave desde hace varios meses en Cisjordania, fue reivindicado inmediatamente por las Brigadas Ezzedin Al Qassam, rama armada del Hamás.
El ataque cerca de la ciudad de Hebrón provocó la reacción de los israelíes y puso en aprietos a la Autoridad Palestina, que lo denunció.
Por su parte, durante la noche en las zonas bajo su control del sur de Cisjordania, la policía de Abbas procedió a unos cincuenta arrestos de simpatizantes del Hamás, indicaron fuentes de seguridad palestinas.
En Hebrón, zona de gran tensión, el ejército israelí cerró los pasos entre la zona autónoma palestina y el sector que ocupan, lanzando una serie de allanamientos en las localidades vecinas, según informaron habitantes palestinos.
En reacción, el Consejo de implantaciones judías en Cisjordania (Yesha), principal organización de los colonos, llamo a reiniciar inmediatamente la construcción en las colonias, sin esperar el fin de la moratoria de diez meses decretada por el gobierno de Benjamin Netanyahu, que termina el 26 de septiembre.
El ataque conmocionó la agenda del primer ministro que se encuentra en Washington para iniciar las "conversaciones de paz" sin la participación de Hamás.
"No vamos a dejar que la sangre de civiles israelíes quede impune. Encontraremos a los asesinos, y los castigaremos" dijo Netanyahu la noche del martes al enterarse del atentado.
Durante la primera reunión con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, en un hotel de Washington antes de las "negociaciones directas de paz" con la ANP de Abbas, Netanyahu aseguró que "No dejaremos que el terror decida dónde viven los israelíes o la configuración de las fronteras finales".
El portavoz de Netanyahu, Mark Regev, dijo anteriormente que el ataque no iba a modificar la cumbre de esta semana, pero que sirvió para destacar las preocupaciones de seguridad, que Israel planea hacer un tema central en las conversaciones.
Hillary Clinton señaló por su parte que "para detener tales actos de terror y destrucción es una de las razones por las que el primer ministro está aquí presente, para entablar negociaciones directas con los propios palestinos que han rechazado un camino de violencia, en favor de un camino de paz".
Y añadió: "Nos comprometemos a hacer todo lo que podemos para proteger y defender al Estado de Israel y para proporcionar seguridad al pueblo israelí. Ese es uno de los objetivos primordiales que Israel tiene y Estados Unidos apoya en estas negociaciones".
El presidente palestino Mahmud Abbas, un aliado histórico del eje USA-Israel dijo que el ataque en Hebrón tiene la intención de "obstaculizar el proceso diplomático", subrayando que la Autoridad Palestina se opone a los ataques contra civiles de ambas partes - israelíes o palestinos".
La Casa Blanca emitió una declaración anunciando que EEUU condena el ataque "en los términos más enérgicos posibles".
"En vísperas de la reactivación de las negociaciones directas entre israelíes y palestinos, este brutal ataque evidencia hasta qué punto los enemigos de la paz van a tratar de bloquear el progreso", puntualiza la declaración.
La prensa israelí destacó el riesgo de una nueva escalada de violencia, argumentando que la operación de Hamas tiene "la potencialidad de encender el polvorín" impulsando la voluntad de algunos colonos de cobrarse venganza.
"El atentado no cambia nada de la cumbre de Washington. No hay que dar más peso a las demandas, de todas maneras fundamentales, de Netanyahu en el terreno de la seguridad", señaló el diario Yediot Aharonot.
"Más allá de las frustraciones y la cólera que provoca, el atentado da a Israel argumentos suplementarios en el plano táctico, reforzando su posición", subraya el Yediot.
"Quizás en lo sucesivo, el mundo comprenderá por qué Israel vacila tanto en comprometerse" cuando su seguridad está en juego, afirmó por su parte el periódico gratuito Israel Hayom, allegado al primer ministro Netanyahu.
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