Detectan mutaciones en virus A H1N1

Laura Toribio
Excelsior
30/10/09

Especialistas afirman que, a pesar de las pequeñas variaciones, se mantiene estable y que 90 por ciento de los casos no son graves

Si bien no significativas, pequeñas mutaciones se han detectado en el virus de la influenza humana A H1N1, que obligan a vigilar su comportamiento.

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La Secretaría de Salud además debe estar en guardia ante la aparición latente del virus aviar o de cualquier otro tan letal, explicó Celia Alpuche Aranda, directora general adjunta del Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRE).

“El virus A H1N1 sigue con un comportamiento como al principio de su aparición (en abril), no se han encontrado mutaciones grandes que permitan asociarlo a variaciones de virulencia, pero necesitamos seguir vigilando. A pesar del problema que hemos tenido con el virus pandémico —que sigue siendo un problema social, económico y de salud—, no es tan grave como el aviar, pero tenemos que mantener todas las baterías bien puestas para vigilar el aviar, y otros, y evitar que se disemine”, advirtió.

La funcionaria precisó que hay sólo una notificación de dos cepas virales que han tenido mutaciones en el A H1N1, por lo que se puede decir que el nuevo virus ha sido “muy estable”.

Reconoció que el escenario del primer brote, cuando se cerraron escuelas y comercios, era alarmante porque se desconocía el virus. Ahora, seis meses después, se sabe que 90 por ciento de los casos no son graves, dijo.

Al referirse al virus aviar, para el cual se preparaban México y el mundo antes de la llegada del A H1N1, Alpuche Aranda expuso que, de aparecer, todos seríamos vulnerables, pues no hay defensas contra él.

Así ocurrió con el virus de la influenza humana, que atacó a poblaciones jóvenes en edad productiva y con padecimientos crónicos como diabetes u obesidad, así como a mujeres embarazadas, a diferencia de los virus de influenza estacional que afectaban principalmente a niños y adultos mayores.

“Desde finales de los noventa que apareció el aviar hasta 2009, no tenemos esa adaptación al humano. Eso quiere decir que todos estos años sigue conservando características genéticas para ser predominantemente huésped de aves. La infección sólo ocurre con humanos que trabajan directamente con aves, pero no se transmite de humano a humano. El aviar sigue confinado a zonas asiáticas y cada caso debe reportarse inmediatamente a todo el mundo, porque no podemos permitir que eso se disemine”, insistió.
Especialistas afirman que, a pesar de las pequeñas variaciones, se mantiene estable y que 90 por ciento de los casos no son graves

Si bien no significativas, pequeñas mutaciones se han detectado en el virus de la influenza humana A H1N1, que obligan a vigilar su comportamiento.

La Secretaría de Salud además debe estar en guardia ante la aparición latente del virus aviar o de cualquier otro tan letal, explicó Celia Alpuche Aranda, directora general adjunta del Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRE).

“El virus A H1N1 sigue con un comportamiento como al principio de su aparición (en abril), no se han encontrado mutaciones grandes que permitan asociarlo a variaciones de virulencia, pero necesitamos seguir vigilando. A pesar del problema que hemos tenido con el virus pandémico —que sigue siendo un problema social, económico y de salud—, no es tan grave como el aviar, pero tenemos que mantener todas las baterías bien puestas para vigilar el aviar, y otros, y evitar que se disemine”, advirtió.

La funcionaria precisó que hay sólo una notificación de dos cepas virales que han tenido mutaciones en el A H1N1, por lo que se puede decir que el nuevo virus ha sido “muy estable”.

Reconoció que el escenario del primer brote, cuando se cerraron escuelas y comercios, era alarmante porque se desconocía el virus. Ahora, seis meses después, se sabe que 90 por ciento de los casos no son graves, dijo.

Al referirse al virus aviar, para el cual se preparaban México y el mundo antes de la llegada del A H1N1, Alpuche Aranda expuso que, de aparecer, todos seríamos vulnerables, pues no hay defensas contra él.

Así ocurrió con el virus de la influenza humana, que atacó a poblaciones jóvenes en edad productiva y con padecimientos crónicos como diabetes u obesidad, así como a mujeres embarazadas, a diferencia de los virus de influenza estacional que afectaban principalmente a niños y adultos mayores.

“Desde finales de los noventa que apareció el aviar hasta 2009, no tenemos esa adaptación al humano. Eso quiere decir que todos estos años sigue conservando características genéticas para ser predominantemente huésped de aves. La infección sólo ocurre con humanos que trabajan directamente con aves, pero no se transmite de humano a humano. El aviar sigue confinado a zonas asiáticas y cada caso debe reportarse inmediatamente a todo el mundo, porque no podemos permitir que eso se disemine”, insistió.

Especialistas afirman que, a pesar de las pequeñas variaciones, se mantiene estable y que 90 por ciento de los casos no son graves

Si bien no significativas, pequeñas mutaciones se han detectado en el virus de la influenza humana A H1N1, que obligan a vigilar su comportamiento.

La Secretaría de Salud además debe estar en guardia ante la aparición latente del virus aviar o de cualquier otro tan letal, explicó Celia Alpuche Aranda, directora general adjunta del Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRE).

“El virus A H1N1 sigue con un comportamiento como al principio de su aparición (en abril), no se han encontrado mutaciones grandes que permitan asociarlo a variaciones de virulencia, pero necesitamos seguir vigilando. A pesar del problema que hemos tenido con el virus pandémico —que sigue siendo un problema social, económico y de salud—, no es tan grave como el aviar, pero tenemos que mantener todas las baterías bien puestas para vigilar el aviar, y otros, y evitar que se disemine”, advirtió.

La funcionaria precisó que hay sólo una notificación de dos cepas virales que han tenido mutaciones en el A H1N1, por lo que se puede decir que el nuevo virus ha sido “muy estable”.

Reconoció que el escenario del primer brote, cuando se cerraron escuelas y comercios, era alarmante porque se desconocía el virus. Ahora, seis meses después, se sabe que 90 por ciento de los casos no son graves, dijo.

Al referirse al virus aviar, para el cual se preparaban México y el mundo antes de la llegada del A H1N1, Alpuche Aranda expuso que, de aparecer, todos seríamos vulnerables, pues no hay defensas contra él.

Así ocurrió con el virus de la influenza humana, que atacó a poblaciones jóvenes en edad productiva y con padecimientos crónicos como diabetes u obesidad, así como a mujeres embarazadas, a diferencia de los virus de influenza estacional que afectaban principalmente a niños y adultos mayores.

“Desde finales de los noventa que apareció el aviar hasta 2009, no tenemos esa adaptación al humano. Eso quiere decir que todos estos años sigue conservando características genéticas para ser predominantemente huésped de aves. La infección sólo ocurre con humanos que trabajan directamente con aves, pero no se transmite de humano a humano. El aviar sigue confinado a zonas asiáticas y cada caso debe reportarse inmediatamente a todo el mundo, porque no podemos permitir que eso se disemine”, insistió.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, los chicos de Fort Detrick tienen el genoma, pueden mutarlo las veces que quieran, esto es LA OPCION.