Retrospectiva - Hambruna global inminente mientras EEUU enfrenta malas cosechas

Commodity Online/SoTT.net
Marc Davis
Traducción Señales de los Tiempos
19/06/09

El mundo enfrenta una “hambruna masiva” como resultado del próximo fracaso de las principales cosechas en EEUU. E incluso podría suceder antes de que termine el año. Así lo señaló Don Coxe de Chicago, que es uno de los expertos más destacados en activos financieros agrícolas, tanto que el conocido Grupo Financiero BMO de Canadá le puso su nombre a un fondo de inversión.

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El cambio climático provocará temporadas de cosecha más cortas y el sector agrícola de los países subdesarrollados no están preparados para afrontar este déficit, dijo Coxe. Él ha estado siguiendo la industria agrícola durante muchos años y tiene a sus espaldas más de 35 años de experiencia en inversión institucional en Canadá y EEUU. Esto incluye la dirección del fondo de inversión, Harris Investment Management, con mejor rendimiento en 2005

En particular, el fracaso inminente de las cosechas en EEUU tendría consecuencias terribles para los principales mercados extranjeros, que dependen en gran medida de las importaciones de las cosechas estadounidenses, advierte Coxe. Lamentablemente, este escenario podría haberse evitado si los gobiernos que se han sucedido en EEUU no hubieran debilitado la industria agrícola con tanta interferencia política, sugiere Coxe.

“Tenemos una situación en la cual no ha habido incentivo en destinar una cantidad significativa de nuevo capital para la agricultura, o desarrollar nuevas tecnologías para expandir de manera dramática la producción de las cosechas. Nos hemos acomodado,” le dijo a la agencia de información BNW. “Así que por esas razones creo que la siguiente crisis alimentaria – cuando llegue – será de un impacto mayor que el barril de petróleo a 150 dólares.”

Como estratega clave para Coxe Commodity Strategy Fund (TSX: COX.UN), Coxe tiene un astuto entendimiento de los crecientes retos con los que la industria agrícola ha batallado en los últimos años. Antes de entrar en el negocio de las inversiones, fue Director General de la Federación Agrícola de Ontario y Asesor Jurídico General de la Federación Canadiense de Agricultura.

Señala que los agricultores, no solo de EEUU, sino de todo el mundo, todavía se están recuperando de la crisis económica y como consecuencia han restringido su producción. Por lo tanto, la desfavorable perspectiva de descenso en la producción mundial de alimentos de este año – la primera caída anual que se recuerde – significa que los agricultores no podrán mantener el ritmo de la actual demanda de cereal.

“Y cuando tengamos la primera disminución seria de las cosechas, que es algo que sucederá, entonces tendremos una crisis alimentaria a gran escala, de la cual no podremos salir porque todavía estaremos luchando para ponernos al día con la demanda (como resultado del descenso de las cosechas),” señaló.

Además, la perspectiva de una crisis alimentaria mundial a corto plazo se ha agravado por un aumento en la demanda de proteínas de alta calidad (carne) en super-economías emergentes como China e India, dijo Coxe. Esto significa que la creciente demanda mundial de los productos básicos derivados de la agricultura ya está comenzando a sobrepasar los suministros.

“Durante esta década, las hectáreas de tierra cultivada a nivel mundial apenas han aumentado un 1.5%, mientras que la demanda mundial de cereal y soja ha crecido al doble,” señaló. “Haremos frente a una hambruna masiva con la primera disminución seria de las cosechas. Podría suceder este mismo otoño si caen las heladas de agosto en Iowa.”

Durante los últimos años, EEUU ha sido favorecido con unas condiciones climáticas ideales para el cultivo de las cosechas, consiguiendo una producción extraordinaria, dijo Coxe. Pero él cree que el cambio climático pronto producirá una tendencia hacia ciclos secos más cortos, comenzando quizá a principios de este otoño, lo cual agravará el desequilibrio entre la oferta y la demanda.

“Hemos sido increíblemente afortunados con el clima hasta este momento. Pero si acortas cuatro semanas el ciclo de crecimiento, esto reducirá dramáticamente la producción,” advirtió. “La gente cree que los buenos tiempos durarán siempre. Piensa que los alimentos siempre han estado a su disposición fácilmente y que siempre estarán ahí.”

Aunque solo necesitamos recordar lo que sucedió a mediados de 1970, cuando los suministros de productos básicos disminuyeron bastante debido a las escasas cosechas derivadas de una climatología adversa, dijo.

“Hubo importantes excedentes alimenticios en esa época. Aunque desaparecieron rápidamente,” añadió. “De hecho, la mayor inflación de los 70 se debió más a los alimentos que al petróleo.”

Si la sociedad quiere evitar una situación mucho peor que la crisis alimentaria de los 70, especialmente debido a una explosión demográfica mundial de las economías emergentes, entonces el mundo debe incrementar drásticamente la producción de las cosechas. Especialmente cosechas como la del cereal y la soja, que son la mejor forma de alimentar al ganado y producir proteína animal, añadió.

Así pues, el mundo no se debe conformar con menos que unas cosechas óptimas, lo cual requiere un crecimiento exponencial en la fertilización, dijo. Sin embargo, una baja aplicación de tales nutrientes cruciales, particularmente de fertilizantes indispensables con una base de carbonato de potasio, ha sido durante décadas un problema importante de las naciones más pobladas del mundo como China, India y Malasia,

Sin la muy necesaria duplicación del uso de fertilizantes, así como también un mayor énfasis social en la preservación y nutrición de las zonas de labranza del mundo, la siguiente escasez alimentaria mundial promete ser pronunciada y prolongada. Y eso podría derrocar gobiernos y desestabilizar el orden político mundial, advirtió Coxe.

Un presagio fatídico del primer gran reto de la humanidad del nuevo milenio sucedió el año pasado. Esto pasó cuando una subida efímera en el precio de los alimentos básicos provocó una extendida hambruna e inestabilidad política en algunas economías emergentes, incluyendo revueltas relacionadas con los alimentos.

Comentario SoTT: La constante referencia a la “explosión demográfica” de India y China en este artículo, les atribuye la culpa a sus apetitos voraces. Esta connotación racial fue expresada de manera similar por la alemana Angela Merkel el año pasado:

Las malas políticas agrícolas y los cambiantes hábitos alimenticios de las naciones en desarrollo son los principales culpables del incremento de los precios de los alimentos, no la producción de biodiesel como algunos críticos afirman, dijo el jueves la Canciller alemana Angela Merkel…

Pero Merkel, cuyo país es el mayor productor europeo de biodiesel, dijo que el incremento en los precios de los alimentos no se debía al biodiesel principalmente, sino “a las políticas agrícolas inadecuadas de los países en desarrollo” así como también a los “pronósticos insuficientes de los cambios en los hábitos alimenticios” de los mercados emergentes.

“Si viajas a la India hoy en día, hay un debate sobre una ‘segunda comida’,” dijo Merkel.

“La gente está comiendo dos veces al día, y si un tercio de mil millones de personas en la India lo hacen, eso suma 300 millones de personas. Esto representa una gran parte de la Unión Europea,” dijo.

“Y si de repente consumen el doble de alimentos que antes y si 100 millones de chinos empiezan también a beber leche, entonces por supuesto nuestras cuotas de leche se desequilibrarían, y también muchas otras cosas,” dijo, refiriéndose a los límites de la producción de lácteos en la UE…

La realidad es que la mayoría de las personas hambrientas del mundo está en Asia. La mayoría de los grandes consumidores está en Occidente, donde las corporaciones respaldadas por fuerzas militares están acaparando lo que queda de las tierras de cultivo en los países más pobres.

La ‘fiebre de los alimentos’ está agravando una situación precaria, mientras las frías temperaturas amenazan con periodos de cultivo más cortos.