Clinton incita a la violencia

Abdel Bari Atwan
Palestinalibre.org
27/03/10

La secretaria de Estado estadounidense, Hilary Clinton, ha dado muestra de la más alarmante hipocresía y de doble rasero moral y político al acusar a los responsables palestinos de incitar a la violencia por protestar contra la construcción de la sinagoga Al-Yarab (Hurva) en Jerusalén ocupada. Es obvio que la secretaria de Estado de EE.UU. quiere que los palestinos —ya sean responsables políticos o ciudadanos de a pie— saluden la apertura de esa sinagoga en territorio palestino ocupado con vítores y flores, y que compartan las celebraciones de los colonos judíos. Si no lo hacen, se les considera atrasados y terroristas que hay que erradicar.

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La señora Clinton hizo sus comentarios en un discurso durante la apertura de la conferencia anual del Comité de Asuntos Públicos Israelo-Estadounidenses (AIPAC, en sus siglas en inglés) —el lobby judío estadounidense que respalda a Israel y sus masacres en los territorios ocupados. No dudó en afirmar en el mismo discurso, personificando el más alto grado de hipocresía, que “[…] garantizar la seguridad de Israel es más que una posición política para mí: es un compromiso personal del que nunca dudaré”. Es cierto que la señora Clinton dijo en ese mismo discurso que las conversaciones indirectas entre palestinos e israelíes debían ser "serias" y de fondo, y que la construcción de nuevos asentamientos israelíes en Jerusalén Oriental y en Cisjordania ponen en peligro el progreso, pero no los condenó ni afirmó con contundencia que son ilegales. Netanyahu declaró en pleno corazón de Washington que construir en la Jerusalén árabe ocupada es igual que construir en Tel Aviv y que se seguirá haciendo sin obstáculos, como si estuviera diciendo tanto al presidente Barack Obama como a la señora Clinton que él, Netanyahu, es más fuerte que el actual inquilino de la Casa Blanca y que no presta atención a las críticas estadounidenses por la política de asentamientos de su gobierno. La “violencia” en los territorios ocupados que teme Clinton entrará inevitablemente en erupción y la razón son las provocaciones israelíes, no la incitación por parte de algunos responsables palestinos, como dice Clinton. ¿Qué espera que hagan los palestinos mientras ven el proceso continuo de judaización de sus lugares sagrados y a los colonos judíos entrando en Al-Aqsa para preparar su demolición e intentar construir el llamado Templo de Salomón sobre sus escombros?

El gobierno de EE.UU. trata al carnicero y a su víctima como igualmente culpables, esforzándose por igualar cada ligera crítica contra el gobierno israelí y contra sus prácticas ilegales echando parte de la culpa a los palestinos. La señora Clinton siempre se ha comportado así y ahora también lo hace el senador George Mitchell, su enviado especial en la región, que está instando a los palestinos y a los israelíes a que ejerzan la moderación para poder seguir adelante con las negociaciones indirectas —como si los tanques palestinos estuvieran estacionados a las puertas de Tel Aviv y la Autoridad (Nacional) Palestina (ANP) en Ramala fuera la que construye asentamientos y sus fuerzas las que asesinan colonos judíos.

Se trata de un fraude escandaloso de los hechos sobre el terreno, encubierto por los árabes y por los propios palestinos que, o bien permanecen en silencio, o premian las críticas superficiales de EE.UU. al gobierno de Netanyahu y su reacción ante los sucesivos insultos y bofetadas israelíes. Es vergonzoso que mientras se llevan a cabo manifestaciones contra la judaización de Jerusalén y los lugares sagrados islámicos en Indonesia y en capitales árabes e islámicas, la vida continúe de manera normal en ciudades como Ramala, Yenin, Nablus y Tulkarem, solo a unos cuantos kilómetros de donde están teniendo lugar enfrentamientos alrededor de Al -Aqsa que un puñado de valientes hijos de Palestina tratan de defender y combatir contra las fuerzas israelíes. Comentando esta lamentable contención, Mahmud al-Habbash, un ministro palestino, dijo que se opone a cualquier acto de violencia y que apoya, por el contrario, la “resistencia inteligente”. Es la primera vez que oímos hablar de esta nueva forma de resistencia cuyo antónimo es la “intifada loca”. Al-Habbash no nos explicó este concepto con precisión. A lo que se refería probablemente era a actos de desobediencia civil y manifestaciones de protesta. No vemos ningún rastro ni siquiera de esa “resistencia inteligente” en Cisjordania.

Algunos podrían contradecir haciendo referencia a las protestas de decenas de manifestantes contra el muro del Apartheid en Na'lin y Ba'lin uno o dos días por semana. Cierto. Pero ¿las demoliciones, los asentamientos y el muro sólo se están llevando a cabo en Ba'lin y Na'lin?. ¿qué pasa en las otras ciudades y pueblos de Cisjordania?, ¿no es doloroso que, la heroica ciudad de Yenin, que se convirtió en modelo contra la resistencia a la ocupación cuando su campamento, que tenía una extensión de no más de un kilómetro cuadrado, se mantuvo firme durante más de 10 días contra los tanques israelíes, y sus defensores mataron 26 soldados israelíes, se haya convertido en un lugar turístico como ejemplo de la paz económica y albergue el cuartel de las fuerzas de Dayton, que quieren crear al “nuevo individuo palestino”?

Las fuerzas de Dayton, sus ideólogos, y los caballeros de la paz económica, aparentemente, han creado al “nuevo palestino” mediante una especie de “Despertar palestino” (en referencia a la Operación Despertar de Iraq), que paga salarios mensuales a la gente por estar sentados en sus casas sin hacer nada en absoluto, ni siquiera manifestarse, porque daría lugar a una cancelación inmediata de los sueldos.

También nos han sorprendido las declaraciones de Mahmud al-Zahhar, prominente dirigente del movimiento Hamas en la Franja de Gaza, quien acusó de “traidores” a los que lanzan cohetes contra los asentamientos israelíes. Decimos que nos sorprendió porque nosotros siempre apoyamos todas las formas de resistencia por parte de Hamas durante la presencia de la ANP en la Franja, incluyendo el lanzamiento de cohetes, y rechazamos todas las acusaciones y descripciones por parte de la ANP, como la de “cohetes inútiles” y “tubos de estaño” , así como las acusaciones de traición y de que servían a agendas israelíes que se hicieron contra quienes los disparaban.

Estamos de acuerdo con Al-Zahhar que el momento de disparar esos cohetes puede proporcionar a Netanyahu la excusa para lanzar una agresión contra la Franja, que está sufriendo el bloqueo, el hambre, y el abandono por parte de sus hermanos. Pero nos gustaría que no utilizase las mismas expresiones usadas por la ANP contra Hamas. Cuando Hamas cesa la resistencia, aunque sea temporalmente y para corregir cálculos políticos, debe esperar que haya quienes están en desacuerdo con él; la posición de aquéllos es tan patriota como la del movimiento que movilizó, y sigue movilizando, a la mayoría del pueblo palestino, razón por la cual ganó las últimas elecciones.

La aclamación de la declaración del Cuarteto emitida en su reciente reunión en Moscú sobre la creación del Estado palestino dentro de dos años es el acto de engaño más grande contra el pueblo palestino y un intento obvio de absorber las señales de una intifada que ha comenzado a mostrar su cabeza. Debemos recordar que George Bush Jr. se comprometió dos veces a establecer un Estado palestino independiente y se marchó sin haber desmantelado ni siquiera un solo asentamiento ilegal y ni un solo control de carretas en Cisjordania. La intifada debe intensificarse por todos los medios y formas; una intifada contra la paz económica en su conjunto, y contra sus ideólogos de la ocupación y sus colonos. En el pasado, lloramos por la pérdida de la tierra y por todo lo que se tragaron las colonias, y ahora estamos a punto de llorar por la pérdida de los lugares santos a través de la brutal judaización, o por ambas cosas.

*Abdel Bari Atwan, palestino residente en Londres, dirige el diario panárabe Al-Quds al-Arabi, editado en lengua árabe. Es también autor de The secret history of Al-Qa’ida y A country of words.

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