Campesinos bolivianos demandarán a responsables de vejámenes en Sucre

ABI/Telesur
28/05/08

La Confederación Única de Campesinos de Bolivia (CUCB) anunció este martes que asumirá la batuta legal contra los responsables de los vejámenes a campesinos el sábado pasado en Sucre, en medio de una ola de violencia impulsada por grupos opositores que se oponían a la visita del presidente Evo Morales a esa localidad.

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Damián Condori, dirigente de la CUCB, anunció que la organización que preside convocará a una asamblea nacional urgente el lunes en Sucre, para analizar estos graves hechos.

"Un ampliado de emergencia allá en la ciudad de Sucre que se va a realizar con carácter de emergencia para tratar estos temas que ha pasado durante estos días", expresó el líder campesino.

Entretanto, dirigentes campesinos llegaron a La Paz provenientes de Sucre para advertir que, si la justicia no castiga los actos racistas de los que fueron objeto, iniciarán medidas de presión.

Esteban Urquizo, dirigente campesino de Chuquisaca, precisó que además exigen la renuncia inmediata del rector de la Universidad de Sucre, a quien responsabilizan por los jóvenes estudiantes que los agredieron, de lo contrario amenazaron con tomar los predios que administra esta casa de estudios superiores.

"La única salida para evitar mayores consecuencias será la renuncia inmediata del rector de la universidad, de lo contrario nosotros tomaremos los predios que hoy administra la universidad en las provincias", explicó.

El sábado, campesinos fueron víctimas de agresiones y humillaciones públicas que se dieron luego de que estos grupos de estudiantes, identificados con la oposición de ultraderecha, protagonizaran violentas protestas cerca del aeropuerto y un estadio al que debía llegar el presidente Evo Morales, para la entrega de obras a propósito de la celebración del grito libertario del departamento.

Los agredidos iban a asistir a este evento.

Los manifestantes iban armados con palos, piedras y cargas de dinamita. Al final, unas 26 personas quedaron heridas.

Más tarde, y para evitar el aumento de la violencia callejera, el Ejecutivo, a través del ministro de Gobierno, Alfredo Rada, anunció la suspensión del viaje presidencial.

No obstante, la ira opositora siguió y fue descargada en los ciudadanos que pretendían participar del acto oficial. Incluso el Ejército salió a las calles con megáfonos en mano para anunciar la cancelación de la visita, pero no sirvió de nada, según relató el domingo Urquizo.

Informó que se allanaron viviendas, destrozaron puestos de venta, incluso llegaron a quemar casas ubicadas en las laderas, sacando a sus ocupantes a la fuerza propinándoles patadas y golpes en todo el cuerpo.

"Más adelante tomaron a unos cuantos campesinos a quienes les obligaron arrodillarse y les seguían pegando, supuestamente como una manera de cobrar lo sucedido en noviembre de 2007", detalló.

El Gobierno calificó estos actos como vergonzosos y un episodio más en una "escalada de violencia racial".

"No podemos quedarnos así, pedimos a la justicia que cumpla con estos autores", opinó por su parte Flora Aguilera, representante de Mujeres Campesinas de Chuquisaca, departamento al sur de Bolivia donde sucedieron los hechos.

Desde el Congreso nacional se plantea convocar a los sectores radicales del país para procurar un pacto de no violencia, según el diputado de la Comisión de Derechos Humanos del parlamento, Guillermo Mendoza.

"La invitación del Parlamento nacional ya sea en las brigadas departamentales o aquí mismo podamos entrar en un verdadero proceso de diálogo y de desarme de estas posturas totalmente antidemocráticas", declaró.

Mientras tanto, Evo Morales insistió en que las autoridades deben acabar con este tipo de humillación, sobretodo contra las familias más pobres.

"Pido a las autoridades correspondientes y a todas las instituciones del Estado acabar con esta clase de humillación, especialmente las familias más pobres, la familia campesina indígena. Esperamos que la comunidad internacional pueda asumir una responsabilidad para acabar con la discriminación en nuestro país", dijo el gobernante en una alocución la tarde del martes.

ONU apoyará investigación

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia ayudará en las investigaciones de los hechos de violencia racista ocurridos en Sucre, al tiempo que admitió que hubo actos de agresión muy serios.

"Nosotros no hemos emitido pronunciamiento a favor o en contra del Gobierno ni de autoridades departamentales, nosotros simplemente estamos constatando que aquí hubo actos de violencia muy serios y sobre todo actos de humillación", sostuvo el representante del Alto Comisionado la ONU, Vegard Bye.

Luego que el domingo el presidente del Comité Cívico de Sucre, John Cava, pidiera disculpas a nombre de la ciudad por los hechos vandálicos, ahora esta misma organización culpa al Gobierno de los incidentes.

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