El silencio es cómplice del Holocausto palestino
Suhail Hani Daher Akel
Rebelión
05/03/08
Apelar a la seguridad encerrando a otro pueblo es inaceptable. Con un típico lenguaje nazi, el viceministro de Defensa israelí, Matan Vilnai, amenazó con un Shoah (Holocausto en hebreo) en la Franja de Gaza: "Si el fuego de los Qassam se intensifica y los cohetes alcanzan una gama mayor, ellos (los palestinos) traerán sobre si mismos un Holocausto más grande, porque utilizaremos todo nuestro poder para defendernos" (radio del ejercito israelí, febrero 28, 2008). Entre los cruces de palabras, el Jefe Político de Hamas, Khaled Mishaal, expresó:“...si ustedes (los israelíes) eligieron invadir a Gaza, entonces 1.5 millones de ciudadanos palestinos lucharán como un león aunque sus armas sean simples y primitivas”.
En políticas similares a la actitud y la verborragia sionista del ministro Vilnai, los nazis destruyeron los Ghettos para derrotar la resistencia europea-judía, al igual que Israel destruyó la infraestructura nacional palestina para destruir la legitima resistencia. Así como los nazis restringieron los servicios públicos esenciales tales como el agua y la electricidad, el gobierno israelí se lo restringió a los palestinos en Gaza. Así como los nazis limitaron a los habitantes judíos del cuidado sanitario adecuado, los israelíes redujeron el cuidado de salud en Gaza y supendieron los suministros médicos locales. Al igual que los nazis que encarcelaron cruelmente a miles de personas en sus campos de concentración, el gobierno israelí retiene desde años a más de 12.000 prisioneros palestinos en estado inhumano. Del mismo modo que los nazis aplicaron su Shoah, el régimen israelí se lo aplicó al pueblo palestino.
El 3 de marzo fue el día más sangriento, 67 palestinos, incluyendo 24 niños y 1 bebé, fueron muertos y 268 heridos, durante la “Operación Invierno Caliente” por tierra y aire realizado por la Fuerza de Ocupación Israelí-FOI en Gaza. Desde febrero 27, durante 120 horas de incursiones la FOI asesinó a 132 palestinos, incluyendo 41 niños,14 mujeres y 3 bebés, 391 heridos, muchos de ellos en condiciones graves y 281 palestinos secuestrados. En los últimos dos años la FOI mató a 668 palestinos.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, condenó a Israel el 1° de marzo. Asimismo, condenó el lanzamiento de mísiles palestinos, sin tomar en cuenta, que Israel es el Poder Nuclear y Ocupante, y los mísiles (con poco poder de fuego) forman parte de la resistencia palestina contra el terrorismo de Estado israelí, los aviones de guerra F16, los helicópteros Apache y los blindados Abrams y Merkeva que arrasaron al pueblo civil palestino en sus casas, aldeas, ciudades, campos de refugiados y profanaron los Lugares Sagrados de la humanidad, destruyendo su infraestructura.
Ignorando la condena, el ejercito de ocupación y la fuerza aérea israelí continuaron atacando la Franja de Gaza durante todo el sábado. El domingo 2 de marzo, sus aviones de guerra F16 atacaron la oficina del premier Ismael Haniye de Hamas con intenciones de asesinarlo, matando a 10 palestinos en Gaza y 4 en la Ribera Occidental. Asimismo, los estadounidenses F16 se dirigieron a la sede del Sindicato de Obreros Palestinos en el barrio de Saftawi, al norte de la ciudad de Gaza, demoliendo el edificio por completo. Días antes, habían bombardeado el Ministerio de Interior y el 4 de marzo, dos misiles lanzados desde esos mismos aviones volaron el edificio de cinco pisos de la Federación General de Sindicatos Palestinos en Gaza, matando a 6 civiles.
Durante ese agrio domingo negro, en la reunión de gabinete israelí, el vice primer ministro Haim Ramon le preguntó a Ehud Barak porqué la Fuerza no dirigió el fuego masivo sobre las áreas de las cuales se está lanzando los mísiles Qassam, expresándole Ramon: “según el derecho internacional, usted puede hacer eso”...“en la segunda guerra del Líbano estaba claro que si nos disparaban dentro de una aldea, podíamos atacarlos incluso en áreas pobladas”(...). Israel se refiere al derecho internacional cuando se trata de su propia conveniencia, pero desconoce sus obligaciones dentro de la ley internacional relativa a la protección de personas civiles en tiempo de guerra, según los artículos 31-32, 33, 146-147 de la Cuarta Convención de Ginebra.
Luego de la visita del presidente George W. Bush a la región y sus falaces promesas, las masacres en Palestina Ocupada se potenciaron en sigilosa coordinación con la administración estadounidense y las fuerzas regionales. Trasladando nuestra memoria a la guerra del Líbano en julio 2006.
A la luz del genocidio en la Franja de Gaza, en la zona norte de Palestina (Ribera Occidental) y en la capital Jerusalem, las Altas Partes Contratantes, en particular los Estados miembros de la Unión Europea, deben aplicar sus obligaciones legales bajo el artículo común 1 de las Convenciones de Ginebra y el artículo 146 de la Cuarta Convención de Ginebra. La falta de responsabilidad internacional solo conducirá a perdurables Crímenes de Guerra con mayor impunidad.
Además del robo de tierra, la entidad sionista estuvo cometiendo un silencioso Holocausto contra los ciudadanos palestinos desde hace 60 años. La limpieza étnica, la expropiación y anexión de tierras palestinas de Jerusalem Este, la construcción ilegal del Muro de Apartheid, la construcción de asentamientos ilegales y la demolición de viviendas palestinas, siguen siendo una espina en el corazón de la armonía. Mantener el silencio, es ser cómplice del Holocausto palestino.
Por lo tanto, el premier Ehud Olmert, el presidente Shimon Peres, el ministro de Defensa Ehud Barak con su gabinete y los Generales militares israelíes responsables de las masacres en Palestina, deben ser juzgados como Criminales de Guerra en tribunales internacionales similares a los de Nüremberg. Basados entre otras acusaciones, en tres cargos elementales: 1) Crímenes contra la Humanidad: por genocidio, limpieza étnica, secuestro y deportación; 2) Crímenes de Guerra: por la violación a las leyes de guerra; 3) Crímenes contra la paz: por librar guerras de ocupación y agresión, violando los acuerdos y tratados internacionales. De igual modo, se debe procesar por Crímenes de Guerra al Presidente Bush con su gabinete por el genocidio contra el pueblo de Irak, Afganistán, Cuba y su complicidad con Israel en sus crímenes contra el pueblo palestino y libanés.
En medio de una política de expansión e instaurando pretextos para descalificar la resistencia palestina, Israel no asume su responsabilidad de Potencia Ocupante. Creando su propia e inevitable destrucción e insistiendo con el absurdo que puede existir solamente si niega los derechos nacionales y los derechos humanos básicos de los palestinos.
(*) ex Embajador del Estado de Palestina en la Argentina/ Marzo 2008
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