EEUU celebra día de los trabajadores en medio de crisis económica

ABN
01/09/08

Este lunes Estados Unidos celebra el Día de los Trabajadores mientras el país gobernado por el presidente George W. Bus atraviesa una fuerte crisis económica que elevó el desempleo y precarizó el nivel de vida.

En la mayoría de las naciones del mundo este festejo se produce el 1 de mayo como forma de recordar y reivindicar la lucha en reclamo por las ocho horas laborales que encabezaron los obreros y obreras estadounidenses en 1889.

En EEUU la fecha es diferente, ya que el entonces presidente Grover Cleveland impulsó la celebración en septiembre por frenar al movimiento socialista en los Estados Unidos.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


En la actualidad los trabajadores estadounidenses no encuentran muchas excusas para festejar y sí demasiadas razones para protestar por sus condiciones que lentamente se van pauperizando.

En agosto de este año la consultora laboral Challenger, Gray & Christmas reveló que los despidos laborales planificados por las compañías de Estados Unidos subieron un 57 por ciento en el mes de julio, el máximo desde septiembre de 2006.

Las cesantías además se incrementaron en junio un 27% desde el mismo período de 2007, lo que apunta a un deterioro adicional del mercado laboral, informó la firma.

Según el análisis de Challenger, Gray & Christmas buena parte de los recortes de puestos laborales notificados en Estados Unidos se producen en el sector financiero, debido al declive inmobiliario y a la pérdida de hipotecas e inversiones azarosas por unos 300 mil millones de dólares, consecuencia de los ajustes de crédito.

Desde el empresariado se anunció que 290 mil 671 plazas de trabajo fueron eliminadas durante los primeros cuatro meses de 2008, un aumento de nueve por ciento desde los recortes registrados en el mismo lapso de 2007.

Trabajadores latinoamericanos en riesgo

El flujo de trabajadoras y trabajadores de América Latina hacia Estados Unidos en búsqueda de un mejor porvenir encuentra como respuesta una creciente precarización laboral, sueldo mínimos y un cerco represivo que se constata en las deportaciones promulgadas por el gobierno de Bush, además de la implementación de medidas como la construcción de un muro en la frontera con México.

La organización de defensa de los derechos de los ciudadanos hispanos en EEUU, Consejo Nacional de La Raza, presentó el informe 'Día del Trabajo 2008: Una imagen de la fuerza laboral latina', donde recuerda que hay más de 20 millones de trabajadores latinos que representan más del 14 por ciento del total de la fuerza laboral del país.

Desde esta institución destacaron que a pesar de la alta representación, los latinos se concentran en ocupaciones que frecuentemente no cumplen los parámetros mínimos de calidad laboral.

A su vez advirtieron el elevado índice de accidentes entre el colectivo latinoamericano que produjo en 2006 la muerte de cerca de mil hispanos en su puesto de trabajo, un siete por ciento más que en 2005.

En la investigación realizada por La Raza también se señaló que los trabajos en la industria manufacturera cada vez son menos, lo que lleva a los latinos a aceptar peores empleos con salarios más bajos y con peores seguros médicos y planes de jubilación financiados por el empleador.

En 2007, sólo el 52,7 por ciento de los hispanos que trabaja a tiempo completo tenía asistencia sanitaria completa como el resto de sus compañeros, mientras que en el caso de los blancos no hispanos la cifra ascendía al 79 por ciento y en el de los afroamericanos era del 69,7 por ciento, destacó el informe del organismo.

Desde La Raza remarcaron que los obreros y obreras de Latinoamérica son el segmento de más rápido crecimiento en la fuerza laboral y por esta razón 'la situación de los trabajadores hispanos debe ser una prioridad nacional'.

Crisis financiera y problemas ciudadanos

La crisis que vive Estados Unidos debido al precio del petróleo y el exuberante gasto económico que esta potencia sostiene para mantener sus invasiones militares en Iraq y Afganistán repercuten directamente en la vida cotidiana de los pobladores del país.

El mes pasado la fundación Commonwealth Fund presentó un estudio donde afirmó que aproximadamente 79 millones de adultos en Estados Unidos tienen problemas para pagar sus cuentas médicas, o están abonando sus deudas médicas en cuotas.

En el trabajo también se destacó que la disminución de la cobertura de los seguros médicos y el aumento del costo de la asistencia médica contribuye a que las personas enfermas escatimen en los cuidados de salud necesarios.

La presidenta de la fundación norteamericana, Karen Davis, señaló que “estos hallazgos proporcionan más pruebas de que el sistema de salud no está a la altura de las necesidades en lo que respecta a la seguridad de la salud y la seguridad económica”.

Por su parte, la edición del 20 de agosto del diario The Washington Post denunciaba el número de personas sin acceso a los cuidados médicos en Estados Unidos por falta de dinero aumentó en los últimos años debido al encarecimiento de la salud.

Una investigación del Fondo de la Comunidad de Naciones citada por el rotativo mostró que casi la mitad de la población comprendida entre los 19 y 64 años reportó problemas para cubrir las facturas de las clínicas, incrementó sus deudas para poder pagarlas o prescindió de los servicios.

Frente a este panorama el futuro estadounidense no vislumbra salidas concretas y, según el instituto privado The Conference Borrad, las expectativas sobre el crecimiento económico del país cayeron un 0,7 % en julio de 2008 para marcar 101,2 %.

Por su parte, el banco suizo UBS consideró que EEUU va hacia la recesión en el segundo semestre de 2008, luego de que hace un año estallara la burbuja crediticia en las hipotecas de alto riesgo, la cual dio paso a una crisis de dimensiones globales.

Con este panorama los trabajadores y trabajadoras en Estados Unidos no deberán tener mayores razones para festejar, aunque este 1 de septiembre es una fecha importante para reflexionar sobre los alcances y resultados que implican mantener una política exterior guerrerista y un sistema que prefiere el capital privado al bienestar de un pueblo.