Atentados en el metro de Moscú

Serguei Óbujov
Kprf.ru
Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín
31/03/10

Bortnikov, responsable del FSB, indicó que en los atentados en el metro moscovita están implicados grupos del Cáucaso norte. La investigación no ha hecho más que arrancar, pero el FSB ya dirige a la opinión pública por esa pista, como versión principal.

El ministro de Exteriores Serguei Lavrov también hizo públicas sus suposiciones. “No podemos excluir nada”, declaró ante la pregunta de si consideraba posible que las explosiones se hubiesen ejecutado con apoyo desde el extranjero. “Todos sabemos que entre la frontera de Paquistán y Afganistán hay un territorio que es “tierra de nadie” donde se han hecho fuertes las organizaciones terroristas”, declaró Lavrov. En su opinión es precisamente ahí donde se diseñan muchos atentados y no sólo en los países cercanos, “a veces esos caminos conducen al Cáucaso”.

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El periódico “Moskovsky Komsomolets” (MK) desarrolla una nueva versión. El rotativo presupone que en la organización de los atentados pueda estar implicado Pavel Kosolapov, de origen ruso, pero convertido al islam más radical.

“Los nuevos atentados llevan una firma sorprendentemente parecida al atentado de 2004, en el trayecto entre las estaciones “Paveletskaya” y “Avtozavodskaya”. El periódico recuerda que el mentor directo del suicida que ejecutó el atentado fue precisamente Kosolapov. A su grupo se le atribuyen varios atentados importantes. “MK” señala que es la primera vez tras la muerte de Shamil Basayev, que el terrorismo vuelve a Moscú. “Es posible que ese medio en el que se mueven las organizaciones clandestinas haya hecho crecer a un terrorista comparable a Basayev”.

Por supuesto sólo la investigación podrá determinar si se han planeado esta vez otra serie de atentados, como ocurriera en el 2004. Entonces también hubo atentados en el metro, luego explosiones en aviones, para terminar con Beslán y el “formateo” completo del sistema político ruso que le siguió, en forma de la tan cacareada “vertical de poder”.

Las suposiciones relacionadas con los atentados en el metro del 29 de marzo y la posible ejecución en Rusia de la “estrategia de la tensión”, es decir de la actividad terrorista que tenga como fin cambios políticos de gran alcance, dirigidos por los servicios secretos (no importa si propios o extranjeros), es una versión a tener muy en cuenta.

En Rusia, entre los elementos de ejecución de esa “estrategia de la tensión” cabría señalar, la voladura de los bloques de viviendas (agosto-septiembre de 1999), la tragedia del teatro Nord-Ost (octubre de 2002), el festival de rock “Krylya” (julio de 2003), Beslán (septiembre de 2005). El terrorismo generó miedo en la sociedad y permitió llevar a cabo cambios autoritarios en el régimen político.

La erosión del liderazgo de “Rusia Unida” y por ende de Putin como dirigente de ese partido es algo constatado en las elecciones regionales del 14 de marzo de 2010, es una fuerte señal que la sociedad mandó al tándem gobernante. ¿Cuáles son las conclusiones que se extraen de esto? ¿De qué fuerzas o clanes son respuesta las explosiones en el metro? ¿Acaso son sólo un “saludo” desde el Cáucaso (versión de Bortnikov) o de la frontera de Afganistán y Paquistán (versión de Lavrov)?

¿Las explosiones del 29 de marzo en Moscú tienen lugar en un escenario de excitación mental entre las élites, relacionada con el dilema del segundo mandato de Medvédev o el tercero de Putin? La investigación de la versión sobre la posibilidad del comienzo de la puesta en escena de una “nueva estrategia de la tensión” en vísperas de las elecciones federales de 2011-2012, representa una importante tarea para el Partido Comunista y toda la oposición patriótica de izquierdas. ¿Encajan estos sucesos en la posibilidad de continuidad de un escenario inerte de la próxima campaña electoral o estamos ante el presagio de su futura fractura?

El tema de la modernización del país, tan publicitado por Medvédev, queda ahora desplazado del foco del debate público. Por ahora el presidente en lugar de modernización se ve obligado a hablar de fieras terroristas y de promesas para exterminarlas. En estas condiciones no hay espacio ni tiempo ni para la campaña presidencial que anunciaba poner orden en el gobierno de Putin, como tampoco son oportunas las conversaciones e iniciativas sobre los tímidos pasos tendentes a liberalizar el sistema político.

En resumen, habremos de seguir muy atentos la evolución de los acontecimientos, así como al transcurrir de este “combate” informativo entre Medvédev y Putin por el dominio de la pequeña pantalla en estos trágicos días. Es algo de vital transcendencia para el PCFR y toda la oposición patriótica de izquierdas. Es imprescindible estar preparados ante los más imprevisibles virajes que se puedan dar en la política rusa.

Del informe del PCFR.ru

La historia de los atentados en el metro coincide sorprendentemente con las situaciones de mayor tensión en la historia política de Rusia. Todas las versiones y suposiciones exigen un análisis escrupuloso.

¿Para que votásemos con el corazón?

La víspera de la primera vuelta de la presidenciales entre Ziuganov y Yeltsin, el 11 de junio de 1996. El primer atentado en la historia del metro, en la historia moderna de la Federación de Rusia, se produjo el 11 de junio de 1996 en el trayecto entre las estaciones “Tulskaya” y “Nagatinskaya”. La explosión sucedió a las 21 h., bajo uno de los asientos del vagón de cola. Hicieron explosión 500 gr de trilita. Hubo 4 muertos y 12 heridos.

El 19 de diciembre de ese mismo año tuvo lugar una explosión en el metro de San Petersburgo. 400 gr de trilita detonaron cundo el metro recorría el trayecto entre las estaciones “Plaza Lenin” y “Vygorskaya”. Por fortuna no hubo víctimas, el vagón a las 0:10 h. de la medianoche iba vacio.

¿Preparando el “default” económico? La impresión causada por los atentados debía opacar la impresión de la pérdida de ahorros.

El 1 de enero de 1998 en la estación “Tretyakovskaya” explotó un artefacto de fabricación casera y escasa potencia: Hubo tres heridos hospitalizados de diversa consideración.

El 8 de agosto de 2000 un artefacto hizo explosión en el paso de peatones subterráneo bajo la plaza “Pushkinskaya”, donde se encuentran también las entradas al metro de las estaciones “Tverskaya” y “Pushkinskaya”. La bomba detonó en hora punta, sobre las 18 h. Hubo 7 muertos y 53 heridos. Muchos sufrieron cortes por la rotura de escaparates de las tiendas colindantes.

Con la operación antiterrorista en el Cáucaso como fondo.

Medio año más tarde, el 6 de febrero de 2001 hubo otra explosión en la estación de metro “Bielorruskaya-Koltsevaya”. La explosión ocurrió en hora punta a las 18:50. La bomba había sido colocada bajo uno de los bancos de mármol frente al lugar donde se detiene el primer vagón. 9 personas resultaron heridas por las esquirlas, entre ellas dos niños.

En vísperas de la batalla por el segundo mandato de Putin.

Justo 3 años después, el 6 de febrero de 2004, un terrorista suicida, detonó la carga que llevaba en el segundo vagón, que en ese momento recorría el trayecto entre las estaciones “Avtozavodskaya” y “Paveletskaya”. Para aumentar la carga destructiva el explosivo estaba repleto de tornillería. Murieron 41 personas, y 134 resultaron heridas. La investigación estableció que el terrorista era un joven de 21 años, Anzor Izhayev, de la región de Karachayevo-Cherquesia.

¿Ensayo de Beslán?

Medio año más tarde, el 31 de agosto de 2004, otra terrorista suicida hizo explotar la bomba que llevaba a la entrada de la estación de metro “Rizhskaya”. Como resultado hubo 11 muertos y cerca de 40 heridos. Según la investigación en la explosión murió también el organizador del atentado, también natural de Karachayevo-Cherquesia, Nikolai Kipkeyev.

¿Segundo mandato de Medvédev o tercero de Putin? ¿Comienzo de una nueva “estrategia de la tensión” ante las elecciones de 2011-2012?

El 29 de marzo de 2010 dos bombas hicieron explosión en el metro de Moscú. La primera explosión tuvo lugar en la estación “Lubianka” a las 7:57 h., y la segunda en “Park Kultury” a las 8:37 h. Como resultado de las dos explosiones murieron 38 personas y 70 fueron hospitalizadas.

Serguei Óbujov es diputado en la Duma por el PCFR. Trabaja como director adjunto del Centro de Investigaciones de la Cultura Política de Rusia. Doctor en ciencias políticas, es especialista en el estudio de los procesos y crisis de los países de Europa del Este y de Rusia, así como en el análisis de la opinión pública y de campañas electorales.

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