Petróleo y oro, en máximos históricos; se hunde el dólar

La Jornada
14/03/08

El deterioro de las expectativas sobre el futuro de la economía de Estados Unidos ocasionó ayer grandes movimientos de capitales en todo el mundo, concentrados principalmente en los mercados petrolero y del oro, donde alcanzaron nuevas marcas históricas en su cotización.

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Los precios del petróleo West Texas en el mercado de Nueva York subieron a un récord de 111 dólares el barril, extendiendo un avance que suma casi 30 por ciento en poco más de un mes, aunque cerró finalmente en 110.33 dólares, 41 centavos arriba de la víspera; mientras el crudo Brent de Londres aumentó 1.27 dólares su precio y se colocó en 107.54 dólares para entregas en abril.

Los precios del petróleo también contribuyeron a elevar el atractivo del oro como una inversión de cobertura contra la inflación.

El oro, en los mercados internacionales rebasó los mil dólares por onza, lo que representó un incremento de 19 por ciento durante este año, desde 840.75 dólares al iniciar 2008. En tanto, una mayor devaluación del dólar frente al euro y el yen detonó la emigración de capitales hacia inversiones de refugio, como el oro y el propio petróleo.

El dólar volvió a caer a mínimos históricos frente a la divisa europea, por la cual se pagaron 1.5645 dólares por euro, mientras ante el yen la paridad de la moneda estadunidense cayó a su nivel más bajo en 12 años.

La Unión Europea señaló que vigila con preocupación el comportamiento de la paridad del dólar frente euro, mientras el Banco Central Europeo advirtió que predominan factores de riesgo para la economía mundial, como las turbulencias en los mercados financieros y el curso alcista de los precios del petróleo.

Frente a esta situación, la afluencia de capitales en busca de inversiones más seguras y rentables multiplicó la demanda de oro, el cual alcanzó una cotización de poco más de mil dólares la onza durante una jornada en la que finalmente cerró en 993.80 dólares, 1.4 por ciento arriba de la víspera y con un incremento de casi 19 por ciento durante este año.

En medio de la incertidumbre sobre el impacto que tendrán los esfuerzos del banco de la Reserva Federal, para revertir la tendencia recesiva de la economía estadunidense, los fenómenos económicos y financieros parecen cada vez más concatenados unos con otros, en la medida en que se conocen informaciones más precisas que documentan la profundidad de la crisis financiera, detonada a principios de agosto pasado por los créditos hipotecarios de alto riesgo en Estados Unidos.

Standard and Poor’s, una de las más influyentes firmas financieras del mundo, calculó que las depreciaciones globales vinculadas a la crisis del crédito inmobiliario de riesgo en Estados Unidos pueden alcanzar 285 mil millones de dólares, una magnitud que rebasa en más de 200 por ciento al primer cálculo de pérdidas realizado al finalizar el año de 2007, según el cual el monto de las amortizaciones asumidas por los bancos en operaciones con créditos subprime era de 91 mil 100 millones de dólares.

Pero “el fin está a la vista”, atenuó la calificadora en su reporte; en tanto, JP Morgan, otro gigante financiero, señaló que posiblemente Estados Unidos se encuentra ya en recesión y el mercado de viviendas se deteriorará aún más.