Lebensraum en la Unión del Oeste: Israel se prepara para deportar a más palestinos de su propia tierra
Khaled Amayreh
al-Ahram Weekly / SOTT
Traducción al español por el Averiguador
17/04/2010
El verdadero éxodo ocurrió en 1948. El estado fascista de Israel intenta hacerlo de nuevo por medio de extensas deportaciones de palestinos.
El ultimo plan de Israel es una limpieza étnica bajo alguna otra etiqueta
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En una nueva y provocativa medida dirigida a estrechar el horizonte de los palestinos y consolidar el control israelí en los territorios palestinos ocupados, Israel emitió nuevas órdenes militares que permitirían al ejército de ocupación israelí deportar miles de palestinos de sus hogares y lugares de residencia en la Unión del Oeste.
Las nuevas órdenes definen como “infiltrado” a cualquier palestino o no-palestino que viva en la Unión del Oeste y que no lleve consigo su documento de identidad emitido por Israel o permiso especial emitido por el ejército de ocupación israelí.
En consecuencia, los palestinos que han nacido en la Unión del Oeste y que han vivido allí toda su vida, pero que no poseen los documentos israelíes, serían considerados como “infiltrados” y podrían ser deportados en cualquier momento.
Es más, aquellos que violen estas nuevas leyes podrían enfrentarse a la expulsión inmediata o a ser sentenciados hasta con siete años de cárcel.
Esta semana, un informe de la prensa israelí que aborda las nuevas regulaciones, señaló que Israel podría deportar a cientos de miles de palestinos. Sin embargo, el informe no reveló el destino al cual serían deportados los expulsados.
En el pasado, Israel deportó a muchos palestinos hacia Jordania y Líbano. Sin embargo, las condiciones para Israel se han vuelto considerablemente más difíciles como para hacerlo de nuevo, teniendo en cuenta el tratado de paz entre Jordania e Israel y la delicada situación en las fronteras israelíes-libanesas, especialmente desde la guerra del 2006 entre Israel y Hezbullah.
La orden militar, que entró en vigencia el martes, tendrá como objetivo principal a miles de palestinos de la Franja de Gaza que han residido en la Unión del Oeste.
También se aplica a palestinos que han regresado, muchos de los cuales están casados con mujeres de la localidad, que han vuelto al territorio ocupado luego del proceso de Oslo y la creación de la Autoridad Palestina (PA).
Es más, podría ser aplicado a activistas por la paz extranjeros que llegan a la Unión del Oeste para monitorear las violaciones israelíes a la ley internacional y para exhortar a una resistencia no-violenta contra la ocupación israelí.
Hasta el momento, las autoridades del gobierno israelí se abstuvieron de realizar comentarios sobre las nuevas reglamentaciones, o de confirmar o negar su existencia. Este silencio, según dicen los observadores, podría tener como objetivo poner a prueba las reacciones palestinas, árabes e internacionales antes de adoptar formalmente las medidas draconianas.
Predeciblemente, las nuevas y duras leyes han sido abiertamente condenadas por autoridades palestinas y árabes así como también por grupos de derechos humanos.
Hamas, el grupo de Resistencia islámico palestino, consideró la medida como “una continuación de la limpieza étnica sistemática del nuestro pueblo que comenzó en 1948”.
“En un momento en el que los judíos conmemoran el holocausto alemán, Israel está llevando adelante un holocausto silencioso contra el pueblo palestino”, dijo un vocero de Hamas en la Unión del Oeste, que no quiso revelar su identidad, aparentemente por temor a ser arrestado por los israelíes o por el régimen de la Autoridad Palestina.
Tanto Hamas como Fatah acordaron resistir ante las nuevas medidas “proactivamente”, señalando que deportar palestinos de su tierra ancestral equivale a una “limpieza étnica”.
Salam Fayyad, primer ministro del gobierno de la Autoridad Palestina y favorecido por occidente, indicó que las nuevas medidas contradicen la ley internacional así como también las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU, que condenan las deportaciones forzadas. “Está claro que con estas medidas Israel intenta profundizar su ocupación en la Unión del Oeste y trata de facilitar más robos de tierra”.
El oficial de la PA, Saeb Ereikat, consideró la maniobra israelí como “un asalto a los palestinos comunes, y un insulto a los principios más fundamentales de los derechos humanos. Los palestinos se han transformado en criminales en su propia casa”.
Mahmoud Abbas, el reticente presidente de la Autoridad Palestina, hasta el momento se mantuvo en silencio, optando elevar el problema a la comunidad internacional a través de canales diplomáticos.
La administración de Obama y la Unión Europea no han reaccionado a las nuevas provocaciones israelíes en la Unión del Oeste.
Un vocero del gobierno jordano dijo esta semana que Israel había asegurado a Jordania que la nueva ley no entraría en vigencia. Sin embargo, no hubo una confirmación de la veracidad de la declaración del vocero jordano por parte de Israel o la Autoridad Palestina.
El secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, también condenó las nuevas medidas israelíes, indicando que “es difícil establecer la paz en la región gracias al comportamiento israelí. Rechazamos semejante medida y pedimos a la comunidad internacional que se haga responsable”. Moussa dijo que una reunión de la Liga Árabe debatirá la situación.
El mes pasado, la Liga Árabe mantuvo un encuentro en Sirte, Libia, que se centró en la causa Palestina y las provocaciones israelíes, incluyendo la judaización del este de Jerusalén y la continua expansión de los asentamientos judíos. Sin embargo, el resultado del encuentro fue visto como mediocre e inefectivo en líneas generales, ya que un número de aliados regionales de EEUU presionaron a los participantes para adoptar resoluciones débiles que permitirían el seguimiento del “proceso de paz” bajo auspicio norteamericano.
La severa medida israelí, que los activistas de derechos humanos consideran una declaración de guerra sobre la demografía Palestina, también ha sido denunciada por 10 grupos civiles de derechos humanos israelíes que instaron al Ministro de Defensa Ehud Barak a que anule las nuevas disposiciones.
Las agrupaciones dijeron que las órdenes militares eran tan vagas y amplias que virtualmente todos los habitantes de la Unión del Oeste estaban potencialmente en riesgo. Los grupos argumentaron que las instrucciones militares no definieron qué permisos se requieren para protegerse contra la deportación.
La nueva amenaza de una oleada de limpieza étnica contra los palestinos en la Unión del Oeste coincide con la conmemoración del aniversario del holocausto en Israel, un ritual anual que tiene como objetivo forzar la simpatía mundial y específicamente desviar la atención de los crímenes de Israel contra los palestinos, como por ejemplo la brutal masacre del año pasado en la Franja de Gaza.
Alguno de los críticos de Israel han comparado el enfoque israelí respecto a los palestinos, incluyendo la política de deportación, con la notoria política de Lebensraum de la Alemania Nazi (“espacio de vida” en alemán), una doctrina que prevaleció en Alemania en el siglo 20 que enseñaba que el país necesitaba nuevas tierras para expandirse, especialmente hacia el este.
Lebensraum se convirtió en una gran motivación para la agresión territorial alemana después de 1937. Israel se refiere a la Unión del Oeste, que el ejército israelí ocupó en 1967, como Eretz Yisrael (tierra de Israel). En algún momento el mismo término se aplicó a Jordania, que algunos líderes israelíes denominan “la tierra del este de Israel”.
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