Argentina - Misiones: Pena máxima en la primera condena por trata de personas

Argenpress
30/04/10

Noemí Helfistaich, quien regenteaba un prostíbulo en Andresito fue sentenciada a 15 años de prisión por trata y tráfico de personas. También fue condenado Francisco Loureiro, a 10 años de cárcel y se investigará si la Policía y la Gendarmería, facilitaron la comisión de los delitos. La mujer recibió mayor sanción porque maltrataba a las jóvenes. Fue la primera condena en la provincia tras la promulgación de la ley y la segunda en el país. Además el Tribunal Federal pidió que se investigue a un abogados por amenaza a una testigo, y a gendarmes y policías que habrían utilizado el servicio sexual de menores.

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El Tribunal Federal condenó a quince y diez años de prisión a dos personas acusadas del delito de trata de persona, en el primer juicio realizado en la provincia y el segundo del país luego de la aprobación de la ley en abril de 2008. Además solicitó que sea investigado un abogado defensor por amenazas, como también a policías y gendarmes que fueron acusado de haber utilizado el “servicio” de prostitución de menores ofrecido por la imputada.

La sentencia máxima prevista en la ley de trata de personas recayó sobre Noemí Helfistaich, de 50 años, propietaria del local denominado “Sambayon”, ubicado en la localidad de Andresito, de donde fueron rescatadas seis jóvenes en un allanamiento realizado el 28 de octubre de 2008.

El Tribunal Federal, integrado por los magistrados Norma Lampugnani de Arce Mielnick, Carlos Adolfo Sodá y Manuel Alberto Jesús Moreira, condenó a la propietaria del prostíbulo como coautora del delito de trata de personas agravada en perjuicio de cuatro personas mayores y cuatro menores de edad y tráfico de personas, a 15 años de prisión, lo que deberá cumplir en el Penal Federal de Candelaria.

La mujer recibió la mayor condena ya que en el transcurso del debate, las víctimas manifestaron que la mujer era quien las obligaba a ejercer la prostitución y las sometía a malos tratos, incluso le negaba la comida.

El abogado defensor de la mujer solicitó en su alegato que se le quitaran los agravantes, admitiendo el delito de trata de personas cometido; pedido qiue no fue tenido en cuenta por el tribunal por los aberrantes testimonios escuchado de las víctimas.

En tanto, Francisco Loureiro fue condenado a diez años de prisión siendo considerado coautor del delito de trata de personas agravada en perjuicio de cuatro personas mayores y cuatro menores de edad y autor del delito de tráfico de persona agravada cometido en perjuicio de dos de las víctimas menores. El hombre de 69 años cumplirá la condena en su domicilio ya que padece una enfermedad que necesita cuidados especiales.

Por su parte, Roque González fue absuelto por el beneficio de la duda, pese a que la fiscal Vivian Barboza pidió que sea condenado a cinco años de prisión por violar la ley migratoria.

En tanto, el Tribunal consideró que Dora Roballo, de 66 años, no participó en el delito y fue absuelta.

Otras denuncias

El miércoles, en el juicio oral y público que se realizó en Eldorado, dos menores que fueron rescatadas del local propiedad de Helfistaich, denunciaron que el abogado Marcelo Bernachea las amenazó para que cambiaran su declaración. Ayer, por pedido de la fiscal Vivian Barboza, el tribunal solicitó que se inicie una causa judicial por amenazas al letrado.

Así también ordenó que se investigue a los efectivos de Gendarmería Nacional apostados en la loclaidad de Andresito y los integrantes de la policía de esa localidad, quienes fueron acusados por una de las víctimas como los “clientes” del local.

La joven manifestó que los hombres con sus respectivos uniformes hacían uso del servicio sexual de menores que ofrecía el local “Sambayon”.

Mujeres explotadas

El caso salió a la luz en octubre de 2008, cuando efectivos de Gendarmería Nacional encontraron a dos menores en un colectivo sin la correspondiente autorización de los padres.

Ante los uniformados las jóvenes explicaron que llegaron desde Paraguay por un paso clandestino con la promesa de un trabajo en una casa de familia, pero al llegar fueron obligadas a prostituirse.

Las menores lograron huir del lugar y tras sus declaraciones, el juez ordenó el allanamiento de la vivienda donde encontraron elementos que lo vinculaba con la causa, como ser habitación y preservativos.

Además en el lugar fueron rescatadas seis jóvenes, dos de ellas menores de edad.

En el debate todas relataron los tormentos vividos en el lugar, donde la dueña las maltrataba, las obligaba a prostituirse y a veces les negaba la comida. Algunas llegaron engañadas por la hija de uno de los imputados, quien les ofrecía un trabajo en casa de familias.