Mazin Qumsiyeh: “El ejército israelí me busca”

Silvia Cattori
www.silviacattori.net
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
09/03/10

Aumenta la represión israelí en Palestina

El ejército israelí invadió el barrio donde vive Mazin Qumsiyeh en Beit Sahour, a las afueras de Belén, el 2 de marzo por la noche y despertó a su madre, a su mujer y a su hermana. Soldados fuertemente armados bloquearon las carreteras durante “la operación”. Cuando la familia abrió la puerta los soldados pidieron ver a Mazin Qumsiyeh (*). Les contestaron que Mazin ya había partido para Estados Unidos. Mazin responde aquí a las preguntas de Silvia Cattori.

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Hemos sabido que Israel está acentuando su represión contra las manifestaciones no violentas. ¿Puede describirnos el contexto de esta situación?

Durante los últimos 120 años ha habido resistencia civil no violenta en Palestina contra el proyecto colonial sionista. Aumentó bajo la ocupación británica entre 1917 y 1947, pero se volvió mucho más crítica durante la ocupación directa sionista desde 1948 hasta hoy. Los acontecimientos más visibles se divulgaron durante el levantamiento de 1987 a 1991, cuando manifestantes pacíficos se enfrentaron contra políticas de romper huesos, disparar, demoler casas, etc. Con el final efectivo de la resistencia armada en 2006, cuando Hamás entró en el proceso político uniéndose a las demás facciones principales, la única forma de resistencia que quedó y que representaba una amenaza para el status quo de la interminable ocupación era la resistencia civil o popular. Las autoridades israelíes reforzaron entonces la represión contra toda forma de resistencia civil. Detuvieron a decenas de destacados activistas, acosaron y golpearon a otros, y en varios casos hirieron o mataron a manifestantes pacíficos.

¿Cuántas personas hay en las cárceles israelíes?

Hay más de 11.000 presos políticos en las cárceles israelíes. Cientos de ellos están detenidos bajo la denominada detención administrativa, que significa meses y a veces años sin ver a un juez militar israelí (por muy injusto que pueda ser este juez).

¿Que ocurrió en Beit Sahour que ha llevado a los recientes disturbios, de modo que la situación en Beit Sahour es ahora tan tensa como en Bi’lin?

Beit Sahour tiene una larga y gloriosa historia de resistencia civil que empezó en 1919. En la ciudad hay un 70% de cristianos y un 30% de musulmanes. En el levantamiento de 1987 la gente de la ciudad, toda la gente, decidió utilizar tácticas de resistencia civil. Esto incluía el deshacerse de los documentos de identidad emitidos por los israelíes, negarse a pagar impuestos, negarse a cooperar, etc. La ciudad fue atacada varias veces desde el “Shdema”, el campo militar israelí situado a las afueras de la ciudad (una zona que los habitantes de la ciudad llamaban Ush Ghrab).

El 28 de diciembre de 2000 los habitantes de la ciudad invitaron a internacionalistas, incluidos israelíes, a hacer una marcha al campo. Cientos de personas entraron en el campo militar en un brillante acto de resistencia civil. Este éxito llevó a fundar el Movimiento de Solidaridad Internacional en Beit Sahour. El ejército israelí abandonó el campo en abril de 2006. En parte de la antigua base los habitantes de la ciudad construyeron un “Parque de la Paz” en el que había una zona de juegos para los niños y por primera vez en décadas quienes poseían tierras pudieron acceder a sus terrenos y empezaron a recuperarlos para la agricultura. Pero empezaron a llegar al lugar colonos radicales y a presionar al gobierno israelí, que denegó el permiso para construir un hospital infantil en el lugar (hay fondos para realizar este proyecto). El ejercito israelí ha vuelto a Ush Ghrab para aplacar a los colonos.

En febrero de 2010 se creó un comité popular debido a que los bulldozers israelíes habían empezado a trabajar en el lugar. En el comité hay representantes de todas las facciones políticas y de las ONG. Hasta el momento sus acciones incluyen vigilias de oración, investigaciones jurídicas, protestas y reclamaciones de tierras. El ejército israelí atacó brutalmente la primera vigilia de oración que se celebró el en parque (véase el vídeo en http://www.youtube.com/watch?v=4he1vayLrfo ). A la semana siguiente hubo un ataque similar contra los activistas cuando estos trataban de explorar el parque (véase el vídeo en http://www.youtube.com/watch?v=s4MDxqrofhU).

Pero, ¿y usted? Hemos sabido que usted personalmente era un objetivo. ¿Puede contarnos qué ocurrió?


En dos ocasiones los oficiales israelíes que había en el lugar me advirtieron que no “organizara” acciones. Yo sólo soy uno de los muchos que coordinan las acciones y trabajan para formar a la gente y comprometerla en otras formas de resistencia no violenta. El derecho internacional apoya todas las formas de resistencia, pero en particular se respeta y apoya nuestra forma de resistencia no violenta. Acabo de terminar un libro titulado Hope and Empowerment: A history of Palestinian Popular Resistance [Esperanza y toma de poder: historia de la resistencia popular palestina]. Es evidente que al ejército israelí esto no le gusta. Había reprimido duramente la resistencia civil y detenido a decenas de activistas en Bi’lin, Ni’lin, Al-Masara y en todas partes, sólo el año pasado. Incluso hirieron y asesinaron a otros manifestantes pacíficos.

El ejército israelí me busca. Los soldados vinieron a mi casa al día siguiente de que me fuera a Estados Unidos para una gira de conferencias. Los soldados fuertemente armados y agentes de los servicios de inteligencia vinieron a mi casa a la 1:30 de la madrugada del martes [2 de marzo]. Querían verme y como obviamente yo no estaba ahí, dejaron una citación para el lunes 8 de marzo. Obviamente, yo no podré comparecer ese día porque estaré en Estados Unidos y no puedo cambiar mi programa. Estoy seguro de que me van a detener cuando vuelva.

¿Qué va a hacer ahora que está en Estadon Unidos y sabe que lo busca el ejército israelí?

Volveré y afrontaré lo que ocurra. La verdad y la justicia son cosas sobre las que no deberíamos transigir, a pesar de la injusticia y la represión.

Su familia es cristiana y la mayoría de los habitantes de su ciudad lo son también. ¿El ejército israelí se comporta de forma diferente con ustedes que con los musulmanes?

No. Israel se estableció como un Estado para y por el “pueblo judío” de todo el mundo. Se trató de la misma manera a los habitantes originarios, ya fueran cristianos o musulmanes: con desprecio, por medio de la opresión e intentando continuamente separarnos de nuestras tierras.

¿Qué piensa usted de los problemas entre Fatah y Hamás?

Es como los presos que están en una cárcel, que a veces eligen o seleccionan a tipos fáciles para complacer a los carceleros y a veces lo intentan con tipos duros que se niegan a cooperar con los carceleros. Las diferencias entre ellos se borran bajo el hecho de que ambos viven en la cárcel. Por desgracia, yo diría que muchas de las facciones palestinas, incluyendo Hamás y Fatah sucumbieron al embrujo de los Acuerdo de Oslo con sus ilusas promesas de “autoridad” cuando en realidad aquí sólo hay una autoridad al oeste del río Jordán: el Estado de Israel. Lo que entonces se debería haber hecho y todavía es factible hacer es luchar por la igualdad y la justicia a la manera de la lucha llevada a cabo en Sudáfrica. No podemos aceptar bantustanes con ilusiones de autoridad.

¿Qué ayuda o apoyo esperan ustedes del mundo exterior?

Creo que, al igual que ocurrió con el apartheid sudafricano, la comunidad internacional tienen un papel crítico que desempeñar. En todas partes aumentan los boicot, las desinversiones y las sanciones (BDS) basadas en el llamamiento a actuar hecho por la sociedad civil palestina (véase http://bdsmovement.net). Urgimos a unirse a este llamamiento.

Más allá de ello, es de una importancia crucial llegar a los medios de comunicación, a los políticos, a los dirigentes de las iglesias y a la gente común para concienciarlos de lo que está ocurriendo. Esto es especialmente cierto en los países que hacen posible que continúe esta represión (esto es, Israel, Estados Unidos, Canadá, Australia, los países europeos y los países árabes que mantienen relaciones amistosas con Israel).

Muchas gracias.

(*) Mazin Qumsiyeh es un activista infatigable por los derechos humanos palestinos que volvió a su ciudad natal de Beit Sahour en la Cisjordania ocupada por Israel y que ahora enseña en las Universidades de Belén y Birzeit. Antes trabajó en las Universidades de Tennessee, Duke y Yale. Actualmente es presidente del Centro Palestino para el Acercamiento entre las Personas de Beit Sahour, un barrio de Belén. Autor de Sharing the Land of Canaan: Human Rights and the Israeli-Palestinian Struggle [Compartir el país de Canaán: derechos humanos y la lucha israelo-palestina] (2004), Qumsiyeh es tanto un activista por los derechos humanos como un científico autor de una larga lista de publicaciones sobre genética.

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