El Ejército británico, dispuesto a admitir su culpa en la muerte por tortura de un iraquí detenido

El Mundo
27/03/08

El Gobierno de Londres está dispuesto a admitir su responsabilidad en la muerte del iraquí Baha Mousa bajo custodia británica en el 2003 al reconocer que se violaron sus derechos humanos, según anunció el ministro de Defensa, Des Browne.

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En una declaración escrita a la Cámara de los Comunes, Browne señaló que también se asumirá esa violación de derechos en el caso de otros ocho iraquíes cuyas familias han demandado al Gobierno en un proceso judicial abierto en el Reino Unido.

Siete soldados británicos fueron sometidos a un juicio marcial tras la muerte de Mousa, de 26 años, pero todos fueron absueltos del delito de maltrato a civiles iraquíes menos uno, Donald Payne, que se declaró culpable.

El 30 de abril del 2007, Payne, el primer militar británico en ser procesado por crímenes de guerra según la Ley de la Corte Penal Internacional de 2001, fue condenado a un año de cárcel y expulsado del Ejército de Tierra.

Según un articulo del afamado corresponsal de guerra Robert Fisk publicado en el dominical 'The Independent on Sunday' en 2004, las tropas británicas golpearon al prisionero iraquí hasta matarlo en Basora.

El certificado de defunción emitido por el Ejército británico dice que el preso, que era padre de dos hijos y trabajaba como recepcionista en un hotel de Basora, murió "de asfixia" durante la detención, y presentaba señales de haber sido golpeado. Según argumentó la acusación durante el juicio marcial, que duró seis meses, su cadáver presentaba 93 heridas.

Las autoridades militares británicas en Basora ofrecieron alrededor de 6.500 euros a la familia del preso, para "resolver definitivamente" este "incidente", añadía la información.

Según el testimonio recogido por Fisk entre otros siete detenidos en el mismo periodo, varios soldados les agredían con puñetazos o patadas. "Nos tenían a todos en una gran habitación, con las manos atadas y la cabeza cubierta con una capucha", afirmó una de las supuestas víctimas, que quiso permanecer en el anonimato.

El 'Independent on Sunday' publicó también una fotocopia del documento enviado a la familia de Baha Musa y en el que el brigadier William Moore, comandante de las fuerzas británicas en Basora, explicó sus "disculpas".

Soldados detenidos tras una redada
Los soldados británicos del antiguo regimiento de Lancashire de la Reina -actualmente, regimiento del duque de Lancaster- detuvieron a los presuntos sospechosos iraquíes el 14 de septiembre del 2003 en el hotel Haitham de Basora, después de descubrir armas y material explosivo en una redada contra insurgentes.

La acusación explicó ante el tribunal marcial que los militares los mantenían encerrados con las cabezas encapuchadas y esposados, les privaban de sueño y les pegaban cuando incumplían sus órdenes de mantener ciertas posturas durante periodos de 36 horas.

Tras la absolución de la mayoría de los soldados, los familiares de las víctimas pusieron en marcha un proceso civil que culminó en junio del 2007, cuando el tribunal de los Lores, máxima instancia judicial en Inglaterra, dictó que el Convenio Europeo de Derechos Humanos se aplicaba también en el caso de Mousa, pese a haber sucedido en otro país.

Más de cuatro años después de la muerte del joven, el Ministerio de Defensa anunció finalmente que, como pide su familia, reconocerá que hubo "violaciones sustanciales" de las partes de esa convención que protegen la vida y prohíben la tortura.

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